En un encuentro virtual con el Clero de Lima, esta semana fue presentado el Nuevo Directorio para la Catequesis, con la participación especial de Monseñor Rino Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.
Durante su ponencia, Monseñor Fisichella reflexionó sobre la necesidad de promover espacios de escucha en la catequesis, reconociendo el desafío de la cultura digital, sus nuevos lenguajes y realidades. El prelado dijo que la Iglesia está llamada a vivir una experiencia de hermandad y gratuidad para mantener vivo el anuncio del Evangelio: «Una catequesis de este género permite descubrir que la fe es realmente el encuentro con una persona antes que una propuesta moral. El cristianismo, queridos hermanos, no es una religión del pasado, sino un acontecimiento del presente», expresó.
El último encuentro virtual organizado por la Comisión de Evangelización y Catequesis de nuestra Arquidiócesis, ha sido recibido con gran entusiasmo por el Clero de Lima. En ese sentido, las palabras de acompañamiento de Monseñor Fisichella representan un aporte significativo en el camino de diálogo, escucha y colaboración que la Iglesia de Lima viene manteniendo en los últimos años.
El Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización explicó que la incorporación de un nuevo directorio en nuestra catequesis responde a la necesidad de una reforma general de la Iglesia, insertando la temática al interior de esta transformación: «comprender de manera coherente la exigencia de la renovación de la catequesis nos obliga a considerar el proceso de inculturación que toca en particular a la catequesis», añadió.
La Iglesia está frente al gran desafío de una nueva cultura: la cultura digital, que en la actualidad determina la formación de la identidad personal y las relaciones interpersonales, más aún en época de Pandemia y aislamiento social: «miren la velocidad con la cual se modifica el lenguaje, las relaciones personales. Estamos frente a un nuevo modelo de comunicación y de formación que afectan inevitablemente también a la Iglesia en su complejo mundo de la educación, de la formación cristiana», comentó el Arzobispo.
Con la cultura digital se está frente al verdadero punto de inflexión antropológica, porque se está inmerso en una cultura que presenta una visión nueva y también inédita del hombre.
Rino Fisichella manifestó que vivimos tiempos de progresos considerables a nivel de ciencia, tecnología y conocimiento. Sin embargo, en simultáneo, los cristianos no sienten el mismo deseo de correspondencia al estudio de la fe y sus contenidos: «lo que se puede ver en este momento es que los contenidos de la fe están lejos de la vida cotidiana porque hay una indiferencia general. Esto implica una acción pastoral que sepa recuperar la catequesis como un estudio sistemático de la fe orientada a la vida y al testimonio público de su fe», afirmó el prelado.
En esa misma línea, el Nuevo Directorio para la Catequesis marca un momento central en la vida de la Iglesia, porque la catequesis «es un momento indispensable para la transmisión misma de la fe». A través de este documento, la Iglesia expresa «el desarrollo de su fe que crece a lo largo de los siglos, mediante una comprensión cada vez más profunda del misterio, del único misterio de la fe».
Una buena catequesis depende de una profundidad teológica para motivar y sostener la vida sacramental desde espacios de amistad y gratuidad, saliendo al encuentro de todos sin pedir nada a cambio. El objetivo no es el sacramento, sino la integración en la vida de la comunidad cristiana.
Monseñor Fisichella aseguró que la evangelización es el principal propósito del nuevo directorio: «es la tarea que el Señor Resucitado confió a su Iglesia, a todos nosotros en el mundo de hoy. La catequesis, por lo tanto, debe estar íntimamente ligada y unida a la obra de evangelización. La catequesis no se puede desvincular de la evangelización, es necesario que asuma en sí misma las características propias de la evangelización, sin caer en la tentación de sustituirla o de imponer sus propias premisas pedagógicas a la evangelización».
El Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización resaltó que, en la relación entre evangelización y catequesis, la primacía pertenece a la evangelización, no a la catequesis. Esto nos permite entender porqué, a la luz de Evangelii Gaudium, se puede hablar de una catequesis kerigmática como claramente lo evidencia todo el directorio.
La catequesis kerigmática tiene su fundación no de una teoría abstracta, sino con un intenso y fuerte valor existencial. Y se realiza a la luz de la categoría del encuentro, un encuentro que permite experimentar la presencia de Dios en la vida de cada uno de nosotros.
En otro momento, Monseñor Fisichella indicó que la fe en Jesucristo es un acto de libertad que compromete toda la vida: «Dios habla a los hombres como amigos, movido por su gran amor. Y mora con ellos para invitarlos a la comunicación consigo y recibirlos en su compañía. La relación con Dios no puede ser fugaz, no es una relación alterna, sino constante, llena de amistad. Por eso, la catequesis debe inculcar a cada uno, catequista y catequizando, para experimentar la presencia de Dios y sentirse también implicado en una acción de misericordia, con la cual Dios nos revela».