Santo Toribio de Mogrovejo: Llamado a transmitir su legado misionero

En la Solemnidad de Santo Toribio de Mogrovejo, nuestro clero de Lima se congregó para participar de la Eucaristía oficiada por Monseñor Jua José Salaverry, obispo auxiliar de Lima; y concelebrada por el Nuncio Apostólico, Monseñor Paolo Rocco, y el Padre Guillermo Acero, rector del Seminario.

La Fiesta de Santo Toribio de Mogrovejo estuvo dedicada, especialmente, a la figura de Francisco. “Dejemos siempre, como Toribio y como el Papa Francisco, que sea Jesús el que brille y siga siendo el Señor de la Iglesia a través de nosotros”, es el mensaje que nos deja el Padre Guillermo Acero durante su homilía.

El rector del Seminario Santo Toribio de Mogrovejo meditó en torno al Evangelio de Mateo (28, 16-20), recordando que la autoridad de Jesús «nace de la Cruz». Por eso, cuando la liturgia nos recuerda que “se le ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra”, no está hablando de un poder que ejerce dominio, sino de uno basado en el amor y la fidelidad al Padre:

La autoridad no se gana con popularidad, se gana en la verdad. Para el evangelista Mateo no hay otra verdad que no sea la Cruz», expresó el rector. En ese sentido, refiriéndose al modelo episcopal de Santo Toribio, Guillermo Acero señaló que «la autoridad de Toribio estuvo reflejada en los signos continuos de una persona que ama hasta la última gota de sangre y hasta el último respiro”.

Y citando las palabras finales del Evangelio: «Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo», el Padre Acero sostuvo la presencia permanente de Jesús es el centro de la vida de la Iglesia. “Jesús no se va para ningún lado. Él se queda siempre en medio de su comunidad. No huyamos de su presencia, no intentes reemplazarlo, acojámoslo en nuestro corazón”, recalcó.