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¿Sabías que ahora puedes conectarte desde iTunes y Spotify para escuchar todas las reflexiones y noticias del Arzobispado de Lima? Aquí te contamos cómo puedes seguirnos desde estas plataformas digitales. Estos son los Avisos Parroquiales de la semana:

En este 2021, nos alegra anunciar que el Arzobispado de Lima ha incorporado una selección de podcasts con oraciones, reflexiones y homilías de Monseñor Carlos Castillo.

A través de iTunes y Spotify, ahora puedes reproducir, desde cualquier dispositivo, las últimas novedades de nuestra Arquidiócesis de Lima. ¡Incluso los avisos parroquiales de cada semana!

Cómo escuchar los podcasts del Arzobispado de Lima.

Desde tu celular, tablet o computadora, ingresa a tu cuenta de iTunes o Spotify. Si no tienes una cuenta, recuerda que puedes descargar cualquiera de estas apps desde la Play Store para los usuarios de Android, y desde la Apple Store para los usuarios de Apple.

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Al instante aparecerán todos los podcasts de nuestra Arquidiócesis, incluyendo las homilías de Monseñor Carlos Castillo, las reflexiones de nuestro Arzobispo durante el tiempo de Pandemia, y por supuesto, los avisos parroquiales de cada semana.

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Escuchar Podcasts del Arzobispado de Lima.

Y si prefieres ingresar desde aquí, a continuación compartimos los enlaces directos a los podcasts semanales del Arzobispado de Lima:

Homilías de Monseñor Castillo: escuchar en Spotify / escuchar en iTunes

Reflexiones en Tiempo de Pandemia: escuchar en Spotify / escuchar en iTunes

Avisos Parroquiales: escuchar en Spotify / escuchar en iTunes

En el Día Mundial de la Cultura Africana y de los Afrodescendientes, queremos compartir los testimonios de solidaridad y servicio de las congregaciones afrodescendientes que participan en la Iglesia peruana.

Padre Eliseo Layé – Sacerdote Comboniano

Escribe: Jessica Laurente.

Desde el 2019, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura – UNESCO, adoptó el 24 de enero como el Día Mundial de la Cultura Africana y de los Afrodescendientes celebrando las diversas culturas del continente africano y sus diásporas presentes por el mundo entero. Esta fecha busca promover el desarrollo sostenible, el diálogo y la paz, siendo la cultura africana fuente vital del patrimonio de la humanidad.

En nuestro país, la comunidad afrodescendiente ha estado presente en todos los campos del pensamiento, el arte, la cultura y la ciencia. Hablamos de peruanos ilustres que forman parte de nuestra historia: San Martín de Porres, Nicomedes Santa Cruz, Micaela Bastidas Puyucahua, Susana Baca, Maria Elena Moyano, entre otros.

A nivel Iglesia, en la actualidad hay varias comunidades afrodescendientes dedicadas a evangelizar desde el servicio en los lugares más pobres de nuestro país. Este es el caso de las congregaciones ‘Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús’ y ‘Hermanas Misioneras Combonianas’, ambas fundadas por San Daniel Comboni, Obispo de África Central.

A continuación compartimos los testimonios de solidaridad y servicio de las congregaciones afrodescendientes que participan en la Iglesia peruana:

Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús.

Nuestra Oficina de Prensa conversó con el Padre Eliseo Layé, párroco de la Iglesia Ntra. Sra. Del Carmen en Chincha-Ica, de nacionalidad africana, y que viene trabajando más de 20 años en nuestro país. Actualmente, la Comunidad Comboniana se encuentra en Lima en los distritos de San Miguel, San Borja, Miraflores, Chorrillos, y en las provincias de Trujillo, Arequipa, Huánuco y Junín.

“Los misioneros combonianos trabajamos en la primera evangelización, somos conocidos por ello, y esto significa que trabajamos normalmente donde todavía no ha llegado el Evangelio, como lo hizo Comboni en el África. Junto con los laicos, evangelizamos, porque es parte de nosotros despertar la conciencia anunciadora de la Iglesia”, indicó el Padre Layé.

Los misioneros combonianos acompañan y participan en la vida del pueblo hasta que las comunidades cristianas sean autosuficientes y posteriormente son entregadas al clero diocesano: «en el año 1800, al ver la miseria y la pobreza que se vivía en África, San Comboni sintió la necesidad de llevar la evangelización, y junto con ella, también la promoción humana», agregó Layé.

Junto a la misión evangelizadora, también acompañamos la parte humana, organizando el servicio para ayudar a los pobres mediante la entrega de víveres. Mediante estos gestos, queremos inculcar el deseo de salir al encuentro del hermano e ir a la misión.

Congregación Madres Misioneras Combonianas.

Bajo el lema de San Daniel Comboni: “Si tuviera 1000 vidas, todas las daría por la misión”, la madre Socorro Palomino Zavala, Superiora de las Misioneras Combonianas en el Perú, explica que la misión de su congregación es el servicio: “Yo estuve 23 años en África, en Mozambique, ahora estoy aquí por motivos de la familia, pero casi siempre estamos fuera del país, porque ese es nuestro carisma, entramos para eso, para estar en los lugares a los que nadie va”, acotó.

Las Misioneras Combonianas en el Perú cuentan con 41 años trabajando en Lima en sus dos sedes ubicadas en los distritos de Pueblo Libre y San Juan de Miraflores. Ambos espacios están dedicados al servicio de nuestros hermanos en situaciones de pobreza extrema: «entre nuestras principales líneas de acción se encuentra la animación misionera, las obras sociales, la formación de líderes, la guía a los catequistas y la sensibilización contra la trata de personas», añadió.

Comboni creía en la persona, entendió que Dios había muerto por todos, que ese corazón de Jesús había sido traspasado por toda la humanidad, sin distinción de clases, de razas o nacionalidades. 

Por otro lado, la congregación religiosa también trabaja en diferentes obras sociales y brindan capacitaciones a profesores para las escuelas jesuitas en Pamplona:

“En este tiempo de la Pandemia, se ha trabajado mucho con proyectos para poder ayudar tanto en Pamplona Alta, Nueva Rinconada, Valdivieso. En Cajamarquilla ofrecemos ayuda a las zonas más pobres con ollas comunes, medicinas para enfermos de Covid-19, canastas familiares, entre otros», señaló Socorro Palomino Zavala.

Aunque la Pandemia no ha terminado, el 2020 ha sido un año de aprendizajes para nuestra Arquidiócesis de Lima, un llamado a la fraternidad, a la conversión pastoral y social. Por eso, desde la Oficina de Prensa del Arzobispado de Lima, queremos compartir esta breve reflexión que expresa nuestro deseo de continuar el camino de aprendizaje y esperanza de una Iglesia sinodal, para que, unidos a todos los peruanos de esta ‘tierra ensantada’, resucitemos como Perú ¡Ahora!

Este año hemos sido testigos de los esfuerzos de nuestra Arquidiócesis de Lima para actuar en favor de los descartados de nuestra sociedad, acompañarlos, escucharlos y acogerlos. Sí, nuestro país enfermó y se hizo más pobre, pero nuestro corazón más ancho y generoso.

Asamblea Sinodal: el punto de partida de un año duro.

Fruto del proceso de diálogo y de escucha de la Asamblea Sinodal en enero de 2020, Monseñor Carlos Castillo publicó su Carta Pastoral para la Iglesia de Lima, un documento dirigido a todas las generaciones, incluyendo creyentes y no creyentes.

La Carta Pastoral trazó el camino misionero que nuestra Arquidiócesis realizará en los próximos años, e introdujo una serie de propuestas abiertas con el fin de “construir una Iglesia que nace en diálogo con el mundo”. Este fue el inicio de un largo aprendizaje que se acentuó con la llegada de la Pandemia.

Parroquias Misioneras y Solidarias: el camino de la conversión pastoral y social.

El confinamiento conllevó a que pensemos en nuevas formas de acompañar a los más vulnerables. Y mientras vivíamos una Semana Santa inédita, «encerrados en casa» pero unidos espiritualmente, nuestras comunidades de laicos se organizaron junto a Cáritas Lima para llevar ayuda humanitaria a las zonas más pobres y afectadas, preparar ollas comunes en los cerros de la ciudad, juntar menestras o recaudar fondos para conseguir oxígeno.

Fue así que se gestaron las parroquias misioneras y solidarias como parte del proceso de un camino de conversión pastoral, social y humana. La Iglesia trabajó en constante diálogo con las instituciones gubernamentales para brindar una mejor asistencia, responsable y preventiva.

Por otro lado, la Pastoral de Salud de la Arquidiócesis de Lima se organizó para acudir a los hospitales de nuestra ciudad y llevar una palabra de esperanza y aliento. Laicos de diferentes partes nos enseñaron con sus testimonios de vida y entrega, que también es posible evangelizar desde el servicio.

Con el Señor de los Milagros, resucitemos como Perú ¡Ahora!

Llegado octubre, el Papa Francisco envió un fraterno saludo al pueblo peruano por el mes del Señor de los Milagros. Aunque la procesión fue suspendida, las calles de la ciudad se revistieron de morado, y aprendimos a «cargar» al Cristo Moreno en nuestros corazones, dando testimonio de vida.

El año también nos dejó dos momentos inolvidables. Por primera vez, en sus más de 400 años de historia, la Basílica Catedral de Lima se convirtió en un mural fotográfico en homenaje a nuestros muertos por el Covid-19. En este marco de reflexión y unidos a las diócesis hermanas de Lima y Callao, en noviembre oramos por el cese de la Pandemia desde la Plaza Mayor.

Gracias a este camino fecundo, y en palabras de nuestro Arzobispo de Lima, hemos iniciado con esperanza el camino de una Iglesia sinodal, «constituida, básicamente, por aquellos que están para servir y no para ser servidos. Por eso, nos unimos a todos los que son servidores, a los que se unen al gran sufrimiento de la gente para consolarla, alentarla y decirle que nuestro Dios se propuso cambiar el rostro egoísta de la humanidad por el rostro amoroso de una humanidad hermana»

Iglesia de Lima ¿Qué hemos aprendido?

En medio del dolor por la pérdida humana
y la crisis sanitaria de una nueva Pandemia,
en nuestro país renació también la esperanza.

Y aprendimos…

A pesar del confinamiento y el distanciamiento físico,
aprendimos a estar más «cercanos y hermanados».

Aún con los templos cerrados y sin misas presenciales,
aprendimos que evangelizar desde el servicio
y el testimonio son cosas esenciales.

De nuestras parroquias misioneras y solidarias,
aprendimos que el camino de una conversión
es también pastoral, social y humana.

Y juntando menestras y víveres,
aprendimos a unirnos a Cáritas
para preparar las ollas comunes.

Sin andas ni procesiones en octubre,
aprendimos que al Señor de los Milagros
lo podemos llevar «cargado» en nuestros corazones.

Y unidos a las diócesis hermanas en la Plaza Mayor,
oramos por los muertos que se fueron
sin poder decir adiós.

Como sucedió en la primera Navidad,
aprendimos a vivirla con profundidad,
sabiendo que Jesús también nace
en el silencio y en la soledad.

A puertas del Bicentenario,
queremos seguir este camino de aprendizaje y esperanza
de una Iglesia sinodal, para que,
unidos a todos los peruanos en esta ‘tierra ensantada’,
resucitemos como Perú ¡Ahora!

Monseñor Carlos Castillo, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, publicó en 2017 un artículo que presenta una honda reflexión teológica acerca de la figura mística de Santa Rosa de Lima, santa peruana que vivió entre los siglos XVI y XVII.

El presente documento, disponible de forma gratuita en PDF, está estructurado en dos partes:

En la primera se explican algunos elementos del contexto social, humano y religioso donde Rosa estaba enraizada, a la luz de valiosas investigaciones históricas y antropológicas de fines del siglo pasado e inicios del presente siglo, que muestran una Lima a inicios de la colonización española: opulenta y frívola, pero carente de sentido humano y «triste».

Descarga aquí el texto completo: Rosa de Lima, entre el enraizamiento y el misticismo

En la segunda parte, se precisa, a partir de estos elementos, algunos escritos de Rosa e investigaciones sobre ella, el tipo de misticismo que vivió: misticismo criollo de servicio, es decir, un criollismo servidor de Jesucristo en los indios.

Lima en tiempos de frivolidad e indiferencia.

¿Qué había ocurrido? Había acontecido una crisis, «una crisis producto de situaciones muy graves que le tocó vivir a Rosa de Lima». Por este tiempo, las ambiciones pecuniarias de los españoles y criollos conllevaron a que se cometan «graves injusticias», sometiendo a pueblos indígenas a «largos males, confiscando sus tierras, y pretendiendo la perpetuidad de la propiedad indígena. Los hicieron trabajar en sus haciendas y los obligaron al trabajo forzado de las minas».

Lima era una sociedad «rica hasta el hartazgo», sin otro propósito de la riqueza por la riqueza, ausente de sentido, «especialmente de sentido humano con las poblaciones indias y negras».

Ante esta dificultad, Rosa decidió hacer experiencia y aceptó vivir su condición de criolla «con ojos y corazón abiertos e interpelados por los pobres indios y negros, en quienes percibió la presencia de su amado Esposo Jesús». Así, Rosa «encarnó una defensa de los indios en su vida cotidiana y en su religiosidad, promoviendo una forma de inculturación del evangelio que dura hasta hoy».

Rosa desarrolló una sensibilidad de mujer laica, criolla y creyente desde su ser, siendo consciente de lo que acontecía en el contexto limeño.

Uno de los sectores limeños más golpeados fueron las mujeres, que ya desde antes, en el siglo XVI «habían sido prohibidas de usar saya y manto –las tapadas– y en varias oportunidades, en el siglo XVII fueron humilladas con muy diversos maltratos».

La santidad profunda de Rosa de Lima.

«Una santa es un don de Dios que emerge mediante la fe y la inspiración espiritual, en medio de circunstancias complejas, es decir, un don enraizado». En ese sentido, Rosa «se dejó interrogar por las circunstancias en medio de las cuales agudiza su vivir en enamoramiento pleno, semejante al artista, al poeta, al músico, al pintor, que expresan su vocación en cada gesto, en cada verso, en cada nota, en cada línea y color».

Un místico es un sensor de Dios en el mundo complejo. Ese es el caso de Rosa, quien, sin vivir a espaldas de la realidad, sintió sus golpes y sus esperanzas en lo hondo del alma.

Rosa fue servidora para mostrar el rostro servidor en un mundo de injusticia y maltrato hacia los indios y negros. Por eso decimos que se «identificó hondamente con los cristos azotados del Perú».

«En medio de esta difícil y compleja realidad Rosa se atrevió a «sentir a Dios». Dios era para Rosa lo que sugiere en un poema César Vallejo: «mustia un dulce desdén de enamorado, debe dolerle mucho el corazón». En efecto, Rosa sentía a Dios como su amado y a este en los indios».

La Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU) resolvió otorgar la licencia institucional por un período de seis años a la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima (FTPCL), tras constatar que cumple con las Condiciones Básicas de Calidad (CBC) establecidas en la Ley Universitaria.

La FTPCL es una casa de estudios de carácter asociativa eclesial con 469 años de historia, orientada a la impartición y reflexión de las ciencias eclesiales mediante la formación del clero. Actualmente, alberga a población estudiantil de 409 estudiantes y posee una oferta educativa compuesta por 8 programas vigentes (tres de pregrado, tres maestrías, un doctorado y una segunda especialidad).

La Facultad, que se encuentra ubicada en el distrito de Pueblo Libre, en Lima, cuenta con un local conducente a grado académico, con un taller, aulas y ambientes para docentes. Asimismo, ofrece los servicios educacionales complementarios de salud, social, psicopedagógico, deporte y cultura, para lo que dispone de espacios, personal, mobiliario, equipamiento, actividades y presupuesto.

En lo referente a su plana docente, posee un 37% de docentes a tiempo completo. El 80% de ellos cuenta con posgrado y el 35% obtuvo su grado en el extranjero. Asimismo, posee una normativa que regula los procesos de selección, evaluación y capacitación de docentes.

La FTPCL desistió del 77.8% de la oferta presentada (28 programas). Esta decisión se debió a la necesidad de orientarse hacia los programas que son propiamente los campos de su competencia en el servicio de la sociedad a través de la Iglesia.

El proceso de licenciamiento de la FTPCL ante la SUNEDU motivó mejoras, entre las que destacan las siguientes:

  • Durante el procedimiento, la Facultad invirtió 767 mil 464 soles en la implementación, acondicionamiento y equipamiento e infraestructura.
  • La FTPCL logró, progresivamente, fortalecer sus políticas, normas y procedimientos para el fomento y realización de la investigación.
  • La Facultad reestructuró la investigación reasignando fondos y los marcos normativos de la investigación. En la actualidad, tiene ocho líneas de investigación, tres pertenecientes al programa académico de teología que se implementaron en el 2019 y cinco pertenecientes al programa académico de educación, que se implementarán hacia el 2020.
  • Desde el 2017, la ejecución del presupuesto de investigación se mantuvo por encima del 90%. Además, cuenta con seis proyectos desarrollándose de los cuales dos ya se encuentran concluidos. Finalmente, la Facultad está implementando un piloto de semillero de investigación.
  • La casa de estudios cuenta con espacios, personal, mobiliario, equipamiento, así, también, con un plan de actividades y presupuesto suficiente para la prestación de los servicios, a la comunidad universitaria, de salud, social, psicopedagógico, deportes y cultura.
  • La Facultad cuenta con un Plan de Gestión de la Calidad alineado a su Plan Estratégico Institucional (PEI) 2019-2021, en concordancia con la Ley Universitaria. A través de estas herramientas de gestión define sus objetivos estratégicos a seguir y las acciones para su cumplimiento.
  • La casa de estudios implementó una Plataforma Virtual de la Bolsa de Trabajo e incorporó actividades orientadas a colaborar en la formación continua de egresados y graduados, seguimiento e informes de ejecución de actividades.

La Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima tiene sus orígenes en el Studium de la ciudad de Lima, creado por los Superiores de la Orden de Predicadores en el año 1548. Posteriormente, mediante Cédula Real en 1551, el Rey de España creó la Universidad Real de Lima e incorporó los estudios de teología, constituyéndose la Facultad de Teología. En 1574, la casa de estudios fue denominada Universidad de San Marcos. Después de 359 años, la Facultad se segrega de la Universidad San Marcos, reconociéndola como una institución autónoma, con personería jurídica, gobernada por la Iglesia católica, con capacidad para seguir otorgando grados en Teología y Derecho Canónico.

«La Carta Pastoral del Arzobispo de Lima está en la línea del Papa Francisco que plantea una Sinodalidad, un caminar juntos en una misma comunidad que reconoce el papel del laicado, de la mujer, y da respuesta a la diversidad de problemas que se presentan» – resaltó el Padre Luis Sarmiento, Vicario de la Comisión de Vida y Familia, en entrevista concedida para JN19.

«La Carta Pastoral es un trabajo que parte de una serie de preguntas planteadas a los consejos parroquiales y consejos ampliados de Lima, y a partir de ahí se fueron elaborando varias propuestas que hicieron posible la preparación de un Instrumentum Laboris, un documento que servía como base para la Asamblea Sinodal celebrada en enero de 2020» , explicó Sarmiento.

La Carta Pastoral apunta a que construyamos una Iglesia en donde todos participemos, reconozcamos lo que hay y nos pongamos en camino para seguir haciendo las cosas.

Una Iglesia «encintada»

El Padre Sarmiento indicó que la Carta Pastoral escrita por Monseñor Castillo se inspira en el camino que hace María después de quedar encinta: «El Arzobispo plantea a una Iglesia que este ‘encintada’, que está en la espera y que hace un camino, no se queda detenida, sino empieza a hacer un camino de encuentro, de reconocerse, de abrirse, de no excluir a nadie, y sobre todo, de atender a los desvalidos» – señaló.

María nos recuerda que debemos caminar al servicio de los demás, y requerimos de todos para que esto sea posible, no es una necesidad, son muchas necesidades, y es momento que la Iglesia tome postura de todas las cosas que ocurren, porque cada necesidad, cada dolor también es mi dolor, también tiene que ser nuestro

Este tiempo de cuaresma es un tiempo rico para recordarnos que estamos en el camino por el desierto, pero no desalentados ni agobiados totalmente, que puede haber una situación que nos golpee sí, pero con una esperanza de permanecer vivos, un Cristo que realmente vive, y para eso vivimos este tiempo también.

Construir la Iglesia desde el laicado

El Vicario de la Comisión Vida y Familia recordó que las propuestas de la Carta Pastoral no deben ser interpretadas como un reglamento que debe cumplirse en un sentido estricto y milimétrico: «la idea del Arzobispo de Lima es que, desde el laicado, pensemos juntos qué podemos hacer y qué realidad estamos viendo, para construir una Iglesia de encuentro, amor y libertad» – refirió.

Lima, siendo tan grande no es igual, hay realidades muy variadas, y en medio de esta diferencia tratamos de buscar lo que nos une y acompañarnos para mirar nuestras parroquias, decanatos y vicarías territoriales

Una Iglesia sinodal sin clericalismo

¿Qué Iglesia queremos? ¿Una Iglesia que se queda en el clericalismo y que los curas tenemos el poder? – preguntó el Padre Sarmiento – la Sinodalidad significa caminar juntos, y caminar juntos significa quitar todo aquello que no me permite caminar, porque para hacer la Iglesia necesitamos de todos».

«Caminar juntos significa que voy derribando un muro – prosiguió – entonces la participación del laico en la liturgia, en la sociedad, y en las cuestiones laborales es necesaria, porque el sacerdote no es el que plantea todo, somos todos».

Finalmente, Luis Sarmiento hizo un llamado a prepararnos este Tiempo de Cuaresma para acercarnos en amistad y reconciliación con Cristo: «todos podemos participar de este camino, el mismo Papa, el mismo Arzobispo en sintonía del Papa, nosotros en sintonía de lo que la Iglesia necesita y, sobre todo, el respaldo es la Palabra de Dios que marca el camino de nuestra Iglesia».

El Papa Francisco recibió en audiencia a nuestro Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Monseñor Carlos Castillo Mattasoglio, quien expresó su saludo y agradecimiento al cumplirse el primer año de su designación como pastor de Lima: «Hablar con el Santo Padre es siempre una experiencia de sabiduría sugerente, viva, concreta y alentadora» – comentó.

En entrevista concedida al portal Religión Digital, Monseñor Castillo declaró: «Pedí al Santo Padre esta audiencia al año de haber sido generosamente elegido por él y ordenado obispo. Quise hacerle un recuento básico de los pasos que hemos ido dando y me lo ha concedido con suma amabilidad y acogida paternal».

El encuentro con el Santo Padre, que duró alrededor de una hora, fue una oportunidad para explicar todo el proceso de escucha y las acciones concretas que condujeron a la Carta Pastoral del Arzobispo de Lima: «fue un proceso que inició desde el día de mi ordenación hasta el presente, con todo el camino participativo y sinodal que ha supuesto, tanto de los laicos y laicas de nuestras parroquias como del presbiterio» – manifestó.

El Primado del Perú manifestó que el Papa Francisco dio importancia al «sentido evangelizador misionero de todo lo que vamos haciendo, desde la Pastoral misionera de conjunto, hasta la organización, la diversidad de propuestas pastorales concretas, incluyendo la forma en que hemos de organizar la economía. Por ello, es muy importante la capacidad de comprender a todos, de apreciar cada propuesta y de intentar unir y no excluir» – precisó.

Actitud solidaria por epidemia de coronavirus.

Sobre el estado de salud del Papa Francisco, Monseñor Castillo indicó que «el resfrío ha hecho su proceso y ha terminado. Lo encuentro fuerte y lúcido, lleno siempre de hondura y esperanza». También resaltó su «actitud muy solidaria» con los enfermos del Coronavirus en todo el mundo:

«El Papa ha celebrado la misa en Santa Marta ‘por los enfermos de esta epidemia de coronavirus, por los médicos, enfermeros, voluntarios, familiares, ancianos en las casas de reposo, encarcelados encerrados’, es decir, por la gente a nivel mundial» – comentó.

El Papa sigue todo lo que pasa, atento al sufrimiento de las víctimas de este flagelo, ha orado especialmente por ellas, y como hemos visto, no solo llama a tomar todas las medidas de seguridad, sino que se ha unido al sentir general del cuidado para que no se siga extendiendo, ha alentado a los que ayudan y sirven desinteresadamente.

Cercanía y entusiasmo por la Iglesia de Lima.

Por último, el Arzobispo de Lima compartió los sabios consejos que le dio el Santo Padre para el gobierno pastoral de nuestra Arquidiócesis: «desde que hablé por primera vez con él, me ha aconsejado firmeza, prudencia y paciencia. Palabras de un sabio que tiene experiencia de que las cosas no se consiguen por decreto sino por proceso suscitado y compartido, donde el amor gratuito lo puede todo» – destacó el Obispo de Lima.

El Papa Francisco sigue ilusionado en continuar transformando la Iglesia, recuerda Monseñor Castillo: «su convicción no aparece solo como una declaración, sino que se siente como una inspiración permanente de fondo, que orienta cada pregunta o cada matiz sencillo que sugiere en cada tema tratado, de modo que poco a poco el camino de la conversión pastoral se pueda abrir paso» – acotó.

Su ilusión no parece en ningún momento como “pura ilusión”, sino inspiración sabia y ágil para, como él dice en sus escritos, “generar procesos” más que “conquistar espacios”. Hablar con el Santo Padre es siempre una experiencia de sabiduría sugerente, viva, concreta y alentadora» .

Con gran alegría se llevó a cabo la primera reunión de planificación y organización para el Primer Encuentro Interuniversidades de la Arquidiócesis de Lima, previsto a celebrarse el próximo mes de junio en nuestra ciudad.

La primera reunión efectuada en las instalaciones de la Universidad Femenina del Sagrado Corazón (UNIFÉ), contó con la presencia de todos los capellanes encargados de la pastoral en las distintas universidades de Lima. Desde su misión pastoral, los capellanes estarán acompañando a toda la feligresía en este proceso de organización y ejecución del encuentro.

También estuvieron presentes en la reunión de planificación, jóvenes laicos y religiosos, que en un clima de amor e inspirados por la gracia del Espíritu Santo, expresaron las ideas principales y comenzaron a sentar las bases de lo que será este gran Encuentro Interuniversidades programado para el próximo 7 de junio en el Auditorio de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú

«Nuestra Iglesia, nuestra familia necesita ayuda urgente, necesita una Pastoral Familiar que no excluya a nadie, que se construya en el amor y desde la realidad» – son las primeras conclusiones que destaca el Padre Luis César Sarmiento, vicario de la Comisión Familia y Vida, después del encuentro de tres días que mantuvo con los delegados de la Pastoral Familiar de las parroquias de nuestra Arquidiócesis.

La Comisión Familia y Vida ha escuchado las propuestas de los representantes de la Pastoral Familiar de cada decanato, quienes acudieron hasta el Seminario Santo Toribio de Mogrovejo y el Auditorio del Colegio Santísimo Nombre de Jesús para abordar el tema de la realidad familiar y sus desafíos.

Pastoral Familiar: una mirada a la situación de nuestras comunidades

¿Qué posturas debemos tener ante las complejas situaciones que se viven? ¿Cómo mi parroquia actúa frente a eso? – preguntó el vicario de la Comisión Familia y Vida – «la parroquia no puede vivir distanciada de los problemas, porque sólo viviendo en comunidad se puede tomar realmente una postura frente a las cosas».

La Pastoral Familiar nos lleva a hacer una mirada situacional de nuestras comunidades. No se trata de presentar una normativa, sino proponer valores respondiendo a la necesidad que se constata hoy.

Inspirado en la exhortación apostólica del Papa Francisco sobre el amor la familia ‘Amoris laetitia’, el Padre Sarmiento explicó que «el compromiso por construir una Pastoral Familiar se propone desde mi realidad y desde lo que vivo. No se puede hablar de mejorar las cosas en mi hogar con una normativa, porque la normativa sirve para una institución donde las reglas del juego serán la legalidad, pero en el amor no se mueve la legalidad, en la fe no se mueve la legalidad».

Una Pastoral Familiar desde el corazón de la parroquia

«La principal contribución a la Pastoral Familiar la ofrece la parroquia, no los movimientos – indicó – la parroquia es una familia de familias, por lo tanto, el trabajo tiene que ser parroquial e integral, organizando los aportes de las pequeñas comunidades y movimientos a fin de que todos sumemos».

El Padre Sarmiento explicó que los movimientos no deben buscar el crecimiento propio aprovechando la parroquia: «todos tenemos que contribuir con la parroquia para hacer una mejor labor evangelizadora».

Principales propuestas para la Pastoral Familiar

En los tres días de jornada, la Comisión Vida y Familia planteó una serie de preguntas abiertas a los delegados de los distintos decanatos de nuestra Arquidiócesis: ¿Qué necesitamos para construir la pastoral familiar? ¿Qué acciones concretas podemos realizar para construir la pastoral familiar? – se conversó en grupos.

Posteriormente, los representantes expusieron varias sugerencias que destacaron la necesidad de una Pastoral Familiar que se geste y construya para responder a los nuevos desafíos que se viven en los hogares limeños.

-Iglesia en salida para conocer la realidad

«Nadie ama lo que no conoce – dijo uno de los representantes de la Pastoral Familiar – tenemos que conocer la realidad de cada uno de los sectores de nuestra parroquia, conocer el contexto de las personas e ir a buscarlos».

-Aporte de agentes laicos y profesionales

«Necesitamos el aporte de agentes laicos y profesionales que actúen ante las situaciones reales que se viven en nuestra ciudad. Su aporte desde la psicología, la sociología, la salud mental y la pedagogía permitirán una respuesta más integral a los problemas» – se sugerió.

«Necesitamos la formación continua de los miembros de la pastoral con gente especializada en temas específicos, de modo tal que se puedan plantear grupos con diferentes especialidades, incluyendo talleres recreativos, deportes, apoyo social, y otras actividades que se pueden gestionar para difundir nuestra fe» – fue otra de las propuestas.

-Una pastoral en diálogo con las demás

Los representantes también solicitaron que se incorporen las demás pastorales dentro de la Pastoral Familiar: «es necesario que todos entendamos que somos una familia, y su dimensión también involucra a las demás pastorales».

-Mayor compromiso de los párrocos con sus comunidades

Otro de los aspectos más solicitados tiene que ver con el compromiso de los párrocos con sus comunidades: «sabemos que tienen diferentes actividades, pero también necesitamos contar con su acompañamiento y escucha cada vez que haya una dificultad».

Una mirada a los principales eventos que marcaron el camino pastoral de Monseñor Carlos Castillo Mattasoglio, en su primer año como Arzobispo de Lima y Primado del Perú.

La Iglesia de Lima celebra con gran alegría el Aniversario de Consagración Episcopal de Monseñor Carlos Castillo, que el 02 de marzo de 2019 se convirtió en el 33° Arzobispo de Lima y Primado del Perú. Desde aquel día, y bajo el lema episcopal ‘A ti te digo ¡Levántate!’, se inició un camino de acompañamiento y escucha a los jóvenes, niños, hombres y mujeres de nuestra ciudad.

Monseñor Castillo llama a la Iglesia a levantarse, a salir hacia las periferias existenciales para actuar ante las complejas situaciones que se viven en nuestra sociedad. Es por eso que, en una actitud de apertura, el Obispo de Lima compartió una serie de preguntas que se discutieron en todas las parroquias.

A inicios de enero de 2020, el Arzobispo de Lima convocó a una Asamblea Sinodal Arquidiocesana que reunió a más de 800 delegados, entre laicos y laicas, seminaristas, sacerdotes y religiosos. El resultado y las conclusiones de este sínodo pueden leerse en la Carta Pastoral de Monseñor Castillo que fija el rumbo de la Iglesia de Lima para los años venideros.

Pastores con olor a oveja.

En este primer año, el camino pastoral de Monseñor Castillo estuvo marcado por varios sucesos que nos recuerdan que la Iglesia debe ser cercana, amiga, y dialogante con el mundo – «El pastor acompaña, va al frente para defender a las ovejas, en el medio para escucharlas, y detrás para dejarlas actuar en libertad y poco a poco vayan creciendo, porque todos somos guiados por el Espíritu Santo» – ha mencionado el Arzobispo de Lima en reiteradas ocasiones.

Nuevas Comisiones Episcopales.

Entre sus primeros decretos, Monseñor Carlos Castillo creó nuevas comisiones episcopales para un trabajo más integral e inclusivo en la Arquidiócesis de Lima:Comisión de Fe y Cultura: que preside el P. José Antonio Ubillús Lamadrid, CM.

Comisión de Hermandades y Movimientos: que preside el P. Rafael Reátegui Cabrera.
Comisión de Vida y Familia: que preside el P. Luis César Sarmiento Andrade.
Comisión de Clero y Liturgia: que preside el P. Carlos Fernando Olivera Gaviño.
Comisión de Vocaciones: que preside P. Luigui Nilton Norabuena Chelín.
Comisión de Evangelización y Catequesis: que preside P. Víctor Antonio Solís Alfageme.

Obispos Auxiliares de Lima.

El 06 de Julio de 2019, la Iglesia de Lima fue testigo de la Ordenación de los Obispos Auxiliares de Lima: Monseñor Ricardo Rodríguez y Monseñor Guillermo Elías. Ambos pastores vienen trabajando de forma integral con las diferentes vicarías episcopales, comisiones pastorales y decanatos de las parroquias de Lima.

Curso de Formación para Nuevos Obispos.

Los obispos de Lima asistieron en septiembre a Roma para participar del Curso Anual de Formación para los Nuevos Obispos. El día de clausura, Monseñor Castillo, Monseñor Rodríguez y Monseñor Elías, mantuvieron un encuentro fraterno con el Papa Francisco.

El Santo Padre exhortó a los nuevos obispos a “ser capaces de escuchar el latido de sus comunidades y de sus sacerdotes, incluso a distancia: sentir el latido. Pastores que no se contentan con presencias formales, reuniones de agendas o diálogos de circunstancias”.

Confirmación Universitaria.

En noviembre de 2019, más de 200 jóvenes de universidades públicas y privadas recibieron el Sacramento de la Confirmación en la Basílica Catedral de Lima. “Que al recibir el Espíritu Santo podamos seguir el camino peregrino, el camino evangelizador de vuestra comunidad de la Pastoral Universitaria de Lima”, dijo Monseñor Castillo en aquella ocasión, recordando que la Iglesia necesita una Pastoral Universitaria en los espacios académicos, y para ello es imprescindible la colaboración de los capellanes universitarios.

XX Encuentro Latinoamericano de la Pastoral Juvenil.

Por primera vez, Lima fue sede del XX Encuentro Latinoamericano de Responsables Nacionales de Pastoral Juvenil (ELARNPJ), que congregó a las delegaciones de jóvenes, obispos, sacerdotes y religiosos de 22 países de América Latina.

“Ustedes están llamados a la misión de anunciar el Evangelio en el corazón de la vida de los jóvenes, con los últimos, los pequeños. Ustedes son el medio para que el Señor realice su voluntad en la historia” – comentó Monseñor Castillo en la Celebración Eucarística.

Carta Pastoral del Arzobispo de Lima.

Concluida la Asamblea Sinodal «Iglesia de Lima, a ti te digo ¡Levántate!», Monseñor Castillo preparó la Carta Pastoral que guiará a nuestra arquidiócesis a un mayor compromiso con los más desvalidos, escuchando las necesidades y realidades que se viven diariamente en las comunidades parroquiales, y creando nuevos espacios de conversación.

El documento titulado: “En el camino de la ‘conversión pastoral’ para la conversión social, humana y ecológica de nuestra ciudad”  es un mensaje dirigido a todas las generaciones, incluyendo “creyentes y no creyentes”, trazando así el camino pastoral que la Iglesia de Lima realizará en los próximos años, e introduciendo una serie de “orientaciones abiertas”  con el fin de “construir una Iglesia que nace en diálogo con el mundo”.

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