Pasión del Señor: "Donarnos generosamente como Jesús"

Este Viernes Santo, Monseñor Carlos Castillo, presidió el oficio de la Pasión del Señor desde el Santuario de Las Nazarenas. En su homilía, el prelado hizo un llamado a que, dejándonos interrogar e interpelar por la entrega de Jesús en la Cruz, aprendamos a donarnos generosamente y anonadarnos como Él lo hizo. Para ello, es necesario ahondar en nuestros límites y en todas aquellas cosas que nos impiden amar verdaderamente. «Todos, para Jesús, somos importantes, nadie está de sobra en este mundo», aseveró el prelado. (leer transcripción de homilía)

Leer homilía de Monseñor Castillo (transcripción)

El arzobispo de Lima inició su homilía recordando que el Viernes Santo es el único día del año en que no celebramos la Misa porque «nada sustituye el acontecimiento de la entrega generosa y total de Jesús por mostrar que Dios es amor y solamente amor».

Por lo tanto, este es un día para dejarnos interrogar y llevar por la delicadeza de Jesús: «Estamos llamados a generar sentimientos de misericordia en forma inteligente, acciones misericordiosas en forma fiel, así como Jesús lo hizo, acompañando, desde Galilea, el camino de su pueblo, reuniendo a los amigos, ayudándolos poco a poco a comprender este misterio que nos sobrepasa», expresó.

Nunca se escuchó hablar, antes de Jesús, de un Dios que nos amara de esta forma, gratuitamente y sin pedir nada a cambio. Jesús nos invita a amar al Padre amando siempre al Otro, al hermano, al que está sufriendo.

En otro momento, Monseñor Castillo afirmó que Jesús prefirió morir antes que bajarse de la Cruz a vengarse de sus enemigos. Este representa «el legado más importante de toda nuestra historia de la fe cristiana», sin embargo, es muy difícil de comprenderlo, pues nos cuesta mucho perdonar y corresponder a Dios en fidelidad, especialmente, cuando no sabemos cómo responder con cautela, orden, amor verdadero y conversión.

«Existen personas y grupos qué se ensañan en pensar que, solamente destruyendo al otro porque me cae mal, o porque lo considero de segunda clase, migrante o de otro color, yo puedo descargar todos mis odios contra él y destruirlo. Sin embargo, a través de su sacrificio, Jesús nos enseña que, si Él elige renunciar a vivir en esta vida, es para que sepamos todos que Dios mismo se anonada para poder dar vida», reflexionó el obispo de Lima.

Dios está metido en nuestra naturaleza humana, pero tenemos que conocerlo un poco más y no temerle. Eso es lo que hizo Jesús: darnos los criterios, y después, nos dejó a nuestra creatividad para hacer este mundo.  ¿Y cuál es el criterio básico? Donarse generosamente al Padre y a los hermanos.