El Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Mons. Carlos Castillo presidió la Celebración Eucarística de este domingo XXXII del Tiempo de Ordinario en acción de gracias por la Canonización de la Madre Josefina Vannini, fundadora de la Congregación de las Hijas de San Camilo – «la fe cristiana es una respuesta clarividente y profunda a esa esperanza que va más allá de todo» – dijo durante su homilía.
Mons. Castillo comentó que la canonización de Josefina Vannini «ha sido para la Iglesia toda una novedad» porque dedicó su vida para hacer una obra que «manifestara el amor de Dios a través de la vida concreta de los camilos».
Gracias al ejemplo de Josefina Vannini, las hermanas de la Congregación Hijas de San Camilo dan su vida todos los días para ayudar a la gente.
El amor generoso de Jesús que libera
Refiriéndose al Evangelio de Lucas (20,27-38), el Obispo de Lima señaló que resulta «paradójico» que el grupo de sacerdotes saduceos que se consideraba creyente «negara la resurrección como la esperanza más grande que puede tener el ser humano y la negara inclusive en nombre de su religión».
«[Los saduceos] crearon en Israel un sistema religioso que imponía a la gente duras penas». Este sistema basado en holocaustos y sacrificios «no transparentaba que Dios es amor, que Dios no carga, Dios libera».
A pesar de las artimañas y las preguntas «con truco» de los saduceos, Jesús va a responder con la generosidad del amor que inclusive perdona a sus enemigos «para tener esperanza verdadera». Por eso, la fe cristiana es «una respuesta clarividente y profunda a esa esperanza que va más allá de todo».
No olvidar que en este mundo tenemos un destino mayor
Al preguntar sobre la ley del Levirato (una mujer viuda que no ha tenido hijos debe casarse con el hermano del fallecido), los saduceos pretendían burlarse respecto a algo tan profundo como es «esperar contra toda esperanza, esperar más allá de la muerte»:
«Los saduceos estaban tan bien en este mundo que inclusive les parecía un chiste eso de la resurrección, y se burlaban porque cuando se está bien en este mundo a veces se olvida de que tenemos un destino mayor y que estamos en esta tierra de paso», resaltó.
Ir a lo profundo de las cosas para responder con esperanza
«Jesús nos muestra una profunda capacidad de enfrentar este tipo de juegos y provocaciones yendo a lo profundo, y al ir a lo profundo se fija en la esperanza de la gente y en el dolor de la gente. Por eso les dice: en esta vida los hombres y mujeres se casan, pero los que sean dignos de la vida futura y de la resurrección entre los muertos no se casarán pues ya no pueden morir, son como ángeles, son hijos de Dios porque participan en la resurrección», indicó.
Dios es un Padre amoroso que crea las cosas y las recrea. Dios está para destinarnos a una vida nueva y para encargarse de que todos nosotros estemos atentos a regenerar la vida de la gente, a curar, a cuidar.
El Señor nos invita a interpelar a todos aquellos que «solamente creen en esta vida porque creen en la riqueza, creen en las ganancias y creen en el egoísmo. Los llamamos a que se animen a participar de la esperanza de la vida eterna, de la vida con Dios, de la vida resucitada».
La santidad es el rostro más bello de la Iglesia
En otro momento se dio lectura a la carta enviada desde Roma por la Madre Superiora General de la Congregación Hijas de San Camilo, Zelia Andrighetti:
«La santidad es el rostro más bello de la Iglesia. Agradecemos a Dios por este don hecho a nuestra querida madre fundadora Josefina Vannini, mujer de fe, de gran caridad, dinámica a pesar de sus problemas de salud, con mirada amplia en el despliegue del carisma de la misericordia hacia los que sufren en el cuerpo y en el alma, el carisma de San Camilo y la espiritualidad que ella vivió y transmitió a la congregación que ahora es presente a través de sus hijas espirituales es de grande actualidad en la Iglesia y en la sociedad, que fortalezca también en la Iglesia de Lima sus pastores y todos sus fieles», dice parte del mensaje.
«Santa Josefina Vannini que en su vida ha caminado por senda de fe, adentrándose con humildad y coraje en las periferias existenciales del mundo, siempre sostenida del espíritu de sacrificio y de oración, nos ayude a ser como ella, luz delicada en la oscuridad del mundo, especialmente de los que sufren enfermedades», fueron sus palabras.