Monseñor Carlos Castillo, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, pidió prudencia para esperar con calma los resultados finales de la ONPE. El prelado dijo que es necesario saber comprender al que piensa distinto y reconocer los problemas que han emergido en nuestra sociedad en los últimos años: «Unidos al Santo Padre, nos unimos también por el Perú, para que la fuerza de la oración, de la comprensión, de la reconciliación, del reencuentro entre peruanos, sostenga nuestras instituciones y las afiance. Y nuestra democracia esté siempre al servicio de los últimos y los que más sufren», manifestó en entrevista al programa Diálogo de Fe.
Perú vive uno de los momentos de mayor fragilidad política a raíz del último balotaje presidencial entre el candidato Pedro Castillo y la candidata Keiko Fujimori. Y desde Roma, el Arzobispo de Lima se ha pronunciado para hacer un llamado a retomar el camino que originó nuestro Bicentenario de Independencia, escuchando el clamor de la gente más marginada de nuestro país y dejándonos interpelar por ellos: «Estamos en capacidad, por nuestro sentido cristiano y nuestra fe cristiana, de llenarnos del Dios que comprende y ve al Otro como su complemento, como su amigo, con lo positivo que tiene», ha dicho el Obispo.
«Hemos vivido un tiempo de tempestad política, pero lo importante es que eso se transforme en un país unido capaz de afrontar los problemas y discutir las discrepancias que existan. Es bueno reconocer que existen males sociales, pero también hay que hacer el esfuerzo de no perderse en noticias falsas (fake news)», declaró Carlos Castillo.
El prelado exhortó a que permanezcamos atentos a los procesos históricos entre los humildes del mundo que generan algo nuevo en la sociedad: “el Papa Francisco nos pide que seamos capaces de escuchar los relatos que se van dando en el proceso histórico de los más marginados”, recalcó.
Tener una actitud de comprensión para aceptar la situación.
A puertas de nuestro Bicentenario, el Arzobispo explicó que la promesa peruana tiene mucho de cristiano porque «Dios es el Dios de la promesa. La teología que guía toda la Biblia es la teología de la promesa y de la bendición a una persona insignificante como Abraham. Por eso, no nos ‘creamos’ demasiado y tratemos de comprender lo interesante que está pasando. Todo lo ideológico se va a ir, lo que no se va a ir somos nosotros, los peruanos», señaló.
El hecho de que todos hayamos ido a votar con libertad, tratando de afirmar la democracia, quiere decir que esa democracia está al servicio del conjunto del pueblo. Y si esa democracia decide que alguien gobierne, eso tiene que respetarse.
En ese sentido, Monseñor Castillo reiteró la importancia de saber comprender al que piensa distinto, sin condenar ni etiquetar a nadie. El Arzobispo se dirigió especialmente a los fieles católicos, religiosos y sacerdotes que durante esta campaña electoral tomaron una posición partidaria por un determinado candidato o candidata: «eso constituye una presión contra la consciencia», subrayó.
Ni los sacerdotes ni los obispos podemos hacer política partidaria. La fe cristiana está para unir a las personas, para que, en consciencia y en secreto, cada uno haga lo que considera mejor. Dios está para unir, no para dividir.
Finalmente, el Primado del Perú recordó la actitud amorosa y gratuita que tuvo el Señor frente a una situación difícil: «Jesús nos dio la fe. Él prefirió morir a bajarse de la cruz para oponerse y hacer una especie de revuelta. Él decidió no atacar, porque bajarse de la cruz hubiera significado que Dios es venganza. Por eso, debemos tener una actitud de comprensión para aceptar la situación», reflexionó.