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Nuestro país viene tomando medidas para afrontar el contagio comunitario del Covid-19 en todo su territorio, al encontrarse en la etapa de transmisión comunitaria. ¿Pero qué significa estar en cuarentena nacional?

Cuando se manda a una cuarentena es para que nadie salga de su domicilio y para poder salvaguardar su salud. Solo si es por motivos de fuerza mayor como comprar provisiones, medicamentos o si se presentara una emergencia, en ese sentido, la ministra de Salud, Elizabeth Hinostroza, instó a la población a acatar la medida de emergencia y quedarse en casa.

Luego de que el presidente de la República, Martín Vizcarra Cornejo, anunciara la aprobación de un decreto supremo que declara Estado de Emergencia Nacional por un período de 15 días calendario, la titular del Salud, explicó que esta medida responde a la necesidad de reducir la propagación y contener la dispersión viral.

Informó que existen casos autóctonos por coronavirus Covid-19 en nuestro país, razón por la cual el Estado tuvo que intervenir para cortar la curva de rápido ascenso.

«Empezamos a encontrar casos en personas que no habían viajado a países donde ya había infección ni han estado en contacto con personas que tenían el virus. Entonces, empezamos la etapa comunitaria, por lo debemos hacer más fuerte el cerco de contención”, manifestó.

No obstante, recordó que, desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzara la alerta de vigilancia epidemiológica por expansión de esta enfermedad, el Ministerio de Salud aprobó el ‘Plan Nacional de Preparación y Respuesta frente al Riesgo de Introducción del Coronavirus Covid-19’ para frenar el avance del virus.

Asimismo, destacó que el paciente 0 ya se encuentra fuera de peligro y fue dado de alta. Agregó que, para salvaguardar la salud del mencionado y de todos los pacientes, la doctora Hinostroza exhortó a la población a evitar acudir a los policlínicos, clínicas y hospitales por atenciones menores.

«La gente llega por un cuadro gripal y también acude gente que realmente lo requiere. Cuando todo el público se mezcla, se dispersa masivamente los virus», puntualizó.

Consultada por el período de 15 días de Estado de Emergencia Nacional, la doctora Hinostroza explicó que este lapso guarda correlación con el tiempo de vida del virus y se fijó de acuerdo con la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

También aclaró que un sospechoso de coronavirus no es quien evidencia síntomas, sino todas las personas que viven alrededor de él. De ahí, la importancia del aislamiento domiciliario.

«Cuando mandamos una cuarentena quiere decir que nadie debe salir de su domicilio, solo por motivos de fuerza mayor, ya sea para comprar provisiones y aún así, tiene que ir una persona y no va a salir dos o tres veces. Lo que tratamos es que la gente permanezca en casa y solo salga por temas estrictamente necesarios», manifestó.

La ministra resaltó que la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas adoptarán las medidas para garantizar los servicios públicos.

Por otro lado, recordó que el Minsa cuenta con 250 camas en UCI a nivel nacional, exclusivamente libres para Covid-19 y que se ha descentralizado la evaluación de las muestras médicas para diagnosticar el coronavirus, que antes solo se realizaba en el Instituto Nacional de Salud (INS).

Desde el sábado, ya se pueden analizar muestras en Iquitos y Tumbes. A partir de hoy, lunes 16 de marzo, se hará lo propio en los laboratorios de La Libertad y Cusco; el 18 de marzo, en San Martín y Piura y el 22 de marzo, en Jaén, Ucayali e Ica. Con EsSalud, se implementará en más regiones.

Finalmente, señaló que se viene coordinando, junto con el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) y alcaldes distritales para vacunar a los adultos mayores en sus domicilios.

Si estás pensando realizar la prueba de laboratorio para confirmación o descarte de la infección por el COVID-19, te recordamos que el Ministerio de Salud ha dispuesto una serie de criterios:

1. La toma de muestra y procesamiento respectivo se llevará a cabo en aquellas personas que cumplan con los criterios clínicos y epidemiológicos que lo definen como “caso sospechoso”.

2. Se define como caso sospechoso a aquella persona con infección respiratoria aguda (fiebre acompaña de algún otro signo o síntoma respiratorio como tos, estornudos o dificultad para respirar) y sin otra etiología que explique la presentación clínica. Así como, historial de viaje o residencia en un país con transmisión local del COVID-19 durante los 14 días previos al inicio de los síntomas. (ver actualización en la página del CDC Perú https://www.dge.gob.pe/portal/index.php?option=com_content&view=article&id=678).

3. Se define como caso sospechoso a aquella persona con alguna infección respiratoria aguda que tuvo contacto con un caso confirmado o probable de infección por COVID-19, durante los 14 días previos al inicio de los síntomas.

4. Se define como caso sospechoso a aquella persona con infección respiratoria aguda grave –IRAG- (fiebre superior a 38°, tos, dificultad respiratoria y que requiere hospitalización), y sin otra etiología que explique completamente el cuadro clínico.

Aprovechamos la oportunidad para llamar a la población a mantener la calma y no tomar como ciertas cadenas, videos o audios que se transmiten a través de las redes sociales y fuentes no autorizadas. El Ministerio de Salud es la única fuente oficial sobre el COVID – 19 en nuestro país.

Desde Italia, Monseñor Giuseppe Giudice, obispo de Nocera Inferiore-Sarno, comparte esta preciosa oración que podemos leer desde casa en compañía de nuestras familias:

Oración: Yo me quedo en casa, Señor

¡Yo me quedo en casa, Señor!
Y caigo en la cuenta de que, también esto,
me lo enseñaste tú viviendo, obediente al Padre,
durante treinta años en la casa de Nazaret esperando la gran misión.

¡Yo me quedo en casa, Señor!
Y en la carpintería de José, tu custodio y el mío,
aprendo a trabajar, a obedecer,
para lijar las asperezas de mi vida
y preparar una obra de arte para ti.

¡Yo me quedo en casa, Señor!
Y sé que no estoy solo
porque María, como cada madre,
está ahí detrás haciendo las tareas de casa
y preparando la comida para nosotros, todos familia de Dios.

¡Yo me quedo en casa, Señor!
Y responsablemente lo hago por mi bien,
por la salud de mi ciudad, de mis seres queridos,
y por el bien de mi hermano, el que tú has puesto a mi lado
pidiéndome que vele por él en el jardín de la vida.

¡Yo me quedo en casa, Señor!
Y, en el silencio de Nazaret, trato de orar, de leer,
de estudiar, de meditar, y ser útil con pequeños trabajos
para hacer más bella y acogedora nuestra casa.

¡Yo me quedo en casa, Señor!
Y por la mañana te doy gracias por el nuevo día que me concedes,
tratando de no estropearlo, de acogerlo con asombro
como un regalo y una sorpresa de Pascua.

¡Yo me quedo en casa, Señor!
Y a mediodía recibiré de nuevo
el saludo del Ángel, me haré siervo por amor,
en comunión contigo que te hiciste carne para habitar en medio de nosotros;
y, cansado por el viaje, te encontraré sediento junto al pozo de Jacob,
y ávido de amor sobre la Cruz.

¡Yo me quedo en casa, Señor!
Y si al atardecer me atenaza un poco de melancolía,
te invocaré como los discípulos de Emaús:
Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída.

¡Yo me quedo en casa, Señor!
Y en la noche, en comunión orante con tantos enfermos y personas solas,
esperaré la aurora para volver a cantar tu misericordia
y decir a todos que, en las tempestades, tú eres mi refugio.

¡Yo me quedo en casa, Señor!
Y no me siento solo y abandonado,
porque tú me dijiste: Yo estoy con vosotros todos los días.
Sí, y sobre todo en estos días de desamparo, Señor,
en los que, si mi presencia no será necesaria,
alcanzaré a todos con las únicas alas de la plegaria.
Amén.

Giuseppe, Obispo (Nocera Inferiore – Sarno, Italia)

Ante alta demanda de pruebas por COVID-19, especialista llama a la población a mantener la calma si se presentan síntomas.

El infectólogo del Ministerio de Salud (Minsa) Manuel Espinoza afirmó que en este aislamiento nacional es muy importante cuidarse en casa. “Si un miembro de la familia presenta síntomas respiratorios relacionados con el COVID – 19 debe asumir, a pesar de no tener un diagnóstico positivo, que está infectado”, agregó el especialista.

En estos casos, se deben extremar las medidas de higiene como el lavado de manos y el uso de tapaboca. Asimismo, la familia deberá tomar las medidas pertinentes y estar atentos por si alguno de los miembros empieza a desarrollar sintomatología grave, especialmente si son adultos mayores o tienen algún tipo de comorbilidad.

“Quiero recordar que ningún examen es 100% infalible y que ya se han presentado falsos negativo; por ello, los cuidados en casa deben extremarse”, indicó Espinoza.

Asimismo, recordó que el COVID – 19 puede presentarse de distintas formas y que los síntomas dependen del organismo de cada persona. “Llamamos a los médicos a no subestimar cualquier síntoma y a tratar cada caso sospechoso como uno de COVID – 19”, afirmó el infectólogo del Minsa que añadió que nadie debe desesperarse por someterse a la prueba.

Por último, reiteró que los especialistas del Ministerio de Salud se encuentran alertas y trabajando las 24 horas para atender las necesidades de salud de toda la población, especialmente de aquellos que forman parte de la población calificada como vulnerable.

La Oficina de Prensa del Arzobispado de Lima comunica que, en concordancia con lo dispuesto por el Gobierno Central, y al haberse declarado el Estado de Emergencia Nacional por el avance de casos de Coronavirus, la campaña de vacunación contra la neumonía a sacerdotes, religiosos y religiosas mayores de 60 años prevista entre el lunes 16 y viernes 20 de marzo queda suspendida hasta nuevo aviso.

Esta suspensión ha sido definida por el Ministerio de Salud a fin de evitar las aglomeraciones. Por ello, el MINSA ha determinado un Plan de acción para enfrentar la emergencia sanitaria acudiendo a la casa de todos los adultos mayores que deseen vacunarse contra la neumonía. En los próximos días se brindará un mayor alcance sobre esta nueva disposición.

Al tratarse de una situación extraordinaria, hacemos extensivo el pedido de nuestras autoridades gubernamentales para permanecer en casa y acatar todas las medidas establecidas para la protección de nuestro pueblo.

En estos momentos de dificultad e incierto, hoy más que nunca recordamos las palabras de nuestro Pastor, Monseñor Carlos Castillo: «tenemos que ir según los signos de los tiempos, recreando nuestra Iglesia, haciéndola renacer en esta situación nueva, porque quizás el Señor nos está permitiendo sentir y vivir lo que la primera Iglesia vivió: empezar la vida de la Iglesia por las casas».

Dios y la Virgen María los proteja.

Queridos hermanos y hermanas,

Como Arzobispo de Lima, como Pastor de esta Iglesia, me dirijo a todos los feligreses de la Iglesia Católica, para meditar lo que hemos hecho en esta jornada de hoy.

Quiero decirles que este III Domingo de Cuaresma lo hemos vivido con bastante disciplina y capacidad de comprensión de la situación, sin embargo, necesariamente estamos llamados a enfrentar ahora una situación mucho más grave, y, por lo tanto, llamo a todos los católicos, a todos los creyentes y a todos los ciudadanos a que unidos en esta causa, procuremos hacer este esfuerzo de cuarentena con suma seriedad, unidos sin fallar en la tarea de mantener la distancia adecuada.

La unión no es solamente estar juntos, la unión es también estar en situaciones de distancia, pero unidos en una misma causa, la causa de la vida, nuestro Dios es el Dios de la vida, y todos los que creen en la vida, inclusive no siendo creyentes, saben que esa es una causa universal que requiere el cuidado de todas las vidas de nuestra población.

Hoy estoy muy agradecido porque hemos contribuido al cuidado de la prevención de la enfermedad, y después de consultar en las distintas parroquias, hemos visto que la gran parte de la feligresía católica se ha acogido a la dispensa del precepto dominical que se decretó por la emergencia, y quienes han ido, lo hicieron en condiciones adecuadas, de tal manera que no se ha superado el número de personas permitidas porque ha habido una actitud de oración muy profunda desde las casas que nos enaltece como Iglesia porque aprendemos a vivir de nueva manera nuestra fe cristiana en circunstancias complejas y difíciles.

Quiero felicitar también la actitud creativa de los párrocos que, siendo fieles a la mantención de la fe y del fortalecimiento de la fe en el pueblo, han sabido cuidar la salud física de nuestro pueblo, tratando de organizarse de la mejor manera. Algunos, por ejemplo, han organizado adecuadamente a la gente para que no llenaran demasiado los templos, se ha respetado el saludo de la paz sin tocarse, lo mismo que la comunión en la mano. En algunos casos se han cerrado los templos cuando el peligro era inminente procediendo siempre con cuidado. Mi agradecimiento a los fieles y a los párrocos por esta seriedad y responsabilidad con la que hemos llevado adelante la aplicación del decreto de emergencia que emitimos el viernes 13.

Quisiera reflexionar en el Evangelio de hoy que nos recuerda que los verdaderos adoradores, adorarán en espíritu y en verdad, no en el templo ni en la montaña, en el monte o en Jerusalén, no en esta parroquia o en la otra, sino que en espíritu y en verdad.

Con esta preciosa imagen del agua viva, del agua como un torrente que llena de fuerza e inunda para fecundar el mundo, se nos está diciendo que, si nosotros adoramos al Señor como lo hemos hecho en esta jornada dominical a través de las redes sociales o la televisión, y permanecemos en una unión espiritual, estamos fortaleciendo la Adoración del Señor a través de la vida, y esto es sumamente importante para nuestra Iglesia que en la última Asamblea Sinodal pedía saber vivir nuestra fe en nuevas situaciones para escuchar y estar cercanos a las necesidades de la gente.

Pues bien, hoy hay una necesidad y nuestra Iglesia está siendo cercana, evidentemente con la distancia social que esto requiere, pero con esa cercanía a los problemas que nos hace ser vigentes y que nuestra fe sea relevante, tenga sentido y posibilidades de ser entendida por la población, porque es una fe que acompaña a su pueblo como Dios que no abandona jamás.

Por eso, en nuevas situaciones, tenemos que ir según los signos de los tiempos, recreando nuestra Iglesia, haciéndola renacer en esta situación nueva, porque quizás el Señor nos está permitiendo sentir y vivir lo que la primera Iglesia vivió: empezar la vida de la Iglesia por las casas.

En efecto, la palabra ‘Ecclesia’ significa ‘reunión en asamblea’, pero a la primera Iglesia se le llamaba ‘Ecclesia tou Zeu’ (asamblea de Dios) o también ‘Oikos tou Zeu’ (hogar de Dios), es decir, ‘asamblea de la casa’, y por eso decimos que el Señor se hizo carne y habitó entre nosotros, porque hizo su casa entre nosotros.

Esta experiencia que hemos vivido hoy nos hace ver la enorme importancia de hacer renacer nuestra Iglesia desde nuestra vida familiar, ayudándonos unos a otros a no perturbar el proceso social, sino a contribuir desde nuestros hogares para salir adelante, porque la verdadera fe cristiana sabe adaptarse a los signos de los tiempos.

Este domingo ha sido una especie de ensayo para sentir que como cristianos es posible organizarnos eficazmente para el bien común, y desde nuestra misma manera de adorar el Señor, desde la vida concreta y en situaciones concretas, no estamos como en el templo de Jerusalén apegados a las normas y a las reglas, sino al Espíritu del Señor que nos hace distintos y nuevos cada vez.

Por eso, ante la posible decisión de una cuarentena, es posible que tengamos que tomar algunas medidas más exigentes y duras. Las tomamos con dolor, porque creo que la comunidad cristiana se regocija estando junta, cantando en el templo, haciendo posible que todos tengamos la casa del pueblo de Dios viva y alegre, pero ante los límites que vivimos, necesitamos tener un tiempo de recogimiento para retomar, pasada la pandemia, nuestra vida comunitaria.

A dos semanas de celebrarse la Semana Santa, es posible que tengamos que poner restricciones, de hecho, el Alcalde del Rímac adelantó que se limitarán las peregrinaciones al Cerro San Cristóbal, mientras que las autoridades civiles están tomando nuevas medidas preventivas. Aunque nos gusta festejar en grande y vivir intensamente las cosas, que es lo más peruano y cristiano que tenemos, no podemos seguir corriendo riesgos y ocasionar daños en nuestra sociedad, en vez de ello, debemos tener creatividad y tomar esta especie de retiro con hondura, en silencio y oración.

En ese sentido, quisiera pedir su disposición para las medidas que debamos tomar, y prepararnos para una eventual cuarentena más fuerte en esta cuaresma. De ser ese así, aceptémoslo con esperanza, priorizando la vida de todos y redefiniendo nuestras formas de celebrar la fe en espacios pequeños, para que todos unidos, en un solo espíritu, recemos simultáneamente.

Llamamos a las Iglesias cristianas amigas a unir esfuerzos en este camino, para que sus celebraciones puedan ser hechas con discreción, sin propagar la desobediencia a la autoridad civil y técnica. A las comunidades religiosas no cristianas, las invito a que contribuyamos todos, en una dimensión ecuménica, a luchar y cerrar el paso al coronavirus. Y pido también a todos los medios de difusión que nos ayuden con las misas y las celebraciones espirituales de todas las agrupaciones religiosas.

Todos tenemos que profundizar en ese Dios escondido que se revela en medio de las situaciones difíciles, para salir airosos con el agua viva y nueva de la corriente que inunda de vida nuevamente todo.

Quiero agradecer al Señor porque, en medio de esta adversidad, nos está dando creatividad, como dice el Salmo 4: “En el aprieto me diste anchura” – y el Señor está haciendo renacer la Iglesia con anchura, con un corazón grande para acoger a todos en medio del dolor y el sufrimiento.

Mil gracias a todos. Como Pastor los bendigo con todo cariño y espero que desde el hecho de mi cuarentena, podamos siempre estar unidos y seguirlos para estar al corriente de cada cosa que pasa.

Dios bendiga al Perú, Dios nos permita salir de este aciago momento, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Decreto Supremo detalla la relación de bienes y servicios que se destinarán para reducir la propagación e impacto del nuevo coronavirus.

El Poder Ejecutivo promulgó hoy el Decreto Supremo N° 010-2020-SA, que aprueba el Plan de Acción y la relación de bienes y servicios requeridos para enfrentar la Emergencia Sanitaria a nivel nacional por 90 días, declarada anteriormente por Decreto Supremo N° 008-2020-SA, con el objetivo de reducir la propagación y el impacto de este nuevo coronavirus en la población.

Mediante el dispositivo legal, publicado en las Normas Legales del Diario Oficial El Peruano, se precisa que corresponde al Ministerio de Salud, al Instituto Nacional de Salud (INS) y al Seguro Social de Salud (EsSalud), realizar las acciones inmediatas desarrolladas en el ‘Plan de Acción–Vigilancia, contención y atención de casos del nuevo COVID-19 en el Perú’.

Con este plan se busca fortalecer los sistemas de vigilancia, contención y respuesta para mitigar el impacto sanitario, social y económico que tendría el coronavirus en el país.

El plan alcanza a la sanidad de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional, y los establecimientos de salud privados, de manera tal que no quede sin el esquema de prevención ningún centro médico del país.

Se incluyen entre las acciones la vigilancia epidemiológica en los puntos de entrada al país; la comunicación de riesgo a grupos específicos y público en general; la identificación de hospitales de referencia regional y nacional; y el fortalecimiento de la capacidad operativa de los establecimientos de salud (EE. SS.) del ministerio, entre otras actividades.

El comité nacional a cargo del plan inició coordinaciones con el Mincetur, Corpac, Migraciones, la sanidad internacional, Sisol, FF. AA. y PNP.

A la par, desarrolla capacitaciones en preparación y medidas de prevención ante la transmisibilidad en exposición a casos sospechosos de covid-19 y en vigilancia a trabajadores de los aeropuertos (con el Jorge Chávez a la cabeza), migraciones, operadores turísticos y agencias de viajes.

Suma a ello la capacitación en medidas de aislamiento domiciliario y hospitalario a clínicas que reciben pacientes; así como la difusión de definiciones de caso.

Relación de bienes y servicios

El Decreto Supremo N° 010-2020-SA también establece que las contrataciones que se realicen al amparo de la presente norma deben destinarse exclusivamente para los fines que establece la misma, bajo responsabilidad.

En tanto, los saldos de los recursos resultantes de la contratación de bienes y servicios establecidos en la relación de ‘Bienes o servicios requeridos para las actividades de la emergencia sanitaria COVID 19’ pueden ser utilizados, dentro del plazo de la emergencia sanitaria declarada por Decreto Supremo N° 008-2020-SA, para contratar los bienes y servicios del mismo listado, siempre y cuando no se hayan podido completar las cantidades requeridas.

Descentralización de procesamiento de muestras

Como se recuerda, el Minsa ha descentralizado la evaluación de las muestras médicas para diagnosticar el coronavirus, que antes solo se realizaba en el Instituto Nacional de Salud.

Desde ayer sábado, ya se pueden analizar muestras en Iquitos y Tumbes. A partir del lunes 16 de marzo se hará lo propio en los laboratorios de La Libertad y Cusco; el 18 de marzo, en San Martín y Piura y el 22 de marzo, en Jaén, Ucayali e Ica.

Concluida la declaratoria de emergencia sanitaria declarada por Decreto Supremo N° 008-2020-SA, el Ministerio de Salud, el Instituto Nacional de Salud y el Seguro Social de Salud (EsSalud), deben informar respecto de las actividades y recursos ejecutados en el marco del ‘Plan de Acción–Vigilancia, contención y atención de casos del nuevo COVID-19 en el Perú’, así como sobre los resultados alcanzados.

La implementación de lo establecido en el presente Decreto Supremo se financia con cargo a los presupuestos institucionales de Ministerio de Salud, Instituto Nacional de Salud y EsSalud, sin demandar recursos adicionales al Tesoro Público.

El presente Decreto Supremo es refrendado por las ministras del sector Salud y Trabajo y Promoción del Empleo, Elizabeth Hinostroza Pereyra y Silvia Cáceres Pizarro, respectivamente.

El Papa Francisco apoya las medidas extraordinarias que se están tomando en Italia y en otros países para contener la epidemia: «Les pido que recen por las autoridades: deben decidir y muchas veces tomar medidas que no agradan al pueblo. Pero es por nuestro propio bien. Y muchas veces, la autoridad se siente sola, incomprendida. Recemos por nuestros gobernantes que deben tomar decisiones sobre estas medidas: que se sientan acompañados por la oración del pueblo» – comentó.

En la sexta Misa transmitida en vivo desde la Capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco continuó rezando por los enfermos del Covid-19 dirigiendo un pensamiento especial a las familias, especialmente a aquellas con personas discapacitadas. Estas fueron sus palabras al inicio de la celebración:

“Seguimos rezando por los enfermos de esta pandemia. Hoy quisiera pedir una oración especial por las familias, familias que de un día a otro se encuentran con los niños en casa porque las escuelas están cerradas por seguridad y tienen que manejar una situación difícil y manejarla bien, con paz y también con alegría. De manera especial pienso en las familias con algunas personas con discapacidad. Los centros de atención diurna para personas con discapacidad están cerrados y la persona permanece en la familia. Recemos por las familias para que no pierdan la paz en este momento y puedan llevar adelante a toda la familia con fortaleza y alegría”.

Una gran acusación: “Come con los pecadores, es un impuro”

En su homilía, comentando el Evangelio del hijo pródigo y del padre misericordioso, propuesto por la liturgia del día (Lc 15, 1-3. 11-32), el Santo Padre dijo que, muchas veces hemos escuchado este pasaje del Evangelio. “Esta parábola la dice Jesús en un contexto especial – señaló el Papa – todos los publicanos y pecadores se acercaban a él para escucharlo. Los fariseos y escribas murmuraban diciendo: ‘Este acoge a los pecadores y come con ellos’. Y Jesús les responde con esta parábola”. ¿Qué es lo que dicen? La gente, los pecadores se acercan en silencio, no saben que decir, pero su presencia dice muchas cosas, querían escuchar. ¿Qué dicen los doctores de la ley? Ellos critican. «Murmuraban», dice el Evangelio, tratando de anular la autoridad que Jesús tenía con la gente. Esta es la gran acusación: “Come con los pecadores, es un impuro”.

La autosuficiencia de los intelectuales

Ante esta acusación, el Santo Padre señaló que, esta parábola es un poco la explicación de este drama, de este problema. ¿Qué sienten estas personas? La gente siente la necesidad de salvación. La gente no sabe distinguir bien, intelectualmente: «Necesito encontrar a mi Señor, que me llene», necesitan un guía, un pastor. Y la gente se acerca a Jesús porque ven en Él un pastor, necesitan ser ayudados para caminar en la vida. Sienten esta necesidad. Los otros, los doctores se sienten suficientes: «Nosotros hemos ido a la universidad, he hecho un doctorado, no, dos doctorados. Sé bien, bien, lo que dice la ley; de hecho conozco todas, todas, todas las explicaciones, todos los casos, todas las actitudes casuísticas». Y se sienten suficientes y desprecian a la gente, desprecian a los pecadores: el desprecio por los pecadores. En la parábola, lo mismo, ¿qué dicen? El hijo le dice al padre: «Dame el dinero y me iré». El padre da, pero no dice nada porque es un padre, tal vez habría tenido el recuerdo de alguna cosa que hizo cuando era joven, pero no dice nada.

Un padre que sabe esperar los tiempos de sus hijos

Comentando la figura y la actitud del padre de la parábola del Evangelio de Lucas, el Papa Francisco afirmó que, un padre sabe sufrir en silencio. Un padre mira el tiempo. Deja pasar los malos momentos. “Muchas veces la actitud de un padre – precisó el Pontífice – es hacerse el tonto ante los fracasos de sus hijos. El otro hijo reprocha al padre: Fuiste injusto, dice un reproche. ¿Qué sienten estas personas en la parábola? El muchacho siente el deseo de comerse el mundo, de ir más allá, de salir de casa, y quizás lo vive como una prisión, y también tiene la suficiencia de decirle a su padre: Dame lo mío. Siente coraje, fuerza. ¿Qué siente el padre? El padre siente dolor, ternura y mucho amor”. Entonces cuando el hijo dice esa otra palabra: «Me levantaré – cuando regresa sobre sí mismo – me levantaré e iré a la casa de mi padre», encuentra al padre que lo espera, lo ve de lejos. Un padre que sabe esperar los tiempos de sus hijos.

Reconozcamos la relación de amor con el padre

El Santo Padre, explicando la figura del hijo mayor dice que, él se indignó, siente ese desprecio. Y tantas veces indignarse, es la única manera de sentirse digno de esas personas. “Estas son las cosas que se dicen en este pasaje del Evangelio, las cosas que se sienten. ¿Pero cuál es el problema? El problema – empecemos con el hijo mayor – el problema es que estaba en casa, pero nunca se dio cuenta de lo que significaba vivir en casa: cumplía con sus deberes, hacía su trabajo, pero no entendía lo que era una relación de amor con el padre”. «El hijo se indignó y no quiso entrar.» «¿No es esta mi casa ya?» … había pensado. Lo mismo que los doctores de la ley. «No hay orden. Este pecador vino aquí y le hicieron una fiesta. ¿Y yo qué?» El padre dice la palabra clara: «Hijo, siempre estás conmigo y todo lo que es mío es tuyo.» Y de esto, el hijo no se dio cuenta, vivía en casa como un hotel, sin sentir esa paternidad… Muchos «hoteleros» en la casa de la Iglesia que se creen los amos.

No blindemos nuestro corazón al amor del Padre

Asimismo, el Papa Francisco señaló que, el padre no dice una palabra al hijo que vuelve del pecado, sólo lo besa, lo abraza y le hace una fiesta; a él tiene que explicárselo, entrar en su corazón: su corazón estaba blindado por sus concepciones de la paternidad, de la filiación, del modo de vivir. “Recuerdo que una vez un viejo y sabio sacerdote, un gran confesor, era un misionero, un hombre que amaba mucho la Iglesia, y hablando de un joven sacerdote que estaba muy seguro de sí mismo, muy creyente… que era un valor, que tenía derechos en la Iglesia, decía: Pero ruego por este, que el Señor le ponga una cáscara de plátano y lo haga resbalar, eso le hará bien». Como si dijera, suena como una blasfemia: “Le hará bien pecar porque necesitará pedir perdón y encontrar al Padre”.

Pidamos la gracia de sentirnos en casa

Finalmente, el Santo Padre evidenció que, esta parábola del Señor nos dice muchas cosas, que es la respuesta a los que le criticaban porque iba con los pecadores. Pero también muchos hoy en día critican, a la gente de la Iglesia, a los que se acercan a la gente necesitada, a la gente humilde, a la gente que trabaja, incluso a los que trabajan para nosotros. “Que el Señor nos dé la gracia de entender cuál es el problema. El problema es vivir en casa pero no sentirse en casa, porque no hay relación de paternidad, de hermandad, sólo existe la relación de compañeros de trabajo”.

«Cuando oren, no sean como los hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, bien plantados, para que los vea la gente. Les aseguro que con eso ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.” (Mt, 6-56)

Queridos hermanos en el sacerdocio,

Como es de su conocimiento, el gobierno y autoridades locales han decretado emergencia sanitaria dando indicaciones que debemos tomar en cuenta ante la peligrosa expansión mundial del coronavirus. Es necesario tomar algunas medidas para nuestro mejor servicio al pueblo de Lima tomando en cuenta que un hermano sacerdote ya sufre las consecuencias de esta pandemia.

Como saben las normas dictadas por el gobierno prohíben la reunión de más de 300 personas y algunas autoridades locales están exhortando a no celebrar misas; por todo ello hemos visto conveniente señalar indicaciones concretas para cuidado de los fieles e incluso de nuestro clero:

a) Los sacerdotes y religiosas mayores de 60 años que en los últimos 5 años no se hayan vacunado contra la neumonía, si lo desean, podrán ser vacunados de manera gratuita en el Seminario Santo Toribio de 9 a.m. a 1 p.m.

  • Lunes 16 y martes 17: solo sacerdotes
  • Miércoles 18 y jueves 19: solo religiosas
  • Viernes 20: aquellos sacerdotes y religiosas que no pudieron días anteriores. No se necesita inscripción previa.

b) Dispensar a todos los fieles de cumplir el precepto de la misa dominical, llamándolos a orar en familia y seguir la celebración de las misas que se trasmitirán por televisión, radio, y sistemas de comunicación y redes de internet. El Arzobispado está en coordinación con todos los canales y medios para que desde el próximo domingo se brinden varios horarios televisivos.

c) Recomendar vivamente a las personas más vulnerables, especialmente de la tercera edad, y en riesgo de contraer gravemente el coronavirus, a estar en casa y no asistir físicamente a la misa dominical. Retómese para ello el beneficio de la “comunión espiritual”, pudiendo comulgar dentro de la semana en misa de número menor de asistentes.

d) Apelo a su creatividad y responsabilidad para la atención de los feligreses en este tiempo difícil que nos toca vivir. No es el momento de abandonar a los fieles y menos a los enfermos, por ello mantendremos el viático y visita a los enfermos que ya eran atendidos.

e) Evitar las misas de aglomeración masiva, organizando a la comunidad para que no haya peligro. De ser posible, ofrecer más celebraciones dominicales  o durante la semana con el fin de no exceder el número de fieles asistentes a las eucaristías en más de 300 personas. En ese sentido, organizar un modo de control de la entrada que prevea la proporción adecuada de personas que quepan en el templo con la distancia adecuada para evitar el contagio

f) Durante la misa sería recomendable suprimir el rito de la paz, de lo contrario debe hacerse solo una venia

g) Se sugiere hacer la colecta después de la comunión o a la salida del templo.

h) La comunión puede recibirse en la mano, procurando que tanto el sacerdote como los ministros tengan las manos limpias. Exhortar a los fieles a venir con las manos limpias.

i) Se sugiere suspender el inicio de las catequesis masivas hasta el mes de mayo y toda reunión con asistencia numerosa.

j) Tomar medidas preventivas para el sacramento de la Confesión, de manera que pueda celebrarse en lugares amplios, en el templo o ambientes parroquiales y no necesariamente en el confesionario.

k) Procuren mantener los templos abiertos durante el día para los fieles que quisieran orar en este tiempo de cuaresma.

l) Colocar en ambientes parroquiales productos para lavarse las manos.

m) Se sugiere que se celebren las bodas y otros sacramentos con la menor asistencia posible o de ser posible se postergue su celebración

n) Quitar el agua bendita a la entrada del templo

o) Se suspenden las procesiones y actividades religiosas de carácter masivo

Les encargo, con afecto, el deber de implementar estas disposiciones y de hacerlas de inmediato conocimiento de sus fieles en sus parroquias, rectorías, capellanías y comunidades.

Estamos en coordinación permanente con las autoridades y evaluando este tema que nos afecta a todos y en especial a los ancianos y enfermos; por ello estaremos dando indicaciones sobre las actividades de Semana Santa para tomar decisiones con responsabilidad ciudadana y cristiana.

“Padre bueno, ayúdanos una vez más, danos la sabiduría de tu Hijo y disciplina necesaria para que tu pueblo reviva por la resurrección de Jesús”

Dios bendiga a nuestra ciudad y a nuestro Perú.

+Carlos Castillo Mattasoglio,
Arzobispo de Lima, Primado del Perú.

Central telefónica
(511)2037700