Diálogo y escucha para restablecer la unidad – Mons. Ricardo Rodríguez

«¿Cuál es mi reacción y mi actitud frente a hermanos de otra religión? ¿Cuál es la relación que establezco con personas que no comparten mi fe?» – se pregunta Mons. Ricardo Rodríguez, Obispo Auxiliar de Lima, en su reciente mensaje sobre el ecumenismo.

«Hoy es frecuente encontrarnos con muchas personas preocupadas sobre las diversas religiones y la relación que debemos establecer con estos hermanos. Esa relación no tiene por qué ser punzante, difícil de sobrellevar» – dijo al inicio de su mensaje – “a esa relación muy estrecha, a esa motivación que se tiene para restablecer la unidad entre cristianos llamamos ecumenismo”.

Restablecer la unidad entre cristianos

¿Entonces qué entendemos por ecumenismo? «Es la motivación, la inclinación, el deseo y todo el trabajo que se hace para restablecer la unidad entre cristianos, la unidad original que teníamos” – explica Mons. Ricardo.

“El ecumenismo es una tarea que todos deberíamos asumir: aprender a convivir entre cristianos, colaborar entre cristianos, pero buscando la unidad, revisar nuestra doctrina pero sobre todo nuestro estilo de vida”, añadió.

Conversión mediante el diálogo y la escucha

Y recordando el camino de San Pablo que atravesó fronteras para entrar en diálogo con otras culturas, Mons. Ricardo subrayó que también es posible buscar la conversión mediante el diálogo. Es por eso que debemos preocuparnos porque la persona «se convierta al Señor» y no tanto en el «seguimiento y el proselitismo ciego obstinado».

El ecumenismo tampoco consiste en buscar a alguien «para que se haga cristiano como yo», el ecumenismo es el diálogo entre cristianos que, por circunstancias históricas, se separaron: «su objetivo fundamental es restablecer la unidad, recordando que en el Evangelio de Juan el Señor decía: Padre que todos sean uno, como tú y yo somos uno»

Dar testimonio con nuestra forma de vivir

Mons. Rodríguez también hace tres recomendaciones concretas para vivir el ecumenismo:

“Primero, no ver lo que nos separa, es interesante ver lo que nos une; segundo elemento, la biblia como un eje que nos convoca, la biblia como una realidad que nos puede unir de manera muy intensa y bella; y tercero, la paciencia y la tolerancia que van de la mano hacia personas que quizás no comparten nuestra fe”.

Por último, el obispo auxiliar hizo un llamado a revisar nuestra actitud frente a cristianos y no cristianos: “en ambos casos se trata de una actitud testimonial, debemos dar testimonio con nuestra forma de vivir».

«Lo que más convierte no es la explicación de la doctrina, lo que mueve la conversión no es la formulación del dogma, de la doctrina, lo que mueve la conversión en la Iglesia y lo ha movido desde el inicio del cristianismo ha sido el estado de vida, la forma en que se vivía. Dice la escritura: “la gente se admiraba de cómo vivían”, no solamente se admiraban de cómo hablaban, la escritura dice: “miren como se aman”, el estilo de vida era lo que convirtió en el inicio, lo que hizo posible una Iglesia fuerte, sólida».