Guiados por el Espíritu Santo, nuestros hermanos y hermanas de la Parroquia El Sagrario de Lima vivieron un encuentro de oración y esperanza durante su Asamblea Sinodal.

Escribe: Carmen López
El encuentro sinodal en la Parroquia El Sagrario convocó a más de 70 personas, entre ellas, el grupo de acólitos “Beato Carlo Acutis”, las Legionarias de María, catequistas de primera comunión y confirmación de adultos, miembros y hermandades que congregan la Basílica Menor de Nuestra Señora de la Merced, padres de familias y laicos.
Uno de los testimonios recogidos fue el de una pareja de esposos facilitadores, quienes destacaron la importancia de estas jornadas porque «permiten abrir espacios de diálogo donde cada voz puede ser escuchada». Señalaron que esto ayuda a «construir una Iglesia más cercana, que se conecta con las realidades y necesidades de la comunidad, logrando identificar actitudes o comportamientos que deben cambiar para sumar a la misión evangelizadora».


Escuchar al Otro y discernir juntos
Desde una mirada pastoral, miembros de los grupos parroquiales de Lima señalaron que estas Asambleas Sinodales Parroquiales son «un momento clave para reflexionar, tomar conciencia de la importancia de escuchar al Otro y de discernir juntos, con miras a una acción concreta». También resaltaron que, durante la Conversación en el Espíritu, «se han logrado identificar frutos del trabajo realizado y desafíos que aún deben afrontar».
Algunos de los principales retos fueron: la formación de laicos comprometidos con la misión de la iglesia, y el fortalecimiento de las labores sociales dirigidos a los más necesitados. Se destacó, además el trabajo conjunto con Cáritas Lima, que permite llegar a madre de ollas comunes con víveres, ropa, juguetes y alimentos.


Dirigiéndose a las parroquias que aún no han vivido aún esta experiencia sinodal, la comunidad parroquial animó a aprovechar la oportunidad de compartir en comunión: “El Espíritu suscita en cada Comunidad para su edificación y crecimiento y de esta manera caminar con Jesús siendo peregrinos de esperanza”.
Para la preparación, fue fundamental conocer y compartir el contenido de la “Guía para la realización de las Asambleas Sinodales Parroquiales” entregada por el Arzobispado de Lima. A ello se sumaron las capacitaciones y espacios de formación dirigidos a los facilitadores, quienes asumieron el rol de acompañar y dinamizar de los grupos velando el cumplimiento de los tiempos y asegurando la participación de todos, manteniendo una actitud neutral en el desarrollo.

