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Al celebrar el Día del Padre , Monseñor Carlos Castillo, inspirado en las parábolas de la semilla, recordó que Dios quiere el florecimiento de todo nuestro pueblo para que su Reino no sea solamente en el «más allá», sino en esta historia y en el presente.

Este es un llamado que se extiende a todos los que desarrollan el rol de la paternidad, especialmente, a los padres de la Patria que tienen a cargo de la dirección del país: «Para que haya un mejor futuro entre nosotros y nuestras familias, seamos como este hombre que plantó su semilla, tuvo paciencia y, simultáneamente, surgió de ella un árbol fuerte para acoger a todos y avanzar como la familia de todos los peruanos y de la Iglesia», comentó.

Leer transcripción de homilía del arzobispo de Lima

Monseñor Castillo reflexionó sobre las dos parábolas del Evangelio de hoy (Mc 4, 26-34), que nos invitan a considerar a Dios como un Padre amoroso y paciente que siembra la semilla del Reino en cada uno de nosotros. «Ese Reino del Padre se presenta como esa semilla que va creciendo y va haciendo fruto por ella misma. Dios no es autoritario, Él suscita nuestra vida, hace que nos desarrollemos poco a poco, y solamente cuando germina el fruto, se puede hacer la cosecha y se puede compartir esa cosecha», expresó.

Esta imagen de un Dios que fomenta el crecimiento gradual y fructífero fue resaltada como un ejemplo para los padres, llamados a cultivar y acompañar el camino de vida de los hijos, de la familia y la sociedad:

Una de las crisis más grandes que tenemos en la humanidad es la dificultad de ser padre en esta sociedad. Y para esto necesitamos superar esa imagen del padre autoritario y reconocer la importancia de un padre amoroso y paciente que acompaña.

A la vez que Dios es paciente, simultáneamente, compara el Reino de Dios con la semilla de mostaza que, una vez sembrada, crece y se convierte en el mayor de los arbustos. El arzobispo de Lima sostuvo que Dios no es una especie de «dios melifluo o engreidor», Él sabe que «el verdadero amor suscita la responsabilidad y fortaleza de la persona para que sea treja».

Ninguno de los dos extremos, actitud autoritaria o actitud engreidora, contribuyen a una paternidad responsable. Por eso, el Prelado hizo un llamado a superar estas dos formas de comprender la vida y plantear una manera distinta de educarnos. «Dios es maestro, nos enseña pedagógicamente y nos conduce a una experiencia de amor verdadero, pero sin perder el horizonte y la exigencia de nuestra misión en este mundo», resaltó.

Esta invocación también fue dirigida a todos los padres de la Patria y dirigentes que tienen en sus manos las decisiones del país: «Hay que saber dirigir y ordenar, reconociendo el propio límite, el valor y la necesidad de los demás en cada situación, en cada caso. Hay muchos problemas en este momento y tenemos que recurrir al mensaje que nos dejan las parábolas: paciencia, cariño con el pueblo y firmeza en las cosas importantes», agregó.

Si el Reino de Dios se parece a un hombre que plantó una semilla es porque el Reino de Dios tiene que parecerse a nosotros, acá, en esta historia. Dios ha venido a salvarnos completamente, es decir, a salvarnos en esta tierra para llegar plenamente al Reino definitivo.

La Eucaristía del domingo XI del Tiempo Ordinario se ofreció especialmente por los 160 años de veneración de la Santisíma Cruz del Solar El Jaime.

Cáritas Lima, a través de sus diferentes programas, está llevando a cabo diversas actividades para fortalecer los derechos de la infancia en nuestra ciudad. Uno de ellos es el proyecto «De la mano con los migrantes», iniciativa que incluye una serie de acciones, campañas y actividades destinadas a brindar apoyo y sensibilizar a la comunidad contra la xenofobia hacia nuestros hermanos migrantes.

En ese sentido, se llevó a cabo la campaña escolar «Por un cole sin fronteras”, que incluyó un concurso de pancartas dirigido a niños de primaria. El objetivo de esta iniciativa fue concienciar y educar a los niños, niñas y adolescentes sobre el impacto de la xenofobia y otros tipos de discriminación, que pueden generar agresiones y violencia.

La campaña culminó con una activación en la institución educativa N° 6073- Jorge Basadre, ubicada en el distrito de Villa María del Triunfo, donde se anunciaron a los ganadores del concurso.

Las coloridas pancartas fueron realizadas por niños y niñas de 3 a 6° grado de primaria, quienes expresaron de manera creativa y lúdica mensajes de inclusión, respeto y tolerancia hacia la comunidad migrante en nuestro país.

Asimismo, Margiori Ríos, coordinadora del proyecto de Cáritas Lima, destacó la participación entusiasta de estudiantes y docentes durante toda la jornada, destacando el papel fundamental de la Iglesia en la sensibilización contra la xenofobia y la promoción de valores de respeto en el entorno educativo.

“Trabajar con instituciones educativas permite identificar líderes y aliados que promuevan la construcción de redes de apoyo, facilitando el diálogo entre diferentes culturas y comunidades, donde la Iglesia puede ofrecer su apoyo a las víctimas de actos de discriminación para su protección y recuperación” remarcó Ríos.

La especialista de Cáritas Lima resaltó que eventos como este son fundamentales para cultivar una cultura de paz entre la niñez, empoderándolos como agentes de cambio comprometidos con la construcción de un mundo justo y solidario. «Esta actividad nos permite formar a los niños, niñas y adolescentes como ciudadanos conscientes, capaces de defender los derechos de todos, donde cada persona merece respeto y seguridad», afirmó Ríos.

Ríos enfatizó que este tipo de eventos fomenta una cultura de paz entre los jóvenes, empoderándolos como agentes de cambio comprometidos con un mundo justo y solidario: «Esta actividad forma ciudadanos conscientes capaces de defender los derechos de todos, donde cada persona merece respeto y seguridad».

Este evento, organizado por Cáritas Lima, se desarrolla gracias a los donantes que hacen posible estas iniciativas. Por ello, agradecemos especialmente la financiación proporcionada por el Gobierno de EE. UU.

Más de 150 estudiantes de distintas universidades del país participaron del primer encuentro universitario organizado por la Vicaría de la Juventud de Lima. La asamblea tuvo lugar en el Auditorio San Juan Pablo II, en la PUCP.

Estudiantes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la Universidad Nacional Agraria de la Molina, la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, la Universidad Femenina del Sagrado Corazón, y la Pontificia Universidad Católica del Perú se dieron cita el último fin de semana para compartir una jornada de reflexión, integración y diálogo a la luz de la Palabra.

El encuentro contó con la presencia de nuestro arzobispo de Lima, Monseñor Carlos Castillo; el vicario de la Vicaría de la Juventud, Padre Rodolfo Silva; y el director del CAPU, Padre Brain de la Cruz. También acudieron los sacerdotes asesores de las universidades.

Las actividades iniciaron con un momento de dinámicas, seguido por la presentación del equipo responsable de la Vicaría de la Juventud de Lima. Posteriormente, se introdujo la Palabra y hubo un espacio para reflexionar en pareja.

Los jóvenes de las pastorales universitarias también presenciaron una ponencia sobre la Eucaristía y se distribuyeron en diferentes grupos para desarrollar las siguientes preguntas: ¿Por qué crees que Jesús quiso dejar este signo como expresión de solidaridad y compartir? ¿Si la Eucaristía es Pan compartido con todos, a qué nos inspira este gesto a todos nosotros?»

Las conclusiones fueron planteadas en un plenario en el que se mencionó la importancia de alimentarnos de la Eucaristía para salir en misión y enfrentar las situaciones complejas de la vida. «Reunidos todos en comunidad, nosotros nos alimentamos del Pan y conectamos con Dios para recordar su presencia en nuestra vida, en la vida de los demás», señalaron.

Otro de los grupos explicó que, a partir del encuentro íntimo con el Señor, estamos llamados a dar a conocer el Reino de Dios a los demás y anunciar el Evangelio a todos, sin excepción. «Hay que ver a Jesús en el rostro de los demás y vivir para servir», reiteraron.

Monseñor Castillo: «La fe acompaña el camino de reflexión de los universitarios»

En la Eucaristía celebrada con los jóvenes universitarios y los capellanes de las universidades, Monseñor Carlos Castillo sostuvo que la edad universitaria nos otorga una misión especial porque «nuestra vida se convierte en un permanente reflexionar, estudiar y leer para comprender la realidad».

En ese sentido, el Prelado precisó que la fe no es incompatible a la misión de los universitarios. «La fe está para acompañar el camino de la reflexión. El Papa dice muy claramente que no por ser creyentes vamos a dejar de ser personas pensantes.

Necesitamos siempre reflexionar para vivir. Cuando se actúa por impulso o inmediatez, no estamos siendo plenamente humanos porque no se reflexiona.

El arzobispo de Lima recordó que el primer pecado del ser humano ha sido la falta de reflexión: comerse el Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal. «Cada vez que hacemos una acción en donde no se la vida como lo principal, estamos perdiendo el juicio y perdiendo nuestra humanidad», agregó.

En otro momento, Monseñor Castillo afirmó que en la pastoral universitaria debe primar el amor por la vocación de servicio para mostrar el rostro del Señor en la realidad, en la experiencia humana. «No estamos en la pastoral universitaria para hacer proselitismo, sino para hacer pastoral. La fe no se impone, se suscita y comparte con el testimonio. Y necesitamos seguir desarrollando nuestra pastoral universitaria para estar a la altura de las preguntas que se hacen los jóvenes, y no viceversa», manifestó.

«Solo se puede vivir esta vida amando, y amando profundamente, inteligentemente. El amor es responsabilidad, saber entenderse con la persona, saber cultivar la relación.

Que Dios los acompañe y que esta pastoral universitaria transmita un Evangelio que esté en el corazón de la vida universitaria y de sus buenos estudiantes.

Más de 1000 personas, entre docentes y directores de instituciones educativas, representantes de las distintas ODEC y UGEL, se dieron cita en el Instituto Superior de Estudios Teológicos (ISET) Juan XXIII para participar del II Foro Educativo “Desafíos de las políticas educativas en el Perú frente a la crisis global de los aprendizajes”, organizado por la Oficina de Educación Católica – ODEC Lima.

Entre los panelistas, destacaron distinguidas autoridades académicas como el Dr. Carlos Garatea Grau, Rector de la Pontificia Universidad Católica del Perú; la Dra. Gloria Helfer, ex ministra de Educación; el Dr. Alfonso López Chau, Rector de la Universidad Nacional de Ingeniería; y el Mg. Richard Rubio Guerrero, ex director de Gestión Pedagógica de la DRELM.

Monseñor Salaverry: «La Iglesia también es responsable del proceso educativo»

Al inicio de la jornada, Monseñor Juan José Salaverry señaló que este segundo encuentro de formación y reflexión sobre la labor educativa es una prioridad para la Iglesia y el Estado.

«La Iglesia de Lima se siente responsable, junto con la familia y el Estado, del proceso educativo de los jóvenes y niños a quienes atendemos. Al asumir esta doble responsabilidad, creyentes y ciudadanos, no podemos desconocer el proceso cultural, social presente en el mundo postmoderno en el cual nos toca asumir estos desafíos que nos retan a esbozar estrategias actualizadas en favor de la niñez y la juventud», afirmó el obispo.

Carlos Garatea: «La educación trabaja con el futuro»

Durante su ponencia, el Dr. Carlos Garatea sostuvo que el centro de la educación está siempre en la persona, por lo que uno de los desafíos más apremiantes en la educación global tiene que ver con la evolución de las máquinas y la inteligencia artificial. Del mismo modo, los efectos de la Pandemia han generado que los docentes se enfrenten a estudiantes con un perfil diferente a los que conocimos hace 10 o 15 años.

Para lidiar con estos retos, es importante desarrollar «un proceso de carácter pedagógico, de consideración y acercamiento a nuestros estudiantes». El rector de la PUCP explicó que la dificultad para la concentración de los estudiantes, la agudización de problemas de sociabilidad, así como los problemas de salud mental, son algunas de las consecuencias que desafían a la educación global.

«La primera manera de resolver un problema es ponerlo sobre la mesa, llamarlo por su nombre. A partir de ahí, tenemos que pensar juntos cómo resolver y encarar esta situación que compromete el futuro de nuestro país», sostuvo Garatea.

En otro momento, se reflexionó sobre la importancia de «recuperar la escucha y el diálogo» con los estudiantes, sobre todo, cuando ocurren discrepancias. La experiencia intercultural, el arte y el deporte, el sentido crítico, son algunos de los aspectos más relevantes que deben primar en el proceso pedagógico.

Al término de la ponencia, se desarrolló un espacio propositivo de trabajo grupal con los docentes y directores presentes. Durante la presentación de los panelistas invitados, la educadora y política peruana, Gloria Helfer, señaló que la la educación liberadora es el camino para enseñar a pensar críticamente a los estudiantes. Por eso, la vocación del maestro es un instrumento para construir una educación que hermana hacia la sinodalidad.

En tanto, el Dr. Alfonso López Chau, rector de la Universidad Nacional de Ingeniería, manifestó que es necesario promover el liderazgo desde las escuelas, a fin de «tomar lo mejor que existe en cada persona y fermentar sus capacidades».

Monseñor Cornejo: «La educación es para todos»

Por su parte, Monseñor Guillermo Cornejo destacó la importante labor que realizan las autoridades y profesores de las instituciones educativas: «Su función es clave y fundamental para sacar adelante nuestro país.

La educación es para todos, de manera muy especial, para los que más sufren, para los pobres, para los que pasan dificultades, para los que merecen una oportunidad.

Monseñor Cornejo aseguró que todos estamos llamados a ejercer nuestra vocación «con el corazón», para «dar la vida por nuestros estudiantes».

Al término del foro educativa, Sixto Galindo, director general de ODEC Lima, agradeció a los ponentes, directores de AIEC, directores de colegios públicos y privados, docentes y coordinadores, por su asistencia.

Y haciendo eco de las palabras del Papa Francisco, Galindo recordó que la educación es, ante todo, un acto de esperanza. «Continuemos asumiendo nuevos compromisos en favor de la educación de nuestro país. La experiencia y el aporte de todos permitirá que podamos asumir, desde una perspectiva crítica y constructiva, los caminos que debemos seguir para fortalecer nuestra labor pedagógica», añadió.

Desde el lugar donde estemos, generemos espacios de reflexión que nos permitan establecer compromisos concretos para avanzar hacia una educación más equitativa y de calidad.

SIXTO GALINDO

En alianza con la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), Cáritas Lima anunció nuevas fechas de los consultorios jurídicos gratuitos en las siguientes parroquias: San Francisco Solano, San Lázaro, Natividad de María y Nuestra Señora del Camino. Conoce aquí las fechas y horarios.

En un esfuerzo conjunto para brindar apoyo legal a nuestra Iglesia de Lima, Cáritas Lima y la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) han iniciado la primera campaña solidaria de Asesoría Jurídica Gratuita. Este programa está dirigido a los fieles de las diferentes parroquias de la Arquidiócesis de Lima, con un enfoque en temas de derecho de familia y sucesiones.

Los consultorios jurídicos gratuitos son una oportunidad para que personas de bajos recursos puedan recibir una orientación en temas sobre derecho de familia, alimentos, sucesiones, aspectos laborales, inmobiliario, entre otros. Este servicio es ofrecido por voluntarios de la Clínica Jurídica de la PUCP.

A continuación compartimos el itinerario de los consultorios jurídicos gratuitos en el mes de junio:

En la Fiesta del Qoyllur Riti, celebrada en Catedral de Lima con más de 30 imágenes sagradas de hermandades cusqueñas, Monseñor Carlos Castillo hizo un llamado a vivir nuestra fe con inteligencia y actitud de apertura, reconociendo la belleza de nuestra diversidad cultural y sin «satanizar» lo bueno que puede haber en el mundo con etiquetas o palabras de desprecio que bloquean toda posibilidad de un futuro mejor.

Leer transcripción de homilía

Dirigiéndose a las comunidades quechuahablantes presentes en la Eucaristía de este domingo X del Tiempo Ordinario, el arzobispo de Lima sostuvo que la celebración del Qoyllur Riti renueva la manera en que sentimos y pensamos nuestro país porque «estamos coloreando de otro modo nuestro ser nacional».

Es esa diversidad cultural, representada en las diferentes imágenes que visitan la Catedral de Lima, el mejor ejemplo de cómo podemos construir relaciones fraternas.

En alusión al Evangelio de hoy (Mc 3, 20-35), Monseñor Castillo explicó que el Señor nos invoca a fortalecer nuestros lazos de amistad y cercanía con los demás, aprendiendo a reconocer el valor de cada persona y su aporte a la sociedad. «El Espíritu Santo, el amor de Dios, está en las personas, en los pueblos, en la belleza de nuestras culturas», reiteró.

El problema se presenta cuando tenemos actitudes de desprecio que pretenden «satanizar» o tachar todo lo bueno que hay en el mundo. Cuando eso ocurre, nos «endiablamos» y nos destruimos unos a otros. Eso fue lo que sucedió con los escribas, que acusaban a Jesús de tener dentro a Belzebú (demonio). Pero el Señor nos deja un mensaje muy importante: nunca caigamos en la tentación de llamar “supay” (diablo) a quien es bueno.

Jesús viene para botar de nuestros corazones y de nuestras relaciones todos los “demonios”, todos los “supays” que podamos tener.

Una fe cristiana capaz de percibir dónde están los problemas

Cuando los escribas insisten en que Jesús está fuera de sí y su familia lo busca, el Señor responde: «¿Quiénes son mi madre y mis hermanos? El que haga la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre». Detrás de estas palabras aparentemente contradictorias, hay un serio cuestionamiento al modo en que vivimos nuestra fe, apartada de toda capacidad de reflexión.

Cuando nos dejamos llevar por lo inmediato o los chismes, cuando no profundizamos las cosas y nos «ahorramos el discernimiento», estamos repitiendo el pecado de nuestros primeros padres: comer del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal. «Este es un problema de falta de sabiduría, en donde nos destruimos, hacemos chismes, y decimos que quien hace el bien es ‘malo’ y quien hace el mal es ‘bueno'», insistió el Prelado.

Necesitamos tener la sabiduría para no caer en el juego de enfrentarnos tontamente, sino para ver cómo solucionamos el problema juntos. Y esa inteligencia es constructiva, no es destructiva.

En otro momento, el Primado del Perú pidió mantener una actitud vigilante ante los «planes engañosos» que se presentan en «papel de lujo» y esconden intenciones terribles. «Hay quienes quieren sustituir los bienes universales que tenemos todos por inversiones privadas y hacer lo que sea para sacar plata. Por ejemplo, necesitamos que nadie privatice el aire, que nadie tercerice el aire porque es propiedad de todos», indicó.

Y dirigiéndose a los representantes de las hermandades cusqueñas, el arzobispo de Lima agregó: «Ustedes han construido, inteligentemente, pueblos prósperos que saben cultivar la tierra y el ganado. Ése es el gran aporte que vuestras culturas, vuestro camino y vuestras comunidades nos enseñan en Lima. Y su fe también nos enseña».

Que el Señor que nos cura, nos sana y nos saca todos los “supays”, nos inspire a la gran unidad de nuestro país.

Rumbo a la JAJ 2024. La «Cruz de los Jóvenes» continúa su peregrinaje por las parroquias de nuestra Arquidiócesis. Ahora le tocó el turno a las comunidades juveniles de la Vicaría VI.

Desde el mes de mayo, la Cruz peregrina inició un nuevo recorrido por las parroquias de la Vicaría VI. Su primera parada fue en la Parroquia La Inmaculada Concepción, donde fue recibida por la comunidad entre cánticos y animaciones. También se realizó una Eucaristía en compañía de todos los jóvenes y se compartió un momento de integración. El decanato 10, en tanto, organizó una noche de Adoración Eucarística junto a la «Cruz de los jóvenes» y con la participación de otras comunidades parroquiales.

A la semana siguiente, el peregrinaje continuó hasta la Parroquia San Francisco de Asís. Nuestros jóvenes compartieron un momento de oración a los pies de la Cruz y la comunidad obsequió denarios.

Y en un gesto de confraternidad y unidad, la Parroquia María Estrella de la Nueva Evangelización, acogió a la comunidad juvenil del decanato 11 como punto de inicio de la peregrinación hacia la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes. Fueron más de 100 jóvenes lo que se reunieron en torno a la Cruz para participar de una peregrinación mariana hacia la Virgen del Morro Solar.

Como último punto de encuentro, la Cruz peregrina congregó a jóvenes, agentes pastorales, promotores y catequistas en la Parroquia Los Doce Apóstoles, quienes participaron con sus cánticos, oraciones y compartieron su entusiasmo.

De esta manera, concluyó el peregrinaje de la «Cruz de de los Jóvenes» en la Vicaría VI. Desde el 2 de junio, la Cruz se encuentra recorriendo las calles, comunidades y parroquias de la Vicaría V.

Alrededor de 100 religiosas de distintas congregaciones en nuestra Arquidiócesis, participaron de un encuentro de la vida contemplativa en el Monasterio de Santa Rosa de Santa María. Reunidas junto a nuestro arzobispo de Lima, Monseñor Carlos Castillo y el obispo auxiliar, Monseñor Juan José Salaverry, las hermanas dedicaron una jornada de oración para reflexionar sobre el sentido de la contemplación y la sinodalidad.

El Encuentro de Vida Monástica inició con una Eucaristía presidida por Monseñor Carlos Castillo. En su homilía, el Prelado recordó que la contemplación está muy presente en la vida de María desde que recibe el anuncio de la Gracia y lleva en su seno al Señor. Por eso, en la tradición de la Iglesia, la contemplación ha sido «fuente de generación y fuente inagotable» que «enciende la esperanza y la alegría en el mundo».

María es una mujer contemplativa de Dios en la historia, en los acontecimientos. No vive separada del mundo, sino está metida en lo más profundo de nuestra humanidad.

El arzobispo de Lima afirmó que la dimensión contemplativa «es una dinámica de acogida del don de Dios que nos transforma y nos permite vivir de otra manera, a la manera de Dios». Y en ese dinamismo estamos llamados a encontrar el rostro de Dios en el Otro, en el corazón de nuestra humanidad.

En ese sentido, el Monseñor Carlos hizo especial énfasis en fortalecer la dimensión humana en la formación de la vida contemplativa y renovar los monasterios a partir de las iniciativas de las nuevas generaciones y su aporte al mundo.

Es necesario un cambio en la Iglesia para poder salir de una Iglesia que se «estanca» porque no sabe caminar con los tiempos y se «encierra» en el pasado.

Posterior a la Eucaristía, se desarrolló el primer tema del día: “María y la vida contemplativa”, a cargo del Fr. José Luis Santa Cruz, de la Orden Carmelita Descalzo, quien explicó que la persona contemplativa debe tener el corazón puesto a Dios y la mirada en la tierra y la realidad:

«La contemplación no es un fin en sí mismo, es un medio para alcanzar la unión con Dios. La persona contemplativa logra mirar lo que le falta al humano, al ser más pobre y sufriente del mundo. Y desde el corazón orante mantiene el compromiso de orar y fortalecer esas realidades», expresó.

Por su parte, el Padre Raúl Pariamachi abordó el tema: “María y la Sinodalidad” desde tres aspectos claves: como primera discípula que escucha con atención el llamado de Dios; como Madre que acompaña a su Hijo y acompaña a la Iglesia; y como profetisa que discierne los caminos de Dios.

«María es ícono de una Iglesia sinodal porque la acompaña con su cercanía, con su cariño maternal, su actitud orante y su capacidad de escuchar. Y se convierte, entonces, en modelo para construir una Iglesia sinodal en un mismo camino de peregrinación», manifestó.

Ser diferente no significa que uno está por encima del otro. Ser diferente significa que, en una Iglesia plural, rica y diversa, el Señor nos ha llamado con distintas vocaciones, carismas y ministerios.

Raúl Pariamachi.

Finalmente, al término de las ponencias, Monseñor Juan José Salaverry agradeció la participación de las diferentes congregaciones de hermanas religiosas de la vida contemplativa.

El obispo auxiliar de Lima reiteró el llamado a vivir la contemplación dentro del dinamismo de nuestra Iglesia, sin permanecer estáticos, dejando que esa contemplación personal con Dios «nos vaya transformando y haciendo fecunda nuestra misión en la Iglesia».

El Encuentro de Vida Monástica reunió a distintas representantes de congregaciones femeninas como: Orden de las Clarisas Capuchinas, Orden de Predicadores, Orden de la Inmaculada Concepción y Orden de San Agustín.

También se hicieron presentes hermanas de la Orden de la Santísima Trinidad, Orden de Santa Clara, y Orden de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo.

Miles de personas acudieron masivamente a la Plaza de Armas de nuestra capital para vivir la Solemnidad del Corpus Christi. La celebración contó con la participación de nuestras comunidades parroquiales, obispos, clero, hermandades, agentes pastorales y colegios parroquiales. Por su parte, la Vicaría de la Juventud y Cáritas Lima lograron reunir más de 2 toneladas de donaciones de víveres para nuestras ollas comunes y comedores parroquiales.

Es así como la Iglesia de Lima se movilizó guiada por el lema de este año: «Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados». En su Homilía, Monseñor Carlos Castillo recordó que Jesús ha entregado los signos de su Cuerpo y de su Sangre «para alimentar nuestra capacidad de amar y servir gratuitamente». También hizo un llamado a erradicar de nuestra fe esa concepción de la religión como un negocio.

Leer transcripción de homilía de Corpus Christi

Nuestra Iglesia de Lima, tan diversa en sus carismas como en su testimonio de servicio y solidaridad, se congregó en el corazón de la capital peruana para acompañar en procesión a Jesús Eucaristía. Desde muy temprano, las delegaciones parroquiales fueron llegando con sus donaciones para compartir el pan y unirnos en espíritu sinodal a la Iglesia Universal.

En su alocución al Evangelio de hoy (Marcos 14,12-26), Monseñor Castillo afirmó que el sacrificio del Señor, entregado como don gratuito a la humanidad, es un acontecimiento de esperanza que se manifiesta en el momento de la Consagración. «Jesús asume su misión en la historia. Él es el Hijo enviado por el Padre, hecho uno de nosotros, humano, que anuncia que Dios está cerca y su Reino está actuando en este mundo».

Este gesto de amor desinteresado – sostuvo el Prelado – es incondicional, por eso, la humanidad entera está llamada a ser salvada. El problema ocurre cuando hacemos interpretaciones ajenas al sentido de gratuidad y optamos por hacer sacrificios y holocaustos para «calmar la ira» de Dios.

Esta mentalidad ha estado presente en casi todas las religiones del mundo, en donde los seres humanos, temerosos de los dioses, organizan sacrificios para obtener la salvación y convierten la religión en un sistema de negocios.

Erradicar la corrupción de nuestras vidas

El Primado del Perú recordó que, a través del testimonio de Jesús, hemos aprendido que la vida se convierte en un constante compartir hacia los demás. Este es el modo como acercamos el Reino de Dios a las situaciones concretas.

Tenemos que erradicar de nuestra fe esa concepción de una «religión de negocio», en donde todo se convierte en un intercambio económico y vamos hacia la corrupción general.

El Monseñor Castillo aseguró que la realidad nos interpela a tomar conciencia de nuestros pecados para solucionar los graves problemas de corrupción que se han instalado en todos los espacios de la sociedad, inclusive, en la propia Iglesia. «Unidos al Santo Padre Francisco, hemos estado trabajando en estos cinco años para hacer una Iglesia que corresponda al don gratuito de Dios». Y agregó:

La corrupción también se mete en todo aquel que desvía el don generoso de Dios y aprovecha para sacar la plata a los demás y empobrecer a nuestro pueblo.

En otro momento, el arzobispo de Lima pidió que unamos esfuerzos para generar una mayor conciencia nacional de todos los pueblos del Perú, sobre todo, ahora que se conoce que los índices de pobreza han aumentado a un 29% en el último año:

El hambre clama al cielo, y nos pide a todos, especialmente, a quienes tienen en sus manos la dirección del país, el no hacer leyes injustas y reconocer los errores propios de corrupción.

«¿Cómo es posible que se quiera privatizar la compañía del agua? ¿Cómo es posible que se hagan leyes que favorecen a ciertas personas y se impide que las regiones puedan participar libremente para dirigir sus regiones? ¿Cómo pueden haber actitudes perniciosas en donde no se denuncia las corrupciones y, más bien, los denunciantes son los que han delinquido? ¡Eso es una vergüenza! Todos los peruanos tenemos que unirnos para que la verdad, el amor y la justicia permitan saciar el hambre de sed y justicia de los pobres», ha reflexionado el Prelado.

En la Iglesia estamos para humanizar la sociedad, y tenemos esa tarea histórica que va más allá de salvar nuestras almas de forma individual. Tenemos que salvar al mundo entero en cuerpo y alma.

Al término de la Eucaristía se dio inicio con la procesión del Corpus Christi. Las cuatro estaciones estuvieron integradas por las delegaciones parroquiales de nuestra Arquidiócesis, hermandades, Cabildo metropolitano y clero de Lima.

Antes de la bendición final, Monseñor Castillo anunció que los puntos de acopio instalados por la Vicaría de la Juventud y Cáritas Lima lograron reunir más de 2 toneladas de víveres que se destinarán a las ollas comunes y comedores parroquiales.

Las hermanas de la Red Kawsay Perú, una comisión permanente de la Conferencia de Religiosas del Perú dedicada a la construcción de una sociedad libre de trata de personas, participaron en el 15º aniversario de Talitha Kum: «Caminando juntos para acabar con la trata: compasión en acción para la transformación», celebrado en Roma del 19 al 23 de mayo.

El evento religioso reunió a miembros de Talitha Kum de diferentes países del mundo para reflexionar y buscar soluciones en favor de la eliminación de la trata de personas, actividad que atenta contra la dignidad de las personas.

En este contexto, la hermana Ana María Vilca, SNJM, Coordinadora de la Red Kawsay Perú, indicó que «la trata de personas está en constante evolución». Ante esta situación, destacó que la asamblea “les brindó la oportunidad de encontrarse y reconocerse como una red de redes”, donde “inspiradas por el Espíritu Santo”, se sintieron motivadas para continuar construyendo un futuro en el que «todos y todas tengan vida y la tengan en abundancia».

Asimismo, la religiosa destacó que la reunión de Talitha Kum estableció una serie de metas claras para guiar su trabajo durante el año: «Compartir experiencias y escuchar a nuestras bases, así como abrazar nuestra identidad y diversidad como una red internacional de redes son aspectos fundamentales. También nos enfocamos en fortalecer las relaciones, el trabajo en red y la colaboración entre todos los miembros. Es igualmente importante para nosotros revisar nuestras prioridades de acción en respuesta a las realidades emergentes. Y también tenemos la intención de celebrar los 15 años de Talitha Kum, reconociendo y valorando el camino recorrido y los logros alcanzados».

Durante las sesiones de la asamblea, todas las religiosas trabajaron bajo el método “conversación en el Espíritu”, donde se abordaron temas cruciales como la posición de la Iglesia frente a la trata de personas, el empoderamiento de mujeres y supervivientes, así como el impacto del cambio climático y los conflictos, y la migración forzada. Además, se discutieron respecto a las repercusiones económicas derivadas de la trata de personas, entre otros relevantes de la agenda.

Además, la coordinadora de la Red Kawsay Perú expresó que la fe y la espiritualidad han evidenciado cómo la presencia de Dios puede ayudar a transformar las situaciones más desesperadas y revitalizar lo que parecía perdido: “Nuestro trabajo con víctimas y sobrevivientes de la trata de personas se centra en la creencia de que la dignidad de los oprimidos y explotados puede ser restaurada a través de relaciones fraternas marcadas por la presencia del Espíritu Santo y el misterioso encuentro con Dios”.

“Talitha Kum, nos invita a levantarnos con valentía y esperanza, permaneciendo cerca de las víctimas y supervivientes de la trata de personas, que nos tienden la mano para promover un mundo más justo en el que todo ser humano pueda vivir con dignidad y plenitud, realizando así el mensaje de Cristo: «Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia» ( Jn. 10:10 )”, sostuvo la hermana Ana María.

Central telefónica
(511)2037700