Semana Sinodal: Comunidad de emprendedores se hizo presente

La comunidad de los pequeños y medianos emprendedores ha tenido voz y espacio durante el quinto día de la Semana Sinodal. Reunidos en el Auditorio Parroquial Reina de las Américas, en el distrito de La Victoria, nuestro Arzobispo de Lima escuchó las opiniones y sugerencias que tienen los emprendedores para caminar juntos hacia una Iglesia sinodal y presente en las necesidades más apremiantes.

Ha llegado el turno de los emprendedores. El quinto día de asamblea sinodal trajo muchas ideas frescas para acercar la Iglesia hacia los distintos sectores de nuestra sociedad. Durante el plenario, estuvieron presentes Monseñor Carlos Castillo, Arzobispo de Lima; Francisco Marcone, director de la Asociación de Instituciones Educativas Católicas (AIEC); y el Padre Juan Armando Goicochea, Vicario Episcopal de la Pastoral Arquidiocesana.

Fortalecer la relación entre la Iglesia y los empresarios.

Durante el plenario, los empresarios explicaron que la relación con la Iglesia se ha fortalecido a raíz de la Pandemia: «El principal fruto que hemos obtenido en esta relación es la solidaridad entre compañeros. Más allá de la religión que uno profesa, la Iglesia nos ha inspirado a ser solidarios, a respetarnos mutuamente y actuar con justicia, pensando en el beneficio de todos y no solamente en la ganancia personal», reflexionaron.

En ese sentido, la comunidad de empresarios coincidió en que la experiencia de la solidaridad debe funcionar a partir de la buena relación que hay entre la Iglesia y la empresa. Sin embargo, también se reconoce que muchos emprendedores buscan hacer labor social para obtener otro tipo de beneficios o recibir algo a cambio: «Nos ha dolido mucho reconocer que aún no hemos llegado verdaderamente a las periferias. Esta es una tarea pendiente que requiere estrechar nuestros lazos y esforzarnos para trabajar comunitariamente», manifestaron.

Crear una pastoral para acompañar a los empresarios.

Uno de los aportes más solicitados fue la creación de una comisión pastoral que se encargue de acompañar a los empresarios y fomente la vida misionera en las periferias: «Sabemos que la Iglesia apoya bastante a las ollas comunes, pero a veces, existen algunos sitios donde no se llega, y nosotros, como empresarios, también tenemos que hacer el esfuerzo de llegar allí», recalcaron.

Es importante involucrarse escuchando y entendiendo las necesidades que hay en las periferias, pensando en las personas que están en nuestra comunidad y haciendo un esfuerzo para llegar a ellas de manera creativa.

La comunidad de emprendedores recomendó profundizar y sensibilizar en la relación entre empleador y empleado. Es necesario trabajar en la empatía, colocarse en el lugar del otro, pero, especialmente, compartir y mantener una buena comunicación para crear un mejor clima laboral desde la fraternidad: «Tenemos que ponernos en el lugar de la otra persona, y para eso es necesario sensibilizar y trabajar en equipo, como Iglesia. No importa en qué puesto estamos, todos podemos crear comunidad y replicar la vida de la Iglesia en nuestros espacios de trabajo, en nuestros colegios, en nuestros negocios», apuntaron.

Monseñor Castillo: «Repensar el empresariado desde la fraternidad y la unidad».

Durante su intervención, el Arzobispo de Lima agradeció la presencia y el interés de los empresarios, especialmente su compromiso durante la crisis sanitaria que vivimos en todo el Perú. Carlos Castillo explicó que la mirada de los pequeños y medianos emprendedores contribuye a que la Iglesia aprenda a ser más inventiva: «Ustedes tienen iniciativa propia, provecho propio y también provecho común. Los emprendedores son los más propensos a comprender la unidad de las dos cosas y de cómo se puede manejar ambas cosas, simultáneamente, con lo difícil que es hoy sobrevivir de una situación de competencia enorme, de grandes empresas», precisó.

El Primado del Perú recordó que nos encontramos en medio de un proceso desesperado de disolución del mundo moderno que ha minado nuestras bases más fundamentales y esenciales. La falta de trabajo, la situación de marginación de muchas personas, el exceso de tecnología y la ambición egoísta, nos están deshumanizando.

Estamos en un momento de escasez de larga duración. Tenemos que pensar cómo vamos a emprender en un mundo donde va a haber pocos recursos o no va a haber las finanzas que había antes. Eso presupone repensar el empresariado para proponer una forma más solidaria y justa de compartir las ganancias.

En ese contexto, Monseñor Carlos aseguró que la Encíclica ‘Fratelli Tutti’, del Papa Francisco, se presenta como una oportunidad para mirar hacia el futuro desde un horizonte grande y esperanzador: «La humanidad está en un proceso crítico, en un cambio de una época a otra que no sabemos cómo será, pero que, sin duda, será muy difícil. El Papa nos propone caminar juntos, organizarnos y proponer ideas para salir adelante de esta situación», recalcó el prelado.

Durante el tiempo de conversación, los grupos de pequeños y medianos empresarios respondieron las siguientes preguntas:

– ¿Qué relación y participación existe entre empresarios e Iglesia?
– ¿Qué frutos hemos obtenido de esta relación?
– ¿Qué aportan los empresarios al caminar de la Iglesia de Lima y la sociedad?
– ¿En qué medida estamos escuchando, incluyendo y atendiendo a los que están en las periferias?

La respuesta a estas preguntas abiertas, así como los comentarios y aportes que surgieron a raíz de estas consignas, fueron consolidadas en un documento que será evaluado por la comisión responsable del Plan Pastoral de la Arquidiócesis de Lima.

Cómo participar de la Semana Sinodal de manera virtual.

En el siguiente video, te explicamos cómo puedes registrar tus aportes de manera virtual en la Semana Sinodal de Lima, una oportunidad para escuchar todas las voces de los grupos más representativos de nuestra sociedad.