Sagradas imágenes de la Parroquia de San Sebastián llegan a la Plaza de Armas de Lima

En el tercer día de oración, en este Martes Santo, las sagradas imágenes del Señor de Huanca, el Señor de Qoyllur Riti, el Señor de los Temblores y La Virgen Dolorosa, llegaron en procesión desde la Parroquia de San Sebastián en el Cercado de Lima y tomaron posesión frente al Balcón del Palacio Arzobispal, siendo recibidas por nuestro obispo auxiliar de Lima, Monseñor Ricardo Rodríguez.

En ese sentido, los fieles se reunieron para rezar en comunidad, de manera especial, por todos los hermanos que sufren a causa de las injusticias que se viven a diario.

El evento contó con la participación de los fieles de la hermandad del Señor de Huanca, Señor de Qoyllur Riti, Señor de los Temblores y La Virgen Dolorosa, quienes fueron los responsables de dirigir el acto religioso. Además, la oración fue amenizada gracias a las melodías y cánticos de tristeza y dolor entonados por un coro quechua- hablante.

De otro lado, monseñor Ricardo Rodríguez, recibió a las sagradas imágenes, señalando que estas expresiones de fe nos acercan a Dios y a los hermanos: “Hoy venimos a traer estas imágenes que nos acerca no solamente a Dios en nuestra devoción y amor, sino también nos acerca al hermano que sufre, al hermano que espera, que confía -como nosotros- en Dios. Por tanto, nos hemos congregado para orar frente a estas imágenes que nos hacen presente no solo la pasión y el dolor, sino que nos recuerdan el amor de Dios”.

Por otro lado, reflexionando el pasaje del Evangelio de San Juan (15,18-21), monseñor Rodríguez indicó que Dios conoce nuestros corazones y las intenciones que albergamos: “Dios sabe que, muchos de ustedes, al tener estos detalles para la procesión o preparar este día, no solamente le agradecen por las cosas que Él les dio, sino que también desde lo que cada uno tiene en su corazón: tristeza, sufrimientos, preocupaciones, desde ahí, le agradecemos también por las cosas que no nos dio”.

Finalmente, nuestro obispo auxiliar nos invitó a rezar por nuestras familias, amigos, personas que nos aman, pero también, de manera especial, por aquellos hermanos que nos cuesta amar por diversas situaciones.

“Quiero terminar, pidiéndoles eso, recen por su familia; pídale a Dios esta noche, durante esta procesión, por las personas que ustedes aman, por las personas que los aman, y pídanle también por las personas que debiéramos amar más, esa debe ser esta noche en nuestra actitud”, expresó.

Al término de la oración, las hermandades encargadas de la oración entregaron a nuestro obispo auxiliar un arreglo floral y útiles escolares como ofrenda.

Asimismo, las veneradas imágenes se despidieron de la Catedral y, en procesión, se dirigieron de retorno hacia el Templo de San Sebastián.