Inmaculada Concepción: Vivir la Gracia abundante del amor de Dios en nosotros

Alrededor de 80 niños y niñas acudieron a la Basílica Catedral de Lima para recibir el Sacramento de la Comunión. En el día que celebramos la Inmaculada Concepción de María, Monseñor Carlos Castillo aseguró que «todos podemos sentirnos partícipes de la Gracia abundante, exorbitante y enorme del amor de Dios en nosotros».

«Dios siempre nos ama y nos quiere perdonar. Si nosotros, que hemos sido amados por Dios y, además del Bautismo, recibimos la Primera Comunión, lo hacemos para alimentar nuestra capacidad de escuchar al Señor, de sintonizar con Él. El Señor nos comprende porque Él no nos retira su amor. Ese es el Dios de María», meditó en su homilía.

Comentando el Evangelio de Lucas (1, 26-38), que narra la Anunciación del Ángel Gabriel, Monseñor Castillo explicó que este relato nos recuerda la delicadeza que tiene el Señor para dirigirse a María: ¡Llena de gracia!, dice el Ángel. «Es decir, la abundante de gracia, porque es amada por Dios», indicó.

El arzobispo resaltó la actitud que tuvo María al aceptar el don de Dios: «María no se “comió” la reflexión, ella usó la cabeza. Todos debemos tener un cristianismo inteligente, reflexivo, porque hay mucha gente que nos quiere engañar por desesperación. Y nosotros, también, desesperados, queremos respuestas rápidas», afirmó.

Dios vive en María, en todas sus dimensiones, en todo su ser. Con María comienza la historia de aquellos que salen de la desgracia de vivir influidos por el pecado a la Gracia abundante, exorbitante, enorme, del amor de Dios en nosotros.

El Primado del Perú habló sobre la importancia de aprender a ayudarnos a vivir en la Gracia del Señor, permanentemente. ¿Y cómo se vive en la Gracia? «Primero, rechazando el temor, porque Dios siempre nos ama y nos quiere perdonar. Para eso, necesitamos la misma actitud de sabiduría de María», reflexionó.

Introducirnos en el amor de Dios y vivirlo intensamente.

En otro momento, dirigiéndose a los niños y niñas que participaron en el Sacramento de la Comunión, el obispo de Lima señaló que este camino iniciado nos introduce en el amor de Dios para vivirlo intensamente. «Quien vive de amor, busca el amor para todos en la humanidad y no para intereses egoístas, que son los que nos llevan a que nos “vendan” la Plaza de Armas», acotó.

El prelado también advirtió sobre los riesgos de vivir de forma desesperada, en modo «automático», sometiendo todas las decisiones de nuestra vida al robot, al teléfono inteligente. «¡No se queden en eso! ¡Pregunten más! El mundo está lleno de fake news, de cantidad de noticias falsas, inventos, preguntas mal hechas, problemas y desesperaciones, en donde la gente, por la ambición, va a pecar, se desespera y se “come” el Árbol de la ciencia del bien y del mal», comentó.