En el marco del Año Jubilar, alrededor de 100 religiosas de diferentes congregaciones en nuestra Arquidiócesis participaron del Encuentro de Vida Contemplativa, celebrado en el Monasterio de Las Nazarenas. La jornada concluyó con una Eucaristía oficiada por Monseñor Juan José Salaverry, obispo auxiliar de Lima, quien profundizó en tres aspectos fundamentales de la vida religiosa: contemplar, dejarse transformar por el Señor y salir en misión.
Desde muy temprano, representantes de congregaciones femeninas llegaron hasta el Monasterio Las Nazarenas para vivir un encuentro de oración y discernimiento. El primer tema a abordar estuvo a cargo de la Hermana Rosario Purilla, Carmelita Misionera, quien reflexionó sobre el rol de la mujer en la historia de la salvación. Posterior a ello, el Padre Jorge López desarrolló el tema: «María y las mujeres en el Evangelio de Lucas».
Durante la Eucaristía presidida por Monseñor Salaverry de hizo hincapié en el misterio de la Encarnación como eje del Año Jubilar, resaltando su triple dimensión: contemplación, transformación y misión. El obispo auxiliar de Lima hizo un llamado a que este misterio no se quede solo en una mirada superficial o distante, sino que sea una experiencia que entre en el corazón y transforme la vida de quien la contempla.
Desde esta perspectiva, se recuerda que la Encarnación no terminó en el seno de María, sino que continúa en cada uno de nosotros. Como diría el teólogo dominico Jesús Espeja, hay una «encarnación continuada», una presencia activa de Cristo que se actualiza en nuestra historia y experiencia diaria.
Monseñor Juan José Salaverry señaló que el sentido de cruzar la Puerta Santa no es el de un rito aislado, es un signo que nos recuerda la apertura a un Dios que quiere encarnarse de nuevo en nuestras vidas. Por eso, la contemplación verdadera es la que toca la vida concreta y reconoce la acción de Dios en lo que vivimos, sufrimos y soñamos.
Finalmente, dirigiéndose a las religiosas contemplativas, recordó que su vocación se sostiene en contemplar desde la fe, dejarse transformar por el Espíritu y lanzarse a la misión mediante el testimonio de sus vidas.