Mons. Flavio Giovenale, Obispo de Cruzeiro do Sul, en el estado de Acre, en Brasil, se mostró feliz por la reciente publicación del Instrumentum Laboris, documento de trabajo del próximo Sínodo de Obispos dedicado a la región panamazónica.
El prelado es un misionero salesiano de origen piamontés que durante años dirigió la Región Norte II de la Conferencia Episcopal Brasileña y como obispo conoce profundamente la iglesia amazónica. «Fue un documento muy esperado -explica- y fue preparado teniendo en cuenta también nuestras sugerencias. Me parece que realmente percibió lo que nosotros en el grupo de la Amazonía Oriental Brasileña habíamos propuesto».
“Poner en el centro a la población amazónica”
El Instrumentum Laboris, es un documento que pide un proceso de conversión ecológica y pastoral que permita ser cuestionado por las periferias geográficas y existenciales, una conversión ecológica que “significa poner en el centro a la población concreta”, para Mons. Giovenale.
“Partimos de la necesidad de poner en el centro a la población amazónica. Nos preguntamos cómo vive esta población y cómo podemos asegurarnos de que tanto el entorno físico como el pastoral respeten esta realidad concreta», acotó el Obispo.
La conversión ecológica parte de lo real
«Es una realidad particular, enormemente diferente, por ejemplo, de la de Italia», añade el obispo de Cruzeiro do Sul. “Esto deja claro que la «conversión ecológica» debe partir de lo real. Ciertamente toma principios «hermosos, buenos y santos», pero hay que tener en cuenta que estos principios son buenos para una realidad diferente”.
“Debemos partir de la realidad concreta en la que vivimos y asegurarnos de que el Reino de Dios sea anunciado e injertado aquí”
Una Amazonía con graves problemas y amenazada por distintos factores como la destrucción del medio ambiente o la violación sistemática de los derechos fundamentales de la población, es lo que describe este documento.
«Cuando se hacen proyectos de desarrollo para la Amazonía, a menudo para diseñarlas se trata de personas de buena voluntad que, no me refiero a que sean deshonestas, sino que conozcan otras realidades geográficas y sociales» – explicó Giovenale – «Y por tanto, pueden combinar solemnes tonterías tanto desde el punto de vista económico como desde el punto de vista pastoral».
Nuevos caminos en la Iglesia
El documento de trabajo es también una invitación a los Padres sinodales de la Amazonia a discutir los nuevos caminos para la Iglesia de la región y hace énfasis en que es necesario pasar de una «Iglesia que visita» a una «Iglesia que permanece» también a través de ministros que emergen de los propios habitantes locales.
Para el Obispo de Cruzeiro do Sul, este es un camino posible y ve al Sínodo panamazonico como una buena oportunidad para discutir “una de las cosas que hemos tratado de proponer desde hace años”.
“Nuestra realidad está muy condicionada por la geografía, por eso la conversión ecológica es para nosotros la otra cara de la conversión pastoral»
Pero para Mons. Giovenale el verdadero problema radica en las distancias que se deben recorrer y la falta de sacerdotes para hacerlo, “aquí en la diócesis tenemos un sacerdote cada cinco mil kilómetros cuadrados”, continuó y resaltó que “aquí no hay ferrocarriles y sólo hay doscientos kilómetros de carreteras pavimentadas y trescientos cincuenta de caminos de tierra, en toda la diócesis. El resto son sólo ríos, arroyos o caminos por los que se puede transitar solo a pie», acotó.
