Entrevista del Papa Francisco concedida al portal Stampa
“Este tiempo es oscuro para todos. Aquí se llora y se sufre. Todos. Solo podremos salir de esa situación juntos, como humanidad entera”. El Papa Francisco ha conversado con Domenico Agasso para La Stampa. En estos tiempos de coronavirus, Bergoglio ofrece un mensaje de esperanza y cree que saldrá una sociedad mejor tras la pandemia: “No tengan miedo”, sostiene.
“La oscuridad ha llegado a todas las casas. Este tiempo es oscuro para todos, sin exclusión. Está marcado por dolor y sombras, que se nos han metido a la casa”, admite el Papa, quien hace un llamamietno a la solidaridad en estos días difíciles.
También, a la oración: “La oración nos deja comprender nuestra vulnerabilidad. Es el grito de los pobres, de los que se están hundiendo, de los que se sienten en peligro, solos. Y, en una situación difícil, desesperada, es importante saber que está el Señor, y que nos podemos aferrar a Él”, constata Bergoglio.
Porque Dios “nos sostiene de muchas maneras. Nos transmite fuerza y cercanía, como hizo con los discípulos que pedían ayuda en medio de la tormenta. O cuando le dio la mano a Pedro, que se estaba ahogando”. Pero el Papa no quiere “distinguir entre creyentes y no creyentes. Todos somos humanos y, como hombres, todos estamos en la misma barca. Y para un cristiano nada humano debe ser ajeno”.
“Aquí se llora porque se sufre. Todos. Tenemos en común la humanidad y el sufrimiento. Nos ayudan la sinergía, la colaboración recíproca, el sentido de responsabilidad y el espíritu de sacrificio que se genera en tantos lugares. No hay que distinguir entre creyentes y no creyentes, hay que ir a la raíz: la humanidad. Ante Dios todos somos hijos”, argumenta el Pontífice.
Enfermeros, médicos y voluntarios
Del mismo modo, Francisco agradeció “a todos estos enfermeros y enfermeras, médicos y voluntarios que, a pesar del extraordinario cansancio, se inclinan con paciencia y bondad de corazón para suplir la ausencia obligada de los familiares”, a acompañar a los que, de otra manera, morirían solos.
De cara al futuro, Francisco recuerda “a los hombres de una vez por todas que la humanidad es una única comunidad. Y lo importante y decisiva que es la fraternidad universal”. “Tenemos que pensar que será un poco como después de una guerra. Ya no estará “el otro”, sino que estaremos “nosotros”. Porque solo podremos salir de esta situación todos juntos”, concluye, insistiendo en la necesidad de “volver una vez más las raíces: los abuelos, los ancianos. Construir una verdadera fraternidad entre nosotros Hacer memoria de esta difícil experiencia vivida entre todos, todos juntos. Y salir adelante con esperanza, que no desilusiona nunca. Estas serán las palabras clave para volver a comenzar: raíces, memoria, hermandad y esperanza”.