S. PIO DA PIETRELCINA, SACERDOTE
“Un pobre hermano que reza”
Nace en una familia de campesinos y desde niño tiene el deseo de “hacerse hermano”. A los 16 años entra en el noviciado, en la Orden de los hermanos Menores Capuchinos de Morcone y elige el nombre de Fray Pío. En 1910 recibe la ordenación sacerdotal. Seis años después entra en el convento de Santa María de las Gracias de San Giovanni Rotondo. Dedica muchas horas de la jornada al sacramento de la Confesión. El culmen de su compromiso apostólico es la celebración de la Santa Misa. Él se define como «un pobre hermano que reza». «La oración ─afirma─ es la mejor arma que tenemos, la llave para abrir el corazón de Dios».
Un encuentro extraordinario
En 1948, confiesa a un joven sacerdote polaco, Karol Wojtyla, que treinta años más tarde será elegido como sucesor de Pedro con el nombre de Juan Pablo II. «En el humilde fraile ─subraya el Pontífice en 1999 durante el rito de beatificación del Padre Pío─ se descubría la imagen de Cristo sufriente y resucitado». «Su cuerpo, marcado por los “estigmas”, mostraba la íntima conexión entre la muerte y la resurrección». «No menos dolorosas, y humanamente tal vez aún más duras ─recuerda el Papa en la homilía─, fueron las pruebas que tuvo que soportar […] como consecuencia de sus singulares carismas» Para el Padre Pío «sufrir con Jesús» es un don: «al contemplar la cruz sobre las espaldas de Jesús, me siento cada vez más fuerte y pruebo una santa alegría». «Todo lo que sufrió Jesús en su pasión ─revela─, lo sufro también yo, en lo que le es posible a una criatura humana”.
“Alivio del sufrimiento”
La vida del Padre Pío es también el reflejo de un empeño incesante por aliviar el dolor y la miseria de tantas familias. En 1956 fue inaugurada la “Casa Alivio del Sufrimiento”, un centro hospitalario a la vanguardia. Es «la pupila de mis ojos» y durante el discurso de inauguración añade: «esta es la criatura que la Providencia, gracias a vuestra ayuda, ha creado, os la presento. Admiradla, y bendecid conmigo al Señor Nuestro Dios. Ha sido depositada sobre la tierra una semilla que Él calentará con sus rayos de amor».
La muerte
El Padre Pío muere la noche del 23 de septiembre de 1968, a la edad de 81 años. El 16 de junio de 2002 fue proclamado santo por el Papa Juan Pablo II: «La vida y la misión del padre Pío ─afirma el Pontífice en la homilía─ testimonian que las dificultades y los dolores, si se aceptan por amor, se transforman en un camino privilegiado de santidad, que se abre a perspectivas de un bien mayor, que sólo el Señor conoce».
S. LINO, PAPA
Toscano de origen e hijo de Ercolano, Lino habría estudiado en Volterra y después se habría trasladado a Roma, donde encontró a San Pedro y se convirtió al cristianismo. No hay muchas informaciones sobre su vida, pero San Ireneo de Lyon dice que San Pablo y San Pedro encomendaron a Lino la función de Obispo y lo identifica con el personaje mencionado en la Segunda Carta a Timoteo. Eusebio de Cesarea reafirma esta identificación. Lo que es cierto es que fue Obispo de Roma después del martirio de los dos Apóstoles. Todos los elencos de los Obispos de Roma conservados también gracias a Ireneo de Lyon y Eusebio de Cesarea indican su nombre después del de Pedro.
Los inicios de la Iglesia en años turbulentos
Antes de llegar a ser Obispo de Roma, Lino vivió bajo la persecución desencadenada por el emperador Nerón contra los cristianos. Al inicio de su Pontificado, el Imperio romano vivió una fase turbulenta, con la muerte de los tres inmediatos sucesores de Nerón: dos fueron asesinados, mientras uno se suicidó. En el año 69 D.C. llega Vespasiano que pone orden. Su hijo Tito acaba después con la revuelta judaica y destruye el Templo en Jerusalén en el 70 D.C. Son los años en que Lino comienza a dar una organización a la Iglesia, ordena obispos y sacerdotes y da algunas reglas, por ejemplo – según el Liber Pontificalis – a él se le atribuye la obligación para las mujeres de participar en la Eucaristía con la cabeza cubierta.
También son los años de las disputas con la escuela de Simón Magno y con los Ebionitas, judeo-cristianos que practicaban la observancia de la ley mosaica. Es venerado come mártir, si bien no se ha comprobado que lo haya sido puesto que en aquel tiempo la Iglesia conoció un período de paz. Además, también según el Liber Pontificalis fue sepultado en la colina del Vaticano junto al Apóstol Pedro.