Asambleas Sinodales Parroquiales ¿Qué es la Conversación en el Espíritu?

¡Somos Iglesia Sinodal! En el siguiente video, te explicamos en qué consiste la metodología de la Conversación en el Espíritu, una práctica para el discernimiento común, inspirada en la oración, la escucha y la reflexión.

Fundamento de la Conversación en el Espíritu

En su sentido etimológico, el término «conversación» no indica un intercambio genérico de ideas, sino aquella dinámica en la que la palabra pronunciada y escuchada genera familiaridad, permitiendo a los participantes intimar entre sí. La especificación «en el Espíritu» identifica al auténtico protagonista: el deseo de los que conversan tiende a escuchar su voz, que en la oración se abre a la libre acción de Aquel que, como el viento, sopla donde quiere (cf. Jn 3,8). Poco a poco, la conversación entre hermanos y hermanas en la fe abre el espacio para un con-sentimiento, es decir, para escuchar juntos la voz del Espíritu.

No es conversación en el Espíritu si no hay un paso adelante en una dirección precisa, a menudo inesperada, que apunta a una acción concreta (Instrumentum laboris 2023, 33). La conversación en el Espíritu se inscribe en la larga tradición del discernimiento eclesial, que ha expresado una pluralidad de métodos y enfoques. Conviene subrayar su valor exquisitamente misionero.

Del «Yo» al «Nosotros»

Esta práctica espiritual permite pasar del «yo» al «nosotros»: no pierde de vista ni borra la dimensión personal del «yo», sino que la reconoce y la inserta en la dimensión comunitaria. De este modo, tomar la palabra y escuchar a los participantes se convierten en liturgia y oración, en las que el Señor se hace presente y nos atrae hacia formas cada vez más auténticas de comunión y discernimiento (Instrumentum laboris 2023, 35).

En su concreción, la conversación en el Espíritu puede describirse como una oración compartida con vistas a un discernimiento en común, para el que los participantes se preparan mediante la reflexión y la meditación personales.

Se regalan mutuamente una palabra meditada y alimentada por la oración, no una opinión improvisada sobre la marcha. La dinámica entre los participantes articula tres etapas fundamentales (Instrumentum laboris 2023, 37).

Los tres momentos de la Conversación en el Espíritu

Primer momento – Yo: silencio y oración de 5 minutos para responder a las preguntas planteadas por la Asamblea de manera personal. Después, cada miembro del grupo comparte el fruto de su oración personal en 4 minutos.

Segundo momento – Del Yo al Nosotros: silencio y oración de 5 minutos para recoger lo que se ha escuchado de los demás miembros del grupo en el primer momento. Después, cada miembro del grupo expresa en 3 minutos lo que, a partir de la escucha, le ha tocado más profundamente de los otros participante.

Tercer momento – Nosotros: silencio de 3 minutos para leer los apuntes realizados en el segundo momento. Construir juntos los consensos del grupo, que no necesariamente son acuerdos. Los participantes identifican los frutos comunitarios y los ponen por escrito.