Durante la ceremonia de Confirmación de los jóvenes de la Parroquia El Sagrario, el Cardenal Carlos Castillo recordó que, para ser verdaderos cristianos y testigos del amor de Dios, es necesario hacer un proceso de discernimiento que nos permita hacer una Iglesia viva que sabe reflexionar, convocar y decidir juntos.

Una treintena de jóvenes de la Parroquia El Sagrario recibieron el Sacramento de la Confirmación de manos del arzobispo de Lima. Durante su homilía, el Prelado sostuvo que, bajo la inspiración del Espíritu Santo, es posible crecer en la fe ante las situaciones de crisis y desesperación. Por eso, el camino que realizan los jóvenes es un «camino de constante aprendizaje, en el que debemos aprender con paciencia a desarrollar nuestras capacidades».
El obispo de Lima reflexionó sobre la importancia de aprender a discernir en los momentos de desafíos que nos toca vivir. También agregó que Dios nos ama infinitamente, no nos castiga, sino que nos invita a vivir en comunión, en fraternidad.
Necesitamos un cristianismo inteligente y vivo capaz de profundizar la Palabra del Señor, comprender lo que nos quiere transmitir y compartir su anuncio con el mundo.
Además de desarrollar un cristianismo maduro y responsable, el Cardenal Castillo reiteró que los jóvenes también deben ser buenos ciudadanos, generando mejores condiciones para que todos podamos vivir en alegría, esperanza y justicia.
“Que, además de ir a la Iglesia, también vayan a los lugares en donde hay mucha gente y jóvenes que los necesitan. Continuemos este camino de esperanza para que a través de su baile, canto y sueños, construyan un mejor país y el mundo renazca en el Señor», acotó.