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La Vicaría de la Pastoral Social y de la Dignidad Humana – Cáritas Lima, en alianza con Cencosud Perú, lanzan la campaña “Dona un juguete”, iniciativa que invita a las personas a donar sus juguetes para que lleguen a niñas y niños de los sectores más vulnerables en Lima y provincias.

“Dona un juguete” dio inicio el pasado martes a través del encendido de un árbol de 20 metros en la Plaza San José de Jesús María y que contó con la presencia de Monseñor Guillermo Cornejo, Obispo Auxiliar de Lima, Jorge Luis Quintana García, alcalde de Jesús María, Jorge Herrera, director de Cáritas Lima, Alfredo Mastrokalos, gerente País de Cencosud Perú, Maricarmen Marín y Almudena García, embajadoras de Metro, quienes, junto a la marca, donaron los primeros juguetes.

“Desde Cáritas Lima velamos por el bienestar de las personas más vulnerables y la alianza con Metro nos permite continuar con este objetivo. Dona un juguete es una iniciativa que busca compartir felicidad y esperanza con miles de niñas y niños, quienes podrán recibir juguetes esta Navidad”, comenta Jorge Herrera, director de Cáritas Lima. Por su parte, Monseñor Guillermo Cornejo hizo un llamado a las personas a donar y compartir con nuestros hermanos, porque al hacerlo con ellos lo hacemos con Dios.

Asimismo, todos los juguetes antes de ser entregados a los pequeños pasarán por un proceso de limpieza y desinfección. Los que no se encuentren en las condiciones adecuadas serán entregados a los recicladores de la ONG Ciudad Saludable y a la empresa Reverse Logistics Group quienes se encargarán de darles una nueva vida, continuando así con el compromiso de Metro con el cuidado del medio ambiente.

Las personas que quieran formar parte de esta iniciativa podrán dejar sus juguetes del 12 de noviembre al 26 de diciembre en los buzones instalados en 37 tiendas de Metro en Lima y 5 en las provincias de La Libertad, Lambayeque, Piura, Arequipa y Cajamarca.

«La escucha es el sentir más hondo de la gente». Participación de los laicos de Lima en el proceso de escucha de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe.

Una crónica de: Luis Llontop. / Fotos: Beto López.

El Perú es el país de América Latina y el Caribe con el mayor número de personas registradas en el proceso de escucha de la Asamblea Eclesial, que se realizará en noviembre en México. Así lo sostiene un reciente documento del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), de septiembre del 2021, en el que se sintetizan los principales resultados de este inédito proceso. Cabe añadir que, por primera vez en la historia de la Iglesia de América Latina y el Caribe y de la Iglesia universal, se utilizó una plataforma informática y la inteligencia artificial para facilitar la participación directa de los laicos y de todo el pueblo de Dios.

Pero, más allá de las cifras y de la novedad tecnológica, en esta crónica les contamos cómo han vivido esta experiencia inédita un grupo de laicos de diferentes de sectores y grupos de la arquidiócesis de Lima, así como el grupo arzobispal de promoción de la escucha. Una novedad llegó con los nuevos tiempos y la era del ciberespacio y, a la vez, una profunda experiencia de ponerle el oído a voces conocidas, y a veces poco atendidas.

Voces que demandan sintonía.

Sin duda, el mundo católico se prepara para un acontecimiento que marcará su historia. El papa Francisco ha convocado una Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe del 21 al 28 de noviembre en México. Este cónclave, en medio de la peor pandemia universal, busca una renovación de su misión, busca estar más en el mundo, en la historia y vida cotidiana de la gente.

Un aspecto central de esta novedad se llama sinodalidad, es decir, caminar, trabajar juntos. En este proceso, los laicos juegan un papel fundamental, son corresponsables. Por ello, escuchar sus voces, saber qué piensan, qué esperan y a qué se comprometen se vuelve tarea fundamental para percibir por dónde van los aires proféticos en esta Iglesia misionera.

Nibay Rodríguez, joven madre que no llega a los 30 años, es la presidenta de la olla común Maná, en el asentamiento humano San Genaro II, en Chorrillos. Ella, reconociendo el contexto tan grave de la pandemia, valora mucho el apoyo de la parroquia Cristo Misionero del Padre, porque ayudan a quienes no tenían ni para comer y ahora ya tienen algo en sus mesas; en esta olla se alimentan a unas 100 personas cada día. Martha Montoya, socia de esta misma olla, precisa: “Que nos conozcan, que sepan lo que deseamos y lo que anhelamos, que la Iglesia pueda fortalecerse más; conocer lo que cada pueblo, cada comunidad necesita, que sepan que necesitamos ayuda material y espiritual. Gracias, porque nos permiten dar nuestra opinión”, concluye Martha.

Al final de la jornada, que implica limpiar el local, recoger los alimentos, comprar los ingredientes que faltan y prepararlos, Nibay y Martha fueron invitadas por Estela Vargas (laptop en mano, señal de nuevos tiempos), agente pastoral de la parroquia, para que se queden un momento y puedan dar su opinión en este amplio proceso de escucha en camino hacia la Asamblea Eclesial. Las socias valoran mucho que se tenga en cuenta su palabra; más allá de los afanes diarios del dar de comer, consideran lo que podría ser lo mejor para una institución que les da confianza: la Iglesia, siempre cercana, pero que ellas reconocen que debe estar en mayor sintonía con sus necesidades.

El equipo arzobispal: tiempo al tiempo

“Nuestra tarea ha sido animar y revitalizar todos los espacios pastorales en el proceso. También aclarar las formas de participación. Acercarse con todos los protocolos a las señoras de los comedores, a los maestros… esta iniciativa es muy importante”, nos cuenta Luis Rodríguez, secretario ejecutivo de la Vicaria de la Juventud, quien forma parte del equipo arzobispal de escucha.

“Nos tomó tiempo entender la propuesta del CELAM para el proceso de escucha. Hasta que logramos entenderla, conocer la plataforma informática y entusiasmarnos para animar a todas las personas y grupos de la arquidiócesis. El equipo de comunicaciones elaboró un tutorial para entender el proceso de participación desde la plataforma. El medio para participar había cambiado, fue algo que ayudó y reveló el uso de las tecnologías”. Eso comenta Félix Grández, encargado de las relaciones interinstitucionales del Arzobispado de Lima e integrante del equipo de promoción.

La profesora Milagros Arcela -primera de la izquierda- y el equipo de docentes: Miriam Torrico, Jesús Chumpitaz, Percy Saavedra.

“Sobre todo, muy admirada, porque en tan poco tiempo se ha notado todo un gran movimiento”, así lo recuerda Reynita Vilches, religiosa de las Hijas de María Auxiliadora, quien forma parte del equipo arzobispal de escucha.

Monseñor Guillermo Cornejo, obispo auxiliar de Lima, será uno de nuestros representantes en las reuniones presenciales de la Asamblea Eclesial de noviembre. Él señala que el tiempo de escucha ha sido una experiencia muy hermosa de trabajo conjunto. “Soy muy observador y han hecho un trabajo muy concatenado, han salido a otras pastorales, los he visto muy en contacto con otros: con hermandades; los jóvenes de nuestra arquidiócesis están muy fuertes para realizar otras actividades, muy llenos de si, estos jóvenes son capaces de todo”.

“Lo más bonito de este proceso ha sido la sinodalidad. La misma práctica de hacer la experiencia juntos ya ha sido vivir la esencia de la Asamblea Eclesial. La integración de trabajo conjunto y de tener un objetivo común ha sido una gran riqueza. El poder ir a otras pastorales específicas: colegios, jóvenes, acción social, nos ha enriquecido”, comenta el P. Víctor Chávez, asesor de la pastoral juvenil.

Una de las voces más jóvenes del equipo ha sido Juan José Dioses, cuyo equipo está compuesto por gente veinteañera, nativos digitales, se diría. Es responsable del Equipo de Comunicaciones del arzobispado de Lima: “Ha sido una oportunidad para visibilizar la dura realidad de los rostros de muchos hermanos invisibilizados incluso por la propia Iglesia, ir donde ellos ha sido una gran experiencia, su voz para nosotros es muy importante”.

Usando los medios digitales: jóvenes y maestros

En el proceso de escucha también tomaron la palabra los maestros del colegio parroquial Santa Rosa, de Lince. Para Milagros Arcela: “Ha sido un espacio para poder hablar, decir lo que pensamos y sentimos, para reconocer que se exige un actuar coherente para estar cerca de los estudiantes y así aportar a la sociedad y a la propia Iglesia”.

Para el profesor Jesús Chumpitaz, “este tiempo de escucha ha sido importante para saber sobre nosotros, nuestra vida católica y nuestra vida familiar”. Percy Saavedra destaca: “Ayudar a tomar decisiones que nos involucren”. Por su parte, Miriam Torrico espera “una Iglesia activa y comprometida con este camino hacia la santidad”.

Los jóvenes llegan a esta Asamblea con todo el ánimo y con toda su experiencia de manejar los medios virtuales con total familiaridad; por ello, para Isabel Chirinos, joven de la parroquia de San Pedro, en Chorrillos, a pesar de la distancia se apoyaron en los medios digitales para comunicarse con sus pares. Ella espera que “sigamos viviendo la experiencia de una Iglesia en salida, muy misionera”.

Ángel Gómez viene de la parroquia de Santa Ana, la segunda más antigua de Lima. Desde su juventud, piensa que el proceso de escucha es una oportunidad para expresar sus sentires y trabajar articulando todo lo mejor del trabajo pastoral. “Aquí podemos manifestar nuestras experiencias significativas, dar a conocer nuestras expresiones e ideas de renovación para la Iglesia”.

Anahí Salazar, de la parroquia de San Francisco de Paula, del mismísimo Rímac, señala que, para ella, “necesitamos ser escuchados”. El impulso renovador de la juventud no se puede dejar de tener en cuenta. Los jóvenes son el rostro de una Iglesia siempre nueva, abierta a los cambios; dispuesta a escuchar y tomar en cuenta sus valiosos aportes y fidelidad.

Izumy Kanashiro, Ángel Gómez y Anahí Salazar jóvenes de la pastoral juvenil, apuestan porque “Sigamos viviendo la experiencia de una Iglesia en salida, muy misionera”

Seguro que ellos: jóvenes y maestros, como las señoras de las ollas comunes, tienen más que aportar. Esta historia continuará.

¿Y qué se espera?

“Una experiencia que ojalá logre quedarse en el mundo de los jóvenes es el voluntariado, esta práctica los acerca a mundos distintos, desafiantes, muchas veces desconocido; nos toca motivarlos para servir en algo muy concreto como esta acción voluntaria”, precisa la hermana Reynita.

“Conocer la realidad más a fondo, una mirada más contemplativa e inclusiva a estos grupos humanos para decirle a nuestra Iglesia que hay otros grupos que se deben de mirar, atender, escuchar y que nos deben interpelar. Contemplar y ver que realidades tenemos. Punto de partida para construir un plan pastoral en perspectiva sinodal e incluir estos rostros de la gente que no miramos. La juventud supone riesgos, toca asumir ese desafío y reconocer la confianza que ponen en nosotros. Mejorar lo que se ha hecho, una respuesta a ese gesto y eso incluye a la gente que no es atendida, eso hace que la Iglesia siga viva; identificar y reconocer a esos grupos que hacen que la iglesia sea una novedad, desde todos y todas. Así respondemos a la confianza”. Esta es la esperanza de Juan José Dioses, encargado de las comunicaciones del arzobispado.

La pandemia, con todas sus secuelas mortales, ha sido una oportunidad para que la Iglesia pueda y esté cerca de los que más sufren. Con miras a la Asamblea Eclesial, mucha gente del arzobispado vive este proceso de escucha con alegría y reconociendo el carácter movilizador de este proceso en la ciudad. Se disponen a observar con mayor agudeza lo que sucede para conocer las necesidades más apremiantes y responder a ello. La gente demanda una Iglesia cercana, honesta, misericordiosa, que ponga en el centro al ser humano, como hizo el Buen Samaritano. La escucha es una oportunidad de cercanía, un espacio de amistad, animarse en libertad, estar donde se gestan los nuevos relatos de humanidad, el corazón de nuestra Iglesia está ahí. Escuchar es muy valorado. Se vienen más escuchas para el camino. Lo vivido nos servirá para lo que viene, ahora con el apoyo de las nuevas tecnologías.

“Lo vivido -según monseñor Guillermo Cornejo- es algo profético, lo asumimos con humildad y sencillez, así como se aceptan los encargos difíciles. Seguramente hay cosas que no vamos a ver, pero abrimos el camino. Ahora hay experiencias de empoderamiento, por ejemplo, en las mujeres de las ollas, en los seminaristas, en los jóvenes… se han puesto en evidencia los rostros de los olvidados. Así, la arquidiócesis de Lima ha ganado con miras a la Asamblea Eclesial por más participación. Definitivamente, este es el tiempo de los laicos, por ello es importante buscar todo aquello que nos une”.

El tiempo de escucha ha sido, en el lenguaje eclesial, un kairós, es decir, un tiempo propicio para agudizar la capacidad de cercanía a los dramas humanos de la arquidiócesis. El tiempo ha demostrado que estamos ante novedades que no tuvimos antes, somos el país con mayor registro de toda América Latina y el Caribe, usamos y valoramos el soporte tecnológico y las plataformas, y contamos con los jóvenes, que son un tremendo apoyo en el uso responsable de estas herramientas tecnológicas.

Estaremos a la espera de las conclusiones de la Asamblea para seguir avanzando; mientras tanto, se prepara un plan pastoral arquidiocesano más cercano, fruto de haber puesto el oído afinado para escuchar mejor a todas las voces. Como dice el evangelio de Mateo: “Ahí donde está tu tesoro, ahí está tu corazón” (6, 21).

Bajo el título “La catedral se acerca a la amazonía”, del 16 de noviembre hasta el 16 de diciembre estará disponible la exposición temporal sobre la vida y los pasos del siervo de Dios, Padre Luigi Bolla, en el Museo Palacio Arzobispal de Lima.

Con ocasión de la apertura del proceso de beatificación y canonización del sacerdote salesiano, el Museo Palacio Arzobispal de Lima ha dispuesto un espacio para exhibir algunas reliquias y colección de piezas personales del Padre Luis Bolla (Yánkuam’ Jintia) .

El evento inaugural contó con la participación del Rector Mayor de los salesianos, Ángel Fernandez Artime. En conexión virtual con Roma, el Padre Fernandez saludó y agradeció este gesto simbólico que nos acerca aún más a la vida misionera del Padre Bolla y su testimonio por los pueblos Shuar y Achuar.

Por su parte, el Arzobispo de Lima envío un fraterno saludo y recordó que la labor de la Iglesia es acercarse a las realidades más novedosas e interesantes, especialmente aquellas realidades humanas que vienen de los márgenes y muchas veces desconocemos:

“La vida del Padre Bolla ha sido un ejemplo de acercamiento, de conversión y de comprensión de la vida de nuestros hermanos shuar y achuar. Él dedicó su vida a conocer su lengua, y poco a poco, dentro de esa comprensión, anunciarles el Evangelio”, expresó Monseñor Carlos Castillo.

El Arzobispo Castillo aseguró que la experiencia de poder ver estas muestras del camino evangelizador del Padre Bolla, su mochila, sus botas, sus oraciones, sus vestidos y sus traducciones, nos acercan al colorido precioso de la cultura Ashurar: «Vamos a poder nosotros también identificarnos y sentirnos en comunión con nuestros hermanos de la Amazonía».

El prelado felicitó el trabajo misionero que la comunidad salesiana ha realizado por décadas, especialmente a la comisión responsable que promueve su beatificación y canonización: «Gracias a ustedes podemos ser una Iglesia más misionera al servicio de los que más lejos están. Muchas gracias padres salesianos», añadió.

Finalmente, el Dr. Carlos Castillo Sánchez, Gerente General de la Catedral de Lima, declaró inaugurada la exposición temporal sobre la vida del Padre Luis Bolla, abierta al público en general hasta el 16 de diciembre en el siguiente horario: De lunes a sábado de 9am. a 5pm. Y todos los domingos de 1pm. a 5pm.

Durante la exposición temporal podremos apreciar artículos invaluables que acompañaron al Padre Bolla durante su vida misionera como la Corona de plumas (Tawásap), usada por el Siervo de Dios en las celebraciones litúrgicas con los Achuar.

También podemos ver la estola tejida con algodón grueso que empleaba durante la administración de los sacramentos, o la famosa Cesta (Chankín) impermeable a la humedad que el sacerdote salesiano empleaba como sagrario.

Una de las reliquias más importantes en exhibición son las mochilas y botas que acompañaron el camino del Padre Bolla en los pueblos Shuar y Achuar; así como la traducción del Nuevo Testamento al Achuar, cartas manuscritas y cuadernos de ejercicios espirituales.

Nuestra Arquidiócesis de Lima vivió una noche de oración, música y reflexión junto al Padre Cristóbal Fones, quien se reencontró con su público de manera virtual y presencial en una edición especial de «La Oración Cantada y Misionera».

La noche del 12 de noviembre, el Padre Cristóbal Fones, sacerdote jesuita, músico y compositor chileno, visitó las instalaciones del Seminario Santo Toribio de Mogrovejo y ofreció un emotivo recital bajo el título: «La Oración Cantada y Misionera».

El evento contó con la participación de nuestro Arzobispo de Lima, Monseñor Carlos Castillo, quien saludó el gesto del Padre Fones al visitarnos: «Estamos muy contentos de que puedas compartir un momento musical como necesitamos todos en estos momentos tan duros que vivimos todavía», agregó el prelado.

Por su parte, el Rector del Seminario Santo Toribio de Mogrovejo, el Padre Luis Sarmiento, agradeció la presencia del compositor chileno, quien llegó a nuestra capital después de un intenso camino por Jaén, Piura y Condorcanqui: «Este es un encuentro de oración cantada y misionera, es un encuentro del Señor en medio de una Iglesia que camina. Las canciones del Padre Fones son oración constante y permanente, en un sentido profundo al que estamos llamados a vivir», expresó el Padre Sarmiento.

Cristóbal Fones: «El Señor nos invita a la fraternidad para reconstruir el tejido social».

Al inicio del recital, el Padre Cristóbal Fones reflexionó sobre los grandes desafíos que viene dejando esta crisis sanitaria a nivel mundial: “Este tiempo de Pandemia nos ha conectado más con nuestra vulnerabilidad. En mi caso, he tenido que aprender a convivir conmigo mismo y ha sido un desafío, pero ha sido una invitación a todos para conocernos, conocernos de verdad, a no desesperarnos y recordar que Dios nos acompaña en nuestro sufrimiento”, acotó.

El sacerdote jesuita se reencontró con el Pueblo de Dios de forma presencial tras un largo tiempo de ausencia. Cumpliendo todos los protocolos de bioseguridad y con un aforo limitado, Cristobal Fones interpretó sus temas más conocidos: ‘Qué cálida es tu casa’, ‘Señor, a quién iremos’, ‘Tu modo’, ‘Paz armada’, ‘Dios te salve María’, Sin Miedo’, entre otros.

El Señor está caminando entre nosotros, en hombres y en mujeres muy concretos, y nos invita a la fraternidad universal, al Fratelli Tutti, para que todos podamos ser hermanos y construir, reconstruir el tejido social, que está tan lleno de distanciamiento.

Antes de finalizar, el Padre Cristóbal recibió un lindo recuerdo de nuestra cultura peruana, un retablo ayacuchano: «Queremos agradecerte por tu presencia, por lo que has compartido con nosotros tu oración, y con una libertad increíble de quien se descubre amado», señaló el Padre Luis Sarmiento.

«La Oración Cantada y Misionera» fue posible gracias a la colaboración del Seminario Santo Toribio de Mogrovejo, la comunidad Jesuita, ESEJOVEN, Elegidos y Vocaciones Jesuitas Perú. El evento se desarrolló gratuitamente de manera presencial y virtual.

En el marco de la Jornada Mundial de los Pobres, la Vicaría de la Pastoral Social y de la Dignidad Humana – Cáritas Lima, organizó un almuerzo solidario con 60 adultos mayores de pobreza extrema, en el Rímac. El hecho tuvo lugar en la Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y contó con la presencia de Monseñor Guillermo Cornejo, Obispo Auxiliar de Lima.

Después de un año de ausencia debido a la Pandemia, nuestra Arquidiócesis de Lima celebró la Jornada Mundial de los Pobres con un almuerzo en el corazón del Rímac. En ese sentido, Jorge Herrera, Director General de Cáritas Lima recalcó que este tiempo de ausencia se hizo necesario para «visibilizarnos como hermanos y poder compartir un grato momento».

Antes de compartir el almuerzo, Monseñor Guillermo Cornejo dio una bendición especial e invocó a tener siempre presente a nuestros hermanos más vulnerables: «¡Qué lindo es poder compartir con ustedes! Hoy el Señor nos está llamando a acompañarlos, a quererlos y amarlos. Queremos recordarles, a través de este gesto sencillo, que no están solos, no están abandonados, nosotros estamos con ustedes», expresó el Obispo Auxiliar de Lima.

Por su parte, el Padre Guillermo Urquizo, párroco de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, agradeció esta iniciativa de Cáritas Lima que brinda una luz de esperanza a los ancianos de nuestra ciudad: «Gracias por hacernos llegar las donaciones. Este tipo de gestos son signos de amor de la presencia de Dios en nuestras vidas», afirmó.

Además del almuerzo ofrecido por Cáritas Lima, los 60 adultos mayores recibieron kits de útiles de aseo.

La Comisión de Vocaciones de la Arquidiócesis de Lima nos invita a participar de un momento de música y reflexión con el Padre Cristóbal Fones, SJ. Bajo el título «La Oración Cantada y Misionera», te explicamos cómo puedes participar desde casa del esperado evento musical.

Convencido de que es posible anunciar la alegría y la esperanza del Reino de Dios a través de la música, el Padre Cristóbal Fones ya se encuentra en nuestro país para participar de una serie de actividades, incluido un concierto virtual este viernes 12 de noviembre desde las 7 de la noche.

El talentoso compositor nacido en Chile llegará al Seminario Santo Toribio de Mogrovejo gracias a una invitación de la Comisión de Vocaciones del Arzobispado de Lima, responsables de la organización del encuentro virtual «Oración Cantada y Misionera».

¿Y cómo podemos participar virtualmente del recital del Padre Cristóbal Fones? Minutos antes de las 7 de la noche, conéctate al Facebook del Arzobispado de Lima (clic aquí). La Oración Cantada y Misionera es posible gracias al apoyo de Vocaciones Jesuitas del Perú, ESEJOVEN.pe, Seminario Santo Toribio de Mogrovejo, y Elegidos.

Sobre el Padre Cristóbal Fones.

El jesuita Cristóbal Fones nació en Santiago de Chile, y ha estado activo en la música y en la iglesia desde los primeros años de su niñez. Terminó sus estudios profesionales en la Universidad Católica de Chile. Antes de ingresar a su noviciado jesuita, cantaba en festivales de música popular y en bodas. En los años de 2005-2006 empezó sus estudios de postgrado en The Catholic University of America, en Washington, D.C. Se ordenó en 2007 después de terminar sus estudios de postgrado.

El Padre Cristóbal ha reconocido en reiteradas ocasiones la necesidad de hacer que la música católica sea más accesible, por eso grabó un segundo álbum en 1997, En Él Solo la Esperanza, que se distribuyó ampliamente en América Latina. Lanzó su colección Tejido a Tierra con OCP en 2008. El compositor chileno creó la primera misa en lengua indígena en Chile, Misa ülkantun. A la fecha, el Padre Fones continúa componiendo música y trabajando en su ministerio desde el hermano país de Chile.

Continuando con las Jornadas Decanales Juveniles (JDJ), más de 80 jóvenes del decanato 10 de nuestra Arquidiócesis de Lima vivieron días de formación, integración y entusiasmo.

Los jóvenes de Surquillo, Surco y Barranco, organizaron una serie de actividades virtuales en el mes de octubre en el marco de las Jornadas Decanales Juveniles. El primer día estuvo dedicado a la integración de todos los participantes, quienes en representación de sus parroquias compartieron las principales experiencias vividas en este tiempo de Pandemia. Para la segunda fecha se invitó a un concierto virtual a cargo del cantante católico boliviano José Luis Melgar.

Jano Semorile, coordinador del decanato 10, explicó que el encuentro de estos días fue una hermosa oportunidad para integrarse, conocer las realidades de cada comunidad y buscar las soluciones más creativas.

El último día de jornada contó con la participación de Monseñor Guillermo Cornejo, Obispo Auxiliar de Lima, quien alentó a los jóvenes a seguir perseverando en este camino para seguir a Cristo y ser sus discípulos misioneros en salida.

Las Jornadas Decanales Juveniles (JDJ) no se detienen. Hoy nos alegra compartir las experiencias y testimonios de los jóvenes del decanato 2, quienes vivieron un encuentro de amistad y fraternidad.

Durante el mes de septiembre, las comunidades parroquiales juveniles del decanato 2 participaron de una serie de actividades de forma semi-presencial. LA JDJ dio inicio con una misa de apertura presidida por Monseñor Guillermo Cornejo Mozón, Obispo Auxiliar del Lima, en la Iglesia de San Sebastián.

Acompañados de sus párrocos, los jóvenes organizaron un conversatorio en el auditorio del Colegio Monserrat para reflexionar sobre las realidades juveniles que se presentan en sus jurisdicciones.

Una de las actividades más llamativas fue: #ChallengeJDJD2, un evento de integración y fraternidad que permitió ahondar en los retos que cada parroquia viene afrontando a raíz de la Pandemia.

Para el último día, el decanto 2 organizó un conversatorio virtual liderado por el Padre Jorge López. Cumpliendo con todos los protocolos de bioseguridad, más de 90 jóvenes de diversas parroquias fueron parte de esta jornada de ideas, escucha y diálogo.

Con gran éxito se llevó a cabo la Primera Asamblea de la Pastoral Juvenil de nuestra Arquidiócesis de Lima. Bajo el lema «En el Camino Sinodal», los líderes juveniles y los asesores de nuestros 12 decanatos participaron en una jornada de formación, reflexión y diálogo con miras al Plan Pastoral Juvenil para el periodo 2021-2023.

El evento juvenil organizado por la Vicaría de la Pastoral Juvenil tuvo como objetivo promover el encuentro entre los principales agentes juveniles de nuestra Arquidiócesis, a fin de favorecer la escucha y la toma de decisiones en un camino sinodal, desde las claves pastorales fruto del Sínodo de los Jóvenes.

Desde muy temprano, la Asamblea de los jóvenes inició con las palabras de nuestro Obispo Auxiliar de Lima, Monseñor Guillermo Cornejo, quien reflexionó sobre la Carta del Papa Francisco a los Jóvenes por la XXXVI Jornada Mundial de la Juventud: “No podemos ser llamados cristianos si es que no vivimos la dimensión eclesial de la fe, y los jóvenes viven una vida de Iglesia muy especial”, remarcó el prelado.

Plan Pastoral Juvenil 2021-2023.

Posteriormente, se realizó la presentación del Plan Pastoral Arquidiocesano de la Pastoral Juvenil para el periodo 2021-2023, a cargo del Padre Víctor Chávez: «Este trabajo ha sido realizado en equipo junto con todos los jóvenes de los diferentes decanatos de nuestra diócesis», explicó el asesor de la PJ.

Plenario juvenil.

Al término de la presentación, se desarrollaron plenarios en grupos, tanto para los que se encontraban conectados de forma virtual como para los coordinadores decanales presentes. Este espacio permitió que se realicen aportes y sugerencias de mejora al documento que guiará el camino de los jóvenes en los próximos años.

¡Levántate! El himno de los jóvenes en su camino sinodal.

Después del plenario, la Primera Asamblea Juvenil concluyó con un recital de los Hermanos Quiñones, quienes compartieron el tema ¡Levántate!, canción inspirada en la carta del Papa Francisco para la 36a Jornada Mundial de la Juventud.

En el Día de Todos los Fieles Difuntos, y con la esperanza en la resurrección de nuestros muertos, queremos orar por todos los mártires que ha dejado esta Pandemia, especialmente por aquellos que entregaron su vida para salvar las nuestras.

Video archivo: Fotos de fallecidos por el Covid-19 enviadas a la Oficina de Prensa del Arzobispado de Lima y proyectadas en el Atrio de la Catedral de Lima, durante histórica misa en Plaza de Armas. A través de este gesto sencillo pero significativo, queremos rememorar la huella que han dejado en nosotros.

Según cifras del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades del Minsa, en el Perú se han registrado más de 200 mil muertes a causa del Covid-19.

Hace un año se celebró histórica Misa sin fieles en Plaza Mayor de Lima.

Como se recuerda, hace un año se celebró una histórica Misa sin fieles en memoria de todos nuestros difuntos por la Pandemia. En aquella oportunidad, la Plaza Mayor de Lima estuvo revestida de velas, mientras que en el Atrio de la Catedral de Lima se proyectaban las más de 10 mil fotografías de fallecidos por el Covid-19 enviadas a la Oficina de Prensa del Arzobispado de Lima.

«La Iglesia está constituida, básicamente, por aquellos que están para servir y no para ser servidos. Por eso, nos unimos a todos los que son servidores, a los que se unen al gran sufrimiento de la gente para consolarla, alentarla y decirle que nuestro Dios se propuso cambiar el rostro egoísta de la humanidad por el rostro amoroso de una humanidad hermana», expresó Monseñor Carlos Castillo durante su homilía.

El Arzobispo de Lima indicó que nuestro país requiere de dos experiencias fundamentales: solidarizarnos con el sufrimiento y saber vivir el sufrimiento con esperanza: «eso es lo que hemos aprendido entre nosotros en estos meses. No ha sido fácil, ha sido un aprendizaje tremendo, porque teníamos entre nosotros una visión de las cosas en donde lo único que había era poder, arrogancia, ganancias ilimitadas e incapacidad de comprender al otro, y la Pandemia le ha dicho con toda claridad al sistema en el cual vivimos, que no es posible continuar ufanándonos del poder y del dinero cuando existen los últimos de la tierra que son maltratados, y que es la mayoría de la humanidad”. 

Padre Bueno, te encomendamos toda nuestra sociedad y nuestros difuntos. Te damos gracias porque la fuerza de tu amor nos inunda y empezamos a ser un pueblo bajo un solo pastor, Jesucristo nuestro Señor

Antes de culminar la Celebración Eucarística, todos los obispos presentes bendijeron con agua bendita e incienso las 10 mil fotografías que se proyectaron en la fachada de la Catedral de Lima.

Central telefónica
(511)2037700