Actividades

Guillermo Acero: «Sinodalidad, verdadero camino de Evangelio»

Con 32 años de sacerdocio, el rector del Seminario Santo Toribio de Mogrovejo, Guillermo De Jesús Acero, nos invita a reflexionar sobre los retos de la sinodalidad en América Latina, el legado pastoral de Toribio en nuestra Arquidiócesis, y la importancia de promover una visión integral en la formación vocacional.

Compartimos la entrevista concedida a nuestra Oficina de Prensa:

Toribio de Mogrovejo: defensor de las causas de los indios

A vísperas de celebrar la Fiesta de Santo Toribio de Mogrovejo, el Padre Guillermo De Jesús, de la congregación de Jesús y María (Padres Eudistas), destacó el rol laical de Toribio y su cercanía a las dificultades sociales de su época: «Siendo arzobispo, pensaba y vivía con la sensibilidad de un laico frente a la realidad que vivía en su entorno, defendiendo la dignidad de los indios y sintiéndose tan arzobispo en esas causas como también viviendo los sacramentos».

Este tipo de sensibilidad no es común de la época – explicó – porque representaba un «espíritu de renovación de la Iglesia» para «responder a retos muy concretos en la identidad católica». Toribio siempre estuvo interpelado por la realidad, aprendió quechua por voluntad propia y sintió un llamado especial para comunicarse.

El gran aporte de Santo Toribio fue mostrarnos la figura de un Pastor completo con una visión integral de lo que significa ser cristiano y servir a los más pobres desde la Palabra de Dios.

Cuidado de la vida espiritual, intelectual, comunitaria y apostólica

Para el rector del Seminario Santo Toribio, la formación del ser humano debe abarcar todos los aspectos y dimensiones de la vida, equilibradas y armonizadas. Esta visión de un ser integral implica el cuidado de la vida espiritual, intelectual, la vida comunitaria y la actividad apostólica.

«No eres solo sacerdote o ministro de la Iglesia cuando estás dentro del espacio sagrado o dentro del rito. Lo eres integralmente en todos tus aspectos, en tu afectividad, en tus relaciones con los demás, en tu papel, en tu rol como un ciudadano que vive lo que los otros viven en la sociedad civil», ha recordado el Padre Acero.

Sinodalidad: no es una estrategia de populismo, es un verdadero camino de Evangelio

A pocos meses de la Segunda Sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, el rector del Seminario Santo Toribio considera que la Iglesia en América Latina tiene el gran desafío de responder, desde una visión más en diálogo, a las necesidades y realidades que nos interpelan.

«Tenemos que entendernos en la dinámica de caminar juntos, empezando por los de casa, pero, también, con otros que no son necesariamente de casa y tienen la expresión de mil problemáticas. Esto supone, en el modelo de camino sinodal, que hay que escuchar y escuchar hasta el infinito lo que vamos percibiendo y va ocurriendo en el mundo, porque no siempre se responden con las formas o fórmulas habituales», reflexionó.

La Iglesia está llamada a escuchar y tiene que ser humilde para escuchar. No es simplemente una estrategia de populismo, sino que es un verdadero camino de Evangelio. Es el camino de Emaús de Jesús que escucha la discusión de los discípulos y es capaz de entrar en diálogo con ellos para construir, desde ellos, esta nueva realidad pascual.

Llamados por el Señor en las circunstancias de la vida

A pocos días de haber celebrado la 61 Jornada Mundial de las Vocaciones, Guillermo De Jesús recuerda que todos somos llamados por el Señor. Y, por tanto, debemos estar preparados para responder a ese llamado en cualquier circunstancia de la vida.

La preocupación por el desarrollo de las vocaciones – afirma el rector- es un tema de cultura vocacional, es decir, «convertir la vocación en un tema ordinario» en donde todos nos preguntemos a qué me está llamando el Señor a servir: «No es solo un hobby o un gusto, no es solo hacer un trabajo, también es un ministerio», acotó.

«El cristiano no se entiende solamente como alguien que “recibe” de los jerarcas o de los ministros, la gracia y el conocimiento, sino que también se siente partícipe de ese mismo conocimiento; se siente también ministerial toda la Iglesia, se siente discípula, se siente misionera», puntualizó.

Iglesia de Lima: su ADN es la misión y la evangelización

Para el Padre Acero, la Iglesia de Lima tiene «un ADN único que se convierte en toda una convicción desde sus orígenes», por lo que su acento está en la misión y evangelización, en ese caminar y crecer juntos que hemos aprendido con Toribio de Mogrovejo.

Y dirigiéndose a nuestra Iglesia de Lima, agregó:

El Señor me trajo aquí también para aprender de esta Iglesia limeña y caminar con ella.

«El mensaje que puedo tener para todos los que se están esforzando por construir esta Iglesia, por afianzarla y por proyectarla en un futuro de esperanza, es justamente eso: Primero, estoy a su servicio. Segundo, hay que seguir y no desanimarse. Tercero, hay que seguir reforzando todos esos mecanismos de comunión, de participación y de misión, como la última asamblea arquidiocesana que tuvimos para enviar nuestro aporte al Sínodo».

Central telefónica
(511)2037700