Mons. Carlos Castillo, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, presidió la Santa Misa en honor a Santo Toribio de Mogrovejo en la Catedral de Lima. Se congregó a esta cita un buen número de sacerdotes diocesanos, religiosos, seminaristas y todo el pueblo de Dios.
El Arzobispo inició la homilía describiendo a Toribio de Mogrovejo como «una persona que vivió transparentemente al Señor, un hombre santo y sabio antes inclusive de ser Arzobispo, y uno de los profesores de derecho más importantes. Siempre quiso hacer la voluntad de Dios”.
Un Arzobispo que camina con el pueblo
Citando el Congreso Académico Internacional Toribio de Mogrovejo en 2006, Monseñor Castillo recordó que cuando el Santo Arzobispo viajó a Lima, el rey Felipe II le dijo «que no quede en ninguna de las personas la duda de que Jesucristo ha pasado por su vida».
Por eso, «desde que llegó y bajó a Paita, vino a pie tal como si Jesucristo lo hiciera». En otras palabras, podemos decir que se tomó muy a pecho cuando Jesús les dijo a sus discípulos: ‘Vayan por todo el mundo proclamando y hagan discípulos en todos los pueblos y bautícenlos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo’.
“Toribio recoge una tradición importante de los Dominicos: tener en cuenta las culturas de la gente»
Monseñor Castillo resaltó el trabajo de formación que reciben los seminaristas de nuestra Arquidiócesis: “Lo primero que se enseña son clases de canto, y luego el quechua, porque es una importante apertura al otro, a su manera de pensar, sentir, y conocer”.
Precisamente sobre el Seminario Santo Toribio de Mogrovejo señaló que “es un lugar para el crecimiento humano de todos los que asisten, sobretodo reconociendo la propia cultura, idiosincrasia del pueblo, de los sacerdotes que se van formar ahí”.
Al finalizar la homilía, Monseñor Castillo pidió a los sacerdotes que, en adelante y en todas las misas se recuerde a Toribio mencionando: “Santo Toribio y todos los Santos”, ya que él es “el alma de la Arquidiócesis”.
Como se recuerda, el pasado viernes se desarrolló en el Seminario de Santo Toribio la primera Asamblea Pastoral Arquidiocesana que congregó a más de 200 sacerdotes de nuestra Arquidiócesis. El objetivo de esta importante reunión fue construir el Plan Pastoral para la Arquidiócesis de Lima.