Con la esperanza en la resurrección de nuestros muertos, con la esperanza en la resurrección de nuestro país, este es el sentido tributo de nuestra Iglesia de Lima a todos nuestros difuntos por el Covid-19.
Fototeca compuesta con las 10 mil fotografías de nuestros difuntos por Covid-19 enviadas a la Oficina de Prensa del Arzobispado de Lima. A través de este gesto sencillo pero significativo, queremos rememorar todas las vidas que han partido y recordar la huella que dejaron en nosotros:
Histórica Misa en la Plaza Mayor de Lima.
Como se recuerda, la noche del domingo 1 de noviembre se celebró una Misa en memoria de todos nuestros difuntos por la Pandemia. Al promediar las 19:00 horas, la Plaza Mayor de Lima se mostró sin fieles y revestida de velas, al mismo tiempo que las campanas de la Catedral de Lima resonaban para dar inicio a la Celebración Eucarística, con la participación de los obispos titulares y auxiliares de las diócesis de Callao, Chosica, Lurín, Carabayllo y Lima.
Y con el sonido de los pututos (instrumento de viento andino), se fueron proyectando, una a una, las fotografías de más de 10 mil compatriotas que perdieron la batalla contra el coronavirus. Pero esta vez no estaban solos, “una muchedumbre inmensa” (Apocalipsis 7:9) de familias peruanas se unieron espiritualmente desde sus hogares para darles una despedida digna.
En este marco de reflexión y solemnidad se llevó a cabo la histórica Misa en memoria de todos los fallecidos por Covid-19, con la participación de la comunidad quechuahablante y shipiba, quienes cantaron el Salmo 23 y leyeron la Primera Carta del Apóstol San Juan en sus idiomas nativos, respectivamente.
«La Iglesia está constituida, básicamente, por aquellos que están para servir y no para ser servidos. Por eso, nos unimos a todos los que son servidores, a los que se unen al gran sufrimiento de la gente para consolarla, alentarla y decirle que nuestro Dios se propuso cambiar el rostro egoísta de la humanidad por el rostro amoroso de una humanidad hermana», expresó Monseñor Carlos Castillo durante su homilía.
Antes de culminar la Celebración Eucarística, todos los obispos presentes bendijeron con agua bendita e incienso las 10 mil fotografías que se proyectaron en la fachada de la Catedral de Lima.