II Domingo de Adviento: «Esperar al Señor en la acción cristiana»

En el incio del Segundo Domingo de Adviento, Monseñor Ricardo Rodríguez, Obispo Auxiliar de Lima, nos invita a prepararnos para la llegada del Señor saliendo en misión al encuentro del hermano que sufre y nos necesita: «La mejor manera de esperar el acontecimiento del nacimiento del Señor es saliendo a su encuentro, porque ese acontecimiento necesita nuestra colaboración, es decir, abrirnos a la gracia, abrirnos a lo que Dios nos ofrece», reflexionó.

Monseñor Rodríguez explicó que el Adviento es un tiempo privilegiado y bendecido por el Señor para «rescatar y vivir en profundidad algunas características del cristiano como la esperanza, la caridad, el perdón y la oración».

Poner en práctica la palabra del Maestro es no solamente hacer lo que Él hizo o repetir sus obras, también es sentir como Él sintió y pensar como Él pensó.

En ese sentido, Ricardo Rodríguez afirmó que el tiempo de Adviento «nos recuerda la esencia de la esperanza cristiana que, a diferencia de cualquier otro concepto que se ha desarrollado en el tiempo, tiene la acción como virtud actuante, es decir, no se trata de aguardar que algo suceda o venga, yo espero en el Señor haciendo las cosas del Señor».

Salir al encuentro para abrirnos a la gracia de Dios.

En esta segunda semana de Adviento, el Obispo Auxiliar de Lima señaló que la esperanza cristiana por el nacimiento de Jesús no puede detenerse en la contemplación o la adoración, también es necesaria la acción cristiana de cada día:

«La esperanza cristiana tiene como primera característica la actitud y la acción, es decir, yo espero un acontecimiento, pero salgo al encuentro de ese acontecimiento, porque ese acontecimiento necesita nuestra colaboración, abrirnos a la gracia, abrirnos a lo que Dios nos ofrece. Pero otra característica de la esperanza cristiana es que es transformante, nos renueva y nos convierte».

La conversión, el cambio, siempre es exigente, implica sacrificio, esfuerzo, implica abandonar actitudes y hasta maneras de pensar que no van en el camino del Evangelio.

Finalmente, Monseñor Rodríguez hizo un llamado a vivir el misterio de la esperanza en nuestros hogares: Hoy quiero enviarles a ustedes un mensaje de aliento, de acompañamiento, para que recuerden que la Navidad que pronto celebraremos no solamente es la celebración de un acontecimiento, sino será vivir en el acontecimiento de la Navidad, vivir en Navidad, es decir, llevarle un momento nuestros dones como lo hicieron los magos, será también adorarlo como lo hicieron los pastores, pero también será salir del pesebre a anunciarle a los demás que el pueblo que andaba en tinieblas ha recibido una gran luz, ha llegado a nosotros el Enmanuel y no solamente está con nosotros, está entre nosotros», reflexionó.

Quiero invitarlos para que vivamos en cada hogar el misterio de la esperanza, pero una esperanza que hace, una esperanza que obra y que el primer espacio donde obra es dentro, esa esperanza que obra en mí y que, gracias a esa acción divina, puede llevarnos también a trascender en la vida de los demás.