El Obispo Auxiliar de Lima, Mons. Guillermo Elías, y el vicario P. Luis Sarmiento de la Comisión de Familia y Vida, presentaron ante la comunidad parroquial los «Criterios de la Pastoral Familiar Arquidiocesana». El encuentro que tuvo lugar en la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe contó con la participación de familias y laicos de las parroquias de nuestra Arquidiócesis de Lima.
«Mi familia y yo serviremos al Señor, ese es mi lema episcopado, porque realmente creo yo que la familia hoy, es sumamente importante vivirla y acompañarla», mencionó Elías respecto al legado de amor que recogió tras los 50 años de matrimonio de sus padres.
Mirar la realidad con esperanza
«Esta noche no estamos aquí para ver solo una dimensión, queremos ir más allá; queremos invitarlos a soñar con nosotros, queremos invitarlos a tener una mirada como el nuevo Arzobispo nos lo pide: “Lima levántate», y realmente hay muchísimo, muchísimo que hacer», recalcó el Obispo Auxiliar.
«Necesitamos mirar el futuro como lo miraría Dios, con una fe puesta en Él»
Mons. Guillermo Elías – Obispo Auxiliar de Lima
Monseñor Elías nos recordó que «nuestro Dios no es un Dios estático, es un Dios que actúa y opera en la historia, y estamos llamados a hacer historia, historia de salvación, una historia que recoge todo lo bueno que hemos generado, todo lo bueno que se ha hecho, una historia nueva porque las circunstancias son nuevas, porque el reto de mirar la realidad nos va a demandar mirarla con esperanza».
El futuro de la familia
«¿Qué nos reta, qué nos pide el Señor? – preguntó – «una respuesta inmediata, pero una respuesta dosificada, una respuesta inteligente. No podemos correr pero si tenemos que tener la certeza de que tenemos que hacer un camino bueno, con responsabilidad histórica, porque lo que dejemos de hacer nadie lo hará por nosotros».
Pastoral familiar: una mirada amplia
«¿Qué es entonces la pastoral familiar? Es una mirada amplia al horizonte de una realidad que escapa de verdad hoy a lo inmediato, que son procesos que han ido provocando una realidad dura, compleja. No podemos hablar ya de una sola pastoral familiar, tenemos que mirar la realidad con una complejidad que viene de ella misma, pero Dios está de nuestra parte y conocemos realmente esta realidad: familias diversas», puntualizó Mons. Guillermo.
«Pero también la Iglesia tiene la clara conciencia que el futuro de la humanidad pasa por la familia, el futuro de la humanidad pasa por la familia. Lo que no hagamos ahora por la familia, pone en peligro a la persona humana, y no habrá familias sanas mientras no haya parejas sanas, esta es otra realidad, esa es otra realidad complejísima», sentenció.
Una Pastoral familiar más inclusiva
Mons. Guillermo Elías puso hincapié en la falta de una verdadera pastoral familiar en las parroquias: «Hay parroquias donde no existe la pastoral familiar, le llaman pastoral familiar a la catequesis, eso no es pastoral familiar, le llaman pastoral familiar a los encuentros de novios, eso no es pastoral familiar. La pastoral familiar también debe tocar a los solteros, a las viudas, a las personas que viven solos, eso es pastoral familiar, eso también es pastoral familiar».
En alusión a los matrimonios separados, el Obispo Auxiliar indicó que no se trata de excomulgarlos, y a todos aquellos que viven en situaciones distintas «no les hemos explicado que están en situaciones especiales, pero están dentro de la pastoral familiar, y la parroquia tiene que ser una parroquia de familia».
Familia: eje transversal de las parroquias
«La parroquia tiene que ser una familia de familias y el eje transversal de la parroquia tiene que ser la familia», agregó el Obispo Auxiliar, «porque nuestras parroquias son ahorita, con respeto, una fábrica sacramental, los niños se bautizan ¿cuántas familias se quedan en la parroquia? Los niños hacen la primera comunión, los curas están felices, 300 niños hacen la primera comunión ¿cuántas familias se quedan en la parroquia de estos 300 niños? cinco».
Mons. Elías explica que las parroquias no solo deben preocuparse por otorgar sacramentos, sino, que acompañen a a todas las familias en su proceso de vida: «Para ello necesitaremos conocer la realidad, tendremos que hacer un diagnóstico situacional, completo, complejísimo, pero completo para poder conocer de dónde partimos y luego el criterio de Iglesia, la Iglesia tiene riquísimo criterio dentro de la familia, ustedes no se pueden imaginar lo que hay en la Iglesia, es una preciosura».
Formación para la vida
El Obispo refiere que no hay una consejería para escucha de familias y parejas en las parroquias, y que la pastoral se debe trabajar desde los pre-adolescentes:
«Yo estoy trabajando talleres para pre-adolescentes, toda la parte de la afectividad y la sexualidad. ¿Quiénes acompañan a esos chicos? ¿Qué les estamos diciendo? Juan Pablo II tiene todas las claves para ayudarle del pre adolescente, al adolescente y acompañarlo en su proceso, porque Juan Pablo decía: “el que no ama y no es amado, no vivió” y la vocación fundamental, decía Juan Pablo II, es el amor».
Elías indicó que la preocupación por la vocación profesional de los hijos esta bien, sin embargo se cuestiona: «¿Quién prepara a nuestros hijos para amar y ser amados? Fíjate los fracasos que hay, 70% de los matrimonios están fracasando a los 7 años ¡70%! Algo está pasando».
Pastoralidad diocesana
Sobre los siguientes pasos, Mons. Guillermo indicó que: «Los primeros 6 meses nos abocaremos al diagnóstico y a conocer, a ver un poquito la organicidad, luego todos los movimientos son bienvenidos, pero la pastoralidad es diocesana, la vertiente es de la diócesis, ese es el eje de una diócesis, una vertiente hermosa que abre el abanico y nadie se sienta excluido, aquí nadie se siente excluido todos están bienvenidos y los dones y carismas con los que el Señor ha dotado a la Iglesia Católica, vienen a aportar».
Reconocer a todas las familias
Por su parte, el vicario de la Comisión de Vida y Familia, P. Luis Sarmiento mencionó que «cuando hablamos de misión partimos de algo: reconocer, consolidar, fortalecer y sostener todas las familias. Reconocerla cual sea el núcleo que la compone, reconocerla en sus situaciones diversas, los hijos míos, los hijos tuyos, los hijos nuevos, las familias ensambladas, aquella mujer sola que tiene que cuidar a los nietos, aquel hombre viudo que vive solo, aquella situación de cada familia, ninguna está excluida tenemos que aceptarla, reconocerla, recibirla, acogerla».
Sarmiento señaló que cuando se habla de familia, se habla de todas sus dimensiones, ya sean situaciones buenas o malas: «hablamos propiamente de toda su realidad, su realidad social, su realidad económica, su realidad de salud, su realidad como familia espiritual no escapa ningún aspecto de ella; no podemos tampoco separar algunos aspectos, porque es la familia tal cual con toda su realidad».
Misión de la pastoral familiar
El vicario destaca que la misión de la pastoral familiar se afirma en una participación activa y transversal en la vida de la Iglesia: «Ya Mons. Guillermo lo explico, dio algunos alcances, definitivamente no podemos hablar de pastoral familiar como un grupo de la familia sino hablamos de todos los aspectos, pero entendiendo también la misma Iglesia como familia, entender la misma Iglesia como familia, y si empezamos a entender la misma Iglesia como familia, vamos entendiendo también cuál es el camino que tenemos que ir recorriendo».
Acompañar a cada familia
«¿Cómo estamos? – ¿En qué condición estamos? ¿A dónde nos estamos dirigiendo? ¿Qué pretendemos buscar? Y ¿Cómo lo hacemos y con quién?» – precisó el P. Sarmiento – «partimos de esta propuesta, que va a tener una pregunta inicial, esta pregunta: ¿Cómo acompañamos cada familia y cada vida? No apuntando a programas, no apuntando al tema de pastorales propiamente, sino, precisamente al tema familia, a la familia en su realidad».
Posterior a la ponencia del padre Sarmiento se formaron grupos con los representantes familiares de las distintas parroquias de la Arquidiócesis de Lima. Cada grupo intercambió ideas y presentó un documento con las propuestas que serán consideradas en un segundo encuentro.