Desde Ciudad del Vaticano, a vísperas de participar en el cónclave que elegirá al nuevo Pontífice, el Cardenal Carlos Castillo dirige un sentido mensaje de condolencias a las familias de los 13 mineros secuestrados y asesinados en el pueblo de Pataz. El Primado del Perú se dirigió a las autoridades del país y los llamó a «renunciar a la improvisación» y pensar en el «común beneficio de todos los peruanos».
«Lloramos sus vidas, lloramos toda la esperanza que tenían, y nos llenamos de este hecho para que, solidariamente, construyamos la esperanza como quería el Papa Francisco. Él siempre nos recordó que la solidaridad y la cercanía a nuestro pueblo debe ser prioritaria», con estas palabras, el Cardenal Castillo Mattasoglio ha querido expresar su pesar por el cruel asesinato de 13 jóvenes mineros.
El arzobispo de Lima recordó que, a la Iglesia, «le corresponde ayudar a reinspirar la sociedad», invocando a que las autoridades «se hagan responsables y atiendan los problemas de la gente. No queden indiferentes», advirtió.
Que, a través de esta elección del nuevo Papa, tengamos cada vez más una Iglesia capaz de remecer los corazones, influir para que las cosas cambien en el mundo y la tiranía no se establezca como la forma de vivir y de gobernar.
En otro momento, el cardenal peruano pidió a las autoridades «recapaciten y organicen bien las cosas». Y añadió:
«Mi bendición especial a las familias de todos esos muchachos cuyos cadáveres en este momento lloramos. Dios bendiga nuestro país, a nuestro pueblo y un saludo especial para el Monseñor Alfredo Vizcarra, arzobispo de Trujillo, que también debe estar sumamente triste y comprometido con esta causa».
