Día de los Voluntarios: Evangelizar a través del servicio

Cada 5 de diciembre, en diferentes partes del mundo, se celebra el Día Internacional del Voluntario, fecha creada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el objetivo de transformar el mundo desde una actitud más solidaria y comprometida con sus causas sociales, ambientales y económicas.

A través de diferentes acciones, miles de voluntarios salen al encuentro de nuestros hermanos más necesitados, aún en situaciones extremas, como la que venimos viviendo desde marzo a causa de la Pandemia.

Como Arquidiócesis de Lima, nos enorgullece compartir el testimonio de laicos y laicas que se organizan desde sus parroquias y vicarías, para brindar ayuda humanitaria y acompañamiento espiritual en tiempos de Covid-19.

En esta ocasión, queremos compartir cuatro experiencias de voluntariado que nos inspiran y nos enseñan que es posible evangelizar a través del servicio generoso, gratuito y misionero:

Equipo de Seguridad Parroquial – San Pedro de Chorrillos.

Claudia Cabrera y su esposo participan activamente en la Parroquia San Pedro, en el distrito de Chorrillos. La Pandemia ha provocado que toda la comunidad se reivente para el retorno gradual y responsable a los templos. Por eso, no dudó en aceptar la invitación de conformar el Equipo de Seguridad Parroquial, comisión responsable del cumplimiento de los protocolos de bioseguridad antes, durante y después de las misas.

“Para nosotros es una experiencia reconfortante, porque nos permite aprender, enseñar y ayudar a nuestros hermanos. Sentimos que no sólo trabajamos para Dios, también es un servicio para el prójimo que hacemos con mucho amor”, expresa Claudia.

El Equipo de Seguridad Parroquial cuenta con 18 voluntarios que se organizan en grupos de seis para acudir 2 a 3 veces por semana y cumplir con todas las tareas de limpieza, desinfección y control de seguridad.

Como es sabido, cientos de laicos voluntarios vienen capacitándose y organizándose para la apertura progresiva de los templos en los barrios de nuestra ciudad. Este es un trabajo que requiere planificación, comprensión y respeto por la vida de nuestro prójimo.

Voluntariado en la Comunidad Sant’Egidio Perú.

Liliana López es la representante en el Perú de la Comunidad Sant’Egidio, conocida por su gran compromiso con los más pobres en el mundo. A la fecha, Sant’Egidio Perú ha logrado convocar 120 voluntarios, quienes ofrecen su tiempo y dedicación para atender la necesidad de niños, adultos y ancianos:

Durante los fines de semana, los voluntarios se organizan para acompañar a los ancianos que viven en las calles: «cumpliendo todos los protocolos de distanciamiento y bioseguridad, preparamos almuerzos diarios, entregamos kits de desinfección y mascarillas, para que nuestros amigos de la calle puedan protegerse del virus», explicó López.

El único requisito para participar de la Comunidad Sant’Egidio es «tener la voluntad de llevar un poco de esperanza y alegría a nuestros ancianos y niños de la calle», cuenta Liliana, una mujer convencida de que podemos encontrar el rostro de Jesús en el rostro del pobre: «los pobres y los ancianos son grandes maestros de fe. Es al lado de los pobres donde fortalecemos nuestra fe”, reiteró.

Centro de Atención de Urgencias de la Parroquia Santa Rosa de Lince.

Yoshie Cisneros es una de las 45 voluntarias de salud de la Parroquia Santa Rosa de Lince, dedicada enteramente a brindar asistencia humanitaria y médica a miles de personas, a través de los servicios de psicología, medicina general, control de gestantes, primeros auxilios, cirugías menores, entre otros.

Cisneros forma parte de la Unidad de Control de Emergencias (UCE), una experiencia que le permitió acrecentar el sentido de solidaridad y de fraternidad: “en este servicio he aprendido mucho, siento que el tiempo invertido ayudando  a los demás me enseña a ser más empática, solidaria, tolerante, respetuosa y paciente con las personas”, sostiene.

“Hay que creer con total certeza que en el hermano, sobre todo en aquel que sufre, en el que está pasando necesidad, está el rostro de Cristo invitándonos a vivir en la caridad. Espero que el Señor actúe en nuestra comunidad parroquial, en todos los sectores de nuestra Arquidiócesis y a través de los médicos que llevan esperanza y amor, replicando la iniciativa y logrando, desde su servicio, un verdadero acto de fe y amor al prójimo”, dijo hace poco el Párroco Víctor Solís.

Voluntariado de la Pastoral de Escucha en la Arquidiócesis de Lima.

Finalmente tenemos el testimonio de la Pastoral de Escucha de nuestra Arquidiócesis de Lima. Desde el inicio del confinamiento en nuestro país, un grupo de 40 laicos, religiosos y profesionales de la salud, decidieron constituir una comisión de acompañamiento espiritual y apoyo psicológico a través de llamadas telefónicas.

A la fecha, la Pastoral de Escucha, a través de la Central Telefónica de acompañamiento espiritual, ha recibido más de dos mil llamadas. La comisión dedica ocho horas diarias de lunes a sábado para escuchar a cualquier persona que necesite del consuelo y la palabra, especialmente quienes pasan por un proceso de duelo a causa de la Pandemia.

“Los voluntarios están muy felices de poder ayudar y acompañar a los que más necesitan, hablándoles con amor y mucha paciencia. Las llamadas pueden durar dos minutos como treinta. Creo que las personas necesitan ser escuchadas hoy más que nunca», comentó Ever Loja, responsable de la comisión.

Este servicio, señala Ever, continuará indefinidamente para acompañar a todos los que deseen. Puedes comunicarte a la Central Telefónica de acompañamiento espiritual marcando al 01 203 7700 / Opción 2. Recuerda que la atención es de lunes a sábado de 9:00 a 13:00 / de 14:00 a 18:00.