La noche del domingo 29 de octubre se llevó a cabo la Toma de Posesión de la Parroquia Nuestra Señora de las Mercedes en Barrios Altos – Cercado de Lima, por el Padre Tomás Garban. La emotiva ceremonia fue presidida por nuestro arzobispo de Lima, Monseñor Carlos Castillo y concelebrada con los sacerdotes que integran el decanato 2 de la Arquidiócesis.
Al inicio de su Homilía, Monseñor Castillo se dirigió a toda la comunidad para agradecerles por el cariño hacia su nuevo Párroco: “Es importante hacer un cambio para que las cosas siempre se lleven bien en la Iglesia y para que aprendamos a tratarnos con respeto y, sobre todo, con cariño”.
Nuestro arzobispo explicó el significado del nombre de la Parroquia de Barrios Altos, indicando que la palabra «Mercedes» quiere decir «regalo». Por tanto, hacer una merced a alguien se refiere a estar a su merced, a su servicio, es decir, «regalar nuestro servicio a los demás”.
Retomando la idea central del Evangelio de San Mateo (5,1-12), que nos habla sobre el mandamiento más importante de todos: “Amarás al Señor, Tu Dios, con todo tu corazón, con todas tus fuerzas, con toda tu alma” y “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, Castillo Mattasoglio indicó que ambos mandamientos se complementan y están basados en el amor: «Para poder obedecer el mandamiento de la ley de Dios, hay que tener una actitud humana que pueda acoger ese amor y desarrollarlo en nosotros. Nosotros no amamos a Dios simplemente porque lo buscamos, sino porque Él nos da su gracia para amarlo”, aseveró.
“Todo cristiano tiene que ser el testigo del amor que ha recibido. Y eso tiene mucha importancia para el Párroco, porque todo Párroco no solamente es el Padre que viene en nombre de Dios a predicarnos el Evangelio, sino a decirlo con el sabor, el color y la forma de hablar de los mercedarios”, reflexionó el Monseñor Carlos.
Y dirigiéndose al Padre Tomás Garban, el Primado del Perú recordó que, cuando las cosas se hacen en base al amor y la hermandad, los problemas se pueden resolver con la inspiración del Espíritu del Señor:
“Sabemos que hay males en el barrio y problemas, pero cuando hay cariño, amistad, amor, esas cosas se van evaporando producto de la intensidad del amor y el servicio que hacemos. Por eso, sobre todo, quisiera especial atención, querido Tomás, con los jóvenes de nuestro barrio, porque tenemos bastantes que nos necesitan. Que esta casa sea de todos, especialmente de todos ellos, para que todos sientan que esta es su casa”, recalcó el prelado.