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En la Solemnidad de Santa Rosa de Lima, Monseñor Carlos Castillo hizo un llamado a dejarnos inspirar y renovar por el testimonio de servicio de nuestra santa Patrona, que supo asumir la realidad y convertirla en una expresión de la identidad de los cristos sufrientes del Perú:

«Ella se dispuso a asumir esa fuerza de Dios que la llevaba a amar y a compartir su vida con los que más sufren. Y ese es el desafío que tiene hoy día nuestra religión: de ser la religión del amor y de la esperanza, porque se deja llevar por el Espíritu», dijo en su homilía.

Homilía de Monseñor Carlos Castillo (transcripción)

Nuestra Iglesia de Lima vivió la Festividad de Rosa de Lima con una Eucaristía en la Catedral de Lima, hasta donde llegaron las principales autoridades policiales, militares, políticas y civiles. La Santa Misa también contó con la presencia representativa del Colegio de enfermeras del Perú, así como de las hermanas de la Tercera Orden Dominica.

En su homilía, Monseñor Castillo señaló que la Solemnidad de Santa Rosa es propicia para hacer un alto y meditar sobre el misterio de su presencia en medio de nosotros como Patrona de la policía y las enfermeras. «Rosa, en cierto modo, también fue una “policía”, porque cuidó, en su tiempo, a la ciudad, ayudándola a comprender que todos tenemos una misión y que para eso es necesario, mucho más si somos cristianos, ir al fondo de nuestra fe, ir a lo profundo», aseveró.

El obispo de Lima recordó que nuestra santa peruana fue una laica que vivió en medio de los problemas y realidades de nuestra ciudad, como la gran mayoría de laicos que conforman la Iglesia. Y afirmó: «La Iglesia es, en primer lugar, el Pueblo de Dios que se reúne y se congrega. Y algunos de los laicos bautizados del Pueblo de Dios, son ordenados para servir. Por esa razón, no es una élite la que dirige la Iglesia, sino un conjunto de servidores que acompaña al pueblo en el camino que el Espíritu va señalando».

En otro momento, Monseñor Carlos repasó tres pasajes históricos que nos permiten acercarnos a las actitudes humanas y cristianas de Rosa de Lima, una mujer lúcida que supo apartarse de la frivolidad del mundo limeño, abundante de riqueza. Ella no se dejó seducir, como dice el texto del Eclesiástico, por las «locas fantasías» que «extravían» al ser humano.

O Dios o el dinero: la opción fundamental de Rosa

La vida de Rosa es muy importante porque, siendo hija del arcabucero mayor y de buena posición, optó por colocarse del lado de los más débiles y marginados. En ese sentido, el arzobispo Carlos Castillo citó las declaraciones María de Oliva, madre de nuestra santa Patrona, cuando Rosa vivía en Quives y su padre trabajaba en la mina como administrador:

«Llevola consigo… un día a la oficina en que se labraban los metales de plata, retirose Rosa y preguntándole si no le movía la curiosidad, respondió que no, que de los minerales se sacaba escasamente el oro de la virtud… Madre, dijo, estos son bienes mentirosos, tienen muchos achaques, y es la moneda que el mundo ofrece para perdernos; los del espíritu son los verdaderos, y en la voluntad nuestra tienen asegurada la duración, pues los tenemos siempre que queremos tenerlos” (Gonzales de Acuña,)»

El Primado del Perú indicó que Rosa, desde muy pequeña, se dejó llevar por la inspiración de Dios para optar por una opción fundamental: o Dios o el dinero. Por eso, ella decidió ayudar en su casa como costurera y no en la mina. «El dinero es un dios falso que nos destruye como personas porque nos encierra, nos quita perspectiva a futuro y destruye, inclusive, nuestras vidas, nuestras instituciones, nuestras relaciones y, sobre todo, nuestra peruanidad», reflexionó el prelado.

Testimonio de la india Mariana

Amiga íntima de la india Mariana, Rosa intimó con ella llena de curiosidad por la vida de los indios. Por eso, el testimonio de Mariana nos ayuda a comprender la grandeza de la misericordia de la Patrona de las Américas:

“A la pregunta diez y nueve = dijo que sabe, que era la bendita virgen de grande caridad y amor al prójimo, curaba a todos los que podía y para este efecto, los traía a su casa doliéndose de sus enfermedades, sin reparar que fuesen negros o indios, ni de enfermedades asquerosas. Cuando sabía que alguno estaba en pecado, hacia diligencia para sacarlo de él”, (Hernán Jiménez)

La capacidad de servicio de Rosa de Lima, declaró Monseñor Castillo, se parece a nuestras enfermeras, «que corrieron el riesgo de contagiarse durante la Pandemia, y muchas murieron también. Y de una de esas “enfermedades asquerosas” que cuenta la india Mariana es que murió Rosa, porque tuvo un enredo en el hígado gravísimo», acotó.

La religiosidad profunda de Santa Rosa

Finalmente, Monseñor Carlos citó las propias palabras de Isabel Flores de Oliva, quien, ante las autoridades de la Inquisición, expresó lo que sentía en su corazón. Estas son las palabras textuales de ellas transcritas por Juan Meléndez:

“Cuando me siento como fuera de mí en aquel torbellino deshecho de obscuridades y sombras, llorando, me hallo de repente restituida en brazos de mi amado Esposo, como si de ellos nunca hubiera faltado, entre las claras luces de la unión primera. Siento unos impulsos ardientes de amor, como río o arroyo, que corre sin las prisiones del cauce que detiene su curso, con rápida y violenta corriente, buscando su descanso en la mar. Sopla luego apacible y fresca el aura de la gracia y comienza la tormenta gloriosa, a donde se anega el alma en aquel inmenso piélago de bondad y dulzura, y con transformaciones inefables se transforma en el Amado, deshaciéndose de sí y haciéndose una misma con Él”.

«Cuando Rosa se siente desolada, inmediatamente, se siente acompañada por su Amado Esposo, y eso le da una fuerza que sale y es como un río que desencadena una serie de cosas interesantes que, probablemente, fueron sus actos de caridad y servicio. Y finalmente, dice, luego se vuelve apacible todo y es como una especie de lago en el cual se confunde con Dios, su Amado Esposo Jesús, como si fueran uno solo, y en donde ella no sabe si esta fuera de sí o dentro de Él», comentó el arzobispo.

El prelado afirmó que toda la espiritualidad de Rosa es una espiritualidad del amor gratuito de Dios que nos inunda cuando nos disponemos al Espíritu. «Ella se dispuso y pudo ser, por eso, la gran mujer que, asumiendo esa fuerza de Dios, esa fuerza la llevaba a amar y a compartir su vida».

La comunidad de la Parroquia Santuario Nuestra Señora del Sagrado Corazón, ubicada en el distrito de Lince, celebró la Toma de Posesión de su nuevo párroco, el Padre Diómer López Comeca MSC, en una Eucaristía presidida por nuestro obispo auxiliar, Monseñor Juan José Salaverry.

«Querido Diómer, en tu familia religiosa, tienes un amparo grande porque para poder cumplir esta tarea, debes de ser como el Buen Pastor que muestra su corazón, el corazón de Jesús y el corazón de María, llenos de amor para construir, desde el amor, una nueva comunidad eclesial», fueron los buenos deseos de Monseñor Salaverry.

Desde el sábado 26 de agosto, la comunidad parroquial de Nuestra Señora del Sagrado Corazón se prepara para vivir una etapa especial, al lado de su nuevo pastor, el Padre Diómer López. Por ello, la Eucaristía de Toma de Posesión contó con la participación comunitaria de jóvenes, niños, adultos, agentes pastorales y la Hermandad de Nuestra Señora del Sagrado Corazón. También estuvieron presentes: Monseñor Bernardo Kühnel MSC, obispo emérito de Caravelí; el Padre Mesías Neyra; el Padre Werner Mühl, y el Padre Miguel Díaz.

Durante la homilía, Monseñor Salaverry reflexionó sobre del Evangelio de Mateo (16,13-20), que nos recuerda cómo Pedro identifica a Jesús como el Mesías y el Hijo del Dios viviente. «Esta respuesta de Pedro (y todo su caminar) lo hace depositario de la confianza de parte de Jesús, quien le otorga la responsabilidad para que acompañe a la Iglesia», señaló el obispo.

De igual modo, la Toma de Posesión de una parroquia, explicó Monseñor Juan José, supone un acto de confianza, para que el Pastor a cargo «lleve la comunidad de esta parroquia hacia una comunidad de fe, de culto y caridad».

«Conozco al Padre Diómer desde hace varios años, cuando estudiaba teología. Uno se siente complacido cuando ve que los hijos, los menores, aquellos hermanos que hemos acompañado desde muy jóvenes, van creciendo y asumiendo responsabilidades. Querido Diómer, asume esta responsabilidad con sencillez, como la sencillez de Pedro que escucha a Jesús y, luego, se siente complacido por la confianza de Jesús», expresó nuestro obispo auxiliar.

Que Jesús sea el amigo, sea Aquel que te corrija y fortalezca en esta misión, para que puedas ejercer esta comunidad con prudencia, siempre en nombre del Señor.

Monseñor Salaverry recordó la importancia de construir, en la Iglesia, una auténtica fraternidad donde brille el amor, la caridad y la solidaridad. «Esta comunidad parroquial debe brillar no solo por su fe, también por la caridad y la solidaridad con los más pobres, por el trato fraterno y amoroso entre los hermanos que componen los distintos grupos, y por el amor del Pastor con su pueblo, con el Pueblo de Dios».

Este miércoles 30 de agosto, te invitamos a participar de la Santa Misa por la Festividad de Santa Rosa de Lima, presidida por Monseñor Carlos Castillo. Únete a nuestra transmisión por la página de Facebook del Arzobispado de Lima desde las 11 de la mañana.

Como todos los años, nuestra Iglesia de Lima se prepara para vivir la fiesta de Rosa de Lima, que el próximo 30 de agosto celebrará su festividad en todo el país. La misa central tendrá lugar en la Basílica Catedral de Lima a las 11 de la mañana.

La Eucaristía, oficiada por nuestro arzobispo de Lima, contará con la presencia de los principales representantes de la Policía Nacional del Perú, además de otras autoridades civiles y militares.

Para participar desde casa, conéctate a la transmisión virtual en la página de Facebook del Arzobispado de Lima.

Cada 26 de agosto se celebra el Día del Adulto Mayor en el Perú, fecha para conmemorar el valioso aporte y legado de las generaciones mayores, que son signos vivos de la benevolencia del Dios amoroso que otorga vida en abundancia.

En reiteradas ocasiones, el Papa Francisco nos ha recordado que los ancianos son un regalo para el futuro de la humanidad, porque gracias a sus caricias «hemos vuelto a levantarnos y hemos reanudado el camino, nos hemos sentido amados y sanados por dentro». Por lo tanto, su voz profética y sabiduría deben atesorarse como el camino para reabrir un futuro más esperanzador.

En ese mismo espíritu, la Iglesia de Lima reconoce la presencia de los adultos mayores en la vida de nuestra sociedad. Y hoy queremos compartir el conmovedor mensaje de cuatro hermanos y hermanas que nos emocionan con sus palabras.

Gilmer Torres: “Llevamos la memoria de nuestra generación y de nuestro pueblo”

A sus 74 años, Gilmer Torres Ruiz es un artista peruano que ha marcado a muchas generaciones. Compositor de canciones emblemáticas como ‘El Profeta’, Torres Ruiz se ha desempeñado como docente y cantante. Ahora, se dedica como colaborador en el Apostolado de Rosario en Familia.

«Uno, a veces, suele decir que los tiempos de antes fueron mejores. Yo creo que es cuestión de ubicarse en su tiempo y encontrar las cosas buenas de cada época. Nuestra vida como adulto mayor vale la pena», indicó el cantautor.

Por eso, el diálogo intergeneracional es importante para compartir este «tesoro de la sabiduría de los adultos mayores». Lamentablemente, Gilmer reconoce que hay un maltrato hacia las personas mayores: «Tal vez no ha llegado mucho a la consciencia de las nuevas generaciones y no se percatan que, finalmente, es una etapa a la que todo el mundo va a llegar», aseveró.

«Los adultos mayores llevamos la memoria de nuestra generación, de nuestro pueblo. Si la memoria de nuestro pueblo no se mantiene, ni se sostiene o cuida, entonces, pierde su identidad. Y cuando no hay memoria, no hay identidad», advirtió.

Carmen Huapaya: “Merecemos respeto. No ser tratados como niños”

Con más de 20 años de experiencia, Carmen Huapaya Toledo se desempeña actualmente como auxiliar contable en la Catedral de Lima. A sus 69 años, ‘Charito’, como le dicen de cariño, reconoce que extraña las cosas que podía hacer cuando era joven: «Me siento limitada en algunos aspectos: no poder correr como antes o ir a reuniones. Sin embargo, a mi me gustaría seguir trabajando porque aún tengo la capacidad de hacerlo. Esto es un reto para mi vida», expresó.

A pesar de sus limitaciones, Carmen Huapaya considera que los adultos mayores no deben ser tratados como niños: «merecemos más respeto y más confianza, necesitamos que nos den nuestro espacio para continuar desarrollándonos», acotó.

Antes de despedirse, ‘Charito’ nos pidió que compartamos este mensaje con las próximas generaciones: «Que sigan sus sueños, que no se aparten de estudiar, que tengan una profesión y no se olviden de los valores, porque eso es muy importante para salir adelante».

Augusto Choy: “Una real acogida y reconocimiento al adulto mayor”

Para Augusto Choy, «aprender a tener paciencia y perseverancia» es la lección más importante que rescata de sus 63 años de vida. Una buena parte de esos años han ido a parar en el Arzobispado de Lima, donde se desempeña como cajero en la Oficina de Contabilidad y Tesorería.

Agradecido por los esfuerzos de nuestra sociedad por reconocer el aporte de los adultos mayores, Choy considera que este reconocimiento debe hacerse extensivo en todas las prácticas de la vida: en el trabajo, en la calle, en el transporte público y en el hogar. «Debe haber una real acogida al adulto mayor, un reconocimiento a la dedicación de tantos años de vida y su contribución al desarrollo del país», afirmó.

Estela Linares: “Tenemos mucha sabiduría para compartir”

Felicitas Estela Linares, de 83 años, es miembro de la comunidad de Sant’Egidio Perú. Dedicada en vida a la sociología y el periodismo, Felicitas se acongoja cuando recuerda que no puede volver a tocar el piano: “Si alguna vez tuviera la oportunidad, me gustaría poder volver a tocar la música. Ahora no puedo hacerlo porque mies pies ya no se mueven bien», confesó.

«De mi juventud, echo de menos el afecto, el amor. Yo he sido una persona muy enamorada, enamorada de todo», ha expresado Estela Linares. Y, aunque sus limitaciones físicas le impiden continuar explorando su pasión por la música, ella sabe que aún hay muchas razones para vivir en esperanza: «Tenemos mucha sabiduría para compartir con los jóvenes. Tenemos la responsabilidad de compartir lo que sabemos para soñar juntos un futuro mejor», precisó.

El último fin de semana, la Comisión de Fe y Cultura de nuestra Arquidiócesis organizó el recorrido peatonal: «Espacios devocionales en honor a Santa Rosa de Lima», con el propósito de acercar la figura de la santa patrona a través de los lugares históricos de nuestra ciudad de Lima (algunos de ellos datan desde el virreinato). Este encuentro cultural formó parte de las actividades del Plan Pastoral 2023.

Desde muy temprano, decenas de personas se congregaron en el Centro Histórico de Lima para vivir el recorrido peatonal en honor a Santa Rosa, a cargo de los historiadores Ybeth Arias Cuba (docente de la UNMSM) y Juan Antonio Carrillo Retuerto (responsable de proyectos de digitalización el Archivo Arzobispal):

Durante el desarrollo del recorrido, se visitó la casa donde vivió Santa Rosa, en el jirón Conde de Superunda (actualmente forma parte del Santuario Santa Rosa de Lim). Otra de las paradas tuvo lugar en la Parroquia San Sebastián (donde la santa peruana fue bautizada) y la Casa de La Riva (en donde se conserva una capilla con una escultura de Santa Rosa del siglo XVIII).

El recorrido continuó con la visita a la Basílica Nuestra Señora del Rosario, de la orden Dominica (al interior de este convento se encuentra enterrada Santa Rosa). Lo mismo ocurrió en el Monasterio Rosa de Santa María, lugar donde falleció nuestra santa. Por último, se visitó la Casa de Ejercicio Espirituales Santa Rosa de Lima, donada al Cabildo Metropolitano por Rosa Catalina Vásquez y Peralta en 1810 (la casa cuenta con una capilla que conserva un altar de estilo neoclásico elaborado por el presbítero Matías Maestro en 1813).

Sobre historiadores

La Dra. Ybeth Arias ha escrito diversos artículos sobre la santa limeña y su tesis doctoral está también dedicada al culto de Santa Rosa en las ciudades de Lima y México en los siglos XVII y XVIIII.

Por su parte, el historiador Juan Antonio Carrillo viene realizando investigaciones sobre la ciudad de Lima y las redes comerciales en el siglo XIX.

Del 14 al 18 de agosto, los hermanos franciscanos capuchinos vivieron su asamblea fraternal en la Parroquia “Cristo Salvador” de Chama, en el distrito de Surco. Este año, el encuentro anual se desarrolló en el marco de los 75° años de presencia en el Perú, y estuvo marcada por dos momentos especiales: la Eucaristía junto a toda la comunidad y delegaciones de las fraternidades y la romería; y la Santa Misa en el Cementerio de Chorrillos, recordando a los hermanos que dieron su vida en estas tierras.

Asamblea anual y temas de formación

La Asamblea fraternal de los hermanos franciscanos capuchinos se desarrolló, en sus primeros días, con el abordaje de diferentes temas de formación permanente, algunos propios del carisma y otros abocados al trabajo pastoral y vocacional. También se dio espacio para la evaluación del camino avanzado en la Iglesia durante estos años.

Han pasado casi 75 años desde que un 25 de septiembre de 1948, seis hermanos provenientes de la Provincia capuchina de Génova, Italia, llegaron al Perú a pedido del Nuncio Apostólico de esa época (Monseñor Fernando Cento). Estos seis hermanos fueron: León Benavides, Casimiro Cánepa, Emerico Repetto, Donato Gabella, Domingo Capponi y Juan Benito.

Desde entonces, los hermanos desplegaron una gran labor pastoral, primero en Chorrillos, luego en Chama, en Paramonga al norte de Lima, en la Mejorada en Huancavelica y en Arequipa. De igual modo, sirvieron en las zonas misioneras de la selva, en el Estrecho y alrededores. Cabe destacar también la obra llamada “Ciudad de los Niños”, que se mantiene hasta el día de hoy y que inició cuando San Juan de Miraflores era solo un arenal.

En los días de la asamblea se recordó todo el trabajo de los primeros hermanos franciscanos capuchinos en el Perú, sobre todo, su fidelidad al carisma y empeño en seguir las indicaciones del Concilio Vaticano II.

Hace quince años, el gobierno general de la Orden pidió a la ya Provincia peruana, que llevase el carisma capuchino a la vecina Bolivia, único país de la región que no contaba con la presencia capuchina.

Misa por aniversario

Uno de los momentos más especiales tuvo lugar el pasado jueves 17 de agosto, con la Eucaristía en acción de gracias por los 75 años de presencia en el Perú. La misa contó con la presencia de los obispos auxiliares de Lima: Monseñor Ricardo Rodríguez y Monseñor Juan José Salaverry.

La Eucaristía fue presidida por Monseñor Salaverry en su calidad como Delegado del Arzobispo de Lima y Presidente de la Comisión episcopal para la Vida consagrada. En su homilía, el obispo auxiliar destacó algunos puntos del recorrido realizado por los franciscanos capuchinos, haciendo hincapié en la fraternidad y la entrega apostólica de todos los hermanos.

Monseñor Juan José agradeció, en nombre de la Iglesia del Perú, al hermano Luca Simoncini, actual Provincial de Génova, el haber respondido positivamente hace 75 años a ese llamado, que con el tiempo se ha revelado fructífero, con la gracia de Dios.

Luego de la celebración, los hermanos participaron de un breve homenaje preparado por la comunidad parroquial, con algunos números artísticos, la lectura de una breve reseña y un brindis de honor.

En memoria de los que partieron

Finalmente, en el último día de Asamblea, los hermanos franciscanos capuchinos se congregaron en el Cementerio de Chorrillos para celebrar la Misa de Clausura. En la Eucaristía se agradeció a Dios por la vida de todos los hermanos que han pasado en estos 75 años, entregando generosamente su vida en estas tierras.

Más de un millón y medio de jóvenes se congregaron en el corazón de Lisboa para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud 2023. Hasta aquí acudieron delegaciones de distintas partes del mundo para vivir, junto al Papa Francisco, toda una semana de peregrinación bajo el lema: «María se levantó y partió sin demora” (Lc 1, 39)».

Y la Iglesia de Lima también se hizo presente en la JMJ 2023, con la participación de grupos parroquiales juveniles de nuestra Arquidiócesis. A continuación compartimos sus testimonios y experiencias vividas:

Nadine Gutiérrez: “El Papa nos recordó que no debemos tener miedo”

Nadine Gutiérrez es una joven de 23 años que participa en la Parroquia La Virgen Medianera, del distrito de Cercado de Lima. Ella nos comentó que la idea de viajar a Portugal surgió después de la enriquecedora experiencia que vivieron los jóvenes de su parroquia en la JMJ Panamá 2019:

“El costo del viaje lo financié con los ahorros de mi trabajo, del trabajo de mis padres y con las actividades económicas que realizábamos en mi capilla, como bingos, tómbolas y desayunos. Todo eso permitió llegar a la meta”, señaló Gutiérrez.

Junto a Nadine, una delegación juvenil de la parroquia acudió a Lisboa para conocer a jóvenes de todas partes: “Mi experiencia en la JMJ 2023 fue extraordinaria, porque pude estar presente en misas de varios idiomas y escuchar charlas de temas muy interesantes. Como algunas de las charlas eran en inglés, ayudé a los compañeros de mi comunidad con la traducción al español para que puedan comprender lo que se decía. Eso me hizo sentir un instrumento de Dios para ayudar a compartir su mensaje», expresó emocionada.

Entre los momentos más memorables, Nadine Gutiérrez recuerda la Misa de clausura con el Santo Padre: «El Papa nos recordó que no debemos tener miedo. Para mi, no tener miedo significa despojarme de la vergüenza, del miedo al qué dirán, y superar las barreras que muchas veces nosotros mismos nos ponemos y nos impide compartir el Evangelio con otros jóvenes”, indicó.

Gonzalo Lora: “Jóvenes de todo el mundo hermanados por la fe”

Gonzalo Lora es un joven universitario, miembro de la Pastoral Juvenil de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, en el Cercado de Lima. Después de su experiencia en la JMJ Panamá 2019, decidió organizarse con su comunidad para ser parte de esta nueva edición.

A través de actividades y el apoyo de sus familiares, los jóvenes lograron costear sus tickets de vuelo y estadía en Lisboa. «En algunos casos, hicimos ventas de garaje, anticuchadas, polladas y otras actividades que nos permitieron recaudar fondos. También agradecemos mucho el gran apoyo de nuestra comunidad parroquial, que siempre estuvo dispuesta a aportar con su granito de arena”, contó.

Ya en Portugal, Lora recordó lo que significó estos días de encuentro juvenil y cultural con personas de todo el mundo: “Fue muy inspirador ver a jóvenes de diferentes nacionalidades hermanados por la fe, pero algo que llamó mi atención fue el trato de los voluntarios de la JMJ 2023, quienes en todo momento fueron muy serviciales y generosos. Uno podía sentir que todo lo que se hacía era hecho con amor», reveló.

Ahora en Lima y junto a su comunidad parroquial, Gonzalo tiene algunas reflexiones que quiere compartir con todos los jóvenes de nuestra Arquidiócesis: “La JMJ ha sido un recordatorio del gran amor que Dios tiene por nosotros, sus hijos. Y este amor no debe quedarse estático, sino que nos invita a movernos para evangelizar y transmitir la fe, iluminar a los demás”.

Arturo Alcos: “La Iglesia está más viva que nunca»

Quien también estuvo por Lisboa fue el Padre Arturo Alcos, responsable de la parroquia Santa Magdalena Sofía Barat, del distrito de El Agustino. Su breve paso por Europa coincidió con la JMJ 2023, y no dudó en compartir la impresión que le dejó ver la alegría desbordante de más de millón y medio de jóvenes:

“Ver jóvenes de distintos países enarbolando sus banderas, cantando, rezando el rosario, algunos danzando alegremente, es sentir a nuestra Iglesia más viva que nunca. A pesar de las dificultades, la Iglesia está más viva que nunca”, afirmó.

El Padre Alcos aseguró que “escuchar gritar a los jóvenes en un solo idioma: ¡Esta es la juventud del Papa!, nos hace soñar en esa generación que continuará acompañando a la Iglesia». Por ello, estos días en la JMJ han sido muy inspiradores, porque, «como sacerdote, me he llenado de fe y esperanza. Hay toda una generación muy activa, viva y dinámica, y los jóvenes fueron los protagonistas de este encuentro”.

Yukio Samamé: “Sin conocernos, vivimos a Cristo en la reflexión y la acción”

Finalmente, compartimos el testimonio de Yukio Samamé, coordinador de la Pastoral Juvenil de la Parroquia San Josemaría Escrivá de Balaguer, en el distrito de San Borja.

Samamé fue uno de los convocados a participar en el viaje a Lisboa y vivir la Jornada Mundial de la Juventud por primera vez en su vida. Al igual que otras comunidades, los jóvenes se organizaron para costear sus pasajes y gastos de estadía. Una vez emprendido el viaje, Yukio confesó sentirse muy emocionado al encontrarse con una marea humana de jóvenes:

“El corazón me saltaba de alegría al encontrarme con gente que comparte a Cristo en sus vidas. Fue muy emocionante compartir estos días con jóvenes de diferentes países, porque sin conocernos, siendo de diferentes lenguas, vivíamos a Cristo, desde la reflexión, la acción y la Eucaristía”.

Entre los momentos más memorables, Yukio Samamé destacó las palabras del Papa Francisco: ¡Joven, sé igual que Cristo y María! «Creo que este es un llamado a que los jóvenes seamos proactivos, capaces de ir contracorriente, sobre todo, en estos tiempos difíciles. Es un llamado a acoger al prójimo con amor, recordando que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece», comentó.

La Iglesia universal celebra cada 23 de agosto, la memoria litúrgica de Santa Rosa de Lima, virgen, Terciaria Dominica, la primera Santa canonizada del Nuevo Mundo, declarada la patrona del Perú, de América, de las Indias y de Filipinas.

En el año 2017, nuestro arzobispo de Lima, Monseñor Carlos Castillo, publicó un artículo titulado: «Rosa de Lima, enraizamiento y misticismo». El documento que compartimos de manera digital, nos presenta una honda reflexión teológica acerca de la figura mística de Santa Rosa de Lima, santa peruana que vivió entre los siglos XVI y XVII.

En la primera parte de este artículo encontraremos los elementos de contexto social, humano y religioso de la Lima de Santa Rosa. A la luz de valiosas investigaciones históricas y antropológicas de fines del siglo pasado e inicios del presente siglo, podemos descubrir que Lima era una ciudad opulenta y frívola, carente de sentido humano y «triste».

Descarga aquí el texto completo: Rosa de Lima, entre el enraizamiento y el misticismo

En la segunda parte, se precisa, a partir de estos elementos, algunos escritos de Rosa e investigaciones sobre ella, el tipo de misticismo que vivió: misticismo criollo de servicio, es decir, un criollismo servidor de Jesucristo en los indios.

Lima en tiempos de frivolidad e indiferencia.

¿Qué había ocurrido? Había acontecido una crisis, «una crisis producto de situaciones muy graves que le tocó vivir a Rosa de Lima». Por este tiempo, las ambiciones pecuniarias de los españoles y criollos conllevaron a que se cometan «graves injusticias», sometiendo a pueblos indígenas a «largos males, confiscando sus tierras, y pretendiendo la perpetuidad de la propiedad indígena. Los hicieron trabajar en sus haciendas y los obligaron al trabajo forzado de las minas».

Lima era una sociedad «rica hasta el hartazgo», sin otro propósito de la riqueza por la riqueza, ausente de sentido, «especialmente de sentido humano con las poblaciones indias y negras».

Ante esta dificultad, Rosa decidió hacer experiencia y aceptó vivir su condición de criolla «con ojos y corazón abiertos e interpelados por los pobres indios y negros, en quienes percibió la presencia de su amado Esposo Jesús». Así, Rosa «encarnó una defensa de los indios en su vida cotidiana y en su religiosidad, promoviendo una forma de inculturación del evangelio que dura hasta hoy».

Rosa desarrolló una sensibilidad de mujer laica, criolla y creyente desde su ser, siendo consciente de lo que acontecía en el contexto limeño.

Uno de los sectores limeños más golpeados fueron las mujeres, que ya desde antes, en el siglo XVI «habían sido prohibidas de usar saya y manto –las tapadas– y en varias oportunidades, en el siglo XVII fueron humilladas con muy diversos maltratos».

La santidad profunda de Rosa de Lima.

«Una santa es un don de Dios que emerge mediante la fe y la inspiración espiritual, en medio de circunstancias complejas, es decir, un don enraizado». En ese sentido, Rosa «se dejó interrogar por las circunstancias en medio de las cuales agudiza su vivir en enamoramiento pleno, semejante al artista, al poeta, al músico, al pintor, que expresan su vocación en cada gesto, en cada verso, en cada nota, en cada línea y color».

«Un místico es un sensor de Dios en el mundo complejo. Ese es el caso de Rosa, quien, sin vivir a espaldas de la realidad, sintió sus golpes y sus esperanzas en lo hondo del alma»

Rosa fue servidora para mostrar el rostro servidor en un mundo de injusticia y maltrato hacia los indios y negros. Por eso decimos que se «identificó hondamente con los cristos azotados del Perú».

«En medio de esta difícil y compleja realidad Rosa se atrevió a «sentir a Dios». Dios era para Rosa lo que sugiere en un poema César Vallejo: «mustia un dulce desdén de enamorado, debe dolerle mucho el corazón». En efecto, Rosa sentía a Dios como su amado y a este en los indios»

Caritas Lima. Se llevó a cabo el encendido inaugural de la primera de las «20 Cocinas Mejoradas» que se construirán en los distritos del Rímac, Chorrillos, Cieneguilla y Pachacamac (Manchay), en el marco del convenio de cooperación entre la Pontificia Universidad Católica del Perú y el Arzobispado de Lima.

La ceremonia de encendido reunió a representantes de Cáritas Lima, la Dirección Académica de Responsabilidad Social de la PUCP, el Grupo de Apoyo al Sector Rural y el Santuario Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, junto con las lideresas de la olla común Vista Alegre, quienes diariamente y desde muy temprano, atienden a 80 familias en situación de vulnerabilidad identificados en su comunidad, entre ellos, niños, niñas y adultos mayores, brindándoles desayunos y almuerzos a un costo social o totalmente gratuito, según lo amerite.

Ángela Aquino, presidenta de la olla común Vista Alegre, manifestó su emoción por ver su sueño cumplido: “Yo siempre soñé con esta cocinita, la veíamos en internet, un día hicimos esta pequeñita -señalando la cocinita que construyó con sus vecinos- y dije ‘algún día se va a hacer grande’. Dios escucha y ahí está.”

Estas Cocinas Mejoradas no solo introducen mejoras tecnológicas, sino que también aminoran los problemas de salud asociados a los gases tóxicos emitidos por el encendido de la leña, demostrando un enfoque integral en el bienestar de la comunidad.

Sandra Vergara, Coordinadora de Grupo de Apoyo al Sector Rural, indicó que este año cumplen 31 años de trabajo ininterrumpido: “Principalmente lo que buscamos es mejorar la calidad de vida de todos los peruanos, trayendo el conocimiento de la universidad fuera de la universidad, romper esas barreras que nos separan de las necesidades que hay en el país, a través de propuestas de tecnología que puedan cubrir las necesidades, los requerimientos que tiene la gente.”

Sandra reconoció que este es un trabajo de largo aliento, en el que seguirán habiendo mejoras y aprendizajes desde ambos frentes. Asimismo, agradeció a Boris Soria, jefe de proyecto, quien estuvo a cargo de la implementación de las 20 Cocinas Mejoradas en los 4 distritos.

Giovanna Rivera, especialista en Programas y Proyectos de Cáritas Lima, hizo hincapié en la importancia de estas acciones articuladas entre la universidad y Cáritas Lima para poder trabajar con las poblaciones más vulnerables, y así contribuir a un adecuado cuidado de su salud y una mejora en la eficiencia en la preparación de los alimentos.

Lo que hace aún más especial esta iniciativa es que las propias comunidades desempeñaron un papel fundamental en la construcción de estas Cocinas Mejoradas. Con un espíritu de unidad y empoderamiento, miembros locales se unieron a la labor, aportando su tiempo y esfuerzo para convertir estas cocinas en espacios de esperanza y cambio.

Como señala el Papa Francisco “Así es la esperanza, sorprende y abre horizontes, nos hace soñar lo inimaginable, y lo realiza”. Este hito refleja el compromiso compartido de mejorar las condiciones de vida de aquellos que más lo necesitan. Con cada Cocina Mejorada que se enciende, se avanza hacia un futuro más brillante y equitativo.

La Oficina Diocesana de Educación Católica – ODEC Lima y la Asociación de Instituciones Educativas Católicas (AIEC), acaban de anunciar el desarrollo de la «Semana de Formación Bíblica», dirigido a todos los docentes, religiosos y laicos interesados en participar en espacios de formación bíblica para discernir nuestra actitud cristiana frente a los desafíos que enfrentamos como Iglesia y como sociedad. ¡Las inscripciones son gratuitas!

Con el propósito de «asumir con esperanza los retos que nos plantea la realidad peruana a la luz del mensaje del Evangelio según Mateo», la ODEC Lima y AIEC han organizado cuatro días de formación bíblica, del 5 al 8 de septiembre en el ISET Juan XXIII (Jr. Alfredo Cadenas 290, Pueblo Libre).

Cada día, de 6:00 pm a 8:30 pm., distintos ponentes desarrollarán una serie de temas vinculados a analizar el mensaje y las principales líneas de la propuesta comunitaria del Evangelio de Mateo.

Para participar de la «Semana de Formación Bíblica», es necesario confirmar tu asistencia en el siguiente formulario de inscripción (el ingreso es libre, pero las vacantes son limitadas)

Inscríbete aquí en la «Semana de Formación Bíblica»

Temas y ponentes

A continuación, compartimos la programación de temas y ponentes que participarán en la «Semana de Formación Bíblica»:

Martes 05 de septiembre: La promesa según San Mateo
A cargo de: P. Yépez Barrientos Mario

Miércoles 06 de septiembre: La Iglesia según el Evangelio de San Mateo
A cargo de: P. Eduardo Arens

Jueves 07 de septiembre: El discipulado según San Mateo
A cargo de: P. Jorge López

Viernes 08 de septiembre: La opción preferencial según San Mateo
A cargo de: Monseñor Carlos Castillo

Central telefónica
(511)2037700