Tag

arquiactividades

Browsing

Acto de investidura contó con la presencia de Mons. Paolo Rocco Gualtieri, Nuncio Apostólico en el Perú, y Mons. Miguel Cabrejos, Presidente del Episcopado Peruano.

En su visita a la Diócesis de Chiclayo, los cardenales José Tolentino de Mendonça, Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación del Vaticano, y Robert Francis Prevost, Prefecto del Dicasterio para los Obispos, Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina y Obispo Emérito de Chiclayo, recibieron el 16 de noviembre la distinción más alta de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo (USAT): el título de Doctor Honoris Causa. 

También se entregó este reconocimiento a Mons. Jesús Moliné Labarta, Obispo Emérito de la Diócesis y Primer Gran Canciller de la casa de estudios.

«En el marco de los 25 años de creación de nuestra casa de estudios, es para mí un honor dar la bienvenida a esta ceremonia académica donde reconoceremos a tres académicos importantes para el mundo y nuestra institución». De esta manera, inició su discurso de bienvenida la rectora de la USAT, la Dra. Patricia Julia Campos Olazábal.

El primero en recibir esta distinción fue su Eminencia Reverendísima Cardenal José Tolentino de Mendoça, Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación de la Santa Sede, quien fue reconocido por su servicio a la Iglesia y a la cultura, y por su profunda investigación bíblica y teológica plasmada en su prolífica producción literaria.

«Ser miembro de la comunidad universitaria de Chiclayó será siempre para mí un orgullo y testimonio en muchas partes del mundo. Pido a Dios que esta intitución sea siempre una comunidad de estudiosos que representen diversos campos del saber humano y una institución académica en la que el catolicismo este presente», ha expresado el Cardenal José Tolentino de Mendoça.

Asimismo, la USAT otorgó el grado de ‘Doctor Honoris Causa’ a su Eminencia Reverendísima Cardenal Robert Francis Prevost Martínez, Prefecto para el Dicasterio de los Obispos, Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina y Obispo Emérito de Chiclayo, en mérito a la rigurosidad académica con que acercó el Derecho Canónico a la vida cristiana, conjugando prudencia de pastor y urgencia misionera con el servicio abnegado al Sucesor de Pedro y a las iglesias particulares.

«Una de los grandes desafíos que hoy tenemos en todas las universidades católicas es encontrar la mejor manera para enseñar y promover un modo de pensar que busca unir los esfuerzas de la Iglesia Católica en todos los sectores de la sociedad», fueron las palabras del Cardenal Robert Francis Prevost Martínez.

Finalmente, se distinguió al Excelentísimo Monseñor Jesús Moliné Labarta, Obispo Emérito de Chiclayo y Primer Gran Canciller de la USAT, quien fue reconocido por su dedicación a la educación y a la historia, y por dar inicio a la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo, contribuyendo así, con la evangelización de la cultura.

La solemne investidura estuvo presidido por el Administrador Apostólico de la Diócesis de Chiclayo, Mons. Guillermo Cornejo Monzón, quien entregó la medalla a cada candidato y les impuso el bonete laureado como símbolo antiquísimo y venerado del Magisterio, así como distintivo de sus estudios y merecimientos.

Este miércoles 15 de noviembre, la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) entregó la medalla de Honor R.P. Jorge Dintilhac SS.CC. a sus eminencias, los cardenales José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, y Robert Francis Prevost, prefecto del Dicasterio para los Obispos, presidente de la Pontificia Comisión para América Latina y Obispo Emérito de Chiclayo.

Ambos fueron recibidos por el Dr. Carlos Garatea Grau, rector de la Pontificia Universidad Católica del Perú; el Gran Canciller de la PUCP, Cardenal Pedro Barreto Jiménez; el Nuncio Apostólico en el Perú del Papa Francisco, Mons. Paolo Rocco Gualtieri.

También estuvo presente el Presidente del Episcopado Peruano, Mons. Miguel Cabrejos Vidarte; nuestro arzobispo de Lima, Mons. Carlos Castillo Mattasoglio; y el obispo auxiliar de Lima, Monseñor Juan José Salaverry.

El rector de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Dr. Carlos Garatea Grau, entregó la Medalla de Honor Jorge Dintilhac a los dos cardenales representantes de la Santa Sede.

«La visita de los cardenales Robert Prevost y José Tolentino Calaça de Mendoça demuestra de manera inequívoca que la relación que tenemos como Pontificia Universidad Católica del Perú con la Santa Sede y con la jerarquía de la Iglesia peruana es estupenda», expresó Garatea. «Además, es una relación fluida, de compañía, de diálogo y de una forma de buscar juntos siempre la mejora del bien común”, precisó.

Ante la presencia de sus eminencias, el Gran Canciller de la PUCP, cardenal Pedro Barreto, dijo: «Tenemos el privilegio, aunque sea de unas horas, de (recibir) a dos cardenales de la Iglesia. Para la Iglesia peruana, significa el reconocimiento importante de un obispo y hermano nuestro, como es el cardenal Robert Prevost. Él fue miembro de la Comisión Episcopal en la PUCP. Y el cardenal José Tolentino Calaça de Mendonça visita por primera vez a nuestra querida PUCP. Para nosotros, es un orgullo recibir a quien es como el ministro de Educación Católica de la Santa Sede, en representación del papa Francisco, para que la conozca directamente».

Después del recibimiento en las oficinas de Rectorado, todos se dirigieron al Complejo de Innovación Académica (CIA) para presentarse ante el Consejo Universitario, y entregar las Medallas de Honor R. P. Jorge Dintilhac a los cardenales Prevost y Tolentino. Los dos expresaron su alegría de estar en el campus de nuestra Universidad, así como el claro rol que la PUCP está teniendo como lugar de enseñanza.

«En su larga historia, la PUCP tiene un papel muy importante, sobre todo, en la preparación de las nuevas y futuras generaciones en cuanto a liderazgo y valores cristianos. La Universidad cumple un rol sustancial al tener presencia por ser católica. Además, puede enseñar tanto a la sociedad promoviendo valores, especialmente de paz, de diálogo, de saber resolver conflictos cuando los haya y que sufre el Perú tantas veces», comentó el cardenal Robert Prevost.

Por su parte, el cardenal José Tolentino Calaça de Mendonça manifestó: «La Universidad es, a su modo, una experiencia eclesial, porque es un lugar donde, por aquellas cosas que son específicas de una universidad –la búsqueda de la verdad a través de todos los saberes, la diversidad de los caminos del conocimiento–, todo eso, por fin, converge por la cuestión de los sentidos de nuestra existencia y de aquellas respuestas eternas a las grandes preguntas que el corazón del hombre, del ser humano, transporta siempre».

Durante su visita a la Pontificia Universidad Católica del Perú, el cardenal José Tolentino de Mendonça, Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, dedicó unas palabras a la comunidad universitaria sobre la importancia de una teología transdiciplinar comprometida con la realidad social.

Discurso del Cardenal Tolentino de Mendonça

Me alegra mucho poder visitarlos, aunque sea rápidamente, en este viaje cuyo destino es Chiclayo. Agradezco al cardenal Pedro Barreto y al rector Carlos Garatea por la invitación que me han hecho. Saludo a todos los presentes: autoridades eclesiásticas, civiles, académicas, así como también a los profesores y a los estudiantes de esta hermosa y querida Universidad. Quien les habla recibió del Papa Francisco la misión de darle “espíritu y realidad» al nuevo Dicasterio dedicado a acompañar y a promover la educación y la cultura en una indisoluble sinergia. Así la antigua Congregación para la Educación Católica, de la que ustedes conocen bastante, se ha fusionado con el Pontificio Consejo para la Cultura, con la finalidad de evangelizar la educación sin menoscabar la cultura, y la cultura como constante expresión de la educación. En palabras del Papa Francisco, se trata de convertir la educación en una tarea capaz de “cultivar sin desarraigar, hacer crecer sin debilitar la identidad, promover sin invadir” (Querida Amazonia, nro 28).

Ahora, bien, ¿cómo se aplicaría esta tarea, aquí, en esta Pontificia Universidad? Ciertamente que después de tantos años -más de cien- preguntas relacionadas con la identidad y con la misión hallan respuestas inmediatas y sopesadas. Esta Universidad, como reza su misión, “es una comunidad académica plural y tolerante, respetuosa de la libertad de conciencia y religión, inspirada en principios éticos, democráticos y católicos».

Con todo, vale la pena recordar que los constantes cambios que estamos viviendo nos impulsan a profundizar, sin descanso, en la identidad y en la misión de nuestras instituciones católicas. Es verdad que hay principios que no son negociables, pero también es cierto que, si no sabemos actualizarnos, correremos el riesgo de presentarnos como retrógrados o anticuados, o, lo que es peor, como adoradores del pasado que fue y que más nunca será. Por eso, se requiere valentía y creatividad para exponer aquello en lo que creemos y por lo cual actuamos. En otras palabras, me pregunto cómo decirle al universitario de hoy que la formación integral que ofrece la Pontificia ha sido inspirada en el Evangelio y en la milenaria experiencia educativa de la Iglesia. Cómo explicarle que no queremos ni pretendemos reducir su libertad, sino más bien hacerle entender que la humanidad necesita de seres humanos responsables, profesionales o inspirados en una experiencia integral de sentido. Cómo decirle a nuestra juventud que el presente y el futuro exigen cambios personales para lograr los cambios culturales. Reconozco que no es sencillo, pero, lleno de esperanza, puedo decir que es posible.

Al respecto, el papa Francisco escribió una contundente frase en su última exhortación Laudate Deum que, a mi modo de ver, merecía jornadas de reflexión personal, grupal e institucional. Dijo el Santo Padre: “No hay cambios duraderos sin cambios culturales, sin una maduración en la forma de vida y en las convicciones de las sociedades, y no hay cambios culturales sin cambios en las personas” (nro 70). 

En esta mañana, entonces, quisiera exponer, brevemente, un camino para suscitar el cambio en las personas (profesores y estudiantes). Cambio sin proselitismo y, sobre todo, con respeto a la propia libertad. Este camino tiene un nombre antiguo y un método, por así decirlo, novedoso. Se llama teología y a su criterio de estudio y aplicación se le conoce con el nombre de transdisciplinariedad. La teología, como afirma la Constitución apostólica Ex corde Ecclesiae, “desempeña un papel particularmente importante en la búsqueda de una síntesis del saber, como también en el diálogo entre fe y razón. Ella presta, además, una ayuda a todas las otras disciplinas en su búsqueda de significado, no solo ayudándoles a examinar de qué modo sus descubrimientos influyen sobre las personas y la sociedad, sino dándoles también una perspectiva y una orientación que no están contenidas en sus metodologías” (nro 19). Con ello se entiende que “la inteligencia humana se enriquece con la verdad superior que deriva del Evangelio” (nro 46). 

Cuando digo que acercarse a la teología para lograr ese plus en la inteligencia humana, me refiero a la incidencia del Departamento de Teología de esta Universidad, para decirle a la comunidad académica que existe la “necesidad de una auténtcia hermenéutica evangélica que ayude a comprender mejor la vida, el mundo, los hombres. No se trata de una mera síntesis sino de una atmósfera espiritual de búsqueda y certeza basada en las verdades de razón y de fe” (cf. Veritatis gaudium, Proemio, 3). 

Pero ¿cómo podría el departamento y los teólogos de esta casa de estudios alcanzar esta atmósfera? La constitución apostólica Veritatis gaudium del papa Francisco aconseja la transdisciplinariedad de la teología. Es decir, “no solo en su forma ‘débil’ de simple multidisciplinariedad, como planteamiento que favorece una mejor comprensión de un objeto de estudio, contemplándolo desde varios puntos de vista; sino también en su forma ‘fuerte’ de transdisciplinariedad, como ubicación y maduración de todo el saber en el espacio de Luz y de Vida ofrecido por la Sabiduría que brota de la Revelación de Dios“ (ibid, Proemio, 4c). 

La teología de esta Universidad, de acuerdo con las palabras que recientemente pronunció el Santo Padre a la Pontifica Academia de Teología, debe ser una teología fundamentalmente contextual, capaz de leer e interpretar el Evangelio en las condiciones en que viven diariamente los hombres y las mujeres, en los diferentes ambientes geográficos, sociales y culturales, y que tenga como arquetipo la Encarnación del Logos eterno, su entrada en la cultura, en la visión del mundo, en la tradición religiosa de un pueblo. Debe ser, además, una teología que goce de una dimensión sapiencial. Esto es, que contribuya al debate que existe sobre la necesidad de repensar el pensamiento, mostrándose como un verdadero saber crítico, como un saber sapiencial, no abstracto e ideológico, sino espiritual, desarrollado de rodillas, preñado de adoración y oración; una teología que sea un conocimiento trascendente y, al mismo tiempo, atenta a la voz del pueblo, por tanto, una teología “popular”, dirigida misericordiosamente a las heridas abiertas de la humanidad y de la creación, y, dentro de los pliegues de la historia humana, la que profetiza esperanza. 

Estimado hermano, su eminencia, cardenal Barreto, Gran Canciller de la Pontificia Universidad Católica del Perú, ilustre rector, vicerrectores y demás autoridades. He querido centrar este mi primer mensaje a la Universidad en la teología, con la intención de recordar la importancia de esta hermosa ciencia. Debemos convencer a los teólogos a ser transdisciplinares y a quienes no lo son a no tenerle miedo a la teología. Antiguamente, se llegó a decir, por desgracia, que la filosofía era la esclava de la teología. Hoy, muchos estudiosos y profesionales consideran a la teología como una disciplina sin fundamento, sin sentido. Les pido unir fuerzas, incluso con los profesores de la Pontificia y Civil Facultad de Teología de Lima, para lograr que la teología en esta Universidad se haga cargo de los desafíos: no solo de los experimentados dentro de la Iglesia, sino también de los que afectan a todo el mundo y que se viven por las calles de Latinoamérica. Que los profesores de teología no se conformen con una teología de despacho (cf. Francisco, Carta en ocasión de los 100 años de la Facultad de Teología de la Universidad Católica de Argentina). Ese es mi deseo para esta Universidad. 

Finalmente, agradezco a todos ustedes por la distinción que me han otorgado como Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación. Pido al Espíritu Santo que siga iluminando la misión educativa que ustedes realizan. Que María, sede de la sabiduría, los bendiga. 

Mucha gracias.

Cardenal José Tolentino de Mendoça
Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación

12/11/23 Confirmación PUCP. Oficiado por el Arzobispo Carlos Castillo © Victor Idrogo / Icónica

Más de 100 jóvenes estudiantes y egresados de la Pontificia Universidad Católica del Perú, recibieron el sacramento de la Confirmación de manos de Monseñor Carlos Castillo, arzobispo de Lima. La celebración tuvo lugar en el Coliseo Polideportivo de la universidad.

En su homilía, Monseñor Carlos Castillo reflexionó sobre la importancia de vivir la belleza de la fe a través del testimonio de los jóvenes, conversando sobre sus problemas, escuchando al Señor en cada situación de la vida, y tratando de entender cómo está presente el Espíritu en las relaciones humanas.

12/11/23 Confirmación PUCP. Oficiado por el Arzobispo Carlos Castillo © Victor Idrogo / Icónica

El arzobispo explicó que la Confirmación marca una nueva etapa en la vida de toda persona: ser un cristiano reflexivo que sabe re-pensar y vivir la fe como «un proceso creador ante la situación y el dolor ajeno, en cada circunstancia y en cada momento, no repitiendo fórmulas o petrificándose en costumbres».

El Primado del Perú, quien también se desempeña como docente del Departamento Académico de Teología PUCP, resaltó que la experiencia compartida en el CAPU durante este año de formación, es la «experiencia de la comunidad cristiana que sabe vivir en la diversidad y promover relaciones de amistad de generación en generación. Ahí es donde habita el Señor, en las relaciones humanas», acotó.

Necesitamos aprender a acoger lo bueno del pasado, recoger la inspiración del presente, caminar hacia el futuro con nuevas iniciativas y transformar la Iglesia sinodalmente.

12/11/23 Confirmación PUCP. Oficiado por el Arzobispo Carlos Castillo © Victor Idrogo / Icónica

En el marco de la VII Jornada Mundial de los Pobres, próxima a celebrarse este domingo 19 de noviembre, Cáritas Lima anunció una serie de actividades con el propósito de crear conciencia sobre la pobreza y la inseguridad alimentaria que se vive en el Perú.

Fuente: Caritas Lima

Cada domingo XXXIII del Tiempo Ordinario, la Iglesia católica en todo el mundo se une para conmemorar la Jornada Mundial de los Pobres, convocada por el Papa Francisco y cuyo lema de este año es “No apartes tu rostro del pobre”. Este llamado nos impulsa a promover la solidaridad y extender la mano a todos aquellos hermanos que, por diversas razones, viven en situación de vulnerabilidad.

Como Iglesia, nuestra opción siempre será por los pobres. Siguiendo el mandato del Evangelio, asumimos una responsabilidad solidaria de cuidar de nuestros hermanos y hermanas que enfrentan dificultades, especialmente ahora que nos encontramos en un momento crucial de post-pandemia COVID-19 y una crisis global que nos muestra el rostro más crudo de la pobreza.

Según la FAO, el año 2022 encuentra al Perú con 16.6 millones de peruanos y peruanas en inseguridad alimentaria, un aumento vertiginoso nunca antes observado en el país. Antes de la pandemia, el Perú estaba por encima de los 8 millones de personas en esta condición. Eso quiere decir que el impacto de la pandemia COVID-19 duplicó dicho número. ¿En qué se traduce esto? De acuerdo al INEI, en que 6 de cada 10 hogares han enfrentado la falta de alimentos y 7 de cada 10 han tenido que reducir su consumo de nutrientes, colocando al Perú en el país con mayor inseguridad alimentaria de Sudamérica.

Bajo esta mirada, Cáritas Lima, brazo social del Arzobispado de Lima, ha diseñado un programa de actividades para conocer y actuar frente a la realidad apremiante:

I. Integración con Lideresas de las ollas comunes / 17 Noviembre

Reconociendo el esfuerzo de las mujeres que lideran las ollas comunes para luchar incansablemente contra el hambre en sus comunidades, hemos convocado a 50 lideresas de diferentes parroquias para compartir con ellas una jornada de reflexión sobre su invaluable contribución a la sociedad. Es el momento de hacerles saber que no están solas y que caminamos, como Iglesia, junto a ellas.

II. Webinar: «Mirar con la lupa de la realidad: Pobreza e inseguridad alimentaria»

El viernes 17 de noviembre, desde las 7:00 pm., Caritas Lima organizará el webinar virtual «Mirar con la lupa de la realidad: Pobreza e inseguridad alimentaria». El webinario se transmitirá en vivo a través de las páginas de Facebook de Cáritas Lima y el Arzobispado de Lima, y tiene como objetivo sensibilizar a la comunidad universitaria y al público en general sobre la creciente pobreza en el Perú y su impacto en la inseguridad alimentaria. Monseñor Carlos Castillo, arzobispo de Lima, ofrecerá la apertura del evento con una reflexión pastoral sobre las dimensiones de la pobreza y la importancia de trabajar juntos para superarla.

El programa incluye dos temas fundamentales. En primer lugar, se abordará el “incremento de la pobreza urbana” en el Perú, destacando los desafíos que enfrentan las poblaciones urbanas en situación de vulnerabilidad. La segunda parte presenta las iniciativas de respuesta que hay desde sociedad civil y la academia para encarar la inseguridad alimentaria.

El encuentro virtual reunirá a importantes ponentes, entre ellos a Katherine Curi Quinto, responsable del Grupo de Investigación en Nutrición Poblacional y Seguridad Alimentaria, como representante de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL); Silvana Vargas Winstanley, directora de la Dirección Académica de Responsabilidad Social (DARS), en representación de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP); Inés Evaristo Chiyong, Gerenta de Diversidad, Inclusión, Sostenibilidad y Responsabilidad Social Universitaria (RSU), en representación de la Universidad Tecnológica del Perú; y Melva Acosta, presidenta de la Red de Ollas Comunes del Rímac.

III. Espiritualidad y Hospitalidad con adultos mayores / 18 Noviembre

El día central de la Jornada Mundial de los Pobres será un encuentro de integración con más 200 adultos mayores en situación de vulnerabilidad, a quienes la parroquia Santa Magdalena Sofía Barat en El Agustino brinda acogida.

Durante el evento, se llevará a cabo una feria de servicios sociales gratuita, donde contaremos con la participación de programas tales como Pensión 65, MIDIS, el Programa de Atención al Adulto Mayor del MIMP, la Plataforma de Atención a los Más Necesitados de la Municipalidad de Lima y CIAM – LIMA, quienes brindará orientación y atención a los adultos mayores asistentes.

La Santa Eucaristía, presidida por el Padre Arturo Alcos, será el momento espiritual de unión. Y, como broche de oro para concluir esta jornada de amor, nuestros invitados y voluntarios se reunirán para compartir un almuerzo, sellando así este día de caridad y fraternidad.

IV. Alegría y Caridad / 18 Noviembre

Cáritas Lima estará presente en el FestiUSIL, evento artístico y deportivo que se llevará a cabo el 18 de noviembre en el campus de la Universidad San Ignacio de Loyola. Durante este día, se realizará una importante campaña de recolección de alimentos no perecibles, como arroz, menestras, leche, aceite, conservas y azúcar, con el objetivo de alcanzar la meta de recaudar 2 toneladas de víveres.

Esta noble iniciativa tiene un propósito fundamental: brindar apoyo a las ollas comunes de las parroquias ubicadas en zonas altamente vulnerables ubicadas en los distritos de Rimac, Cercado de Lima, El Agustino, Pachacamac y Cieneguilla a las cuales Cáritas Lima entrega mensualmente 23 kits de víveres compuestos con productos alimenticios básicos, como avena, leche, menestras, conservas, arroz y otros elementos esenciales, que son fundamentales para brindar 45,000 raciones de alimento al mes. Esto se traduce en un total de 540,000 raciones al año que benefician directamente a las personas más vulnerables.

V. Misa central en Catedral de Lima / 19 Noviembre

Finalmente, en el día central de la Jornada Mundial de los Pobres, nos congregaremos en la Basílica Catedral de Lima para participar de la Eucaristía presidida por nuestro arzobispo de Lima, Monseñor Carlos Castillo.

Se ha publicado el Informe de Síntesis al término de la XVI Asamblea General del Sínodo sobre la Sinodalidad. Con vistas a la segunda sesión de 2024, se ofrecen reflexiones y propuestas sobre temas como el papel de la mujer y los laicos, el ministerio de los obispos, el sacerdocio y el diaconado, la importancia de los pobres y los migrantes, la misión digital, el ecumenismo, los abusos.

Leer síntesis de la XVI Asamblea General del Sínodo de los Obispos

Mujeres y laicos, diaconado, ministerio y magisterio, paz y clima, pobres y emigrantes, ecumenismo e identidad, nuevos lenguajes y estructuras renovadas, misiones antiguas y nuevas (también digitales), escuchar a todos y profundizar -no superficialmente- en todo, incluso en los temas más «controvertidos». Hay una mirada renovada sobre el mundo y la Iglesia y sus exigencias, en el Informe de Síntesis aprobado y publicado hoy por la XVI Asamblea General del Sínodo sobre la Sinodalidad. Tras cuatro semanas de trabajo, que comenzaron el 4 de octubre en el Aula Pablo VI, el evento eclesial concluye hoy su primera sesión en el Vaticano.

Unas cuarenta páginas del documento son el resultado del trabajo de la asamblea que «tuvo lugar mientras viejas y nuevas guerras asolan el mundo, con el drama absurdo de innumerables víctimas». «El grito de los pobres, de los que se ven obligados a emigrar, de los que sufren la violencia o padecen las consecuencias devastadoras del cambio climático ha resonado entre nosotros, no sólo a través de los medios de comunicación, sino también desde las voces de muchos, implicados personalmente con sus familias y pueblos en estos trágicos acontecimientos», se lee en el documento (Prólogo).

A este desafío y a muchos otros, la Iglesia universal ha intentado ofrecer una respuesta en los Pequeños Círculos y en los discursos. Todo confluyó en el Informe de Síntesis, dividido en tres partes, que traza el camino de los trabajos a realizar en la segunda sesión de 2024. A continuación compartimos el documento completo para ser leído y descargado de forma digital:

Leer síntesis de la XVI Asamblea General del Sínodo de los Obispos

La Conferencia Episcopal Peruana a través de Cáritas del Perú convocó a la Colecta Nacional “Mira con el corazón: no apartes tu rostro del pobre” que tendrá como día central el próximo domingo 19 de noviembre a propósito de la VII Jornada Mundial de los Pobres.

“Los invito a sumarse solidariamente, acoger e integrar todos los peruanos a través de la red más grande del Perú que es la Iglesia Católica. Que Cáritas sea la caricia de nuestra iglesia especialmente de los más pobres y olvidados”, señaló el Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, durante la ceremonia de lanzamiento.

A su turno, el Nuncio Apostólico en el Perú, Monseñor Paolo Rocco Gualtieri, destacó el amor que tiene Cristo con el Pueblo de Dios y exhortó que “tenemos que mirar como Cristo nos mira con compasión a cada uno de sus hijos”. Cáritas fortalece la mirada de amor con nuestro pueblo, es el momento de convertir nuestra fe en una realidad concreta, apuntó.

“Esta colecta se sitúa en la jornada de oración por el pobre y es un intercambio sencillo que produce un fondo que se convierte en fondo concursable para hacer proyectos de prevención y de carácter mitigable ante los fenómenos naturales que se avecinan”, anotó el Arzobispo de Lima, Monseñor Carlos Castillo Mattasoglio.

Finalmente, el Primer Vicepresidente de Cáritas del Perú, Mons. Guillermo Cornejo Monzón, saludó el gran apoyo de las Cáritas diocesanas para alcanzar el objetivo porque tenemos que mirar con el corazón y apoyar a todos los hermanos que nos necesitan y nos necesitarán por mucho tiempo.

La colecta nacional de Cáritas del Perú aprovisionará un Fondo de Emergencia para facilitar una respuesta rápida en situaciones de emergencia a nivel nacional o regional.

Para hacer realidad este fondo, el Secretario General de Cáritas del Perú, Manuel Huapaya,invitó a todas las empresas, instituciones y personas de buen corazón que desean colaborar con la campaña a donar a través de las siguientes cuentas bancarias:

BANCO DE CRÉDITO DEL PERÚ – CÁRITAS DEL PERÚ
Cta. Soles: 193-1572690-0-56CCI: 002-193001572690056-14

Cta. Dólares: 193-1569857-1-49 
CCI: 002-193001569857149-12

BBVA
Cta. Soles: 0011-0661-0200060789 
CCI: 011-661000200060789-61

Así como a través del Yape: 996 379 390 

Con tu ayuda podremos marcar la diferencia en la vida de las personas más vulnerables de nuestro país y brindarles un rayo de esperanza.

La comunidad parroquial Inmaculado Corazón del distrito de La Molina participó en la Toma de Posesión de su nuevo Párroco, el Padre Martín Herrera. La Eucaristía estuvo presidida por el arzobispo de Lima, Monseñor Carlos Castillo.

La ceremonia tuvo lugar el último domingo 05 de noviembre, donde también se hicieron presentes sacerdotes amigos del decanato 12, entre ellos: el Pbro. Rafael Reátegui, Pbro. Carlos Carrillo, Pbro. César Valdivia, Pbro. Santiago Caballero, Pbro. Hermes Cama y el Pbro. Tomás Garván.

En su Homilía, Monseñor Castillo reflexionó sobre la importancia de la misión y vocación del sacerdote: “El Señor vino a anunciar a Dios y a refundar el sacerdocio porque, en sus orígenos, los sacerdotes de Israel solo fueron los servidores del rey. Pero con Jesús aprendimos que todo Pastor ha venido para servir y acompañar a su comunidad», indicó.

Nuestro arzobispo explicó que nuestra misión en la Iglesia es progundamente humana, por lo que debemos vivir el hermanamiento y buscar maneras de pacificar todo tipo de situaciones, especialmente, aquellas que son más difíciles. Por eso, el sacerdote cumple un rol fundamental: cuidar de su pueblo, pero no como político, sino como humanizador.

“Nuestra tarea, la tarea de la Iglesia, es afrontar las situaciones más difíciles, inclusive, las situaciones de crisis social, política, económica, ecológica, pero siempre desde el punto de vista del aporte del Evangelio a la humanización de la sociedad”, remarcó.

El Monseñor Carlos hizo hincapié en la necesidad de ir al fondo de la vida humana para encontrar una solución a los problemas. Y reiteró que la Iglesia «no es de derecha, ni de izquierda, ni de centro… somos del fondo de la vida humana, somos de Dios. Todos somos hijos e hijas de Dios, llamados a ser hermanos los unos de los otros, reconociendo a Dios como el mismo Padre”.

Finalmente, dirigiéndose al Padre Martín, el arzobispo de Lima le pidió «encaminar la vida de esta comunidad parroquial que confío en tus manos».

Querido Martín, tu juramento a todas las leyes y concepciones de la Iglesia fielmente, obedece a lo que el Señor nos ha invitado: a ser hermanos y construir una Patria con un valor cristiano que se propone, no se impone. Y esto implica un proceso de paciencia y de comprensión.

Unidos en espíritu sinodal, los principales responsables de las comisiones pastorales de las parroquias de Lima se congregaron en la Basílica Catedral de Lima para participar en el proceso de evaluación del Plan Pastoral Arquidiocesano. El evento contó con la presencia de nuestro arzobispo Carlos Castillo, quien escuchó todas las intervenciones, aportes y conclusiones compartidas en asamblea.

Desde el año 2019, nuestra Iglesia de Lima ha promovido espacios de diálogo y escucha para recoger el sentir del Pueblo de Dios. En enero de 2020, tuvimos la primera gran Asamblea Sinodal Arquidiocesana, con la participación de más de 800 agentes pastorales, laicos, religiosas y sacerdotes de nuestra jurisdicción eclesiástica.

En julio de 2022, superada la Pandemia, la Iglesia de Lima vivió un nuevo proceso de reflexión comunitario con el desarrollo de la Semana Sinodal. Esta fue una oportunidad para entrar en contacto directo con distintos grupos humanos y realidades, entre ellos, las madres de las ollas comunes, las mujeres, los migrantes, las universidades, la vida consagrada y los empresarios.

Los frutos de cada iniciativa se han ido consolidando en este camino de reforma iniciado por la Iglesia de Lima. Por ello, en concordancia con este proceso, la Vicaría Episcopal de la Pastoral Arquidiocesana, liderada por el Padre Juan Goicochea, convocó a los grupos más representativos de nuestra Arquidiócesis para comenzar una etapa de evaluación sobre el año pastoral vivido.

Hacia un Plan Pastoral conjunto en la Iglesia de Lima

Fueron alrededor de 300 personas las que llegaron a nuestra Catedral de Lima, entre los que destacan: responsables de los consejos pastorales (CPP) y equipos de animación pastoral (EPAP) de cada decanato, párrocos, responsables de otras áreas del Arzobispado, religiosos y seminaristas. Todos reunidos para reflexionar sobre la implementación del Plan Pastoral 2023. Iglesia de Lima: comunitaria y solidaria, participativa y misionera, documento presentado a inicios de este año (leer aquí).

El propósito de esta evaluación, según se explicó, es avanzar en el fortalecimiento de un plan pastoral conjunto que «promueva y refuerce los vínculos de fraternidad en todas las instancias de nuestra Arquidiócesis». Ello implica, por tanto, «asumir los retos y desafíos de la Iglesia sinodal, samaritana y en salida, desde la espiritualidad de comunión y participación».

¿Qué reacciones está provocando en ti y en tu Comisión/Área Pastoral, la propuesta del actual Plan Pastoral? ¿Qué aciertos y dificultades ha supuesto? ¿Qué otras realidades exigen ser atendidas?¿Qué sugerencias proponen para el próximo año pastoral?, son algunas de las preguntas que se formularon a los participantes.

Divididos en grupos, cada comunidad presentó una síntesis con las respuestas a cada pregunta. El plenario fue compartido en una mesa conformada por agentes pastorales, sacerdotes y nuestro arzobispo de Lima.

Un Plan Pastoral en función al camino de la gente

En su intervención, Monseñor Carlos Castillo agradeció «toda la riqueza» compartida en el plenario. El Prelado afirmó que la implementación de un plan pastoral supone el intento de avanzar hacia un camino comunitario, sin embargo, como todo «proceso de entrada», es normal que la aceptación general tome algo de tiempo.

El Primado del Perú habló sobre la importancia de movilizar la Iglesia a través de la gran diversidad cultural de su pueblo, de manera tal que se pueda integrar las actividades del año litúrgico con actos civiles y pastorales dentro del ciclo histórico en que nos encontramos. Las acciones significativas parroquiales o decanales, entonces, tienen que «recoger las historias de nuestros barrios» y las «situaciones que vivimos».

En otro momento, Monseñor Carlos recordó que la sinodalidad nos aporta una manera de hacer la Iglesia donde podamos «discernir y ver qué es más adecuado y justo en una circunstancia, especialmente, en la vida parroquial diaria».

Como el Plan pastoral se hace en función al camino de la gente, tenemos que pensar en uno donde tengamos en cuenta cómo la gente va andando y cómo podemos responderle.

Todos los aportes compartidos en la evaluación de este año pastoral arquidiocesano serán consolidados en un documento que trazará el camino de un nuevo Plan Pastoral para el periodo 2024. La planificación de este proyecto se desarrollará el próximo 1 y 2 de diciembre en Catedral de Lima.

La noche del domingo 29 de octubre se llevó a cabo la Toma de Posesión de la Parroquia Nuestra Señora de las Mercedes en Barrios Altos – Cercado de Lima, por el Padre Tomás Garban. La emotiva ceremonia fue presidida por nuestro arzobispo de Lima, Monseñor Carlos Castillo y concelebrada con los sacerdotes que integran el decanato 2 de la Arquidiócesis.

Al inicio de su Homilía, Monseñor Castillo se dirigió a toda la comunidad para agradecerles por el cariño hacia su nuevo Párroco: “Es importante hacer un cambio para que las cosas siempre se lleven bien en la Iglesia y para que aprendamos a tratarnos con respeto y, sobre todo, con cariño”.

Nuestro arzobispo explicó el significado del nombre de la Parroquia de Barrios Altos, indicando que la palabra «Mercedes» quiere decir «regalo». Por tanto, hacer una merced a alguien se refiere a estar a su merced, a su servicio, es decir, «regalar nuestro servicio a los demás”.

Retomando la idea central del Evangelio de San Mateo (5,1-12), que nos habla sobre el mandamiento más importante de todos: “Amarás al Señor, Tu Dios, con todo tu corazón, con todas tus fuerzas, con toda tu alma” y “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, Castillo Mattasoglio indicó que ambos mandamientos se complementan y están basados en el amor: «Para poder obedecer el mandamiento de la ley de Dios, hay que tener una actitud humana que pueda acoger ese amor y desarrollarlo en nosotros. Nosotros no amamos a Dios simplemente porque lo buscamos, sino porque Él nos da su gracia para amarlo”, aseveró.

“Todo cristiano tiene que ser el testigo del amor que ha recibido. Y eso tiene mucha importancia para el Párroco, porque todo Párroco no solamente es el Padre que viene en nombre de Dios a predicarnos el Evangelio, sino a decirlo con el sabor, el color y la forma de hablar de los mercedarios”, reflexionó el Monseñor Carlos.

Y dirigiéndose al Padre Tomás Garban, el Primado del Perú recordó que, cuando las cosas se hacen en base al amor y la hermandad, los problemas se pueden resolver con la inspiración del Espíritu del Señor:

“Sabemos que hay males en el barrio y problemas, pero cuando hay cariño, amistad, amor, esas cosas se van evaporando producto de la intensidad del amor y el servicio que hacemos. Por eso, sobre todo, quisiera especial atención, querido Tomás, con los jóvenes de nuestro barrio, porque tenemos bastantes que nos necesitan. Que esta casa sea de todos, especialmente de todos ellos, para que todos sientan que esta es su casa”, recalcó el prelado.

Central telefónica
(511)2037700