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Bajo el lema: “Los hijos, don de Dios para la Familia”, se llevó a cabo el VI Encuentro de Familias, con la participación comunitaria de padres e hijos de las diferentes parroquias que integran el Decanato IX de nuestra Arquidiócesis. El evento se llevó a cabo en el Colegio Santísimo Nombre de Jesús, en el distrito de San Borja, hasta donde llegó Monseñor Guillermo Elías, obispo auxiliar de Lima.

Al inicio de la jornada, las familias participaron en diferentes actividades integradoras y momentos de reflexión en torno al rol que cumple la familia en la Iglesia. El encuentro prosiguió con la intervención de Monseñor Elías, quien dirigió un emotivo mensaje a todas las comunidades participantes:

“La familia nos marca para siempre, para bien o para mal. Es en la familia donde se estructura la persona humana. Por eso, es importante que los matrimonios puedan reconocer las diferentes formas de comunicación, para vivir una paternidad responsable y feliz», remarcó.

Nuestro obispo auxiliar advirtió que muchas veces los esposos, al convertirse en padres, dejan de lado su vida matrimonial para dedicarse exclusivamente al cuidado de los hijos: “Seguir juntos por los hijos es algo que también solemos hacer. Son ellos quienes terminan de consolidar a la pareja y «obligan» a sus progenitores a mantenerse unidos. Esta obligación no es una condena, sino una exigencia natural que brota de la responsabilidad de ser padres».

Está bien que los hijos nos unan, pero no debe ser la única razón para seguir juntos. El amor mismo del uno por el otro debe ser suficiente.

De otro lado, Monseñor Guillermo exhortó a todas las parejas presentes a mantener su relación de pareja siempre viva, buscando siempre la esencia de esta: “Más allá de las metas personales, la pareja debe tener proyectos en común. Y el mejor de todos es la propia relación, pero también son los hijos. Pero aún con hijos o sin hijos, debemos buscar otras razones que realmente nos unan, otras que den sentido a nuestra vida y como pareja, porque Dios nos mandó a este mundo para ser felices. Por eso, hay que edificar cada día nuestro vínculo”, reiteró.

“Ser padres no significa dejar de ser esposos, dejar de ser amantes, dejar de ser amigos, porque muchas veces dejamos aspectos importantes de nuestra vida, porque, es cierto que ya no podremos estar de fiesta todo el tiempo, pero no tenemos por qué convertir nuestra casa en una guardería las 24 horas del día. Pasar tiempo solos, conversar, salir, seguir soñando es posible, no podemos limitar nuestra vida a las necesidades de nuestros hijos”, refirió el obispo auxiliar de Lima.

Discernir y guiar oportunamente a los hijos

Respecto a la educación de los hijos, Monseñor Elías indicó que es necesario que los padres puedan discernir y guiar oportunamente a sus hijos para educarlos integralmente:

“El padre y la madre acompañan el proceso y el desarrollo evolutivo de sus hijos. Se vuelven imagen y referente para ellos, por tanto, eso implica estar de acuerdo entre ustedes, discernir como padres de familia, viendo lo que es razonable para este ser que es distinto a ustedes, pero que tiene derecho a ser como es y, sin embargo, acompañarlo en su individualidad y hacerlo una persona libre, sana, abierta a lo trascendente, educándolos para que sean hombres o mujeres libres”, aseveró.

Finalmente, después de escuchar algunos testimonios de matrimonios y para dar cierre a la jornada familiar, Moseñor Elías presidió la Eucaristía acompañado del Padre Jaime Llamas, párroco de la P. Santísimo nombre de Jesús; el Padre Gonzáles Palacios de la Parroquia Santa María Madre de la Paz; y el Padre Jaime Emilio González Magaña S.J.

Durante su homilía, Guillermo Elías comentó el Evangelio de san Mateo (14,22-33), que narra el encuentro de Jesús en la barca con a sus apóstoles. El Monseñor explicó que es importante poner a Dios en el centro de nuestra familia y que, a pesar de todos los miedos que podamos sentir, confiemos en Él:

“No es magia tener a Dios en casa, no es que se van a borrar todos los problemas, que van a desaparecer los retos, la enfermedad… pero tiene sentido cuando está Jesús», afirmó.

Sin Jesús, nuestras familias no van a salir adelante solas. El camino es mucho más complejo, no es algo mágico, pero Jesús les da sentido a las tormentas, a la falta de sol, a la oscuridad, a la noche, a la tristeza, a la enfermedad.

Tantas veces invisibilizados por nuestra sociedad, los jóvenes danzantes de la Alameda Paseo de los Héroes Navales fueron sorprendidos con la visita de Monseñor Castillo, que acudió a ellos para invitarlos a participar de la Jornada Arquidiocesana de la Juventud (JAJ), que se desarrollará este 2 y 3 de septiembre en el coliseo del Colegio Claretiano. ¡Aún estás a tiempo de inscribirte!

Cada fin de semana, cientos de jóvenes se congregan en las plazas de nuestra ciudad para expresar toda su alegría a través del arte del baile. En reiteradas ocasiones, Monseñor Carlos Castillo se ha referido sobre la importancia de «prestar oído a las generaciones de jóvenes que danzan, estudian y trabajan, porque ellos ya son sujetos creadores de futuro y anticipan formas nuevas de felicidad menos prosaicas y más sublimes».

En ese espíritu sinodal, el arzobispo de Lima ha hecho un alto a sus actividades pastorales, y después de celebrar la misa dominical en Catedral de Lima, acudió a la Alameda Paseo de los Héroes Navales para encontrarse con los jóvenes danzantes:

«Yo paso todos los días por acá, todos los domingos, y veo que son una maravilla de baile. Quiero decirles que los llevo mucho en el corazón. He hablado de ustedes en las prédicas también, porque todos los jóvenes están incursionando con su alegría para pensar claramente el Perú que vamos a construir en el futuro», expresó el prelado.

«Como los he visto varias veces – prosiguió Monseñor Carlos – queríamos invitarlos y pedirles permiso si pudieran venir a la Jornada Arquidiocesana de la Juventud». El evento, que reunirá a representantes juveniles de nuestras parroquias, también busca acercarse a los grupos de jóvenes que no participan en la Iglesia, incluyendo no creyentes. ¡Todos están invitados a la JAJ 2023!

Ustedes son jóvenes abiertos que están en la calle, dinamizando y llenando de esperanza el país.

Ante la invitación del obispo de Lima, el líder de la comunidad «Caporales Perú», expresó: «Yo creo que sería bueno salir a mostrar lo que nosotros sabemos para contagiar a más gente que pueda compartir lo bonito que hacemos aquí», confirmando su participación en la JAJ 2023.

Cómo inscribirse en la JAJ 2023

Bajo el lema: «Joven, con la mirada de Dios a María, ¡levántate a servir con alegría!», la JAJ 2023 tendrá lugar este 2 y 3 de septiembre en el coliseo del Colegio Claretiano. Las inscripciones son gratuitas, pero las vacantes limitadas.

Inscríbete en la Jornada Arquidiocesana de la Juventud 2023

Convocatoria de voluntarios para la JAJ 2023

La Pastoral Juvenil de Lima también abrió la convocatoria de voluntarios para brindar apoyo y soporte en la organización del evento. Para formar parte del equipo de voluntarios (no hay límite de edad), basta con llenar el siguiente formulario de inscripción: Postular como voluntario de la JAJ 2023

Es admirable ver a los jóvenes en las plazas de todo el país bailando y cantando, signo de la esperanza que la juventud tiene. Dejémonos inspirar por todo lo que está surgiendo desde lo invisible, pero siempre permitiendo que esa realidad escondida se exprese. No la matemos, cultivémosla apreciándola

Arzobispo de Lima

Nuestro arzobispo de Lima y Cáritas Lima, nos convocan a participar activamente de la campaña solidaria «Semillas de Santa Rosa», para abastecer de menestras y alimentos nutritivos las ollas comunes que hay en Lima Metropolitana. ¡Así puedes participar!

Durante la Santa Misa celebrada el último domingo en Catedral de Lima, Monseñor Castillo anunció que, siguiendo el testimonio de servicio de Rosa de Lima, siempre inspirada en el amor al Señor para actuar en favor de los que sufren y son marginados, unamos esfuerzos como Iglesia para continuar sembrando la semilla de la solidaridad en el corazón de todas las ollas comunes de nuestra ciudad.

«Les vamos a pedir que hagamos una campaña para seguir llenando las ollas comunes que no han dejado de trabajar y necesitan nuestra ayuda. Y una de las semillas más importantes que tenemos son las menestras, que tienen muchos minerales y fortalecen la salud de la gente. A veces, estamos haciendo frituras y eso nos mete colesterol por todos lados. Por eso, necesitamos alimentarnos de más legumbres, cereales, menestras y verduras», expresó el Primado del Perú.

Cómo apoyar a la campaña: «Semillas de Santa Rosa»

Lleva tus víveres y menestras a tu parroquia más cercana o al almacén de Cáritas Lima (jr. Chancay 282, de lun-vie de 8:30 a 5 pm). ¡La campaña culmina el 30 de agosto!

También puedes realizar una donación económica a través de Yape al 932411126 o contactando directamente al Facebook de Cáritas Lima.

Cáritas Lima adelantó que un primer objetivo de la campaña «Semillas de Santa Rosa», consistirá en reunir la mayor cantidad de víveres y alimentos nutritivos para brindar kits a 23 ollas comunes, beneficiando a más de dos mil personas vulnerables en los distritos de El Agustino, Rímac, Chorrillos, Cieneguilla y Manchay.

Alimentarnos rico, pero de forma saludable.

La insistencia del arzobispo de Lima por una alimentación sana, se presenta en medio de una una crisis nacional de hambre y pobreza. Muchas veces, en nuestro afán de apoyar a nuestras madres de las ollas comunes, olvidamos que nuestra solidaridad también debe ser responsable, compartiendo alimentos nutritivos que aporten a un sano crecimiento.

«El cuerpo siempre debe estar cuidado para que no nos alimentemos mal. Es un gran problema en nosotros que nos alimentamos rico, pero no muy saludable», ha señalado el Primado del Perú.

Según revela la convocatoria de Cáritas Lima, solo en Lima Metropolitana, hay registradas más de 3,000 ollas comunes de las que se alimentan más de 290,000 personas. «Las ollas comunes son lideradas, en su mayoría, por las mismas mujeres que cocinan y organizan un cobro por ración de 2.50, para hacerse del capital necesario y seguir brindando el servicio. Por eso, se requiere una inversión de 10 soles para sostener el almuerzo a una familia por un día», señala su comunicado de prensa.

Nuestra Pastoral Juvenil de Lima compartió la canción oficial que nos acompañará en la Jornada Arquidiocesana de la Juventud 2023. «Levanto mi voz por Dios», es el tema interpretado por Nicole Benites, de la Parroquia San Miguel Arcángel. ¡Y puedes escucharlo ahora!

Hace algunos días, la Pastoral Juvenil de Lima organizó el concurso de canciones para la JAJ 2023 en el auditorio de la Parroquia Santa Rosa de Lima, ubicado en Lince. Fueron cinco los temas finalistas que se presentaron en el recital, y después de una reñida competencia, se anunció la canción ganadora.

Se trata del tema «Levanto mi voz por Dios», de Nicole Gianella Benites. La joven cantautora no solo se hizo acreedora de un premio en efectivo, también ha grabado la canción en un estudio profesional bajo la producción musical de Freddy Mori – Verbo Music Records.

Nicole Benites: «Donde hay amor, ahí está Dios»

A sus 20 años, Nicole se desempeña como coordinadora del grupo juvenil «Amigos buscando a Cristo» (ABC), en la pastoral juvenil de su parroquia. A raíz de la convocatoria de la Pastoral Juvenil de Lima, ella se atrevió a participar por primera vez en un concurso de este tipo.

«Siempre le pedí a Dios una forma de desarrollar la música. No encontraba el momento, hasta que vi el anuncio del concurso y lo tomé como una señal para intentarlo», afirmó Nicole Benites en breves declaraciones para nuestra oficina de prensa.

La música es parte fundamental de mi vida y me acompaña en cada momento. Es muy importante para mi que haya música siempre

Nicole Benites

Sobre la composición de la canción, la joven de la Parroquia San Miguel Arcángel explicó que su inspiración surgió a partir de sus propias vivencias y realidades, pero, puntualmente, de las acciones solidarias que muchos jóvenes realizan desinteresadamente. «Es bonito que la gente siga levantándose para Dios, porque donde hay amor, ahí está Dios», agregó.

Inscríbete aquí en la Jornada Arquidiocesana de la Juventud 2023

Dirigiéndose a todos los jóvenes que participarán en la JAJ 2023, próxima a celebrarse el 2 y 3 de septiembre en el Coliseo del Colegio Claretiano, Nicole Benites dijo: «Los planes de Dios son perfectos, los tiempos de Dios son perfectos. Todos somos llamados por Él de distintas formas, y mientras haya una mínima curiosidad de saber de Dios, nuestra vida se hará más interesante. Si aún no te has decidido a participar de la JAJ pero sientes algo dentro que te llama, te diría que hagas caso a ese llamado para vivir esa experiencia y sentir a Dios en tu vida».

Levanto mi voz por Dios
(letra)

En una sociedad en la que tanto falta
¿Cuál es el propósito de mi existir?
Le he hecho esa pregunta tantas veces,
creo que lo empiezo a descubrir…

Rompo las cadenas,
pido fortaleza,
abrazo a mis hermanos,
oro por las penas.

CORO: Levanto mi voz por Dios,
dispongo mi corazón.
Mi cuerpo, mi alma,
mi tiempo, mi calma,
la entrego por su amor (bis).

Sé que soy testimonio de que todo pasa,
de que siempre va a mejorar.
Mientras yo esté en Tu presencia,
sé que nada va a salir mal.

Qué bonita se vuelve la vida,
sirviendo con alegría,
tal y como lo hizo María,
yo me levanto en nombre de nuestro Señor.

Convocatoria de voluntarios para la JAJ 2023

Además de compartir la canción oficial de la JAJ 2023, la Pastoral Juvenil de Lima también abrió la convocatoria de voluntarios. La invitación está dirigida a todos los interesados en brindar apoyo y soporte en la organización del evento que reunirá a miles de jóvenes de nuestra Arquidiócesis.

Para formar parte del equipo de voluntarios (no hay límite de edad), basta con llenar el siguiente formulario de inscripción: Postular como voluntario de la JAJ 2023

Cáritas Lima y la PUCP implementan cocinas mejoradas: un paso hacia la transformación social.

En el Perú, la realidad del hambre amenaza el derecho fundamental a la vida de millones de personas. Según datos recientes, se estima que más de 6 millones de peruanos sufren de inseguridad alimentaria, lo que representa aproximadamente el 18% de la población del país, y más de 700 mil niños menores de 3 años presentan anemia y desnutrición crónica. Estas cifras alarmantes reflejan la urgencia de abordar este problema desde diversos frentes.

En este escenario desafiante, Cáritas Lima desempeña un papel fundamental porque, además de brindar asistencia alimentaria a través de los espacios de servicios de alimentación comunitaria, parte de su labor consiste en la búsqueda de soluciones sostenibles.

Es así que, gracias al convenio establecido entre la PUCP y el Arzobispado de Lima, en colaboración con la Dirección de Acción y Responsabilidad Social (DARS), se ha iniciado la implementación de cocinas mejoradas en los distritos del Rímac, Chorrillos, Cieneguilla y Pachacamac. Estas cocinas, que contarán con tecnología eficiente y amigable con el medio ambiente, brindarán múltiples beneficios a las personas que asisten a las ollas comunes.

Se estima que la construcción de las 20 cocinas mejoradas culminará a mediados de julio, lo que generará un impacto significativo en la vida diaria de los beneficiarios. Jenny, lideresa de la olla común «Puertas del cielo» en Chorrillos, comparte su alegría al respecto: «Esta iniciativa nos llena de felicidad, ya que el humo de la leña nos causaba problemas en la garganta y los ojos. Además, suponía un gasto constante tener que conseguir leña todos los días. Ahora, con el calor de la olla, también podremos economizar».

En un espíritu de servicio y solidaridad, Cáritas Lima y la DARS se comprometen a seguir trabajando para enfrentar la inseguridad alimentaria y mejorar las condiciones de vida de las comunidades más vulnerables. La labor de la iglesia y su enfoque en la dignidad y el bienestar del prójimo es esencial para superar los desafíos sociales.

«A medida que avanzamos hacia un futuro más equitativo y justo, la implementación de las cocinas mejoradas es un paso significativo en la lucha contra el hambre y la promoción de la dignidad humana. Cáritas Lima, junto con sus aliados y voluntarios comprometidos, continuará trabajando incansablemente para construir un Perú más solidario y fraterno, donde ninguna persona se quede sin alimento ni esperanza», se expresa en la nota de prensa publicada por Cáritas Lima.

La Pastoral Juvenil de Lima anuncia una nueva edición de la Jornada Arquidiocesana de la Juventud (JAJ) 2023. El lema de este año será: «Joven, con la mirada de Dios a María, ¡levántate a servir con alegría!».

La JAJ 2023 tendrá lugar el próximo 2 y 3 de septiembre en el Coliseo del Colegio Claretiano. Las inscripciones son gratuitas, pero las vacantes limitadas.

En medio de gran expectativa fue presentado el logotipo de la próxima Jornada Arquidiocesana de la Juventud, encuentro juvenil que este año se desarrollará en sintonía con la Jornada Mundial de la Juventud. «Los jóvenes de Lima venimos para seguir tu ejemplo de amor y servicio. Tu vida nos inspira a ponernos en camino para servir y dejarnos enamorar por la mirada de Dios. Y llenos de su Gracia, podamos ser testigos del amor en el mundo», ha expresado nuestra Pastoral Juvenil.

Queremos que esta jornada sea un encuentro de unidad, diálogo y oración. Y que podamos servir renovados para suscitar en nuestra sociedad una nueva forma de ser hermanos

PASTORAL JUVENIL DE LIMA SOBRE LA JAJ 2023

Inscríbete aquí en la Jornada Arquidiocesana de la Juventud 2023

Esta nueva edición de la JAJ ha pasado por un proceso de convocatoria y diálogo con los principales líderes juveniles de las parroquias de nuestra Arquidiócesis. De hecho, el lema propuesto para este año fue elaborado con la participación conjunta de los jóvenes de los 12 decanatos de la Iglesia de Lima.

Inscripciones gratuitas, pero vacantes limitadas

Según se anunció desde el Facebook de la Pastoral Juvenil de Lima, la JAJ 2023 se desarrollará el sábado 2 de septiembre (de 2:00pm a 9:00pm) y el domingo 3 de septiembre (de 8:00 am a 6:00pm) en el Coliseo del Colegio Claretiano (Calle Alfredo Novoa Cuadra 01).

Inscríbete aquí en la Jornada Arquidiocesana de la Juventud 2023

Debido al aforo del coliseo, las vacantes para participar presencialmente de la jornada juvenil son limitadas. Por ello, recomendamos a todos los grupos juveniles inscribirse con anticipación y responsabilidad.

¡JAJ 2023 ya tiene canción oficial!

Por otro lado, el pasado 27 de julio se llevó a cabo el concurso de canciones para la JAJ 2023 en el auditorio de la Parroquia Santa Rosa de Lima, en Lince. Fueron cinco los temas finalistas que participaron durante el recital: Grupo Coral Virgen de la Candelaria, Nicole Benites, Nathaly Pelaez y Raúl Ramírez, Víctor Díaz y Elio Paúcar.

«Levanto mi voz por Dios», de Nicole Benites (Parroquia San Miguel Arcángel), es el nombre de la canción oficial de nuestra Jornada Arquidiocesana de la Juventud. La joven cantautora se hizo acreedora de un premio en efectivo, además de la grabación en estudio del tema y la producción del videoclip.

¡Pronto compartiremos el tema con toda la comunidad!

La Celebración Eucarística por el 202º Aniversario de nuestra Independencia contó con la presencia de la Presidente de la República, Dina Boluarte, así como las máximas autoridades políticas, civiles, militares y policiales de nuestro país.

La Misa y Te Deum fue presidida por el Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Monseñor Carlos Castillo. Acudieron como concelebrantes Monseñor Paolo Rocco Gualtieri, Nuncio Apostólico en Perú; Monseñor Miguel Cabrejos, Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana; los obispos auxiliares de la Arquidiócesis de Lima y el Cabildo Metropolitano de Lima.

A continuación compartimos la homilía de Monseñor Carlos Castillo, en el marco de la Tradicional Misa y Te Deum por el 202º Aniversario Patrio de nuestra Independencia.

Homilía de Monseñor Carlos Castillo

Las lecturas bíblicas de esta fiesta Patria son una invitación a la alegría desbordante y permanente. Todo un desafío para nuestra fe y para nuestro estado de ánimo actual. Por ello, no podemos pasar desapercibido este llamado. Reflexionemos, dado que está en juego lo fundamental que hemos de afrontar hoy todos los peruanos: vivir como hermanos con justicia, esperanza y verdadera alegría.

1) Esten siempre alegres
Los textos que hemos leído provienen de tres épocas diferentes:

a) Desde la oscuridad de opresión a Asiria, surge la posibilidad de ver luz, y luz brillante en un Rey niño que será “nuestro”, el Emmanuel.  Israel siente este hecho histórico como signo de que YHWH les mandó un don, un regalo, un regalo gratuito;

b) Por otra parte, desde una situación aún peor, la opresión romana, estando además encinta, María, que ha recibido de Gabriel la noticia de que ella daría a luz al rey esperado, deja la cama y se levanta. Ha escuchado que la anciana Isabel también está encinta, y va sin demora a ayudarla; y al encontrarse ellas se llenan de alegría;

c) Pablo, invita a los primeros cristianos perseguidos a redoblar constantemente la alegría, teniendo mesura, no desesperación, y rescatando todo lo “verdadero, noble, justo, puro, amable y laudable” de la situación que viven, así como lo valioso que aprendieron de él, para que así los acompañe el Dios de la paz.

Detengámonos en el Evangelio: este encuentro de mujeres no es anecdótico y sin significado. No son dos mujeres distraídas a las que les sucede algo raro. Son dos mujeres conscientes de la historia trágica pero esperanzadora de su nación. Es cierto que son dos mujeres del pueblo sencillo creyente, pero de un sector que había cultivado y rastreaba los signos de Dios en su historia y, por lo tanto, conocían tantos problemas graves de su país como también intuían su esperanza. María de familia real-profética e Isabel de familia sacerdotal-profética, y en la durísima época romana en que las dos tradiciones habían sido expulsadas de la religión oficial, la primera después del exilio y la segunda durante la dinastía asmonea.

Dominaban Israel sacerdotes aristócratas saduceos, cómplices del imperio romano. Y se había cerrado la esperanza, como dice la expresión implícita en los evangelios “los cielos se habían cerrado”. Esos que dirigían Israel, solo imponían su poder insensible sin misericordia. Todo lo que hacían era juegos de poder y dinero, amarres y acuerdos bajo la mesa, despreciando a los débiles. Pero, más bien, la alegría entre Isabel y María viene de lo nuevo que es el servicio generoso y gratuito: ¿Cómo la madre de mi Señor viene a mí?, es decir, la Reina Madre se inclina a servir a una anciana parturienta. Jamás se vió este cambio como con María. El Rey que nacería sería, por eso, muy distinto, cercano, servidor, identificado con su pueblo, podríamos decir, incluso, “democrático”, y su Madre lo era también.

Por ello, la alegría no es una alegría vacía, cándida, como una risa psicosomática. Es una alegría que tiene razones profundas de justicia: Estas mujeres saben del sufrimiento de la mujer y de su dignidad y sienten que su Dios se fija en ellas, y ellas lo alaban porque cumple sus promesas. Y, así, asumen su responsabilidad de generar en sus propios cuerpos la esperanza de Israel, practicando actitudes de servicio a ese pueblo desde su ser más íntimo, para llenarlo de alegría desbordante. Se parecen un poco a nuestras mujeres de las ollas comunes.

2) ¿En qué nos puede ayudar esa luz para nuestro hoy?

Hace justo 200 años, en Lima y en todo el Perú, en el año segundo de proclamación la independencia, faltaba lo más importante: inventar una forma de convivir entre peruanos. Pero la aristocracia criolla fue la primera en quererse imponer. Por eso, el golpe de Estado contra la Mar para controlar la venida de Sucre y Bolívar. Algo más grave, del 18 de junio al 17 de julio de 1823, el general realista Canterac ocupó Lima. Y todo el gobierno y el congreso, primero, debieron huir al Callao y luego a Trujillo. Tampoco ese año hubo Te Deum.

Observemos esa oscura realidad de 1823, y veremos cómo la responsabilidad, al fin, se impone por sí misma tarde o temprano. El congreso de 1823, al final, toma con firmeza la situación y con espíritu de servicio emprende y toma las riendas de la situación gracias a sus miembros más lúcidos, y promulga la constitución del 12 de noviembre. Y sabedores de la indispensable ayuda de Bolívar, esos miembros más lúcidos colaboraron con él, pero no se doblegaron a sus ambiciones y estilos dictatoriales.

Debemos mencionar el legado profundo de un político, ideólogo y gran cristiano: José Faustino Sánchez Carrión, quien nos dejó estas palabras:

“Un Representante Padre de la Patria, debe estar desnudo de aquellas pasiones que solo devoran a los que ansían el mando y el poder para esclavizar a sus compatriotas (…)”

Así, acusaba también a aquellos que, no teniendo el poder, lo buscaban agazapados:

“…todo tirano que no está́ en los primeros puestos es un enemigo opuesto de la sociedad, y cuando los consigue, entonces manifiesta todo el fondo de su negro carácter (…).

Desde hace un año, cuando se fueron desvaneciendo muchas esperanzas por aquella estrecha ambición que no supo interpretar el sentir popular, la totalidad de las encuestas nos muestran de modo contundente que ese desvanecimiento ha continuado, y detectan la más grave separación y distanciamiento entre las capas dirigenciales, sobre todo, las políticas y la vida del pueblo sencillo y sus graves sufrimientos y demandas. Parece que no se dieran cuenta de que nuestro pueblo existe, sufre y demanda cambios urgentes.

Parangonando nuestra situación con el texto de Isaías (9, 1-3. 5-6): “El pueblo que caminaba en tinieblas”, el Perú de hoy, todavía no ve la luz en esta situación concreta e histórica. Mas bien, es un pueblo “vejado y abatido como ovejas sin pastor”, que siente el peso de la oscuridad y la confusión.

En efecto, muy pocas veces hemos llegado al 28 de julio en una situación igual de incertidumbre, tensión y división política como la que hoy vivimos. Por eso, desde mi misión, me corresponde hacer, con todo respeto, la invocación a las máximas autoridades del país a colocarse, por unos minutos, en la situación de aquellos que más sufren, afrontando cara a cara nuestros desaciertos y los graves males en que hemos incurrido, incluidas, las muertes que esperan aún justicia y reparación.

Como Iglesia no estamos para dar soluciones estratégicas o tácticas que corresponden al campo estrictamente político y económico. Pero no puede quedarse muda ante el relajamiento humano y ético de la Patria. No puede dejar de llamar a todos a la unidad para un programa mínimo común y efectivo que prevea afrontar, con el concurso de todos, los sectores sociales y políticos, la urgente necesidad de afrontar la situación dramática que se avecina, fortaleciendo y anchando la participación y la democracia, en vez de restringirla, dando preferencia a los más vulnerables, sin abandonar a nadie, sino favoreciendo la solidaridad en la salud, la alimentación básica, el trabajo, la educación, la previsión antes del fenómeno del niño y otras tantas urgencias.

La fe no se relaciona con lo político directamente, sino a través de educar nuestra sensibilidad humana y velar por ella, tratando de superar nuestras cegueras y mezquindades. Por eso, reafirmando nuestra misión evangelizadora, y actuando como Iglesia solidaria y pastoral, sabemos que su incidencia ética en la vida social puede ser una luz que permita corregir, alentar y abrir el horizonte de un amplio futuro que nos hermane eficazmente como peruanos.

3) Escuchar, comprender, apreciar, valorar y promover

La nación somos todos y ningun interés particular de personas, familia o grupo, puede hacerse de nuestro patrimonio como su monopolio (Const 1823: 1-2). Nuestro pueblo sigue siendo protagonista de su historia, y debemos apreciarlo y alentarlo. Y si todo es de todos, valoremos también los descontentos y rechazos populares que condenan nuestros malos actos como dirigentes del país y nos exigen rectificaciones claras, oportunas y justas.

Superemos la indiferencia y rehabilitemos la mejor política por el bien común de la nación. A los 10 años de su pontificado, el Papa Francisco habla en directo de la importancia de hacer política como medio para que los valores de la vida humana y del bien común sean protegidos; dice: “la politica es una de las formas más altas de la caridad porque busca el bien común…trabajar por el bien común es el deber de un cristiano”.

Por ello, demos todos y todas un paso más. Apreciemos la iniciativa creadora de nuestro pueblo en vez de despreciarla, como muchas veces pasa entre las dirigencias sociales, políticas y económicas, y también culturales e inclusive las eclesiales. En la Iglesia estamos tratando de dar ese paso, pero aun tenemos serias dificultades, por eso, es que pedimos también perdón.

Escuchemos, comprendamos, apreciemos, valoremos y promovamos la subjetividad social popular de todos los rincones de la Patria, para actuar según el Evangelio, con oportunidad, con esperanza, y con la alegría que caracteriza al Perú de todas las sangres que todos amamos de corazón.

Felices Fiestas Patrias y que nos reencontremos como peruanos en la esperanza.

Desde el Rímac hasta Manchay. El último fin de semana, nuestras comunidades parroquiales y decanatos participaron de forma multitudinaria en el Pasacalle por la Paz, la Reconciliación y la Regeneración del Perú. Bajo el lema «Perú, un país para todos», compartimos los momentos más destacados del pasacalle arquidiocesano.

El sábado 22 de julio, desde muy temprano, los decanatos de nuestra Arquidiócesis vivieron la fiesta de la Patria. En el inicio de la Semana de Reflexión por el Perú, convocado por el Arzobispado de Lima, decenas de comunidades, hermandades, cofradías, colegios, grupos juveniles, niños, sacerdotes y laicos, participaron activamente de un día de amistad social.

Con banderas peruanas, letreros coloridos, danzas folclóricas y cánticos, cientos recorrieron la ciudad para hacer un llamado a la reconciliación y regeneración de nuestro país.

En tanto, nuestro arzobispo de Lima, Monseñor Carlos Castillo, se unió al pasacalle organizado por el decanato 1, en el corazón del Rímac, para unirse al sentir de toda nuestra Iglesia.

«Es una gran alegría reunirnos para reflexionar por el Perú. Estoy sumamente agradecido a todas las parroquias y comunidades que, en este mes de la Patria, se han puesto en sintonía con las exigencias y los derechos de nuestro país, porque sabemos que nuestra Iglesia está para servir a la población, especialmente, a los más marginados y los más pobres», ha expresado el prelado.

El Primado del Perú afirmó que estamos aprendiendo a ser una Iglesia en salida que se solidariza con todas las búsquedas de nuestro pueblo y va abriendo el camino para que las cosas se resuelvan con claridad, pero, también, con ese proceso de respeto y reconocimiento que todo debe ir por el camino seguro de la solución eficaz y verdadera de nuestros problemas, y en función del servicio a las necesidades de los más humildes».

Cada 25 de julio se conmemora el Día de la Asistencia Social, fecha que nos recuerda la noble actividad de miles de personas anónimas que contribuyen significativamente para reducir las brechas de la desigualdad en el Perú. La misión de cada trabajador social, en palabras del Papa Francisco, es una oportunidad a colaborar en favor del bienestar general a través del amor hacia el prójimo.

La Iglesia de Lima reconoce y agradece el servicio de nuestros hermanos trabajadores sociales en los diferentes espacios donde se desarrollan. Y, de manera especial, de todos aquellos servidores que forman parte de la familia de Cáritas Lima, quienes, a través de sus diferentes líneas de acción, acompañan y ofrecen un trato digno en las periferias de nuestra ciudad.

En esta oportunidad, compartimos el testimonio de Yovina Segura Macavilca y Giovanna Rivera, trabajadoras sociales de Cáritas Lima.

Giovanna Rivera: «Mirar a tu prójimo y reconocer su dignidad»

Giovanna Rivera se desempeña como Especialista de Programas y Proyectos de Cáritas Lima. Esta joven profesional nos comentó que su mayor gratificación es «ser un agente de cambio a través de la planificación, diseño y ejecución de acciones o rutas que encaminan procesos de cambio en favor de las personas y las familias para atender su vulnerabilidad».

Pero el desafío más grande en su vida personal y profesional ocurrió durante la Pandemia. Por aquellos años, Rivera servía a comunidades parroquiales en el Rímac, acompañando en la asistencia a 17 ollas comunes que eran el sustento de unas 45 familias de alta vulnerabilidad. «Vivir ese proceso me marcó mucho como persona y como creyente, porque este camino me inspiró a seguir trabajando en favor de quienes más lo necesitan», señaló.

Hoy, como Especialista de Programas y Proyectos, Giovanna es responsable de la línea de acción estratégica de seguridad alimentaria, en la cual ejecuta la gestión de distribución de donaciones de primera necesidad entre los 21 distritos de nuestra Arquidiócesis. De igual manera, se encarga de la promoción de la educación alimentaria en los espacios de servicios alimentarios comunitarios.

En base a su corta pero fructífera experiencia, Giovanna Rivera hace un llamado a reconocer la dignidad de cada persona, sobre todo, a aquellos que son invisibilizados por la sociedad. «Acoger y ayudar a mejorar la situación del hermano que sufre es una manera de responder a la invitación del Papa Francisco que nos llama a vivir la sinodalidad”, refirió.

Caminar juntos es mirar al hermano, mirar a tu costado, mirar a tu prójimo, especialmente, a aquellos que son más vulnerables, porque son personas como tú, con derechos, con valores y sentimientos.

Yovina Segura Macavilca: “Fomentar la igualdad y la justicia social”

Por su parte, Yovina Segura Macavilca, también parte del equipo de Cáritas Lima, dedica su tiempo y servicio a la hospitalidad de cientos de personas enfermas y sus acompañantes que llegan del interior del país y no cuentan con los recursos económicos para su estadía temporal en la capital.

Como trabajadora social, Segura reconoce que en nuestro país «existen muchas injusticias que no son abordadas por nuestras autoridades». Por ello, una vía propicia para solucionar los problemas más apremiantes en temas de pobreza y vulnerabilidad es a través de los programas sociales que ofrece la Iglesia:

“A través de nuestro trabajo podemos fomentar la igualdad y la justicia social para garantizar que todas las personas tengan acceso a los mismos derechos y oportunidades, independientemente de su origen, género, orientación sexual, capacidad o situación socioeconómica, promoviendo su inclusión social y reconocimiento en la sociedad, especialmente, de aquellos que son marginados o excluidos por prejuicios, estereotipos o discriminación”, reflexionó.

En el Hogar Arzobispal, Yovina Segura se encarga de realizar el diagnóstico, seguimiento, acompañamiento y soporte emocional. “Una de las cosas que siempre recordaré es la época de Pandemia, una etapa muy difícil pero gratificante. Fui una de las personas que no descansó ningún día, nos encontrábamos disponibles casi las 24 horas. Trabajamos con personas en situación de calle, víctimas de violencia, personas mayores, niños en riesgo, entre otros. También trabajamos en redes y colaboración con otros profesionales, instituciones y organizaciones para abordar los desafíos sociales de manera integral y coordinada, buscando soluciones sostenibles y efectivas”, aseguró.

El fin de un trabajador social es buscar la inclusión social, brindar las mismas oportunidades para todos de forma participativa y ofrecer un trato con dignidad y respeto para todos.

Este 24, 25 y 26 de julio se llevará a cabo la Primera Semana de Reflexión por el Perú «El bien común en el Perú que amamos», con la participación de distinguidas autoridades académicas del ámbito eclesial, social y político. El evento se desarrollará de manera virtual y se transmitirá por el Facebook del Arzobispado de Lima.

Más de 500 personas ya se han inscrito a la Semana de Reflexión por el Perú, un espacio de formación y diálogo para abordar los temas más apremiantes que nos conciernen como sociedad y como Iglesia.

El tema central en la reflexión de estos días será: «El bien común en el Perú que amamos», y transcurrirá el 24, 25 y 26 de julio, de 6:00 pm. a 8:00 pm. Para participar basta con unirse a la transmisión diaria por el Facebook del Arzobispado de Lima.

Para ello, se han programado tres días de conversatorios divididos del siguiente modo:

Ponentes del lunes 24 de julio
– Julio Casas
Sociólogo con más de 12 años de experiencia en procesos de diálogo multiactor.

– Rolando Ames
Sociólogo, abogado, politólogo y político peruano.

– P. Raúl Pariamachi
Coordinador del Programa de Formación de Acompañantes de la Conferencia de Religiosas y Religiosos del Perú

Ponentes del martes 25 de julio
-Monseñor Juan José Salaverry
Obispo Auxiliar de Lima

-Cecilia Tovar Samanez
Filósofa, investigadora y responsable del equipo Iglesia y Sociedad del Instituto Bartolomé de las Casas.

– Monseñor Carlos Castillo
Arzobispo de Lima y Primado del Perú

Ponentes del miércoles 26 de julio
– P. Carlos Carrillo
Párroco de la Parroquia «La Preciosísima Sangre», de Cieneguilla

– Sylvia Cáceres
Secretaria General de Cáritas Lima

-Monseñor Guillermo Elías
Obispo Auxiliar de Lima

La Primera Semana de Reflexión por el Perú: «El bien común en el Perú que amamos» se desarrollará de manera virtual y se transmitirá por el Facebook del Arzobispado de Lima.

Central telefónica
(511)2037700