«El perdón de ustedes hacia hombres y mujeres de Iglesia, que no los quieren mirar o no los quisieron mirar, es agua bendita para nosotros, es limpieza para nosotros, es ayudarnos a volver a creer que en el corazón del Evangelio está la pobreza como gran mensaje», recordamos las palabras del Papa Francisco a propósito del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.
Hoy se conmemora el del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza proclamado por la ONU en 1992. Pero fue hace 32 años, el 17 de octubre de 1987, que el padre Joseph Wresinski —una de las primeras personas que puso en evidencia el vínculo directo entre los derechos humanos y la extrema pobreza— hizo un llamado “para luchar contra esta lacra”, animando a conmemorar el Día Mundial para la Superación de la Pobreza Extrema.
Ese día, más de 100.000 personas se congregaron en la plaza del Trocadero, en París, donde en 1948 se había firmado la Declaración Universal de Derechos Humanos, para rendir homenaje a las víctimas de la pobreza extrema, la violencia y el hambre. Los asistentes al homenaje proclamaron que la pobreza es una violación de los derechos humanos y afirmaron la necesidad de aunar esfuerzos para garantizar su respeto.
Gracias a esto, la ONU declaró el 17 de octubre como día internacional para la Erradicación de la Pobreza, que tiene como propósito “promover ‘mayor conciencia sobre las necesidades’ para erradicar la pobreza y la indigencia en todos los países”.
Pedir la gracia de la compasión
El Papa Francisco ha denunciado de manera constante la situación de pobreza de los más vulnerables en el mundo, en noviembre del 2016 durante su discurso ante las personas excluidas socialmente el Santo Padre pidió perdón “por todas las veces que los cristianos delante de una persona pobre o de una situación pobre, miramos para otro lado” y subrayó la importancia de formar una Iglesia pobre para los pobres, y “que todo hombre o mujer de cualquier religión tiene que ver en cada pobre el mensaje de Dios que se acerca y se hace pobre para acompañarnos en la vida.”
En otra oportunidad en octubre de 2017, el Pontífice recordó al mundo que “la miseria no es una fatalidad: tiene causas que deben ser reconocidas y eliminadas, para honrar la dignidad de muchos hermanos y hermanas, tras el ejemplo de los santos”
La lucha contra la pobreza se intensifica
Según datos oficiales de la Organización de las Naciones Unidas “las tasas de pobreza en el mundo se han reducido en más de la mitad desde el año 2000, sin embargo, una de cada diez personas en las regiones en desarrollo sigue subsistiendo con menos de 1,90 dólares al día, y millones de otras viven con un poco más de esta cantidad diaria. Se han logrado avances significativos en muchos países de Asia oriental y sudoriental, pero casi el 42 por ciento de la población del África Subsahariana continúa viviendo por debajo del umbral de la pobreza.”
“Fin de la Pobreza”: Objetivo de desarrollo sostenible 2030
En el año 2015 se elaboró el primer Objetivo de Desarrollo Sostenible de la agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas: “Fin de la Pobreza”.
En este documento, se especifica que una de las maneras en las que se podrá cumplir con el objetivo de acabar con la pobreza es generar un crecimiento económico inclusivo “con el fin de crear empleos sostenibles y de promover la igualdad”. Una de las metas más concretas y ambiciosas de esta Agenda es reducir a la mitad la cantidad de pobres en el mundo hacia 2030.
Por otro lado, el grupo Banco Mundial en un comunicado el pasado 2 de octubre declaró que, pese a sus esfuerzos, “aún queda mucho por hacer para poner fin a la pobreza extrema, y siguen existiendo muchos desafíos. En gran parte del mundo, el ritmo de crecimiento es demasiado lento, y la inversión es muy escasa para elevar la mediana de los ingresos. En muchos países, el ritmo de reducción de la pobreza ha sido más lento o incluso se ha revertido”.