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En la Parroquia Santa Teresita del Niño Jesús, cientos de migrantes venezolanos se congregaron para celebrar la Fiesta de la Virgen Divina Pastora de las Almas, en una Eucaristía presidida por Monseñor Carlos Castillo, quien hizo un llamado al hermanamiento de nuestros pueblos para «construir relaciones fraternas» y seguir el camino pastoral que nos permite recrear la Iglesia bajo la inspiración de la Divina Pastora.

Antes de la bendición final, la comunidad obsequió una estola con los colores alusivos a la festividad y un mensaje que llevaba inscrito: «Con María caminemos en Comunión». Ante este gesto y evidentemente emocionado, el arzobispo de Lima recordó: «Sin hermandad no tendremos mundo».

En un ambiente festivo y acogedor, la comunidad venezolana en Lima acompañó en procesión a la Virgen Divina Pastora. En la Misa central, Monseñor Carlos Castillo recordó los lazos históricos que nos unen con el país hermano de Venezuela: «Su presencia en nuestro país nos llama a acogerlos con la misma calidez con que fuimos recibidos hace muchos años en la gran migración peruana», afirmó.

Comentando el Evangelio de hoy (Juan 1, 35-42), que narra el encuentro de Jesús con la primera comunidad de discípulos, el arzobispo de Lima explicó que, en nuestra búsqueda por el Señor, todos nos hacemos preguntas y muchas ideas sobre Él. Esto también ocurrió con los primeros discípulos que deciden ver y seguir al Cordero de Dios.

Ante la pregunta: “¿Qué buscan?”, ellos muestran un interés particular por saber dónde vive el Señor. «Vengan y verán», les responde. Jesús los está invitando a experimentar su vida, pero no desde un lugar específico, porque Jesús vive en camino, está moviéndose de aquí para allá, «es un migrante como todos nosotros», señaló.

El obispo de Lima aseguró que todos estamos llamados a anunciar el Evangelio desde el camino del servicio y el hermanamiento de nuestros pueblos. En ese sentido, la advocación de la Divina Pastora, instaurada en la ciudad, «nos atraviesa profundamente porque nos recuerda que nuestra Iglesia tiene la misión de ser pastora, como también lo fue Toribio de Mogrovejo».

Ustedes están alimentando nuestra pastoral y hacen posible que inventemos nuevas formas de ser Iglesia.

Retomando su reflexión del Evangelio, el Monseñor Carlos precisó que «solamente cuando nos ponemos en el camino de la gente, como lo hizo Jesús, podemos anunciarlo verdaderamente y ser esa Iglesia en salida que reclama el Papa Francisco».

Todos los seres humanos somos hijos y herederos del Reino de Dios. Tenemos que aprender a hermanarnos con la misma calidad y sencillez con que ustedes, honestamente, están trabajando y viviendo con nosotros.

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