Desde el Rímac hasta Manchay. El último fin de semana, nuestras comunidades parroquiales y decanatos participaron de forma multitudinaria en el Pasacalle por la Paz, la Reconciliación y la Regeneración del Perú. Bajo el lema «Perú, un país para todos», compartimos los momentos más destacados del pasacalle arquidiocesano.
El sábado 22 de julio, desde muy temprano, los decanatos de nuestra Arquidiócesis vivieron la fiesta de la Patria. En el inicio de la Semana de Reflexión por el Perú, convocado por el Arzobispado de Lima, decenas de comunidades, hermandades, cofradías, colegios, grupos juveniles, niños, sacerdotes y laicos, participaron activamente de un día de amistad social.
Con banderas peruanas, letreros coloridos, danzas folclóricas y cánticos, cientos recorrieron la ciudad para hacer un llamado a la reconciliación y regeneración de nuestro país.
En tanto, nuestro arzobispo de Lima, Monseñor Carlos Castillo, se unió al pasacalle organizado por el decanato 1, en el corazón del Rímac, para unirse al sentir de toda nuestra Iglesia.
«Es una gran alegría reunirnos para reflexionar por el Perú. Estoy sumamente agradecido a todas las parroquias y comunidades que, en este mes de la Patria, se han puesto en sintonía con las exigencias y los derechos de nuestro país, porque sabemos que nuestra Iglesia está para servir a la población, especialmente, a los más marginados y los más pobres», ha expresado el prelado.
El Primado del Perú afirmó que estamos aprendiendo a ser una Iglesia en salida que se solidariza con todas las búsquedas de nuestro pueblo y va abriendo el camino para que las cosas se resuelvan con claridad, pero, también, con ese proceso de respeto y reconocimiento que todo debe ir por el camino seguro de la solución eficaz y verdadera de nuestros problemas, y en función del servicio a las necesidades de los más humildes».