Monseñor Ricardo Rodríguez, Obispo Auxiliar de Lima, participó en la reciente edición del programa ‘Diálogo de Fe’ que conducen semanalmente los periodistas Fernando Carvallo y Carlos Villarreal. Aquí el video:
Para Monseñor Ricardo, el trabajo de la Iglesia va acompañado con un trabajo en conjunto con las familias:“Uno de los elementos que me parecen fundamentales es el trabajo con las familias. Nosotros hemos visto cómo la realidad ha ido dando nuevos desafíos pero también nuevas riquezas, a veces tenemos una mirada muy pesimista de las familias, nosotros vemos con mucha esperanza este trabajo”, comentó.
En ese sentido, el obispo auxiliar ve en la catequesis una manera de entrar a las familias, pero aclara que la Iglesia debe hacerla más atractiva: “tenemos que hacer una catequesis más atractiva, yo creo que hay que entender bien lo que es la misma Iglesia, la misma religión, la vivencia que tenemos de fe, entonces si la familia, si las personas entienden que la Iglesia no es solamente sacramentos, que la vida de fe no es solamente la misa sino que va más allá de eso. Corre de nuestra cuenta mostrarles esa dimensión, ese rostro, de que la dimensión religiosa del hombre va más allá del rito y que trasciende en la vida.”
La salvación pasa por la capacidad de sentirte hermano
Comentando el evangelio del domingo (Lucas 13, 22-30), Monseñor Rodríguez se refirió a la salvación como “la capacidad de sentirte hermano” y destacó que hay que buscar que los demás también se salven ya que la salvación es “una cuestión de preocuparme por ti y preocupándome por ti yo también me salvaré.”
“Jesucristo dice: “Los últimos serán los primeros” ¿Qué quiere decir? Los que nosotros hemos hecho los últimos, los que los hombres nos hemos encargado de poner atrás en la cola, esos Dios los pondrá delante, los hombres somos como decimos a veces en la escuela, la formación y con diversos criterios y Dios vendrá y dirá: “no, no, están mal formados, estos que están atrás que pasen adelante” o sea, los criterios no son nuestros criterios, nosotros nos hemos encargado de marginar, y ahí está el error, pensar que solamente los buenos nos vamos a salvar, los que vamos a misa, los que rezamos, los que damos limosna y el que no, ese no se salva.”
La Iglesia debe buscar nuevos métodos
«Hay una batalla que Cristo nos hablaba siempre, hay una batalla interior que se libra dentro de cada uno de nosotros” comentó el obispo, “por dentro, algo te dice haz esto, pero la otra mitad te dice que no lo hagas, esa lucha también se da afuera, los cristianos estamos preparándonos y siempre es constante esa batalla externa.”
“¿Por qué es tan difícil entrar en la sociedad? Porque estamos luchando contra toda una corriente, las influencias. Alguien discutía sobre qué debemos hacerle leer a los niños y alguien le decía: “oye, pero si el niño tiene internet, por más que tu lees esto, el niño va a tener acceso a lo otro” entonces tenemos que entrar en esa dinámica, por eso es que la Iglesia tiene que buscar nuevos métodos.”
“La hipocresía lleva a la muerte del alma”- Papa Francisco
En otra parta de la entrevista, Monseñor Rodríguez se refirió a las palabras de Francisco en donde afirma que “la hipocresía lleva a la muerte del alma”, y explica que el Papa “habla de la hipocresía en el compartir, porque la hipocresía tiene diversos rostros y los rostros van cambiando con el tiempo”
La hipocresía se refiere a que estamos frente a situaciones donde revestimos las cosas, las disfrazamos, le ponemos colores a lo que ya tiene color propio.
“El Papa se refiere al que ayuda de manera hipócrita para obtener un beneficio, para aparecer, para figurar, para que le reconozcan, por eso dice: “Ser sinceros en la caridad” porque la hipocresía, refiriéndose a ello, mata el alma y no solo el alma de la persona, de las instituciones, o sea, mata el alma de las organizaciones.”
Ser santos en la vida diaria
Para finalizar la entrevista, el obispo auxiliar de Lima se refirió a la festividad de Rosa de Lima que nuestro país celebra el próximo 30 de agosto: “la gran enseñanza de Santa Rosa es ser santa en la vida diaria, ya que siendo una mujer laica, supo vivir su cristianismo haciéndose hermana de los más vulnerables”.
Santa Rosa “era una mujer que tenía oración, sacrificio, esfuerzo pero también caridad. La figura de Santa Rosa hay que redescubrirla, hay que proponerla nuevamente, no la hemos terminado de profundizar”, expresó.