Más de un millón y medio de jóvenes se congregaron en el corazón de Lisboa para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud 2023. Hasta aquí acudieron delegaciones de distintas partes del mundo para vivir, junto al Papa Francisco, toda una semana de peregrinación bajo el lema: «María se levantó y partió sin demora” (Lc 1, 39)».
Y la Iglesia de Lima también se hizo presente en la JMJ 2023, con la participación de grupos parroquiales juveniles de nuestra Arquidiócesis. A continuación compartimos sus testimonios y experiencias vividas:
Nadine Gutiérrez: “El Papa nos recordó que no debemos tener miedo”
Nadine Gutiérrez es una joven de 23 años que participa en la Parroquia La Virgen Medianera, del distrito de Cercado de Lima. Ella nos comentó que la idea de viajar a Portugal surgió después de la enriquecedora experiencia que vivieron los jóvenes de su parroquia en la JMJ Panamá 2019:
“El costo del viaje lo financié con los ahorros de mi trabajo, del trabajo de mis padres y con las actividades económicas que realizábamos en mi capilla, como bingos, tómbolas y desayunos. Todo eso permitió llegar a la meta”, señaló Gutiérrez.
Junto a Nadine, una delegación juvenil de la parroquia acudió a Lisboa para conocer a jóvenes de todas partes: “Mi experiencia en la JMJ 2023 fue extraordinaria, porque pude estar presente en misas de varios idiomas y escuchar charlas de temas muy interesantes. Como algunas de las charlas eran en inglés, ayudé a los compañeros de mi comunidad con la traducción al español para que puedan comprender lo que se decía. Eso me hizo sentir un instrumento de Dios para ayudar a compartir su mensaje», expresó emocionada.
Entre los momentos más memorables, Nadine Gutiérrez recuerda la Misa de clausura con el Santo Padre: «El Papa nos recordó que no debemos tener miedo. Para mi, no tener miedo significa despojarme de la vergüenza, del miedo al qué dirán, y superar las barreras que muchas veces nosotros mismos nos ponemos y nos impide compartir el Evangelio con otros jóvenes”, indicó.
Gonzalo Lora: “Jóvenes de todo el mundo hermanados por la fe”
Gonzalo Lora es un joven universitario, miembro de la Pastoral Juvenil de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, en el Cercado de Lima. Después de su experiencia en la JMJ Panamá 2019, decidió organizarse con su comunidad para ser parte de esta nueva edición.
A través de actividades y el apoyo de sus familiares, los jóvenes lograron costear sus tickets de vuelo y estadía en Lisboa. «En algunos casos, hicimos ventas de garaje, anticuchadas, polladas y otras actividades que nos permitieron recaudar fondos. También agradecemos mucho el gran apoyo de nuestra comunidad parroquial, que siempre estuvo dispuesta a aportar con su granito de arena”, contó.
Ya en Portugal, Lora recordó lo que significó estos días de encuentro juvenil y cultural con personas de todo el mundo: “Fue muy inspirador ver a jóvenes de diferentes nacionalidades hermanados por la fe, pero algo que llamó mi atención fue el trato de los voluntarios de la JMJ 2023, quienes en todo momento fueron muy serviciales y generosos. Uno podía sentir que todo lo que se hacía era hecho con amor», reveló.
Ahora en Lima y junto a su comunidad parroquial, Gonzalo tiene algunas reflexiones que quiere compartir con todos los jóvenes de nuestra Arquidiócesis: “La JMJ ha sido un recordatorio del gran amor que Dios tiene por nosotros, sus hijos. Y este amor no debe quedarse estático, sino que nos invita a movernos para evangelizar y transmitir la fe, iluminar a los demás”.
Arturo Alcos: “La Iglesia está más viva que nunca»
Quien también estuvo por Lisboa fue el Padre Arturo Alcos, responsable de la parroquia Santa Magdalena Sofía Barat, del distrito de El Agustino. Su breve paso por Europa coincidió con la JMJ 2023, y no dudó en compartir la impresión que le dejó ver la alegría desbordante de más de millón y medio de jóvenes:
“Ver jóvenes de distintos países enarbolando sus banderas, cantando, rezando el rosario, algunos danzando alegremente, es sentir a nuestra Iglesia más viva que nunca. A pesar de las dificultades, la Iglesia está más viva que nunca”, afirmó.
El Padre Alcos aseguró que “escuchar gritar a los jóvenes en un solo idioma: ¡Esta es la juventud del Papa!, nos hace soñar en esa generación que continuará acompañando a la Iglesia». Por ello, estos días en la JMJ han sido muy inspiradores, porque, «como sacerdote, me he llenado de fe y esperanza. Hay toda una generación muy activa, viva y dinámica, y los jóvenes fueron los protagonistas de este encuentro”.
Yukio Samamé: “Sin conocernos, vivimos a Cristo en la reflexión y la acción”
Finalmente, compartimos el testimonio de Yukio Samamé, coordinador de la Pastoral Juvenil de la Parroquia San Josemaría Escrivá de Balaguer, en el distrito de San Borja.
Samamé fue uno de los convocados a participar en el viaje a Lisboa y vivir la Jornada Mundial de la Juventud por primera vez en su vida. Al igual que otras comunidades, los jóvenes se organizaron para costear sus pasajes y gastos de estadía. Una vez emprendido el viaje, Yukio confesó sentirse muy emocionado al encontrarse con una marea humana de jóvenes:
“El corazón me saltaba de alegría al encontrarme con gente que comparte a Cristo en sus vidas. Fue muy emocionante compartir estos días con jóvenes de diferentes países, porque sin conocernos, siendo de diferentes lenguas, vivíamos a Cristo, desde la reflexión, la acción y la Eucaristía”.
Entre los momentos más memorables, Yukio Samamé destacó las palabras del Papa Francisco: ¡Joven, sé igual que Cristo y María! «Creo que este es un llamado a que los jóvenes seamos proactivos, capaces de ir contracorriente, sobre todo, en estos tiempos difíciles. Es un llamado a acoger al prójimo con amor, recordando que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece», comentó.