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El Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Mons. Carlos Castillo, junto a los dos obispos auxiliares de Lima, Mons. Guillermo Elías y Mons. Ricardo Rodríguez, tuvieron un saludo fraterno con el Papa Francisco al término del Curso Anual de Formación para los Nuevos Obispos que se realizó en Roma del 4 al 12 de septiembre.

Arzobispo de Lima, Mons. Carlos Castillo en encuentro fraterno con el Papa Francisco

Esta mañana, los pastores de Lima participaron de la celebración eucarística en la Basílica de San Pedro presidida por el Cardenal Marc Ouelett. Al término el Papa Francisco se reunió junto a los 105 nuevos obispos del mundo nombrados en el último año por Su Santidad.

La delegación peruana está conformada por seis nuevos obispos: Mons. Carlos Castillo (Arzobispo de Lima y Primado del Perú), Mons. Guillermo Elías (obispo auxiliar de Lima), Mons. Ricardo Rodríguez (obispo auxiliar de Lima), Mons. Giovanni Cefai (obispo de Huancané-Arequipa), Mons. Ciro Quispe (obispo de Juli-Puno), y Mons. Timoteo Solórzano (obispo auxiliar de Trujillo).

Mons. Guillermo Elías, Mons. Ricardo Rodríguez, y Mons. Carlos Castillo saludaron al Papa Francisco

En su mensaje dirigido a los nuevos obispos (leer discurso completo), Francisco recordó que «la cercanía a Dios es la fuente del ministerio del obispo»:

«Dios nos ama, se hizo más cercano de lo que hubiéramos podido imaginar, tomó nuestra carne para salvarnos. Este anuncio es el corazón de la fe; debe preceder y animar todas nuestras iniciativas. Existimos para hacer palpable esta cercanía», expresó.

Convertirnos en panes partidos para la vida del mundo

«No se puede comunicar la cercanía de Dios sin tener experiencia de ella – prosiguió – sin experimentarla cada día, sin dejarse contagiar por su ternura».

«A través de la oración le damos al Señor la ciudadanía dondequiera que vivamos. Sintámonos, como san Pablo, tejedores de tiendas (cf. Hch 18, 3): apóstoles que permiten al Señor habitar en medio de su pueblo (cf. Jn 1, 14)».

Francisco explicó que estando cerca del Dios de la proximidad, crecemos en la conciencia de que nuestra identidad consiste en hacernos cercanos: «Este es mi Cuerpo ofrecido por ustedes», decimos en el momento más alto de la ofrenda eucarística por nuestro pueblo. Nuestra vida brota de aquí y nos lleva a convertirnos en panes partidos para la vida del mundo, remarcó.

Atender a los últimos, a los pobres

«El termómetro de la cercanía es la atención a los últimos, a los pobres, que ya es un anuncio del Reino – dijo en otro momento – Llevar una vida sencilla es dar testimonio de que Jesús es suficiente para nosotros y de que el tesoro del que queremos rodearnos está constituido más bien por aquellos que, en su pobreza, nos lo recuerdan y lo representan: no pobres abstractos, datos y categorías sociales, sino personas concretas, cuya dignidad nos es confiada como padres».

El Papa exhortó a los nuevos obispos a «ser capaces de escuchar el latido de sus comunidades y de sus sacerdotes, incluso a distancia: sentir el latido. Pastores que no se contentan con presencias formales, reuniones de agendas o diálogos de circunstancias».

También pidió «no dejar a la gente esperando y no ocultar los problemas debajo de la alfombra. Por tanto, deben ser cercanos, estar en contacto con las personas, dedicarles más tiempo que a los despachos. No temer el contacto con la realidad, que hay que conocer y abrazar”.

Lima se hizo presente en el Retiro de Sacerdotes de Renovación Carismática Católica Latinoamericana a través de la participación de nuestro Obispo Auxiliar Monseñor Guillermo Elías. El encuentro reunió a cientos de sacerdotes extranjeros que se congregaron en el Santuario de Nuestra Señora de Aparecida (Sao Paulo-Brasil) entre los días 19 al 22 de agosto.

El Retiro de Sacerdotes de Renovación Carismática Católica Latinoamericana es una oportunidad para compartir momentos de gracia, formación, renovación del compromiso y espiritualidad por medio del Espíritu Santo.

Convivencia fraterna

En esta ocasión, Monseñor Guillermo Elías participó de varios días de convivencia fraterna, momentos intensos de oración y conversatorios. El retiro fue patrocinado por el Consejo Católico Carismático Latinoamericano (CONCCLAT) y RCCBRASIL.

“Este retiro latinoamericano de sacerdotes es una gran oportunidad para ofrecer al clero, cuya vocación proviene del derramamiento del Bautismo en el Espíritu Santo, la profundización de su identidad para una poderosa evangelización», comentó Katia Roldi Zavaris, Presidente del Consejo Nacional de Renovación Carismática de Brasil.

Como se sabe, Brasil es uno de los países con la mayor representación de carismáticos en el mundo: más de 12 mil grupos de oración, comunidades, acciones, proyectos e institutos vinculados a la Renovación Carismática Católica que comparten la misma espiritualidad y características.

En total fueron más de 100 sacerdotes latinoamericanos reunidos en aparecida (SP), más de 200 sacerdotes brasileños, y distintos representantes eclesiales de los Estados Unidos.

Jesús pone su mirada en «los despreciados, los insignificantes», porque ellos «serán los primeros”. Fueron las palabras de Monseñor Guillermo Elías, Obispo Auxiliar de Lima, durante la reciente edición del programa Diálogo de Fe. Aquí la entrevista completa:

Jesús se fija en los últimos, los insignificantes

Al ser consultado sobre el evangelio del XXII Domingo del Tiempo Ordinario – «Porque el que se engrandece a sí mismo, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido” (Lc 14, 1.7-14: ), Monseñor Elías explicó que el tema central de la predicación de Jesús fue «reconocer aquel valor que a veces no entendemos, enaltecer al que se humilla y al que se enaltece realmente ubicarlo en su propia realidad, traerlo a su realidad».

Cuando Jesús expresa su voluntad de que los últimos serán los primeros está planteando «criterios completamente nuevos» que choca con los criterios del «fariseísmo». Él pone su mirada en «los despreciados, los insignificantes», ellos «serán los primeros.”

Así como Dios actúa con nosotros, nosotros tendríamos que actuar entre nosotros

En otra parte de la entrevista, Monseñor Guillermo se refirió a las palabras del Santo Padre donde afirma que debemos obedecer a Dios antes que a los hombres: “Hay que remitirnos a ese Dios que piensa diferente, a ese Dios que nos concibe diferente, ese Dios que espera que actuemos de acuerdo a su criterio”, agregó.

La identificación de Rosa de Lima con el pobre

Refiriéndose a la Solemnidad de Santa Rosa de Lima, el obispo auxiliar comentó que es importante «contextualizar la vida de Rosa con la realidad de hoy y la identificación de Rosa con el pobre, el desvalido, el indio, el negro».

«Esa identificación con el dolor de la cruz, es con el hermano; entonces a veces nos hemos quedado con una Rosa con ciertas cosas anecdóticas que son buenas, pero yo creo que hay que releerla y contextualizarla hoy. Una laica que es un modelo de vida para todos.”

La Iglesia debe trabajar por la familia

Al abordar el tema de las crisis familiares que se viven en la actualidad, el obispo auxiliar indicó que la “familia es un espacio donde se están suscitando una serie de cambios»¿Por qué no duran los matrimonios? – preguntó – porque realmente son dos personas carentes que se unen a veces buscando que el otro resuelva mis necesidades, y no queriendo juntos construir un vínculo»

«En la medida que abandonemos el trabajo por la familia se pone en peligro el futuro de la humanidad, entonces, tenemos que trabajar, y eso es lo que voy a intentar aportar en la arquidiócesis”, concluyó.

Monseñor Ricardo Rodríguez, Obispo Auxiliar de Lima, participó en la reciente edición del programa ‘Diálogo de Fe’ que conducen semanalmente los periodistas Fernando Carvallo y Carlos Villarreal. Aquí el video:

Para Monseñor Ricardo, el trabajo de la Iglesia va acompañado con un trabajo en conjunto con las familias:“Uno de los elementos que me parecen fundamentales es el trabajo con las familias. Nosotros hemos visto cómo la realidad ha ido dando nuevos desafíos pero también nuevas riquezas, a veces tenemos una mirada muy pesimista de las familias, nosotros vemos con mucha esperanza este trabajo”, comentó.

En ese sentido, el obispo auxiliar ve en la catequesis una manera de entrar a las familias, pero aclara que la Iglesia debe hacerla más atractiva: “tenemos que hacer una catequesis más atractiva, yo creo que hay que entender bien lo que es la misma Iglesia, la misma religión, la vivencia que tenemos de fe, entonces si la familia, si las personas entienden que la Iglesia no es solamente sacramentos, que la vida de fe no es solamente la misa sino que va más allá de eso. Corre de nuestra cuenta mostrarles esa dimensión, ese rostro, de que la dimensión religiosa del hombre va más allá del rito y que trasciende en la vida.”

La salvación pasa por la capacidad de sentirte hermano

Comentando el evangelio del domingo (Lucas 13, 22-30), Monseñor Rodríguez se refirió a la salvación como “la capacidad de sentirte hermano” y destacó que hay que buscar que los demás también se salven ya que la salvación es “una cuestión de preocuparme por ti y preocupándome por ti yo también me salvaré.”

“Jesucristo dice: “Los últimos serán los primeros” ¿Qué quiere decir?  Los que nosotros hemos hecho los últimos, los que los hombres nos hemos encargado de poner atrás en la cola, esos Dios los pondrá delante, los hombres somos como decimos a veces en la escuela, la formación y con diversos criterios y Dios vendrá y dirá: “no, no, están mal formados, estos que están atrás que pasen adelante” o sea, los criterios no son nuestros criterios, nosotros nos hemos encargado de marginar, y ahí está el error, pensar que solamente los buenos nos vamos a salvar, los que vamos a misa, los que rezamos, los que damos limosna y el que no, ese no se salva.”

La Iglesia debe buscar nuevos métodos

«Hay una batalla que Cristo nos hablaba siempre, hay una batalla interior que se libra dentro de cada uno de nosotros” comentó el obispo, “por dentro, algo te dice haz esto, pero la otra mitad te dice que no lo hagas, esa lucha también se da afuera, los  cristianos estamos preparándonos y siempre es constante esa batalla externa.”

“¿Por qué es tan difícil entrar en la sociedad? Porque estamos luchando contra toda una corriente, las influencias. Alguien discutía sobre qué debemos hacerle leer a los niños y alguien le decía: “oye, pero si el niño tiene internet, por más que tu lees esto, el niño va a tener acceso a lo otro” entonces tenemos que entrar en esa dinámica, por eso es que la Iglesia tiene que buscar nuevos métodos.”

“La hipocresía lleva a la muerte del alma”- Papa Francisco

En otra parta de la entrevista, Monseñor Rodríguez se refirió a las palabras de Francisco en donde afirma que “la hipocresía lleva a la muerte del alma”, y explica que el Papa “habla de la hipocresía en el compartir, porque la hipocresía tiene diversos rostros y los rostros van cambiando con el tiempo

La hipocresía se refiere a que estamos frente a situaciones donde revestimos las cosas, las disfrazamos, le ponemos colores a lo que ya tiene color propio.

“El Papa se refiere al que ayuda de manera hipócrita para obtener un beneficio, para aparecer, para figurar, para que le reconozcan, por eso dice: “Ser sinceros en la caridad”  porque la hipocresía, refiriéndose a ello, mata el alma y no solo el alma de la persona, de las instituciones, o sea, mata el alma de las organizaciones.”

Ser santos en la vida diaria

Para finalizar la entrevista, el obispo auxiliar de Lima se refirió a la festividad de Rosa de Lima que nuestro país celebra el próximo 30 de agosto: “la gran enseñanza de Santa Rosa es ser santa en la vida diaria, ya que siendo una mujer laica, supo vivir su cristianismo haciéndose hermana de los más vulnerables”.

Santa Rosa “era una mujer que tenía oración, sacrificio, esfuerzo pero también caridad. La figura de Santa Rosa hay que redescubrirla, hay que proponerla nuevamente, no la hemos terminado de profundizar”, expresó.

La Iglesia de Lima fue testigo de la Ordenación Episcopal de los Obispos Auxiliares de Lima: Mons. Ricardo Rodríguez y Mons. Guillermo Elías, en la Basílica de la Catedral de Lima este sábado 6 de julio. La ceremonia fue presidida por el Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Monseñor Carlos Castillo.

La misa de ordenación contó con la presencia del Nuncio Apostólico en el Perú, Mons. Nicola Girasoli; el presidente de la CEP y el CELAM, Mons. Miguel Cabrejos; el Arzobispo de Huancayo, Cardenal Pedro Barreto; obispos y sacerdotes de la arquidiócesis de Lima, y todo el pueblo de Dios.

Entrega del palio arzobispal

Al inicio de la celebración Eucarística, el Nuncio Apostólico en el Perú, Mons. Nicola Girasoli realizó el rito de imposición del palio arzobispal, tal y como está previsto en la Carta enviada por el Maestro de Ceremonias Pontificias en 2015, es decir, después que el Arzobispo Metropolitano haya recibido el palio de manos del Papa en Roma en la celebración de los Apóstoles Pedro y Pablo, el Representante Pontificio del respectivo país lo impone en la diócesis de origen, un rito que expresa la sinodalidad y comunión en la Iglesia. 

«Vamos a comenzar esta solemne celebración de la  ordenación de los dos hermanos nuevos Obispos Auxiliares de Lima con la entrega del palio a nuestro querido Arzobispo Carlos Castillo, un gesto de humildad, un símbolo de unidad, un símbolo que nos une de manera especial al Santo Padre», comentó Mons. Nicola Girasoli en el inicio de la celebración eucarística.

Inspirados en el Espíritu para servir

Durante la homilía, Monseñor Castillo recordó que «Dios nos ama gratuitamente y, por tanto, es buena noticia, sobre todo para los que sufren en una sociedad y en un mundo donde cada vez nos volvemos más vulnerables, donde las heridas aparecen fuertemente y en diversas formas, donde las formas sociales del mal se multiplican, como la corrupción, el maltrato a las personas, la destrucción de las relaciones humanas, la destrucción de la familia».

Es por eso que hay un clamor profundo por encontrar una salida que sea satisfactoria a través de «algo más profundo que la simple planificación de alternativas, las cuales deben encontrarse en el Espíritu Santo. El Espíritu es capaz de hacer que todos nosotros nos pongamos en disposición a servir y a reparar esas heridas».

Guillermo y Ricardo: dos amigos de la Iglesia

«Guillermo y Ricardo, son para nosotros los amigos del camino de tantos años de sacerdocio» – añadió el Arzobispo de Lima «los hemos visto en sus diversas parroquias con su gente, acoger, animar, alentar, acompañar, estar cerca y el Santo Padre ha decidido elegirlos a ellos».

«Yo personalmente estoy muy agradecido, porque cuando por primera vez fui nombrado párroco, ellos me enseñaron cómo hacerlo y me dieron unas líneas, unos consejos que me permitieron no solamente ya ser un vicario o un adscrito sino también un párroco. Siendo menores que yo ellos son mis maestros, y yo les agradezco hoy día de corazón por su testimonio, por su entrega y servicio, porque ellos en todo momento han querido ser auténticos», expresó.

Somos pueblo como ustedes

Monseñor Castillo recordó las palabras de Francisco durante la Solemnidad de San Pedro y San Pablo: “estamos celebrando la fiesta de dos pecadores que lo único que hicieron es ponerse a disposición del Espíritu para dejar que actúe en ellos, reconocer sus heridas, sus límites, y así servir a la Iglesia hasta hoy».

«Nosotros no somos una Iglesia de santos, no somos una iglesia de puros. Llevamos este tesoro en vasos de barro, y el Señor puede hacer muchísimo porque somos como esa vasija que va construyendo con sus manos, y nos ponemos en manos del Espíritu», acotó.

El Arzobispo de Lima recordó el camino sacerdotal recorrido junto a los Obispos Auxiliares: «Ustedes, Guillermo y Ricardo, nos enseñan eso a lo largo de todo su camino sacerdotal y de toda su vida cristiana. Desde la parroquia de Guadalupe nos juntábamos con Ricardo en el grupo juvenil, y también con Guillermo en nuestro barrio en Lince».

«Nosotros somos pueblo como ustedes hermanos y hermanas, somos pecadores como ustedes, y son nuestros hijos, son de nuestro pueblo peruano, de nuestra Lima, que parece resquebrajarse con tantos problemas, pero que es asistida por la fuerza del amor del Señor y por la fe que aquellos que el Papa llamó ‘los santos profetas del Perú’«.

Una Iglesia de nuevas experiencias

«El gran Julio Cotler, profesor de mi universidad, sociólogo, decía que en nuestro país se comparten menos experiencias, y la Iglesia puede hacer eso, puede hacer que las iglesias sean compartidas, podemos ser un espacio abierto para entendernos, comprendernos, abandonarnos al Espíritu y actuar según la voluntad del Señor»

«Por eso el Señor nos dice ya no somos ciervos, sino amigos. Necesitamos mirarnos a los ojos, necesitamos volver a comprender nuestra historia llena de cosas preciosas que nos dio Dios, porque somos una tierra fecunda y hay miles de formas de ser peruano, hay miles de situaciones diferentes, pero necesitamos contárnoslas».

Un camino sinodal

«Durante su visita a Madre de  Dios, el Papa nos dijo que la Iglesia tenía que estar allí donde se generan los nuevos relatos de la humanidad, en los jóvenes, en los mundos donde todavía no hay una comprensión clara pero se intuyen cosas interesante, como esos pueblos de la selva que se van a reunir en el gran Sínodo de la Amazonia, y que está co-organizando nuestro querido cardenal Barreto».

Monseñor Castillo recalcó que «estamos llamados a ver cómo esas personas que sufren el abatimiento de un sistema que destruye la naturaleza, están intuyendo la esperanza del mundo, de cómo debe ser y están imaginando, con sus ideas, aquello que necesitamos para ser mejores».

Una Iglesia que escucha y comprende

«Ahora que vamos a estar juntos en este tiempo, seamos una  comunidad que escucha y comprende. Hagamos un segundo pasito después de estos cuatro meses de trabajo, vamos a avanzar haciendo lo que nuestra nunciatura nos anunció: tener nuestro departamento amplio de escucha para escucharnos unos a otros como sacerdotes, escuchar a las mujeres, y hacer que los propios laicos aprendan a escucharse y a organizarse para empezar a resolver los graves problemas que tenemos».

«Mi última palabra es para el gran pastor, el pastor que nos ordenó a los tres, el Cardenal Juan Landázuri Ricketts. Hemos sido ordenados de sus manos, a través de él comenzamos nuestro camino sacerdotal, y hoy día llevamos su báculo. Que su entrega a la Iglesia de Lima siga dándonos el aliento y permitan levantar, o como dice Mons. Nicola, nos haga volar, porque ustedes son algo así como mis alas».

Jesús es la luz que abre un nuevo horizonte

En otro momento, Mons. Miguel Cabrejos comentó que «toda vocación tiene su origen en la acción de Dios: ‘Ustedes no me eligieron a mí, yo los he elegido a ustedes’, y en el inicio de toda vocación está la palabra de Dios escrita o escuchada, porque Jesús habla, Jesús hace desaparecer las dudas y hace resplandecer la luz, que corta el pasado y abre un nuevo horizonte».

Mons. Ricardo: Una Iglesia que transmita vida

Mons. Ricardo Rodríguez agradeció al Papa Francisco por esta designación y reiteró su servicio por una Iglesia fiel a Jesucristo, una Iglesia que se sienta viva y transmita vida: «intentaré con mis limitaciones ser un colaborador en su propósito por una Iglesia para el hombre de hoy», añadió.

«Al escoger el lema ‘Aquí estoy Señor’ pensaba cuando empecé a recorrer este camino y cómo debo continuar ahora. Ante lo vivido y lo que tengo por vivir siempre tengo que decir ¡Aquí estoy!», indicó.

También agradeció la presencia de todo el pueblo de Dios por su compañía en la vida sacerdotal: «les pido que sigan dando vida a sus sacerdotes y sólo así surgirán sacerdotes alegres y servidores del auténtico evangelio. Gracias por venir, gracias por estar cerca, gracias por ayudar a sentir lo bello que ser cristiano. Lo bueno que siente estar entre ustedes. Quiero quedarme entre ustedes».

Mons. Guillermo: Ser un instrumento de Dios

Por su parte, Mons. Guillermo Elías se mostró emocionado por esta nueva misión en la Iglesia de Lima: «los días previos a la ordenación episcopal venían tantas situaciones y hechos a mi vida: ingresar como seminarista a esta hermosa catedral, luego como presbítero, y ahora en este nuevo tiempo como obispo. Aún tengo que asimilarlo».

«Quiero entregarme a Dios, quiero seguir siendo instrumento de él. No me arrepiento de haberle dicho ¡Sí! a su llamado. Daré todo, todo de mi ser y todo lo que se me encomiende, trabajaré en comunión con nuestro Arzobispo, junto a Ricardo, al clero, y juntos diremos ¡Lima Levántate!», comentó.

Finalmente, agradeció a todas las personas que fueron partícipes de su caminar: «a mi familia de sangre, a los amigos que a lo largo de estos años se convirtieron en hermanos, gracias a todos los que han hecho posible este momento importante para mí. Que dios los bendiga a todos».


En la víspera de su ordenación episcopal, los Obispos Auxiliares de Lima; Mons. Guillermo Elías y Mons. Ricardo Rodríguez, realizaron el rito de Profesión de fe y juramento de fidelidad ante nuestro Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Mons. Carlos Castillo.

«Estamos en un enorme camino espiritual que debe ser intenso y verdadero de manera que marque las vidas de todos. Dejemos que el Señor las marque», comentó Monseñor Castillo.

Dinamizar la Iglesia

El Arzobispo de Lima resaltó que, como ciudad, la Arquidiócesis tiene la misión de “dinamizar todo el continente y ser fuente inagotable de esperanza que se da cuando permanentemente el kerigma avanza en las distintas circunstancias de la experiencia humana”.

Una Iglesia de lo esencial

Con la designación de los dos nuevos Obispos Auxiliares de Lima, la Iglesia tiene que asumir una labor sencilla pero fundamental: «ser una Iglesia de lo esencial, y eso nos va a ayudar muchísimo porque tenemos apertura de parte de la gente. La gente está en búsqueda, tenemos una gran crisis donde se necesita aprender a hacer una experiencia nueva de fe».

Profetas en situaciones de dificultad

En otro momento recordó el profundo cariño de Francisco por nuestro país y los santos que tuvimos en el siglo XVI: «fueron grandes profetas, profetas que iluminaron la ciudad en situaciones muy diferentes y muy difíciles».

Después de la profesión de fe, los Obispos Auxiliares de Lima firmaron sus Juramentos de Fidelidad y recibieron la bendición del Arzobispo de Lima.

A puerta de la ordenación episcopal de Monseñor Ricardo Rodríguez, tuvimos la oportunidad de conversar sobre los retos que afronta el nuevo Obispo Auxiliar Electo de la Arquidiócesis de Lima . Aquí la entrevista completa:

Dinamizar la Iglesia

Con más de 25 años de servicio a la Iglesia, Mons. Rodríguez destaca la importancia de trabajar con los jóvenes y laicos para dinamizar la Iglesia de Lima:

“Hay gente muy valiosa, laicos muy valiosos que pueden dar mucho por la Iglesia. Hay que convocarlos, invitarlos, hay que dejarles un espacio de participación que haga posible un Iglesia más dinámica. Yo he encontrado en estos años mucha gente maravillosa”, comentó.

“Sigan adelante, esfuércense porque la Iglesia es mucho más grande de lo que podemos imaginar”

Su experiencia trabajando en las comunidades parroquiales y con los jóvenes del CAPU le ha servido de mucho para entender la vida de una manera muy diferente a como a veces uno la ha pensado: «Encontrarte con niños y jóvenes en esa dinámica educativa te hace aterrizar mucho en la problemática de la familia, los chicos, todo lo que significa la Iglesia en su dimensión juvenil”.

Hay que gastarnos en el evangelio

Ricardo Rodríguez se muestra muy contento por su nombramiento como Obispo Auxiliar de Lima, pero también es consciente de los desafíos que deberá enfrentar: “Tengo esos dos sentimientos encontrados: la alegría de la familia y los amigos, pero también la gran responsabilidad de la Iglesia . Yo creo que es un trabajo muy serio, es mucha responsabilidad la que estamos teniendo hoy en día los sacerdotes, los Obispos”.

Por último, Monseñor Rodríguez envío un mensaje a toda la Iglesias de Lima: “Ofrezco mi trabajo, mi servicio, mi cercanía a los sacerdotes Diocesanos para dinamizar  la pastoral de alguna manera. Se trata de sumar, de colaborar, de hacer lo posible por gastarnos en el evangelio”, concluyó.

Con 38 años de sacerdocio dedicados íntegramente al servicio de la Iglesia, Monseñor Guillermo Elías, Obispo Auxiliar Electo de Lima, conversó con nosotros a vísperas de su Ordenación Episcopal en la Basílica de la Catedral de Lima:

La familia es fundamental

Mons. Guillermo comentó sobre el arduo trabajo que ha venido realizando en diferentes parroquias de los distritos de Pueblo Libre, Barranco y en la zona de Lima norte: “Fueron años intensos, hermosos. Estoy contento de ser un sacerdote enamorado de Cristo”, recuerda con nostalgia.

También nos contó que viene de una familia numerosa – “somos 8 hermanos» – agrega – «mis padres han trascendido, pero actualmente de los 8 quedamos 6 hermanos que estarán conmigo en la ordenación. Estos son los elementos que conforman mi vida, una vida sencilla pero gozosa”.

Actualmente se encuentra enfocado en trabajar con los jóvenes y fortalecer la unidad familiar: «Estoy convencido de que realmente el matrimonio es hermoso, la familia es fundamental, como diría el Papa: ‘Si no cuidamos a la familia, el futuro de la humanidad, está en peligro’”.

La parroquia es una casa de todos

El Obispo Auxiliar recuerda con mucha alegría el momento en que recibió la llamada del Nuncio Apostólico en el Perú con la noticia de su designación: “Fui sorprendido por Dios a través de una llamada del Nuncio Apostólico. Me quedé nervioso, empezó el dolor de estómago», admite.

“Estoy convencido que la parroquia es una casa de todos, es la casa de Dios, en medio de los hombres”

Mons. Guillermo Elías

«Estoy dispuesto a aportar todo lo que soy y todo lo que tengo a la Arquidiócesis de Lima. La verdad es que estoy muy, muy contento y lo que más me impacta es la alegría que siente el pueblo de Dios. Con sencillez realmente quiero comenzar esta andadura y con la confianza puesta en el Señor y en María Santísima”, añadió.

Crear, aportar, y construir en la Iglesia

Monseñor Guillermo expresó su entusiasmo y compromiso con la Iglesia de Lima en esta nueva misión encomendada por el Papa Francisco:

“Primero quiero hacer la voluntad de Dios, segundo, quiero decir que amo entrañablemente a la Iglesia e intentaré dar lo mejor de mi con la ayuda de Dios y la Santísima Virgen».

Finalmente destacó la importancia de la presencia de los laicos en las comunidades parroquiales: «Creo mucho en el poder de los laicos, en su servicio, y en la capacidad de crear, aportar y construir. Creo en que podemos hacer de Lima una Iglesia en salida, como la sueña Francisco y nuestro actual Arzobispo Mons. Carlos Castillo”, finalizó.

En medio de gran alegría y nostalgia, la comunidad parroquial de ‘El Señor de la Paz’ participó en la misa de despedida de Monseñor Guillermo Elías Millares, Obispo Auxiliar Electo de la Arquidiócesis de Lima, el pasado sábado 15 de junio.

Durante su homilía Mons. Elías expresó su agradecimiento a las diferentes comunidades parroquiales presentes: “La gratitud es la memoria del corazón, cuando el corazón recoge lo vivido, eso se convierte en gratitud y desde el mundo bíblico bendeciré al Señor eternamente”, comentó.

El sueño de una parroquia proactiva

“El tiempo transcurrió, pasaron rápido casi más de 9 años” – prosiguió – “decidimos avanzar y fue así como fuimos consolidando el sueño de una parroquia proactiva, el proyecto de ser una parroquia de todos, en las que todos teníamos algo que hacer y algo que vivir”, agregó.

En otro momento, el Obispo Auxiliar Electo de Lima reflexionó sobre su experiencia como párroco de ‘El Señor de la Paz’:

“Marcó mi vida para siempre, aprendí muchísimas cosas nuevas. Fui enriquecido por ustedes y yo los enriquecí con todo lo que en mi vida traía, con todo ese sueño de ser un sacerdote diocesano, formado para la diócesis, para estructurar un proyecto de una parroquia en salida”, indicó.

“Dios nunca les fallará”

Pensando en las próximas generaciones que vendrán, Monseñor Elías invitó a seguir trabajando en el futuro de la misma forma que hasta ahora lo han venido haciendo: “El futuro depende de Dios, que nunca les fallará ¿Cómo continuarán haciendo la parroquia? Depende de ustedes, los sacerdotes solo acompañan, esa es nuestra tarea, por eso yo no soy alguien que se tenía que quedar eternamente».

“Mi futuro depende de Dios, es hermosa la tarea que tengo, estoy feliz con todo lo que pasa, va a ser interesante para mí”.

Mons. Guillermo Elías

Para finalizar la ceremonia, Josiel López, Coordinador General Parroquial, dedicó unas sentidas palabras de agradecimiento a Mons. Guillermo y le recordó que “no es un adiós, sino un recuerdo cariñoso, un hasta pronto.”

“Usted como pastor ha calado muy hondo en todos los corazones, tenga la seguridad que lo sembrado dará sus frutos. Puede ir satisfecho de que ha logrado la familia parroquial del Señor de la Paz», concluyó.

La parroquia Santa María de Nazaret del distrito de Surquillo celebró por adelantado el onomástico de Monseñor Ricardo Rodríguez, Obispo Auxiliar Electo de Lima. Asistieron a la celebración eucarística el Alcalde de Surquillo, Guido Casassa Sánchez, y miembros de distintas hermandades y congregaciones.

Durante la homilía, Monseñor Rodríguez resaltó la importancia de confiar en Dios y cumplir con la misión que el Señor nos ha encomendado: “Nosotros somos sucesores de los apóstoles que salieron. Por eso hoy el evangelio nos habla y dice que Cristo nos envío”.

Dios es amor y nunca defrauda

“Yo creo que todos confiamos en Dios, de lo contrario no estaríamos aquí; y cuando es un cumpleaños o un aniversario de bodas, siempre que hay un motivo, uno tiene que renovar su confianza en Dios” continuó.

Recordó que debemos agradecer y confiar en Dios porque “nunca defrauda, nunca falla, nunca abandona” a pesar de las dificultades que hay en el camino. “¿Hay piedras?» – preguntó – «Sí, las va a haber, hay gente que se encarga de ponértelas, pero Cristo nos dice que confiemos en él y su Palabra porque ha vencido el mundo”.

El Obispo Auxiliar Electo nos invita a ponernos en “los zapatos de Dios” para entender que Dios es amor y confía en el ser humano:

“Si Dios te ha elegido para tener un hogar, te ha dado hijos, Dios confía en ti. Entonces se trata de no defraudar, no tanto a la gente sino a Dios, ese es el punto”.

Agradecimiento comunitario

En otro momento, distintos representantes de la comunidad parroquial de Surquillo expresaron su agradecimiento por todo el trabajo que el padre Ricardo Rodríguez ha realizado en la Parroquia Santa María de Nazaret:

“Monseñor Ricardo le deseamos la mayor felicidad. Que Dios lo colme de bendiciones, siga fortaleciendo su vocación de Servicio y de pastor que ha tenido hasta ahora”, indicaron los integrantes del grupo bíblico de la parroquia.

“Quiero agradecer a la Virgen María por la bendición que nos ha dado de tener a este padre como amigo, y que hoy, tenemos un Obispo amigo que nos va a llevar en el corazón y nos va a tener a todos en sus oraciones”, comentó Guido Casassa Sánchez, Alcalde de Surquillo.

“Queremos darle gracias a Dios por todos los dones y carismas que el Señor ha puesto sobre usted. Gracias por saber cultivarlos y compartirlos con la comunidad padre Ricardo. Lo vamos a recordar con mucho cariño y amor, sobre todo por sus consejos y enseñanzas”, declaró la comunidad parroquial Divina Misericordia.

Central telefónica
(511)2037700