Monseñor Octavio Casaverde, Vicario General de la Arquidiócesis, en representación del Arzobispo de Lima, Monseñor Carlos Castillo, presidió la Santa Misa por el inicio del año académico en todos los centros educativos de nuestra capital donde realiza su labor la Oficina de Educación Católica (ODEC Lima).
Durante su homilía exhortó a los maestros a encomendarse a Dios y pedir su protección y auxilio en el trabajo que se está iniciando una vez más.
“Esta mañana estamos aquí gracias a que la ODEC ha organizado esta Santa Misa para poner en las manos de Dios el trabajo que se nos ha encomendado, y ese trabajo es la enseñanza de la religión a los alumnos en los centros educativos estatales. Tenemos que agradecer mucho a Dios que todavía en el Perú tenemos esa oportunidad de enseñar la religión católica“.
Animó también a los profesores a enseñar no solo con su palabra y con la doctrina, sino con el testimonio de la fe que debe expresarse en su vida y en su manera de ser.
“Ustedes, queridos profesores, en los centros educativos estatales, son evangelizadores, misioneros, apóstoles, destinados a educar y sostener la fe de sus alumnos, sus colegas, y también de los respectivos padres de familia. Ustedes manifiestan la comprensión, el amor y la acogida de Dios“.
Lleven una vida de unión con Dios
Afirmó que es a través de ellos que Cristo se muestra a los demás en el entorno educativo, por eso les pidió ser más exigentes y prepararse mejor.
“Para impartir enseñanza, para hacer ese apostolado, hay que prepararse cada día a cada instante. Todos nosotros somos conscientes que la sociedad que nos rodea necesita creer en Dios para conocer su amor misericordioso, que consiste en buscar la felicidad y el bienestar del ser humano“.
Ayudemos a conocer el amor misericordioso
En otro momento, recordó las palabras del Papa Emérito Benedicto XVI, quien dice que Cristo es el rostro de la misericordia de Dios y que debemos ayudar a nuestra sociedad a conocerlo.
“Queridos hermanos, nuestra sociedad necesita conocer a Dios para conocer ese amor misericordioso. En el mundo hay tanto sufrimiento, maldad, malicia, corrupción, soberbia, egoísmo. Todo esto porque no hay amor, porque se han apartado de Dios. Por eso, nuestra enseñanza debe ser siempre con Cristo al centro. Ustedes en el centro educativo donde estén, enseñarán la práctica religiosa en espíritu de verdad, experiencia de la fe, vivencia de la fe“
Finalmente, sugirió que se formen o fomenten en los colegios, equipos de animación pastoral para incentivar la fe entre los compañeros, así también a integrarse a la parroquia en cuya jurisdicción se encuentra el centro educativo.
“Que Dios los bendiga, los asista a todos ustedes y a sus familias. Que María Santísima, Nuestra Señora de la Evangelización, los acompañe con su intercesión, que los santos peruanos intercedan también por ustedes. Les deseo para este año académico que se está iniciando, feliz testimonio de su fe, feliz apostolado. Tengan la seguridad que Dios habla por ustedes. A través de ustedes Dios va a llegar a sus alumnos. Que el Señor proteja sus hogares“.