“El Señor nos dice que estamos en ese camino cuaresmal, llamados a vivir intensamente nuestra fe en este tiempo, especialmente a través de la oración”, reflexionó Monseñor Carlos Castillo, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, en la Misa que presidió en la Parroquia Santísimo Nombre de Jesús de San Borja, el pasado domingo 17 de marzo.
“Todos somos personas con defectos, con límites y Dios nos ama como somos. Él no ha venido aquí para salvarnos a partir de decirnos ‘Hagan esto o lo otro, porque sino no se van a merecer la salvación‘. El Señor quiere revelarse y nos ha creado para transmitirnos su amor y así encontrar el camino de la salvación, poco a poco, dentro de los límites, avanzando progresivamente”, acotó.
Un pacto de amor con Abraham
“Abraham, un pobre hombre de 75 años fue llamado por Dios y recibió su bendición, a pesar de ser considerado un ‘maldito‘ porque no tenía descendencia”, prosiguió Monseñor Castillo.
Es por eso que “la fe cristiana, la fe de Israel, se basa en que nuestra debilidad es fuente inagotable para que Dios se manifieste con su amor y nos haga crecer”.
Dejemos que el Señor cambie nuestra vida
En otro momento, agradeció a la comunidad parroquial de Santísimo Nombre de Jesús por estar presente este día, por su generosidad y por todo lo que aportan para el bien de la Iglesia de Lima.
“Gracias por estar juntos hoy día y que esta bendición que el Señor nos da pueda desarrollarse a pesar de todas nuestras flaquezas porque nos disponemos abiertamente a que haga de nosotros lo que Él quiere ”.
Co-celebraron la Santa Misa el padre Hugo Berríos y el padre Jan Lozano, párroco y vicario parroquial, respectivamente.