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Monseñor Ricardo Rodríguez, Obispo Auxiliar de Lima, compartió un mensaje de aliento y esperanza en este Cuarto Domingo de Adviento: «Cristo no solamente se encarnó, no solamente nació entre los pobres, sino que se quedó entre los pobres. Por eso, la Navidad es el nacimiento y la presencia permanente de este Hijo de Dios que se hace hombre», comentó.

Monseñor Ricardo Rodríguez destacó que la figura de este Cuarto Domingo de Adviento gira en torno a la presencia de María y el encuentro con su prima Isabel: «En esta última semana de Adviento te invito a que revises la presencia de María en el pesebre», resaltó.

Ricardo Rodríguez también explicó que el término del Tiempo de Adviento no significa que se acaba la esperanza: «Cercana la Navidad lo que tendríamos que decir es “Gracias por el Adviento”, porque la Navidad tiene mayor sentido, mayor intensidad en la vivencia cuando se ha vivido el Adviento», indicó.

Navidad: una grata experiencia de encuentro con Dios

«La presencia de Dios en nuestra vida es como una luz intensa que crece. No es una presencia que te abruma, sino que se va marcando paulatinamente hasta que llega un momento donde tú dices como San Pablo: Ya no soy yo quien vive en mí, es Cristo quien vive en mi» – expresó el Obispo Auxiliar de Lima.

«Desde la Iglesia de Lima les deseamos no sólo una feliz Navidad, sino una feliz experiencia de Dios – prosiguió – Que la navidad sea una grata experiencia de Dios y que recuperemos el sentido de la Navidad en familia, que no significa solamente madre, padre e hijos – aclaró – porque la experiencia familiar en la Iglesia es la experiencia de los hermanos en la fe».

Que Dios nazca en tu corazón, pero que se quede, porque no basta que nazca, tiene que quedarse. Cristo es el Hijo de Dios que no solamente se encarnó, no solamente nació entre los pobres, sino que se quedó entre los pobres.

Por último, Monseñor Rodríguez recordó que la Navidad no sólo nos recuerda únicamente el nacimiento de un niño, sino el nacimiento y la presencia permanente del Hijo de Dios que se hace hombre: «Dios está con nosotros, no solamente nació entre los hombres sino se ha quedado entre los hombres».

La Iglesia de Lima recuerda con gran alegría los 60 años de ordenación sacerdotal del padre Jorge López Vignand, Vicario Judicial del Tribunal Eclesiástico: «Ojalá que sigamos unidos y sigan ustedes comprometidos con su Iglesia, con el mundo», comentó al término de la Celebración Eucarística presidida por el Arzobispo de Lima en la Parroquia San Juan Apóstol.

El padre Jorge Andrés López Vignand celebra 60 años de vida sacerdotal, y nadie mejor que él para conocer la realidad y el pasado de nuestra Iglesia en los lugares más recónditos del país. El padre Vignand es un pastor incansable que pasó por varias parroquias de nuestra arquidiócesis, e incluso tuvo un camino pastoral de 10 años en Cajamarca en medio de los campesinos. Y así lo recuerda: «Cuando el Papa Pablo VI le preguntó a Monseñor Dammert: “¿Qué regalo quiere que le haga?”, Dammert respondió – “que bautice a mis catequistas, porque hay familias que viven a dos tres días de la sede parroquial». “Concedido” – dijo el Papa. Ahora está en el código de derecho canónico que todos los obispos pueden nombrar bautizadores donde no hay sacerdote».

En su homilía, el Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Mons. Carlos Castillo, recordó las experiencias compartidas junto al padre López Vignand en Tablada de Lurín durante la oscura época del terrorismo: «hicimos una experiencia linda, la experiencia de hacer que un pueblo pobre imaginara que había algo más que la revolución armada, el terrorismo. Aprendimos juntos también que lo mejor en nuestras vidas era saber retraducir el Evangelio en el corazón de lo que vivíamos. Fue lindo porque realmente logramos que toda la gente se entusiasmara por una sociedad libre, sin opresiones, pero también sin exageraciones y locuras, y eso se lo debemos a Jorge que nos acompañó espiritualmente».

Jorge, quiero agradecerte porque siempre fuiste un amigo, y un amigo que acompaña, que aconseja, y que a veces dice las cosas duras, pero las dice.

Monseñor Carlos Castillo – Arzobispo de Lima

«Si hoy día nos toca estar a cargo es para que toda la Iglesia de Lima aprenda lo lindo que es ser comunidad. Esa Iglesia linda que se quiere, que se estima, que anuncia y que se alegra, es la que el Señor nos ha encargado», subrayó.

La misión de encarnarse en el mundo

Por su parte, el padre Jorge López Vignand tuvo palabras de agradecimiento por todos estos años de servicio a la Iglesia de Lima: «Gracias por la presencia inmerecida, me parece demasiado. No es mi culpa haber tenido más años – dijo entre bromas – sólo espero que Dios me dé bastante si se puede servir».

Preocupado siempre por la formación de los laicos, su participación comunitaria en la Celebración Eucarística, y su capacidad para plasmar todo lo aprendido en las situaciones complejas de nuestra sociedad, el padre Vignand recordó las palabras del Papa Emérito Benedicto XVI – «En el mundo hay que encarnarse» – «la encarnación es el misterio más difícil de vivir – agregó – porque hay que encarnarse con el mundo a partir de su realidad», expresó.

«Felizmente que nuestro Arzobispo Carlos es sociólogo. Antes de ser sacerdote tuvo un pie muy anclado en la tierra, y además es doctor en teología y todos hemos seguido su crecer», indicó.

Seguimos celebrando con alegría y seguimos trabajando gracias a Dios. En lugar de jubilarme este señor (Monseñor Castillo) me ha dado un trabajo mayor todavía – dijo entre risas – pero hay que soportar, hay que seguir adelante

«Le doy gracias a Dios por estar con ustedes. Ojalá que sigamos unidos y sigan ustedes comprometidos con su Iglesia, con el mundo, como lo pidió el Papa Benedicto XVI», concluyó.

Este III Domingo de Adviento Monseñor Guillermo Elías, Obispo Auxiliar de Lima, nos recuerda que el Señor «quiere hacerse presente en nuestras vidas, en nuestra historia, en la historia de este país que está convulsionado por realidades muy complejas. Por eso, ábranse a este Dios que quiere darte vida, que quiere que camines, que quiere quitarte esa sordera, que anuncies la vida al pobre, y que te acerques a tantas realidades concretas que tenemos»..

Refiriéndose a la Lectura del libro de Isaías (35,1-6a.10) de este III Domingo de Adviento, Mons. Elías señaló que «Dios viene en persona a salvarnos» y tenemos «signos de la presencia del Señor en medio de nosotros».

«El anuncio profético de Isaías nos presenta a un Dios que viene para ayudarnos a superar esos límites de la existencia humana», comentó.

Aprender a leer los acontecimientos de nuestra vida

Mons. Guillermo también hizo mención al Evangelio de Mateo (11,2-11) donde Jesús le responde a Juan, el Bautista: «Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. ¡Y dichoso el que no se escandalice de mí!»

«En este Tiempo de Adviento ¿Esto está aconteciendo en ti? – preguntó el Obispo Auxiliar de Lima – ¿Tu ceguera está siendo curada por el Señor? ¿Estás andando a pesar de situaciones complejas que quizás estás viviendo ahora en casa, en el centro de trabajo o laboralmente?».

«Como Jesús hizo con Juan, tú también debes saber leer los acontecimientos de tu vida – explicó Guillermo Elías – Que este III Domingo de Adviento te encuentre preparado y que puedas leer en los acontecimientos de tu vida, estos signos que el Mesías quiere lograr en ti».

Miremos alrededor. El Adviento nos tiene que mover a reconocer tantos modos en los que el Señor quiere hacerse presente en nuestras vidas, en nuestra historia, en la historia de este país que está convulsionado por realidades muy complejas.

La misión de nuestra vocación cristiana

«Como cristianos, hagamos visible la presencia de un Dios salvador. Apostemos por la causa de la vida, reconozcamos todo lo infeliz de la vida de tantos, ésa es la misión de la Iglesia, ésa es la misión de la vocación cristiana que nosotros tenemos. El Adviento pone ante nosotros ese compromiso que sólo puede cumplirse si estamos abiertos a la acción del Espíritu Santo», resaltó Mons. Elías.

«Oro por ustedes, oren por nosotros, oren por sus obispos, oren por toda la Iglesia – prosiguió – y ábranse a este Dios que quiere darte vida, que quiere que camines, que quiere quitarte esa sordera, que anuncies la vida al pobre, y que te acerques a tantas realidades concretas que tenemos».

«Que Dios en su infinita misericordia haga de este III Domingo de Adviento un tiempo de gracia. Desde nuestro Arzobispado les envió la bendición de Dios», concluyó.

En el marco del 428 Aniversario del Seminario Santo Toribio de Mogrovejo, nuestros obispos y sacerdotes de la arquidiócesis de Lima participaron de un emotivo encuentro que rindió homenaje a los presbíteros Jorge López Vignand, Oscar Aquino y Drago Balvanovic, por sus 60 años de ordenación sacerdotal.

El Seminario Santo Toribio de Mogrovejo cumple 428 años formando pastores al servicio del pueblo de Dios. Muchas generaciones de sacerdotes han pasado por sus instalaciones, y quién mejor que el propio padre Jorge López Vignand, que este 2019 celebra 60 años de ordenación sacerdotal, para recordar las anécdotas más curiosas, incluyendo haber sido párroco de nuestro Arzobispo de Lima, Mons. Carlos Castillo.

El padre López resaltó el arduo trabajo que realizan los formadores en el seminario: «sé lo que es trabajar con los jóvenes ¡Pobrecitos los formadores! – dijo entre bromas – pero es un trabajo gratificante. Los aliento a seguir adelante, empujando a los jóvenes seminaristas a continuar en esta bella misión al servicio de Dios».

Padre Jorge López Vignand

Por su parte, el padre Oscar Aquino expresó su profundo agradecimiento con todos los obispos, sacerdotes y pastores que han pasado por estos 60 años de vida sacerdotal – «realmente me siento feliz» – dijo emocionado – «Quiero agradecer a Dios por los años de sacerdote y agradecer a ustedes por sus oraciones. Siempre llevo presente la formación que recibí aquí en el Seminario, y esto se lo debo a todos los sacerdotes y obispos que siempre se han preocupado por nosotros los sacerdotes», agregó.

Padre Oscar Aquino

Gracias a Dios y gracias a ustedes por tener todavía fuerzas para seguir buscando aquello que siempre se debe buscar en el sacerdote: el trabajo para los más pobres

Padre Oscar Aquino

Por último, Mons. Drago Balvanovic, un amigo muy querido de la casa, agradeció a los rectores y formadores que pasaron por el Seminario Santo Toribio de Mogrovejo y que fueron parte de su camino pastoral: «Yo vine al Perú por tres años, ahora he cumplido 33 años» – comentó entre risas – «Llegué a esta tierra en medio de la guerra de Europa y después me olvidaron, pero yo también los olvidé. Por eso no regresé, porque encontré, como Abraham, nueva tierra en Perú. Mi trabajo es para peruanos porque yo soy peruano también» – indicó.

Mons. Drago Balvanovic

«Los tres amigos que gentilmente nuestro seminario ha querido destacar y honrar hoy día, son un ejemplo de lo que somos nosotros» – acotó Mons. Carlos Castillo – «el testimonio de sus vidas nos queda grabado no solamente en el corazón, sino en la médula del ser. Eso nos hace ver que es elemental esta relación con el pueblo. Cuando el Papa nos decía eso de oler a oveja se refiere a que no nos separemos nunca de la gente, porque la gente es el corazón de nuestra comunidad, nuestra comunidad es el pueblo».

Un seminario que camina sin miedo

El Rector del Seminario Santo Toribio de Mogrovejo, el padre Jorge López, también dedicó unas palabras de agradecimiento y recordó a todas las generaciones de pastores que dejaron huella en estos 428 años: “ha sido una cuna de grandes pastores que han acompañado los diferentes procesos aquí en nuestra sociedad y también en nuestra Iglesia”, resaltó.

También estuvieron presentes los Obispos Auxiliares de Lima, Mons. Ricardo Rodríguez y Mons. Guillermo Elías

“Hay que saber dar gracias porque el Señor ha puesto en nuestras manos un tesoro incalculable de experiencia, de tradición, que a veces no hemos sabido valorar, pero que procuramos y vamos a procurar hacerlo”, continuó el rector.

“Creo que los miembros de nuestra casa queremos caminar sin miedo”, dijo en alusión al llamado de una «Iglesia en salida» del Papa Francisco: “Queremos también mirar sin miedo el horizonte, recordando también que hay diferentes procesos que nos pueden apagar, pero, queremos caminar sin miedo con nuestros errores para ser una Iglesia con mucho ardor, como decía San Juan Pablo II”.

Toribio de Mogrovejo: el pastor que conoce a sus sacerdotes

Antes de dar por finalizado el encuentro, el Arzobispo de Lima citó las palabras que el Papa Francisco dedicó a Santo Toribio de Mogrovejo durante su visita apostólica al Perú en enero de 2018:

Fundó el primer seminario postconciliar en esta zona del mundo, impulsando de esta manera la formación del clero nativo. Entendió que no bastaba llegar a todos lados y hablar la misma lengua, que era necesario que la Iglesia pudiera engendrar a sus propios pastores locales y así se convirtiera en madre fecunda. Para ello defendió la ordenación de los mestizos —cuando estaba muy discutida la misma— buscando alentar y estimular a que el clero, si se tenía que diferenciar en algo, era por la santidad de sus pastores y no por la procedencia racial. Y esta formación no se limitaba solamente al estudio en el seminario, sino que proseguía en las continuas visitas que les realizaba, estaba cerca de sus curas. Ahí podía ver de primera mano el «estado de sus curas», preocupándose por ellos. Cuenta la leyenda que en las vísperas de Navidad su hermana le regaló una camisa para que la estrenara en las fiestas. Ese día fue a visitar a un cura y al ver la situación en que vivía, se sacó su camisa y se la entregó. Es el pastor que conoce a sus sacerdotes. Busca alcanzarlos, acompañarlos, estimularlos, amonestarlos —le recordó a sus curas que eran pastores y no comerciantes y por lo tanto, habrían de cuidar y defender a los indios como a hijos. Pero no lo hace desde «el escritorio», y así puede conocer a sus ovejas y ellas reconocen en su voz, la voz del Buen Pastor».

Encuentro con los obispos en el Palacio Arzobispal de Lima, Domingo 21 de enero de 2018

En medio de gran alegría y cánticos espontáneos se llevó a cabo la apertura del Nacimiento de la Basílica Catedral de Lima. Su exposición estará disponible al público de forma gratuita hasta el próximo 10 de enero de 2020.

Gran expectativa ha generado la apertura del nacimiento de la Catedral de Lima. El evento contó con la participación de todos los empleados de la Catedral, quienes acompañaron con cánticos y develaron el resultado de un esfuerzo de varios días.

El historiador Fernando López Sánchez, Gerente  Administrativo y Director de los Museo Arzobispales, expresó su profunda alegría por el proyecto culminado y reiteró que este tipo de exposiciones es una oportunidad para continuar evangelizando: “nos sentimos orgullosos de ver el trabajo terminado y de ver las expresiones de las personas que vienen a visitarnos porque también es una manera de evangelizar” – indicó.

Navidad en la Catedral de Lima

La llegada del Niño Jesús es uno de los motivos que hizo posible este trabajo colectivo: «ver la alegría de las familias cuando entran y lo ven le da un significado a nuestro esfuerzo. Eso nos motiva a vivir este Tiempo de Adviento con fe» – expresó uno de los responsables.

¿Cuándo se puede visitar el Nacimiento de la Basílica Catedral de Lima?

El horario de atención es de lunes a sábado de 10:00am a 1:00pm y de 2:30pm a 4:30pm. Los domingos de 2:30pm a 4:30 pm.

¿Hasta cuándo estará disponible la exposición del Nacimiento?

Desde el 04 de diciembre del 2019 hasta el 10 de enero del 2020. El ingreso es libre.

Archiveros y bibliotecarios de las distintas dependencias de la arquidiócesis de Lima se dieron cita en el Auditorio del Palacio Arzobispal, en el Centro de Lima, para llevar a cabo el “Primer encuentro de archivo y bibliotecas eclesiásticas, conventuales y parroquiales de la Arquidiócesis de Lima”, organizado por la Comisión de Fe y Cultura.

El evento contó con la presencia del Padre José Antonio Ubillús, Presidente de la Comisión Arquidiocesana de Fe y Cultura; Monseñor Guillermo Elías, Obispo Auxiliar de Lima; Fernando López Sánchez, Director del Museo Arzobispal; el historiador y especialista en conservación David Fernández Villanova; el historiador José Luis González, responsable de la organización del repositorio bibliográfico de la Comunidad Jesuita de San Pedro; y la historiadora Kelly Montoya, Secretaria Ejecutiva de la Comisión.

La realización del Encuentro tuvo como objetivos dialogar sobre los siguientes temas:

  • Mejorar el sistema de archivos y bibliotecas eclesiásticos.
  • Formar la primera red de archivos y bibliotecas eclesiásticas de la Arquidiócesis de Lima.
  • Concientizar sobre el valor patrimonial de los fondos documentales y bibliográficos que resguardan.
  • Buscar la permanente capacitación del personal de los archivos y bibliotecas eclesiásticos.
  • Formar equipos de investigación coordinados para explorar de manera sistemática y paralela los archivos

El paso de Dios por nuestra historia

Monseñor Elías se mostró contento con este primer encuentro que “marca un nuevo tiempo para la arquidiócesis” e hizo un llamado para continuar trabajando en este tipo de iniciativas: «Hay que difundir esto en muchísimas parroquias porque acá lo que se juega es la propia historia, la propia evangelización, el propio paso de Dios en medio nuestro».

Por su parte, el Padre Ubillús expresó su agradecimiento a los expositores por compartir sus conocimientos y seguir cultivando el amor por los archivos, los libros y las bibliotecas:

“Quiero agradecer su presencia y participación en este primer encuentro de archiveros. Agradezco de una manera especial a los expositores, creo que nos han enriquecido muchísimo y sobretodo han fortalecido nuestro amor por los archivos, por los libros, las bibliotecas, porque son fuente principal de nuestra historia en todos los niveles”, expresó.

En su mensaje pastoral de esta semana, Mons. Ricardo Rodríguez, Obispo Auxiliar de Lima, reflexionó sobre la importancia de la tolerancia en la vida cristiana – «La tolerancia es la aceptación de la diversidad, la aceptación de la diferencia, pero siempre buscando la unidad no la uniformidad» – comentó.

Aceptar a los demás es una obra de misericordia

¿Qué cosa es ser tolerante? – preguntó Mons. Rodríguez. «La tolerancia es la capacidad que tengo de aceptar lo diferente, esa capacidad interior de aceptar que algo es diferente a lo que yo puedo pensar o creer», explicó.

«Una persona intolerante, en el campo de las virtudes, en el campo moral, es una persona que no soporta lo diverso, no soporta al otro, no soporta que el otro pueda pensar distinto», resaltó.

El Obispo Auxiliar de Lima indicó que, entre las virtudes cristianas, debemos aprender a aceptar en su diversidad a los demás: «Las obras de misericordia pueden ser corporales o espirituales, y una de ellas dice: aceptar con paciencia a los demás» – precisó.

Tener la mente abierta es tener la capacidad de escuchar, capacidad de entender al otro.

Mons. Rodríguez también aclaró que aceptar la diversidad «significa consentir que esa diferencia de repente esté llevando a un error, cuidado».

Tolerancia es buscar el camino del consenso y la verdad

«Podemos hasta vivir años equivocados» – dijo en otro momento – «cuánta gente, por ejemplo, cree todavía en un Dios que castiga, y toda su vida ha pensado pensando así». Por eso, es importante que en la tolerancia aprendamos a “buscar el camino del consenso y la verdad».

La tolerancia tiene que ser trabajada por todos para ver cómo puedo manejar mi situación con el prójimo, tanto con mis superiores como aquellos de quienes dependen de mi.

“La tolerancia es la aceptación de la diversidad, la aceptación de la diferencia, pero siempre buscando la unidad no la uniformidad. La diversidad enriquece a la Iglesia, la diversidad ayuda a la unidad”, finalizó.

Mons. Guillermo Elías, Obispo Auxiliar de Lima, encabezó el lanzamiento de la Campaña Navideña: «Dona un juguete», una iniciativa de Vicaría de la Pastoral Social y de la Dignidad Humana – Cáritas-Lima, Ciudad Saludable y Tiendas Paris para donar tus juguetes usados y compartirlo con otros niños que le darán una nueva vida. ¡Tienes hasta el 15 de diciembre!

En medio de gran expectativa se llevó a cabo el lanzamiento de la Campaña Navideña: «Dona un juguete» en las instalaciones del centro comercial Jockey Plaza. El objetivo de esta iniciativa es llevar una sonrisa a la mayor cantidad de niños de bajos recursos y situación de abandono en nuestra ciudad.

“Quedan pocos días para la navidad y supongo que todos han pensado ya en algunos detalles como la comida, los regalos, el arbolito, entre otras cosas. La navidad no es otra cosa más que el cumpleaños de Jesús, y a veces nos regalamos entre nosotros y no pensamos en el dueño del cumpleaños, que es Jesús – reflexionó Mons. Elías durante el evento – ¿Dónde está Jesús? Está en ti, está en todos los niños y personas que tenemos alrededor”.

Y dirigiéndose a los principales auspiciadores de esta campaña navideña, agregó: “Gracias por lo que están haciendo. Quiero proponerles que todos llenemos nuestro corazón y que no quedemos vacíos al terminar la navidad. Gracias de verdad porque sé que detrás de estos juguetes habrá vida, habrá solidaridad y habrá un mundo mejor para todos”, resaltó.

Que realmente al terminar la navidad digamos: «hemos hecho de este mundo un lugar mejor, alguien se alegró por lo poco o mucho que hicimos».

¿Cómo donar tu juguete?

«Dona un juguete» es una iniciativa del INABIF, la Comunidad de Sant’Egidio, Vicaría de la Pastoral Social y de la Dignidad Humana – Cáritas Perú y las parroquias de nuestra arquidiócesis. Juntos recepcionaremos todos los juguetes usados para compartir con más niños y regalar sonrisas.

¿Cómo puedo participar? ¡Es muy fácil! Sólo tienes que acercarte a cualquiera de las sedes de tiendas Paris para donar tu juguete. También puedes acercarte directamente hasta Cáritas Lima para hacer tu donación (Jirón Chancay 282 -Cercado de Lima).

¿Hasta cuándo puedo donar mi juguete? La campaña se llevará a cabo en Lima, Arequipa, Cajamarca, Ica y Trujillo ¡Tienes hasta el 15 de diciembre!

¿Y qué pasará con los juguetes que no se puedan reparar? Serán reciclados gracias al apoyo de Ciudad Saludable para cuidar el medioambiente.

Monseñor Ricardo Rodríguez, Obispo Auxiliar de Lima, compartió un nuevo mensaje pastoral para reflexionar sobre el racismo y su resurgimiento en nuestra sociedad a través de nuevos elementos como la xenofobia: «Si hemos abrazado la fe cristiana es porque hemos entendido que Cristo murió por todos, sin importar condición ni raza” – comentó.

Nuevas formas de racismo que van contra la fe

«Uno de los problemas sociales que involucran a la vida en comunidad y afecta a muchos pueblos es el racismo. A pesar de todos los avances que ha experimentado la humanidad, todavía arrastramos esas luchas donde unos se creen superiores a otros», dijo.

«El racismo no sólo está haciendo mucho daño en la sociedad – prosiguió – hoy vemos en muchos lugares el temor al extranjero, parece que el hombre está volviendo a retomar esa idea donde el tipo de color de piel de una persona determina inferioridad o superioridad».

¿Qué tiene que ver esto con la fe? – preguntó Mons. Rodríguez – “La fe nos dice que todos venimos del creador, y por lo tanto, todos tenemos igualdad frente al creador, Dios» – explicó.

Ser católico es «aceptar que Cristo murió por todos sin importar condición ni raza» – reiteró – y por ello, el cristiano tiene que desterrar de su vida cualquier actitud de racismo: «Si hemos abrazado la fe cristiana es porque hemos entendido que Cristo murió por nosotros».

El racismo va contra nuestra fe porque es un elemento que daña la vivencia de fe del cristiano

La inculturación de la fe

“Cuando hablamos de la fe católica estamos diciendo que podemos vivir la misma fe en diversas culturas, y cada cultura con sus expresiones de la única fe” – señaló en otro momento.

“La fe no cambia, lo que cambia es la formulación de la fe. Lo que puede cambiar es cómo expreso yo la fe y cómo la expresas tú, pero la fe es la misma, es el mismo Dios, para nosotros Dios es Padre y todos somos hermanos”, indicó el Obispo Auxiliar de Lima.

“Recojamos esta propuesta, renovemos nuestro espíritu de universalidad y descubramos la gran riqueza que tiene la Iglesia cuando se abre a la cultura, cuando se abre a los pueblos”, finalizó.

«A la luz de la enseñanza del Papa Francisco, hay que trabajar por una nueva evangelización en nuestras parroquias para ayudar al crecimiento de los creyentes buscando con ellos una mejor respuesta al amor de Dios y un compromiso renovado con el Señor Jesús», comentó en entrevista el padre Víctor Antonio Solís Alfageme, Vicario Episcopal y Presidente de la Comisión de Evangelización y Catequesis.

«Evangelizar significa traer -o también podemos decir- llevar, transmitir buenas noticias. Ser evangelizados implica haber acogido la alegría del Evangelio, la Buena Nueva que nos trajo Cristo», añade.

Experimentar el amor incondicional del Señor

El padre Solís nos recuerda que la evangelización implica «haber experimentado antes que nada el amor incondicional del Señor, esto implica tener un encuentro muy personal con Cristo resucitado, encuentro que de suyo se da en el corazón de una comunidad, encuentro que supone haber vivido una experiencia fuerte del don del Espíritu Santo que desde la Confirmación nos exige ser testigos de toda la gracia recibida».

«La evangelización -nos dice el Papa Francisco- obedece al mandato misionero de Jesús: “Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todo lo que les he mandado” (Mt 28, 19-20)», añadió.

La alegría del Evangelio nos mueve a comunicar con alegría el gozo de sabernos amados hondamente por este Señor y Dios nuestro

En la evangelización estamos caminando con Jesús para dejarnos iluminar por su Palabra, «ir prontamente al encuentro de los hermanos en la comunidad y desde la comunidad al encuentro de tantos que no le conocen o que conociéndole han tomado un camino diferente».

Una nueva evangelización en las parroquias

«Queremos ante todo mantener vivo el entusiasmo que ha brotado en los últimos años desde el Concilio Vaticano II, los documentos de los Papas sobre la Evangelización, destacando la Evangelii Nuntiandi de San Pablo VI y sobre todo la Evangelii Gaudium del Papa Francisco», responde el padre Solís al reflexionar sobre los retos que debe afrontar la Comisión de Evangelización y Catequesis.

«El gran reto es llevar el Evangelio a todas las periferias, con ello entendemos -a la luz de la enseñanza del Papa Francisco- que hay que trabajar por una nueva evangelización en nuestras parroquias para ayudar al crecimiento de los creyentes buscando con ellos una mejor respuesta al amor de Dios y un compromiso renovado con el Señor Jesús», expresó.

En otro momento, el vicario de la Comisión de Evangelización y Catequesis insistió en que la Iglesia debe tender «la mano a los católicos que no tienen una relación significativa con la Iglesia y no participan en la práctica de su fe católica», porque la Iglesia como «madre» debe estar atenta a ellos para «ayudarles a vivir una nueva experiencia de conversión que les devuelva la alegría de la fe y puedan comprometerse con el Evangelio del Señor».

Evangelizar a los jóvenes desde los espacios en que se mueven

Recordando el llamado de Francisco a acercarnos y anunciar el Evangelio a todos los cristianos sin excluir a nadie, el padre Solís hace una mención especial a la tarea de evangelizar a los jóvenes:

«Para dar una respuesta adecuada es necesario leer la Exhortación Apostólica Postsinodal Christus Vivit, allí el Papa nos habla del gran anuncio para todos los jóvenes. “Es un anuncio -dice el Papa- que incluye tres grandes verdades que todos necesitamos escuchar siempre una y otra vez”. Primero: “Dios es amor” (1Jn 4, …) hay que decirle a cada uno Dios te ama, (C. V. 111), es algo que se debe reiterar una y otra vez».

«Segundo: Dios te salva, (C.V. 118), se entregó por ti porque te ama, se entregó por ti aférrate a Jesús. Tercero: Hay que anunciarle que Cristo está vivo, ¡Él Vive! (C.V.124). Y hay que anunciarles también que estas tres verdades se viven bajo la guía y experiencia del Espíritu que da vida»

Para lograr este propósito, el padre Solís considera necesario «entrar en los diversos ambientes en los que los jóvenes de hoy se mueven, no solamente a nivel escolar, universitario, laboral, sino también a través de los medios de comunicación actuales: Internet, y redes sociales» para tener jóvenes «testimoniando a otros jóvenes «la alegría del discipulado de Cristo, jóvenes misioneros».

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(511)2037700