Monseñor Guillermo Elías visitó Centro Penintenciario Virgen de Fátima

«Toda persona merece por dignidad, cariño, y ustedes son parte de ese querer de Dios que ama más allá de las circunstancias de la vida» – fueron las palabras de Monseñor Guillermo Elías, Obispo Auxiliar de Lima durante su visita al Centro Penitenciario Virgen de Fátima, en el distrito de Chorrillos, para otorgar el Sacramento del Bautismo, la Comunión y la Confirmación a un grupo de internas:

«Agradezco infinitamente esta invitación para poder alcanzarles un momento de reflexión, de paz, para quienes por diferentes situaciones están hoy viviendo en este lugar», comentó Monseñor Elías al inicio de su homilía.

Refiriéndose al Evangelio de Marcos (6,14-29) que narra la decapitación de Juan El Bautista por orden del rey Herodes, Monseñor Guillermo Elías explicó que la muerte de Juan se produce «por mantenerse fiel a la verdad que siempre incomoda al poderoso de turno que pretende acallar su conciencia, eliminando la voz que lo interpele. Y aunque Juan ha perdido la vida física, ha ganado también la vida eterna por su fidelidad a la misión».

Así como Juan El Bautista era un mensajero del Señor, nosotros también debemos saber «reconocer al mensajero que con su palabra nos interpela, nos muestra la realidad, y muchas veces, la cruda verdad». Por eso, los Sacramentos que recibimos es una oportunidad para llegar a una «profunda conversión» de encuentro con Cristo.

Dios no nos ama por lo que hagamos, Dios siempre nos amará por lo que somos, sus hijos.

«Ustedes, al ser hijas de Dios entendieron que es necesario vivir con dignidad y ordenadamente, respetando la vida, aceptándose como son y haciendo el bien. Por eso estoy aquí, porque toda persona merece por dignidad, cariño, y ustedes son parte de ese querer de Dios que ama más allá de las circunstancias de la vida» – expresó.

«Quienes van a recibir la Eucaristía y quienes van a confirmar realmente la fe, recuerden que lo trascendente de esta vida, que no termina aquí, es ser consecuente con lo que Dios ha hecho en nuestras vidas» – recordó el Obispo Auxiliar de Lima.

Hoy Dios va a pasar por sus vidas, y estoy aquí porque nuestra Iglesia quiere compartir con los débiles, con los pobres, con los que sufren en las circunstancias complejas de este mundo

«Espero en Dios que esta experiencia de paz y de amor que viene solo de Dios, les ayude a ser aquellas personas que Dios espera que realmente sean – prosiguió Monseñor Elías – les deseo de corazón lo mejor, en medio de este lugar van a experimentar el amor y la misericordia de un Dios que nos ama siempre, pero esfuércense por una vida mejor, esfuércense por dignificar cada día el don de su propia existencia».

La Celebración Eucarística contó con la presencia del Padre José Garvan, y la Directora del Penal, Ana Urraca.