Llevar el Evangelio a todas las periferias – Comisión de Evangelización y Catequesis

«A la luz de la enseñanza del Papa Francisco, hay que trabajar por una nueva evangelización en nuestras parroquias para ayudar al crecimiento de los creyentes buscando con ellos una mejor respuesta al amor de Dios y un compromiso renovado con el Señor Jesús», comentó en entrevista el padre Víctor Antonio Solís Alfageme, Vicario Episcopal y Presidente de la Comisión de Evangelización y Catequesis.

«Evangelizar significa traer -o también podemos decir- llevar, transmitir buenas noticias. Ser evangelizados implica haber acogido la alegría del Evangelio, la Buena Nueva que nos trajo Cristo», añade.

Experimentar el amor incondicional del Señor

El padre Solís nos recuerda que la evangelización implica «haber experimentado antes que nada el amor incondicional del Señor, esto implica tener un encuentro muy personal con Cristo resucitado, encuentro que de suyo se da en el corazón de una comunidad, encuentro que supone haber vivido una experiencia fuerte del don del Espíritu Santo que desde la Confirmación nos exige ser testigos de toda la gracia recibida».

«La evangelización -nos dice el Papa Francisco- obedece al mandato misionero de Jesús: “Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todo lo que les he mandado” (Mt 28, 19-20)», añadió.

La alegría del Evangelio nos mueve a comunicar con alegría el gozo de sabernos amados hondamente por este Señor y Dios nuestro

En la evangelización estamos caminando con Jesús para dejarnos iluminar por su Palabra, «ir prontamente al encuentro de los hermanos en la comunidad y desde la comunidad al encuentro de tantos que no le conocen o que conociéndole han tomado un camino diferente».

Una nueva evangelización en las parroquias

«Queremos ante todo mantener vivo el entusiasmo que ha brotado en los últimos años desde el Concilio Vaticano II, los documentos de los Papas sobre la Evangelización, destacando la Evangelii Nuntiandi de San Pablo VI y sobre todo la Evangelii Gaudium del Papa Francisco», responde el padre Solís al reflexionar sobre los retos que debe afrontar la Comisión de Evangelización y Catequesis.

«El gran reto es llevar el Evangelio a todas las periferias, con ello entendemos -a la luz de la enseñanza del Papa Francisco- que hay que trabajar por una nueva evangelización en nuestras parroquias para ayudar al crecimiento de los creyentes buscando con ellos una mejor respuesta al amor de Dios y un compromiso renovado con el Señor Jesús», expresó.

En otro momento, el vicario de la Comisión de Evangelización y Catequesis insistió en que la Iglesia debe tender «la mano a los católicos que no tienen una relación significativa con la Iglesia y no participan en la práctica de su fe católica», porque la Iglesia como «madre» debe estar atenta a ellos para «ayudarles a vivir una nueva experiencia de conversión que les devuelva la alegría de la fe y puedan comprometerse con el Evangelio del Señor».

Evangelizar a los jóvenes desde los espacios en que se mueven

Recordando el llamado de Francisco a acercarnos y anunciar el Evangelio a todos los cristianos sin excluir a nadie, el padre Solís hace una mención especial a la tarea de evangelizar a los jóvenes:

«Para dar una respuesta adecuada es necesario leer la Exhortación Apostólica Postsinodal Christus Vivit, allí el Papa nos habla del gran anuncio para todos los jóvenes. “Es un anuncio -dice el Papa- que incluye tres grandes verdades que todos necesitamos escuchar siempre una y otra vez”. Primero: “Dios es amor” (1Jn 4, …) hay que decirle a cada uno Dios te ama, (C. V. 111), es algo que se debe reiterar una y otra vez».

«Segundo: Dios te salva, (C.V. 118), se entregó por ti porque te ama, se entregó por ti aférrate a Jesús. Tercero: Hay que anunciarle que Cristo está vivo, ¡Él Vive! (C.V.124). Y hay que anunciarles también que estas tres verdades se viven bajo la guía y experiencia del Espíritu que da vida»

Para lograr este propósito, el padre Solís considera necesario «entrar en los diversos ambientes en los que los jóvenes de hoy se mueven, no solamente a nivel escolar, universitario, laboral, sino también a través de los medios de comunicación actuales: Internet, y redes sociales» para tener jóvenes «testimoniando a otros jóvenes «la alegría del discipulado de Cristo, jóvenes misioneros».