En el cierre del año 2024, más de 60 comunicadores parroquiales de Lima se congregaron en una primera asamblea de diálogo y reflexión con miras al Año Jubilar 2025. El Encuentro Arquidiocesano de Comunicadores contempló un conversatorio y un plenario en el que se propusieron varias sugerencias para fortalecer las comunicaciones en cada comunidad parroquial.
A fines de noviembre de 2024, los equipos de comunicaciones del Arzobispado de Lima, Vicaría de la Juventud y Cáritas Lima, convocaron a un encuentro de comunicadores parroquiales. El objetivo: continuar el camino sinodal propuesto en el Plan Pastoral de Lima desde una mirada comunicacional.
Al inicio de la jornada, el Padre Alberto Scalenghe, responsable del acompañamiento del encuentro, recordó la importancia que tiene el rol de los comunicadores en el proyecto de sinodalidad planteado por el Papa Francisco. «Si bien, como Iglesia de Lima, hemos dado pasos significativos en el desarrollo del Plan Pastoral, la comunicación debe seguir afianzándose para seguir consolidándonos y asumir los nuevos retos y desafíos para la evangelización», indicó.
Desde Roma, el Cardenal Carlos Castillo compartió un mensaje para agradecer «la misión tan grande y bonita de comunicar» que se vienen realizando en todas las parroquias de nuestra Arquidiócesis. «Gracias por todos los esfuerzos que están poniendo para que esa comunicación sea más límpida, llena de sentido, de entusiasmo y profundidad también”, manifestó el Prelado.
Posterior a la intervención del arzobispo de Lima, tuvo lugar un compartir de testimonios y experiencias en las áreas de comunicaciones del Arzobispado de Lima, Vicaría de la Juventud y Cáritas Lima. El epicentro de la jornada se desarrolló en el conversatorio entre comunicadores parroquiales, quienes trabajaron en grupos para responder a la pregunta: ¿Qué podemos hacer juntos para fortalecer la comunicación en nuestra Iglesia?
Consolidar las comunicaciones a nivel decanal
Las propuestas suscitadas fueron presentadas en un plenario. Entre los principales retos, los comunicadores parroquiales coincidieron en la necesidad de «consolidar el trabajo a nivel de decanato», dado que la realidad de nuestra ciudad «es diversa y ha cambiado después de la Pandemia». Por todo ello, es imprescindible que se «generen espacios de intercambio de experiencias y buenas prácticas por decanato».
Talleres y logística
Otra de las sugerencias tiene que ver con la inversión y mejora de infraestructura en los espacios de trabajo, así como la «difusión de talleres para ampliar las capacidades y habilidades en las comunicaciones». De igual manera, fortalecer los equipos de comunicación de cada parroquia para «mantener la continuidad en el trabajo pastoral que se ha venido realizando en los últimos años».
Brecha generacional
La diferencia generacional también es un desafío importante: «es muy diferente anunciar el Evangelio para personas de la tercera edad, jóvenes y niños», afirmaron. «Integrar a las personas adultas en el área de comunicaciones puede ser un poco difícil porque no todos se adecúan fácilmente a la tecnología», expresaron.
Adaptarse a las realidades de cada parroquia
Los comunicadores sostuvieron que la difusión de actividades pastorales debe adecuarse a todas las realidades que convergen en una comunidad parroquial. «No es lo mismo comunicar un mensaje para personas con discapacidad visual. Tenemos que llegar a todas las realidades, hablar en todos los lenguajes, especialmente, aquellos que hemos invisibilizado con el paso del tiempo», acotaron.
Trabajo integrado
Finalmente, la retroalimentación y el trabajo integrado entre parroquias es otro pedido que se ha hecho sentir en el encuentro de comunicadores. «Queremos ser aliados con la oficina de Comunicaciones del Arzobispado, que puedan transmitirnos a las parroquias cómo podemos mejorar la difusión de nuestras actividades. También queremos intercambiar experiencias con las áreas de otras parroquias», recalcaron.