En medio de gran expectativa fue presentado el libro póstumo del padre Gustavo Gutiérrez, defensor incansable de la opción preferencial por los pobres. El evento, celebrado en la Pontificia Universidad Católica del Perú, contó con la presencia de distinguidas autoridades eclesiales, académicas y amigos cercanos del sacerdote dominico.

«Vivir y pensar el Dios de los pobres» es la continuidad de todo lo que Gustavo Gutiérrez ha escrito a lo largo de décadas, el resultado de su espiritualidad encarnada. Así lo ha firmado el doctor Leo Guardado, editor del libro. Su publicación – afirma – es el cumplimiento de una promesa hecha al padre de la teología de la liberación:
«El último libro de Gustavo representa su oración y conversación con Dios y la humanidad para que recordemos dónde hemos estado y sepamos cómo vivir el tiempo que se nos da en antiguos y nuevos desafíos», manifestó.
Leo Guardado recordó el propósito central de esta obra póstuma: usar nuestros dones intelectuales al servicio de un mundo herido. «Vivir y pensar en el Dios de los pobres nos invita a contemplar nuestro propio encuentro con Dios. La profundidad teológica del padre Gustavo está correlacionada con la profundidad de la inmersión de la vida, en la realidad histórica y en la realidad de la vida amenazada de los pobres que claman por una respuesta», acotó.
Cardenal Castillo: hacia una pastoral liberadora
En su intervención, el Cardenal Carlos Castillo destacó el aporte humano y teológico del padre Gustavo a la vida de la Iglesia: «Su pastoral liberadora y teología generadora tienen siempre presente a los pobres como sujetos de evangelización». Por eso, «no hay auténtica teología de la liberación» si es que los oprimidos no pueden «alzar y expresar abiertamente su voz, sin que puedan reconocerse como portadores de esperanza, gestores de su propia liberación».
En ese sentido, el trabajo de Gutiérrez hace hincapié en el lugar histórico que debe ocupar la Iglesia: al lado de las clases oprimidas y los pueblos olvidados. Lamentablemente, la ofensiva de la modernidad global y dominio a través del desarrollo tecnológico «apuntan a la destrucción de la democracia, abriendo paso a las arbitrariedades más abusivas que se perciben en la historia actual». Frente a este desafío, el legado del padre Gustavo «nos deja el indispensable seguimiento que necesitamos hacer para construir con los pobres una pastoral liberadora para estos tiempos».
La obra de Gustavo Gutiérrez se sitúa desde la primacía de la opción de Jesús, reencontrándola en los nuevos contextos. Fundamenta que este no es un hecho pasajero, lo que nos asiste es un hecho de fondo, robusto, que cobra más vigencia ante la mayor irrupción del pobre en nuestro continente y en el mundo.
Frente a los diferentes retos del mundo moderno, como la inteligencia artificial o la sostenibilidad del planeta, el arzobispo de Lima reiteró que es necesario «rediseñar la pastoral liberadora en el contexto nuevo de crisis generalizada y el clamor humano de los pobres».
Birgit Weiler: El legado de Gustavo ha transformado el modo de entender la vida religiosa
Por su parte, la doctora Birgit Weiler argumentó que el legado del padre Gustavo ha motivado a muchas mujeres a formarse en un campo como la teología: «se han sentido fortalecidas en su conciencia de ser sujetos y hacer oír sus voces, superando el machismo dentro de la Iglesia que no permite una verdadera contribución de sus dones para el bien de todos».
En la misma línea, señaló que los aportes de la teología de la liberación ayudó a que la vida religiosa se insertara en las periferias existenciales y geográficas de los pobres. Y añadió: «El rostro del pobre nos interpela porque en las diferentes realidades está el llamado a una auténtica compasión. Son prioridades que debemos tener presente en todos nuestros apostolados y misiones».
Raúl Pariamachi: la teología como hermenéutica de la esperanza
Para el padre Pariamachi, la reflexión teológica de Gustavo Gutiérrez como herméutica de la esperanza nos llama a «discernir los signos de los tiempos» para hacer del conocimiento de Dios y su mensaje «nuestra razón y esperanza». En una era de caos en donde tiende a imponerse el populismo, la corrupción, la violencia y la impunidad, el don de la esperanza «se acoge en la negación de la injusticia, que vence a la muerte y debe echar sus raíces en el corazón de la praxis histórica».
La teología de la liberación es compañera del recorrido histórico de los pobres de este mundo, haciéndose solidaria con sus esperanzas, atenta a sus gozos y búsquedas.
Finalmente, el reconocido politólogo y sociólogo, Rolando Ames, se enfocó en la importancia de promover una «mayor colaboración entre la teología y las ciencias humanas» para discernir mejor cómo actuar hoy. «Este libro es un buen instrumento para comprender ambos temas en un mundo que cada vez más tiende a la desvalorización de lo social como concepto».
«El trabajo intelectual de Gustavo nos recuerda que debemos vivir en amistad social, difícil tarea ahora que las nuevas tecnologías están cada vez más lejos de la gente común, proyectando la desigualdades y chocando con la visión de fraternidad y la opción preferencial por los pobres», reflexionó.
Sobre la obra
En este último libro, Gustavo nos deja una recapitulación de muchos de los ejes centrales que han guiado sus preguntas y aportaciones teológicas. Es una inmersión en temas históricos y bíblicos que nos invita, como en la tradición monástica, a masticar el texto y extraer la sabiduría y conocimiento que encierra.
Aquí profundiza y amplía una teología cristiana que responde a los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los seguidores de Jesús que se empeñan en forjar la inteligencia de la fe en el crisol de una historia siempre cambiante. La teología de Gutiérrez siempre ha sido – y sigue siendo – una confrontación con todo lo que quita vida a los pobres y una proclamación del amor universal de Dios. Está relación intrínseca e indeleble entre el misterio de Dios y los pobres es el corazón del libro.
Este es un trabajo en colaboración entre el Centro de Estudios y Publicaciones y el Instituto Bartolomé de las Casas. El libro se puede adquirir en su versión impresa o digital desde la página oficial del Centro de Estudios y Publicaciones (CEP).