Durante el rezo mariano del Ángelus, el Papa Francisco se mostró bastante preocupado ante los incendios que se vienen desarrollando en la región amazónica durante los últimos días, y pidió rezar para que, con el compromiso de todos, puedan ser domados lo antes posible.
“Estamos todos preocupados por los grandes incendios que se han desarrollado en el Amazonas. Recemos para que, con el compromiso de todos, puedan ser domados lo antes posible. Ese pulmón de bosques es vital para nuestro planeta”, comentó el Sumo Pontífice.
El mundo sufre junto con el Amazonas
En Latinoamérica la Iglesia Católica ha expresado su sentir acerca de este desastre natural mediante la publicación de diversos comunicados, entre los que destacan el del Consejo Episcopal Latinoamericano que pidió con urgencia “a los gobiernos de los países amazónicos, especialmente de Brasil y Bolivia, a las Naciones Unidas y a la comunidad internacional a tomar serias medidas para salvar al pulmón del mundo. Lo que le pasa al Amazonas no es un asunto solo local sino de alcance global”.
Medidas serias y urgentes por parte de los gobiernos
Por su parte, los obispos brasileños manifestaron la urgencia de que “a los gobiernos de los países amazónicos, especialmente de Brasil y Bolivia, a las Naciones Unidas y a la comunidad internacional a tomar serias medidas para salvar al pulmón del mundo. Lo que le pasa al Amazonas no es un asunto solo local sino de alcance global”.
Unir esfuerzos en el compromiso
En México, los obispos también se pronunciaron e hicieron un llamado a “unir esfuerzos en el compromiso”: “El desastre en la Amazonía nos recuerda que nuestro territorio está en peligro, ya que en nuestra Casa Común todo está interconectado. Es urgente que en el consenso de las naciones se tomen decisiones que corrijan las actitudes egoístas y destructivas emergidas del modelo económico tecnocrático, pero que también cada uno de los habitantes de esta Casa Común asumamos con seriedad compromisos y prácticas que protejan el Medio Ambiente”.
Hay que actuar rápidamente
La secretaria general de la Conferencia Episcopal Boliviana, otro de los países afectados directamente por el desastre, se dirigió al gobierno de su país para solicitar que declare a la región amazónica como: “zona de desastre nacional y que no se excluya incluso el acudir a la ayuda internacional”.
Mientras que los obispos de Paraguay expresaron que “este desastre natural no debe ser minimizado” e hicieron énfasis en que esto “debe alertarnos a actuar rápidamente como Latinoamérica y como país vecino”.